Avenida Infanta
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Avenida Infanta. Pequeño tramo que va desde el semáforo de San Lázaro hasta el semáforo de Carlos III, no es fácil de cruzar. Uno no sabe a ciencia cierta si es el almendrón, el bicitaxi, la guagua o el Lada quien se le encima alevosamente a los peatones que intentan cruzar, o es la gente imprudente y provocadora la que se lanza sobre los vehículos con toda la prisa del mundo.
Historia
La calle Infanta, calzada de Infanta o Calzada de la Infanta, cuyo nombre oficial es (aunque poquísimos lo conozcan) Avenida del Presidente Menocal se extiende de norte a sur sureste desde la calle 23 en el Vedado hasta la Esquina de Tejas donde se encuentra con la Calzada del Cerro, la Calzada de 10 de Octubre y la calle Monte.
Además de 23, Monte y las Calzadas del Cerro y 10 de Octubre, la calle Infanta se cruza con otros importantes ejes viales de la capital cubana como San Lázaro, Zanja, Carlos III, Ayestarán y Manglar.
Hasta la década de 1960 tuvo la calle Infanta un marcado carácter comercial e industrial, que ha ido menguando de forma constante a consecuencia de los procesos de desindustrialización y restricción de la oferta que ha sufrido periódicamente La Habana. En la actualidad muchos de los antiguos comercios e industrias que antaño existieron en la calle han sido reconvertidos a viviendas, lo que le ha dado a Infanta un carácter más residencial.
Recibió la calle su nombre en honor a la Infanta Isabel, hija de Fernando VII y María Cristina, que después reinara en España con el nombre de Isabel II (tanto el Rey Felón Fernando como su hija la Reina Castiza Isabel tuvieron monumentos en La Habana, que fueron defenestrados durante la República).
Según el erudito Manuel Pérez Beato, antes de llamarse Infanta, la calle fue conocida como calle del Pontón o calle de los Pontones y, posteriormente Calzada de Carraguao.
Curiosamente, la calle Infanta era la única de las calles importantes de La Habana cuya numeración corría de sur a norte (y no a la inversa como era lo usual en el resto de la ciudad), por lo que los primeros números correspondían a las inmediaciones de la Esquina de Tejas y los últimos a los inmuebles cercanos a la Avenida de Washington. El orden de los números se invirtió con la renumeración efectuada en los años 1936 – 1937.
Algunas fuentes apuntan de forma errónea que la calle Infanta recibió ese nombre en honor de otra Infanta, Eulalia, quien llegó a La Habana en visita oficial el 8 de mayo de 1893 en compañía de su esposo Antonio de Orleans. Sin embargo, lo cierto es que cuando la pareja puso sus reales pies en la capital cubana hacía ya muchísimos años que la calle Infanta se llamaba Infanta.