Central Guillermón Moncada (provincia de Cienfuegos)
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El Central Guillermo Moncada es un central azucarero ubicado en el municipio de Constancia (Abreus) (provincia de Cienfuegos); se llamó central Constancia hasta 1959 que fue nacionalizado.
Ubicación
El antiguo central, se encuentra ubicado al este del municipio de Abreus, 4 Km al sur del asentamiento cabecera. Limita por el norte con el Consejo Popular Abreus, por el sur con el Consejo Popular Juraguá, por el este con el límite municipal que coincide con los márgenes del río Damují y al oeste con los Consejos Populares Cieneguita y Charcas.
Historia
Fue fundado en 1857 por Martín Felipe Apezteguía y Apasecha y se mantuvo en manos de sus descendientes hasta la última década del siglo XIX en que progresivamente pasó a ser controlado por la estadounidense “Constancia Sugar Company”.
A la muerte del fundador el ingenio pasó a ser administrado por su viudad, Josefa Mariana Tarafa, enérgica mujer, emprendedora y capaz que nombró como apoderado al médico y hacendado trinitario Justo Germán Cantero, autor del libro “Los Ingenios”, que tuvo su primera edición en 1857 y cuyas ilustraciones en colores, obra del pintor francés Eduardo Laplante, aún despiertan la admiración de los que lo consultan.
Josefa Mariana Tarafa falleció en New York, Estados Unidos, en 1860. En su testamento nombró como tutor del heredero de la fortuna familiar, Julio de Apezteguía, al hijo de su primer matrimonio Eduardo del Camino, quien de esa forma controlaría los negocios del Constancia hasta el año 1867. Durante su gestión la familia adquiriría el ingenio Laberinto, cuyas tierras colindaban con el Constancia y le permitieron engrandecerse.
Durante la zafra de 1862 el ingenio produjo 2 000 bocoyes que equivalían a 6 000 cajas de azúcar de 425 libras lo que apenas bastó para cubrir los gastos de operación del negocio. Tan baja producción se debió a la epidemia de viruela que afectó a la dotación de esclavos del Constancia y que causó una gran mortandad en ella. En las zafras anteriores, de 1859 y 1860, la producción había sido de 2127 y 2150 bocoyes, respectivamente.
La conveniente proximidad del río Damuji permitía al Constancia utilizar esta vía fluvial para transportar sus azúcares hasta la bahía de Jagua y abaratar considerablemente los costos en comparación con los que tenían que afrontar otros ingenios.
La eficiente gestión de Eduardo del Camino – quien reunía todas las virtudes y ninguno de los vicios asociados a los hacendados cubanos – dio paso a la de su medio hermano Julio de Apezteguía, Marqués de Apesteguía, dirigente del Partido Conservador, diputado a las Cortes e hijo del fundador lo convirtió en el mayor del mundo y uno de los más eficientes. Fue el único central de la región de Cienfuegos que en 1896 pudo hacer zafra, pues las influencias de su propietario le valieron para que el gobierno español le situara 1700 soldados para su defensa. Sería el Constancia el primer central cubano en instalar los cristalizadores en movimiento y en inyectar miles a los azucares de primer lance en los tachos.
El “Portafolio Azucarero 1913 – 1914” sitúa al Constancia con 1 449 de tierras, de ellas 150 cultivadas de caña por la administración y colonos, y el grueso, 1 299 de montes, potreros, tierras en descanso y tierras en preparación para sembrar. Por ese entonces disponía de 60 colonos cubanos y 20 españoles, cultivando 115 caballerías independientes y parte de las 150 del central, haciendo un total de 265 caballerías de caña molida en la zafra de 1913. En esa zafra el Constancia molió 120 000 @ de caña por día, con rendimiento promedio de 50 000 @ por caballería y produjo 121 384 sacos de azúcar de 325 libras. En la zafra de 1914 produjo 102 897 sacos de 325 libras. Las “Memorias de la zafra de 1917 – 1918” señalan que el central poseía una capacidad productiva de 250 000 sacos de 13 @. En la zafra de 1920 – 1921 el Constancia molió 17 521 564 @ de caña y produjo 156 857 sacos de 13 @. Durante estos años los principales puestos del central: jefe de fabricación, jefe de maquinaria y administrador se mantuvieron ocupados siempre por norteamericanos.
La fuerte crisis económica de 1929 y los bajos precios del azúcar en el mercado mundial provocaron que el gobierno de Cuba comenzara a aplicar la política de restringir las zafras asignando cuotas de molienda a los centrales. Desde ese momento el Constancia asumió la cuota del demolido central Cieneguita pero aún así en 1935 hizo una zafra corta pues apenas produjo 66 107 sacos de 325 libras.
A mediados de los años 30 pasó a ser controlado de Robert Bradley, propietario de “The Cuban American Sugar Mills Company” quien lo compró junto con la refinería de Granmercy en Louisiana y que lo vendería durante la década de 1940.
Fulgencio Batista lo compró en 1949, junto con Francisco Blanco y constituyó la firma Rancho Veloz Sugar Company para operarlo. Durante la propiedad de éstos se produjo la mayor zafra republicana del central, pues en 1952 elaboró 343 556 sacos de 325 libras.
En ese año 1952 el central molió 40 170 611 @ de caña, correspondientes a 808.80 caballerías cortadas en 159 días de zafra, de ellos 139 de molienda efectiva, con un promedio de trabajadores en la industria y el campo de 4 150 hombres.
En 1957 sufrió graves daños por un incendió producto de un sabotaje. En ese momento era el 36to central por su capacidad de molienda diaria de 430 000 arrobas, aunque con un bajo rendimiento industrial de 12.25. Empleaba hasta 3000 trabajadores en zafra y poseía 392 caballerías de tierras propias.
En 1959 el central Constancia contaba con una red ferroviaria de 97 km de vía estrecha y otros 18 km de “Cía Cañera de Las Villas”; 10 locomotoras diesel quemadoras de petróleo, las dos más pesadas de 34 toneladas; 334 carros de caña entre 12 y 15 toneladas de capacidad, de ellos 223 de acero y 111 con camas de madera; así como 70 carros entre planchas, casillas, tanques, cigüeñas y 11 carros de línea para usos diversos.
La capacidad de almacenaje alcanzaba los 180 000 sacos y la producción de ese año 1959 fue de 273 184 sacos de azúcar de 325 libras. El producto se embarcaba en patanas por el río Damují hasta los barcos anclados en el puerto de Cienfuegos a una distancia de 16 km. Para el trasporte la empresa contaba con cuatro patanas y un remolcador propios.
Tras el triunfo de la Revolución fue nacionalizado por el Estado cubano y se le cambió el nombre por el de central Guillermo Moncada.
El antiguo Constancia sobrevivió a la primera fase de la reestructuración de la industria azucarera en 2002, conocida como Tarea Alvaro Reynoso; pero no rebasó la segunda y fue cerrado definitivamente en 2006.
Relación de propietarios
1 – Apezteguía, Arrechea y Cía (1839 – 1847)
2 – Viuda de Apezteguía (1850 – 1860)
3 – Eduardo del Camino (1862 – 1883)
4 – Apezteguía y Hermanos (1889 – 1891)
5 – Sindicato Americano (1895 – 1898)
6 – Julio Apezteguía (1899 – 1900)
7 – Constancia Sugar Co. (1901 – 1921)
8 – The Colonial Sugar Co. (1922 – 1935)
9 – Cuban American Sugar Co. (1938 – 1946)
10 – Cuban American Sugar Mills Co. (1945 – 1947)
11 – Rancho Veloz Sugar Co. (1947 – 1960)
Bibliografía
- Jiménez Soler, Guillermo. Los propietarios de Cuba. Editorial de Ciencias Sociales. 5ta Edición. La Habana. 2014.
- Lapique Bacali, Zoila y Segundo Arias, Orlando. Cienfuegos, trapiches, ingenios y centrales. Editorial Ciencias Sociales. La Habana. 2011.
- Portafolio Azucarero. Industria Azucarera de Cuba 1912 – 1914. Secretaría de Agricultura, Comercio y Trabajo. La Moderna Poesía. La Habana. 1914.