Castillo de Neuschwanstein
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Castillo de Neuschwanstein. Situado en Alemania es uno de esos castillos que parecen encantados. Construido por Luis II de Baviera a mediados del siglo XIX, en una época que no eran necesarias las fortalezas, fue fuertemente criticado por la insolvencia del gobierno alemán en esas épocas.
De estilo neoclásico, el rey impuso unas extravagantes normas para su construcción como que sus trabajadores solo fueran de la Baviera, y que los materiales con los que se construyera solo fueran de la misma región. Además su inspiración venía de los cuentos de fantasía y de las óperas de Wagner que tanto lo habían inspirado en su época de juventud. Neuschwanstein representa tanto el estilo arquitectónico inspirado por el rey Luis II, el romanticismo y su entusiasmo por Richard Wagner.
Construcción
Su construcción fue iniciada por el rey Ludwig de Baviera (Luis II de Baviera, conocido como Ludwig el Loco, en 1869. El diseño se debe al arquitecto Christian Jank. Ludwig pidió a su arquitecto que fuese construido enteramente con materia prima bávara y por habitantes bávaros.
Historia
Situado en Baviera cerca de Füssen, Alemania, el Castillo de Neushwanstein (“Nueva piedra de cisne”, en alemán) es uno de los castillos neogóticos más conocidos. Mandado construir por Luis II de Baviera en 1866, originalmente era conocido como el nuevo Hohenschwangau, en honor al lugar donde el rey pasó gran parte de su infancia. Su nombre fue cambiado tras la muerte del rey. Es el edificio más fotografiado en Alemania y es uno de los destinos turísticos más populares en ese país.
El castillo de Neuschwanstein se construyó en una época en la que los castillos y las fortalezas no eran necesarias desde el punto de vista estratégico. En lugar de ello, nació de la pura fantasía: una bella y romántica composición de torres y muros en perfecta armonía con las montañas y los lagos.
La belleza de su arquitectura forma una armonía perfecta con el entorno natural en el que se asienta. Un paisaje idílico, de ensueño, de cuento de hadas. Fue el castillo en el que Walt Disney se inspiró para dibujar el castillo de “La bella durmiente”.Toda la región está rodeada de preciosas montañas de los Alpes, cascadas y lagos espejados.
Los descendientes de Luis II vendieron el castillo al gobierno bávaro, pasando más tarde al alemán. La cantidad por la que lo vendieron iguala a los ingresos anuales actuales que el castillo obtiene de los turistas que vienen a visitarlo. Hoy en día es propiedad del Estado de Baviera. proximadamente 1,3 millones de personas visitan anualmente “el castillo del rey de cuento de hadas”. En verano, se agolpan diariamente más de 6.000 visitantes por unas habitaciones que estaban destinadas a un solo residente.
Descripción
Neuschwanstein tiene 360 habitaciones, y sólo 14 tienen un diseño totalmente acabado con una decoración increíblemente lujoso, las otras quedaron inconclusas, ya que Ludwig fue depuesto como rey, en 1886, y enseguida murió de forma misteriosa. La decoración ostentosa hasta el extremo está protagonizada por los cuadros y tapices inspirados en los óperas de Wagner, compositor favorito del rey Luis II, las grandes lámparas de cristal y el mobiliario bañado en oro. El castillo fue abierto al público poco tiempo después.
Interior
El interior del castillo es increíble. Aunque se habían diseñado hasta 200 habitaciones y salones solo se terminaron 15. En la primera planta hay todas las habitaciones y salones de los servicios y en la planta superior las estancias del rey. Por encima hay el salón de los cantores y el salón del trono. El salón de los cantores es la sala más grande del castillo y era el proyecto favorito en el castillo del rey Luis II. El salón está decorado con temas de Lohengrin y Perceval y unos arcos. Aunque Luis II no diseñó nunca este espacio como un lugar para celebrar conciertos, actualmente se usa el salón para hacer conciertos con música de Wagner.
El salón del trono es también un espectacular salón con columnas pintadas de color oro y otros colores que ocupa dos niveles en el castillo. El lugar del trono está pintado con la imagen de Jesús y los 12 apóstoles. La impresionante lámpara de araña que hay en este salón está inspirada en el arte bizantino. Este salón quería representar, según el diseño original de Luis II, el poder divino de los reyes y la demostración de su poder sin restricciones y lo hizo fusionando el salón del trono con el salón del Grial de Parsival.
Otro salón curioso que hay en el castillo es el de la gruta, equipada con una cascada de agua artificial y un sistema de hacer arco iris. Esta pequeña sala representa la gruta de Hörselberg de la ópera de Wagner Tannhäuser a partir de la leyenda teutónica sobre Venusberg.