Cable submarino Cuba-Venezuela

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Cable submarino Cuba-Venezuela
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Concepto:El cable submarino de fibra óptica instalado entre Cuba y Venezuela entró en servicio a inicios de 2013.

Cable submarino Cuba-Venezuela. El 24 de enero del 2007 se firmó en Caracas un acuerdo para la creación de una empresa mixta, conformada por la entidad estatal de telecomunicaciones de Venezuela (TELECOM) y la cubana TRANSBIT. El objetivo perseguido es la puesta en funcionamiento de un cable submarino de fibra óptica que conecta a ambas naciones, así como a otros países del área, y que permitirá una mayor independencia en las comunicaciones.[1]

Cuba tenía en ese momento un ancho de banda de 323 megabits por segundo (Mbps) por vía satelital, pues hasta ahora las leyes del bloqueo de Washington le impiden acceder a cualquiera de las decenas de cables que pasan por zonas cercanas a sus costas.[2]

En el país se ofrece el servicio de Internet a través de instituciones médicas, educativas, gremiales o de entidades del gobierno. Desde el 4 de junio de 2013 se amplió a través de salas de navegación en todo el país.

El 9 de febrero de 2011 el cable submarino de fibra óptica del sistema Alba I, tocó tierra cubana por la playa de Siboney.[3]

Historia

Antecedentes

Cables de fibra óptica que rodean a Cuba

Todas las comunicaciones internacionales de Cuba se realizan a través de conexión satelital, a pesar de que a 32 kilómetros de sus costas pasa el más cercano de una nutrida red de cables submarinos a los que el bloqueo norteamericano le impide acceder.

Como consecuencia de estas injustas sanciones, Cuba no tiene acceso al menos a una veintena de sitios y productos (algunos de ellos con sede en terceros países pero con intereses en Estados Unidos).[2] Ruteadores como Cisco, buscadores como Google –en algunas aplicaciones específicas–, espacios para ambientes de programación como Borland, bases de datos como Oracle, o antivirus como Panda bloquean el acceso desde Cuba o a nacionales cubanos.

El 24 de enero del 2007 se firmó en Caracas un acuerdo para la creación de Telecomunicaciones Gran Caribe S.A., entidad encargada del proyecto de tender un cable de fibra óptica entre Cuba y Venezuela.

En febrero del 2007, en entrevista con Granma Internacional, el entonces presidente de TELECOM Venezuela, ingeniero Julio Durán, se refirió a ese proyecto como una primera interconexión física dentro de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), la cual sería uno de los pilares fundamentales de una red latinoamericana que garantizaría la independencia en las telecomunicaciones de las naciones pertenecientes a esa iniciativa integracionista: Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Honduras, Dominica, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda.[1]

Se creó una gran expectativa entre las empresas de telecomunicaciones de Estados Unidos cuando el presidente estadounidense Barack Obama anunció que facilitaría los enlaces de telecomunicaciones con Cuba. Al final la iniciativa no llegó a nada y se frustró por la falta de mecanismos legales para concretarse.[4]

En enero de 2010 la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos ratificó a Cuba en la lista de exclusión para inversiones de infraestructura en el sector. En marzo, la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro autorizó la prestación de servicios de mensajería instantánea a la isla, pero descartó la conectividad por cualquier vía. Según la dependencia estadounidense, la medida fue tomada para promover el acceso a blogs y sitios de la web en los cuales se puede compartir fotos y videos como una forma de fomentar la libertad de expresión.

El gobierno cubano aseguró que las medidas anunciadas por Estados Unidos de permitir que empresas de Internet puedan ofrecer servicios a la isla no constituyen una flexibilización del bloqueo, sino que son una maniobra agresiva.

Al anunciar la medida, el Gobierno de Estados Unidos expresó claramente que su objetivo es usar esos servicios como herramienta de subversión y desestabilización.[5]
Josefina Vidal Ferreiro, Directora de América del Norte de la cancillería.

Fibra óptica

Cable Submarino de fibra óptica es una tecnología que requiere restarle vulnerabilidad a toda costa. Los beneficios son exponencialmente superiores a las inversiones

En un primer paso en la búsqueda de la independencia en las comunicaciones de Latinoamérica se crearon las condiciones jurídicas y económicas para tender un cable de fibra óptica que en un primer momento uniría a Cuba, Venezuela y Jamaica.

A un costo de casi 70 millones de dólares, el cable unió puntos cercanos a La Guaira (cerca del aeropuerto venezolano de Maiquetía) y la oriental ciudad de Santiago de Cuba a una distancia de mil 552 kilómetros.[6] Otro segmento se entrelazaría entre una zona norte de Jamaica y Siboney, a 23 kilómetros de Santiago de Cuba, donde está el que viene de Venezuela. El cable submarino tendrá una vida útil de 25 años y la inversión se recuperará en plazos que están comprendidos dentro de las normas para estos proyectos.

Para cumplir con los rigores técnicos, el costo de la inversión y el respeto de las fronteras nacionales, el tendido fue diseñado casi enteramente bajo aguas internacionales. Mas no fue suficiente: prefirió eludir además, diversas zonas económicas sobre las cuales los Estados Unidos pretenden campear. En consecuencia, el trazado del cable terminó alargándose en unos cien kilómetros.

Previendo el interés que los campos electromagnéticos provocan en los tiburones y para protegerlo además de actividades marítimas costeras, como el anclaje de buques y labores pesqueras, el cable está recubierto de acero, con dos capas de cable trenzado de acero inoxidable, una de cobre, un centímetro de polietileno, una capa de aluminio y otra de polietileno de alta densidad.

Luego de realizado el levantamiento topográfico del fondo marino para elegir la ruta del cable, evitando fosas y montañas, se tuvo entonces idea de en qué lugar seria imprescindible enterrarlo o fijarlo. También se calculó la presión, la hidrogenación (que le resta transparencia), las tensiones a que se expondrá, las corrientes y deslizamientos de tierra.

Como las profundidades caribeñas no son comunes en proyectos como este, los expertos no dudaron en blindar este con la llamada “técnica de arco”. Esta consiste en un revestimiento especial con cuerdas de acero inoxidable muy finas y de configuración encorvada, el cual asegura mayor resistencia en el fondo. Allí, la presión del mar podría dañar el cable que en casi todo su trayecto no superará el grosor del dedo pulgar

Con financiamiento de bancos venezolanos y capitales propios, el cable tendrá capacidad para extender en el futuro segmentos hacia Haití, República Dominicana y para Las Antillas Menores. La firma franco-china Alcatel Shanghai Bell, con experiencia y prestigio en este tipo de proyectos fue la encargada de llevar este proyecto a buen éxito.

Parte desde La Guaira, Venezuela, barco que enlazará a Cuba a la red de cables submarinos.

El 22 de enero de 2011 comenzó en Venezuela la instalación del cable submarino con un acto oficial. Los ministro venezolanos de Ciencia y Tecnología, Ricardo Menéndez, y Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, participaron en la ceremonia transmitida en directo de la emisora Venezolana de Televisión (VTV), junto al embajador de Cuba, Rogelio Polanco.[7]

Después de 19 días de travesía desde la región venezolana de Camurí, tocó tierra cubana por la playa de Siboney de Santiago de Cuba el cable submarino de fibra óptica del sistema Alba I.

Algunos datos

Cuba y los cables submarinos

Cable Cuba-Venezuela

  • Se extiende desde la zona de Camurí, cerca del puerto de La Guaira, en el Estado de Vargas (Venezuela), a la playa Siboney, en Santiago de Cuba.
  • El buque Ridley Thomas realizó la exploración de los fondos submarinos para detectar el cruce de las fallas tectónicas y marcar la ruta de la instalación del cable.
  • El 22 de enero de 2011 comenzó la extensión del cable desde Venezuela. Llegó a Santiago el 9 de febrero; el 13 de febrero estará listo el ramal con Jamaica.
  • El cable multiplicará 3 000 veces la velocidad de transmisión de datos, imágenes y voz que dispone hoy Cuba. Contará con 640 Gb (gigabytes) para el enlace con el exterior, con capacidad para 10 millones de transmisiones telefónicas simultáneas.
  • El costo de este proyecto es de 70 millones de dólares.
  • Dispone de 1 602 km de largo.
  • La fibra se colocó mayoritariamente en agua internacionales, respetando fronteras y jurisdicciones de las naciones de la región.
  • Beneficiará a Cuba, a las demás islas del Caribe oriental y a Centroamérica.
  • Como todo cable de telecomunicaciones, facilita la transmisión. Es el transportador de las comunicaciones, pero cada país, incluida Cuba, tendrá que contratar el servicio con los proveedores del mercado de las telecomunicaciones.

Referencias

Fuentes