Ciudad de México
Ciudad de Mexico | |||
---|---|---|---|
Ciudad de México | |||
| |||
Otros nombres: "El DF" | |||
Entidad | Ciudad | ||
• País | México | ||
• Delegaciones | Alvaro Obregón Azcapotzalco Benito Juárez Coyoacán Cuajimalpa Cuauhtémoc Gustavo Madero Iztacalco Iztapalapa Magdalena Contreras Miguel Hidalgo Milpa Alta Tláhuac Tlalpan Venustiano Carranza Xochimilco | ||
• Jefe de Gobierno | Marcelo Ebrand (PRD) | ||
• Fundación | 1325 (México-Tenochtitlan) 18 de noviembre de 1824 (institucionalización del D. F) [1] | ||
Población (2011) | |||
• Total | 8 720 916 hab, hab. | ||
Gentilicio | capitalino, -ina, defeño, -eña | ||
Vista del Palacio Nacional de México, ubicado en el Zócalo capitalino, uno de los símbolos turísticos de la ciudad | |||
Ciudad de México en Cubadebate |
La Ciudad de México o México, D. F. es el Distrito Federal (abreviado DF), capital de los Estados Unidos Mexicanos y sede de los poderes federales de la Unión, constituyendo una de sus 32 entidades federativas. Comúnmente, en el resto del país, a esta se le llama de manera abreviada México o también Distrito Federal, mientras que en el extranjero suele denominarse simplemente Ciudad de México.[2]. Desde el 30 de enero de 2016, el nombre oficial es Ciudad de México.
La ciudad de México es el centro político y económico del país. Su área metropolitana es la novena más poblada del mundo, y la más poblada de Norteamérica. La ciudad de México ocupa el octavo sitio entre las ciudades más ricas del mundo, al tener un PIB de 315.000 millones de dólares que, según se estima, se duplicará para el 2020, colocándola en el séptimo sitio sólo detrás de Tokio, Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Londres y París.
De acuerdo con las proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo); para el 1 de julio de 2007 se estimaba en la ciudad una población de 8.193.899 habitantes para la ciudad, y de 19.704.125 habitantes para toda la Zona Metropolitana. El ingreso per cápita del Distrito Federal ascendía en 2008 a 281.110 pesos mexicanos, lo cual equivalía en dólares nominales de septiembre de 2008 a 25.258 dólares -cifra similar a la de países como la República Checa o Corea del Sur.
Sumario
Historia
Época precolombina
Los indicios más antiguos de ocupación humana en el territorio del Distrito Federal proceden de la Mujer del Peñón y San Bartolo Atepehuacán, y corresponden al período Cenolítico Inferior (9500-7000 a. n. e.). Durante los primeros tres milenios antes de nuestra era, bajo el influjo o a la sombra de la cultura olmeca, se desarrollaron aquí varias poblaciones importantes como Cuicuilco. Hacia el final del Preclásico, la hegemonía cuicuilca cedía ante el apogeo de Teotihuacan, localizada al noreste del lago de Texcoco. Durante el Clásico esa ciudad fue un núcleo que concentró a la mayor parte de los pobladores de la cuenca lacustre, quedando Azcapotzalco como uno de sus satélites en la ribera poniente, ocupado por pueblos de ascendencia otomiana. En el oriente del lago, el cerro de la Estrella fue la sede de un pequeño pueblo teotihuacano.
Hacia el siglo VIII comenzó la decadencia de Teotihuacan. Algunos de sus habitantes se trasladaron a la ribera del lago de Texcoco, donde fundaron pueblos como Culhuacán, Coyoacán y Copilco. La zona fue destino de las migraciones de los teochichimecas durante los siglos VIII y XIII, pueblos que originarían a las culturas tolteca y mexica. Estos últimos llegaron hacia el siglo XIV para establecerse primero en la orilla del lago, y luego en el islote de México, donde fundaron su capital. Junto con sus aliados, los mexicas dominaron un territorio de cerca de 300 000 kilómetros cuadrados. El florecimiento de Tenochtitlan fue interrumpido debido a la conquista española.
Conquista
Los españoles llegaron al territorio que actualmente es el Distrito Federal por Itztapalapan, en julio de 1519. Siguieron su camino por la calzada de Itztapalapan hasta la capital tenochca[12] donde Hernán Cortés fue recibido por Moctezuma Xocoyotzin el 8 de noviembre de 1519. En 1520, Pedro de Alvarado (en ausencia de Cortés) arremetió contra los mexicas en la Matanza de Tóxcatl. Este hecho fue el punto por el que los mexicas iniciaron hostilidades contra los invasores europeos.
Durante la conquista Hernán Cortés tuvo como traductora a la Malinche, que fue la que le ayuda en la comunicación con los aztecas, sobre este personaje se han creado varias leyendas. En sustitución de Moctezuma ―asesinado por los españoles― Cuitláhuac fue elegido tlatoani de Tenochtitlan. Encabezando la resistencia contra la ocupación española, derrotó a los invasores y sus aliados indígenas el 30 de junio de 1520. Por aquella época también tuvo lugar una desastrosa epidemia de viruela, que cobró miles de vidas, entre ellas, la del propio Cuitláhuac. Como sustituto de Cuitláhuac fue elegido Cuauhtémoc. A este le tocó enfrentar el asedio de los españoles aliados con los indígenas del valle de Puebla-Tlaxcala. Cuauhtémoc se rindió luego de múltiples derrotas de los mexicas y tlatelolcas, el 13 de agosto de 1521.
Época virreinal
Puesto que la ciudad de Tenochtitlan había quedado en un estado lastimoso, Cortés decidió establecer el Gobierno español en la población de Coyoacán, al sur del lago de Texcoco. Desde allí gobernó con el título de Capitán General y Justicia Mayor. Desde Coyoacán partieron las expediciones de conquista con el propósito de someter a los pueblos indígenas de los diversos rumbos de lo que sería el virreinato de Nueva España. En 1528 fue establecida la Primera Audiencia de México, encabezada por Nuño de Guzmán. En 1535 se creó el virreinato de Nueva España, siendo su primer virrey, Antonio de Mendoza.
La Ciudad de México fue dividida en barrios que se asentaron sobre las estructuras territoriales de los calpullitin mexicas. Las tierras situadas alrededor del lago fueron divididas en encomiendas, que luego se transformaron en ayuntamientos. Los pueblos de indios estaban situados originalmente en las orillas de las ciudades españolas, aunque con el paso del tiempo los límites fueron cada vez menos claros y los indios llegaron a vivir en los pueblos españoles, casi siempre por razones de trabajo. Al mismo tiempo que se fundaron diversas instituciones políticas en los nuevos dominios españoles, también tuvo lugar un proceso de aculturación de los naturales. Hubo una intensa campaña de latinización de los indios, encabezada primero por los franciscanos, que establecieron instituciones como el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco. En ellos, los nobles indígenas aprendieron el latín, la doctrina de la Iglesia Católica y numerosos artes y oficios.
Durante la época colonial, la ciudad de México se llenó de suntuosas construcciones, ya fuera para el culto religioso, como edificios destinados a la administración, o bien, residencias de la élite criolla y peninsular. En contraste, la mayor parte de la población, indígena, vivía en la miseria en los barrios de la periferia y los pueblos ribereños o montañeses. Mientras el centro de la ciudad era objeto de constantes hermoseamientos (como las remodelaciones del Zócalo, o la pavimentación de las calles, a costa de los viejos canales); en las orillas la gente vivía en casas de bahareque asentadas sobre cenagales.
La ciudad virreinal fue víctima de varias inundaciones (1555, 1580, 1607, 1629, 1707, 1714, 1806), resultado de la destrucción de los diques que la protegían durante el sitio de Tenochtitlan, de las cuales la mayor fue la de 1629. Este hecho llevó a tomar la decisión de desecar el sistema lacustre de la cuenca, por medio de la construcción de un canal y un tajo, para dar salida a la cuenca por el río Tula.
En el aspecto cultural debe mencionarse que en 1711 se estrena en la ciudad de México la ópera La Parténope con música de Manuel de Sumaya, maestro de la capilla catedralicia y el más grande compositor barroco mexicano. La especial importancia de ésta ópera es que es la primera compuesta en América del Norte y la primera ópera compuesta en el continente por un americano. Esta ópera da inicio a la fecunda y aún poco estudiada historia de la creación operística mexicana no interrumpida desde entonces durante trescientos años.
Independencia
Tras la ocupación francesa en España, el Ayuntamiento de México se declaró simpatizante de la creación de una Junta soberana que gobernara la Nueva España mientras durara la ocupación. Los miembros más radicales, como Francisco Primo de Verdad y Melchor de Talamantes, pensaban que la independencia debía ser definitiva. La Junta de México contaba con el apoyo del virrey José de Iturrigaray. Sin embargo, un movimiento reaccionario puso presos a los miembros del ayuntamiento el 15 de septiembre de 1808 y consiguió la destitución del virrey.
Tras el inicio de la revolución independentista en Dolores, Guanajuato, el objetivo de las tropas insurgentes era la captura de la capital. Sus caminos los llevaron a las inmediaciones de la ciudad de México. Hidalgo y su ejército llegaron a Cuajimalpa poco tiempo después de proclamar la independencia en Dolores. Derrotaron a los realistas en la batalla del Monte de las Cruces, y a pesar de ello, los insurgentes decidieron volver al Bajío sin tomar la capital.
A partir de entonces, el valle de México no volvió a ser objetivo militar de los independentistas, y se había convertido en la plaza fuerte del ejército realista. Hacia 1820, cuando la revolución popular estaba casi extinguida, la ciudad de México fue la sede de nuevos movimientos contra el Gobierno virreinal. Esta vez, los conspiradores eran los mismos que habían logrado la destitución de Iturrigaray, que tras la aprobación de la Constitución de Cádiz vieron amenazados sus privilegios. Entre ellos estaba Agustín de Iturbide, quien selló un pacto (Plan de Iguala) con Vicente Guerrero (jefe de la revolución en el sur de México) y luego obligó a Juan O'Donojú a firmar los Tratados de Córdoba que declaran la independencia de México. El Ejército Trigarante entró triunfante a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821, después Agustín Iturbide es proclamado emperador del Imperio Mexicano, por el congreso, coronándose en la Catedral de México.
Siglos XIX y XX
Tras la independencia, la Ciudad de México era capital del estado del mismo nombre. El 18 de noviembre de 1824 el Congreso decidió crear un distrito federal, entidad que albergaría los poderes federales. El territorio del Distrito Federal se conformó con la ciudad de México y otros seis municipios: Tacuba, Tacubaya, Azcapotzalco, Mixcoac y Villa de Guadalupe-Hidalgo. El 20 de febrero de 1837 el Distrito Federal fue suprimido, para ser restablecido en 1846.
Durante el siglo XIX, el Distrito Federal fue el escenario central de todas las disputas políticas del país. Fue capital imperial en dos ocasiones (1821-1823 y 1864-1867), y de dos Estados federalistas y dos Estados centralistas que se sucedieron tras innumerables golpes de Estado en el espacio de medio siglo antes del triunfo de los liberales tras la Guerra de Reforma. También fue el objetivo de una de las dos invasiones francesas a México (1861-1867), y ocupada por un año por las tropas estadounidenses en el marco de la Guerra de Intervención Estadounidense (1847-1848).
Hacia finales del siglo XIX, el Gobierno de México decide realizar numerosas obras urbanísticas que si bien tenían como centro de atención la Ciudad de México, terminarían por afectar a todo el territorio del Distrito Federal. Entre ellas se encuentra la construcción del Gran Canal del Desagüe, iniciado hacia 1878 y terminado en 1910. Está obra puso casi al borde de la extinción a los lagos que cubrían buena parte del territorio capitalino. Se introdujeron barcos de vapor para el transporte a través de los canales del valle, y tranvías para el transporte terrestre. Poco es lo que se dice de la cultura en este siglo, que tuvo entre sus personajes más notables a José María Velasco, naturalista y paisajista del valle de México. En está época se popularizaron en la capital géneros musicales como el son y el jarabe. Y en el campo de la literatura, se escribieron obras como El periquillo sarniento, de José Joaquín Fernández de Lizardi.
En la producción operística, la ópera Guatemotzín de Aniceto Ortega es el primer intento consciente por incorporar elementos nativos a las características formales de la ópera. Dentro de la producción operística mexicana del siglo XIX sobresalen la ópera Agorante, rey de la Nubia de Miguel Meneses, estrenada durante las festividades conmemorativas por el cumpleaños del emperador Maximiliano I de México, las óperas Pirro de Aragón de Leonardo Canales, Keofar de Felipe Villanueva, y, ante todo, la producción operística de Melesio Morales, el compositor mexicano de óperas más importante del siglo XIX, cuyas obras tuvieron gran éxito entre el público de la ciudad de México y que, aún, se llegaron a estrenar en Europa.
Con el inicio en el siglo XX de la Revolución Mexicana (la cual puso fin a décadas de dictadura de Porfirio Díaz), el Distrito Federal fue ocupado sucesivamente por los maderistas, los zapatistas y villistas y finalmente los carrancistas. Esta última facción sería sustituida por el llamado Grupo Sonora, que a su vez daría lugar al Partido Revolucionario Institucional (y sus antecedentes) que dominó el Gobierno de México desde 1929 hasta el año 2000.
En 1929 fue suprimido el régimen municipal en el Distrito Federal, con lo que las trece municipalidades existentes en su territorio desaparecieron. Más tarde sería promulgada una ley que dividió la entidad en dieciséis delegaciones políticas cuyos pobladores estaban imposibilitados de elegir representantes y gobiernos locales hasta el 2000. Con el período de apogeo económico conocido como Milagro mexicano (décadas de 1950 y 1960), la ciudad de México vivió una época de urbanización sin precedentes en el país. Su población se duplicaba en menos de veinte años, y fue absorbiendo poco a poco a los poblados cercanos, hasta desbordarse del territorio del Distrito Federal. Fueron inauguradas numerosas obras públicas en ese período. Entre ellas se puede citar a la Ciudad Universitaria y el Estadio Azteca.
También a partir de 1950, la Ciudad de México fue el escenario de numerosas expresiones de inconformidad contra el Gobierno priista. En la década de 1950 tuvo lugar la protesta de los ferrocarrileros, que terminó con el encarcelamiento de varios de sus líderes (como Demetrio Vallejo). En 1968, los estudiantes de numerosas escuelas públicas y privadas también iniciaron una serie de protestas que concluyeron con la Matanza de Tlatelolco, el 2 de octubre, por el Ejército Mexicano. Tres años más tarde, el 10 de junio de 1971 una manifestación de estudiantes de la Escuela Normal Superior fueron atacados por el Gobierno, en lo que se conoce como Jueves de Corpus. El 19 de septiembre de 1985, la ciudad de México se vio gravemente dañada por un terremoto de 8,1 grados Richter. A partir de entonces, la sociedad civil capitalina comenzó a tomar cada vez más en sus manos el control de aquellos espacios que el Estado había dejado abandonados. Como resultado de lo anterior, en las controvertidas elecciones federales de 1988, el PRI fue derrotado ampliamente en el Distrito Federal por el FDN.
Para 1997 el Distrito Federal eligió a su jefe de Gobierno por primera vez desde 1929. En esa ocasión el PRI perdió el control de la ciudad a manos del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y su candidato Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Desde entones, este partido ha ganado las elecciones para jefe de Gobierno del Distrito Federal en tres ocasiones consecutivas (1997, 2000, 2006).
El D. F. en el siglo XXI
La última elección federal en México (2006) tuvo como resultado oficial la victoria de Marcelo Ebrard en la elección para Jefe de Gobierno del Distrito Federal, así como una cerrada diferencia entre los candidatos del PRD (Andrés Manuel López Obrador) ―quien había sido jefe de Gobierno del Distrito Federal desde 2000 hasta 2005― y del PAN (Felipe Calderón), siendo favorable el conteo final a este último. Después del 2 de julio, el Distrito Federal fue escenario de manifestaciones que solicitaban un recuento total de la elección. El recuento total fue negado por las autoridades electorales, que sólo autorizaron la apertura de un porcentaje menor de los paquetes electorales. Como mecanismo de presión, los simpatizantes de López Obrador instalaron un plantón de 40 días en la Plaza de la Constitución, la Avenida Juárez y el Paseo de la Reforma que duró hasta el 15 de septiembre y fue levantado unas horas antes del tradicional desfile militar que recorre las mismas calles y avenidas donde el plantón se hallaba instalado. La ocupación de los perredistas del Zócalo y una de las más importantes arterias capitalinas mantuvo divididas las opiniones en la capital.
El Distrito Federal se convirtió, en 2006, en la primera entidad federativa de México en reconocer legalmente las uniones entre personas del mismo sexo. Esto ocurrió así mediante la aprobación de la Ley de Sociedades de Convivencia el 9 de noviembre de ese año en la Asamblea Legislativa de la capital; el 21 de diciembre de 2009 también reconoció el matrimonio entre personas del mismo sexo[3], convirtiéndose en la primera ciudad latinoamericana en aprobarlo. En abril de 2007 también se convirtió en la primera entidad federativa en despenalizar el aborto antes de las 12 semanas de embarazo. La ley fue criticada por la jerarquía católica y organizaciones conservadoras.
Otro suceso de carácter sanitario se desarrolló en la Ciudad, cuando en la noche del 23 de abril de 2009, el Gobierno Federal dio a conocer el inicio del brote de gripe AH1N1. Esto originó que se iniciara con los capitalinos y los mexiquenses, una campaña de prevención; por lo que se suspendieron las labores en la mayoría de las actividades de la ciudad y zona metropolitana, desde el 24 de abril hasta el 7 de mayo. Gracias a eso, el virus que comenzaba una epidemia fue controlado.
Geografía
Hidrografía
Antiguamente una buena parte del territorio del Distrito Federal fue ocupado por el sistema de lagos de la cuenca de México. Esta se formó hace más de un millón de años con la aparición de la Sierra de Chichinauhtzin, que represó a los ríos que corrían hacia el sur y produjo que las aguas se acumularan formando un gran lago; posteriormente, la cuenca fue abierta por obra del ser humano a través de la construcción de los tajos de Huehuetoca y Nochistongo, en el Estado de México, para desviar al río Cuautitlán que era el que causaba las inundaciones en aquella época. La decisión de desecar el sistema lacustre fue tomada durante la época virreinal. Aunque estas obras se realizaron como consecuencia de la inundación de 1629, fueron incapaces de evitar que la ciudad de México se anegara en repetidas ocasiones entre los siglos XVII y XVIII.
El 17 de marzo de 1900, el presidente Porfirio Díaz inauguró el Sistema de Desagüe del Valle de México, que continúa en funciones e impide el crecimiento de los cuerpos de agua en el suelo capitalino. Los últimos remanentes de los cuerpos de agua son los sistemas de canales que riegan la chinampería de Xochimilco y Tláhuac, así como los humedales de Tláhuac.
A partir de la construcción de las grandes obras que tenían como propósito la desecación de los lagos, la cuenca de México quedó integrada artificialmente por medio tanto del Gran Canal del Desagüe como por el río Cuautitlán, a la cuenca del río Moctezuma, que forma parte de la región hidrológica del río Pánuco. La explotación de los recursos hídricos con propósitos de consumo humano e industrial provocaron la desaparición de los manantiales de las zonas aledañas.
Durante el siglo XIX, desaparecieron los manantiales de Chapultepec. En el siglo XX, muchos de los manantiales de Xochimilco y Atlapulco fueron canalizados para abastecer de agua al centro de la ciudad hasta su agotamiento. Desde de la década de 1980, los canales de Xochimilco, Tláhuac y Míxquic son alimentados con aguas tratadas de la planta del cerro de la Estrella.
El agua de los ríos que aún bajan al Distrito Federal es conducida al lago de Texcoco o al Gran Canal del Desagüe para ser drenada hacia el Golfo de México, a través del sistema Tula-Moctezuma-Pánuco. Los únicos cursos de agua que sobreviven en la entidad federativa nacen en la sierra de las Cruces o en el Ajusco, y son de poco caudal. Muchos de ellos corren entre barrancas que han sido ocupadas por asentamientos humanos, lo que pone en peligro tanto a los habitantes como a los ecosistemas asociados al río. Ejemplos de estos ríos son: San Joaquín, Tacubaya, San Angel, Barranca del Muerto, Los Remedios, Río Hondo, Mixcoac, Magdalena, etc. El más largo de estos ríos es el Magdalena, que corre por el área protegida de Los Dínamos, antes de ser entubada y desembocar en el río Churubusco.
Relieve
Según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el territorio del Distrito Federal se localiza en la provincia geológica de Lagos y Volcanes del Anáhuac. El límite norte del Distrito Federal está dado por la sierra de Guadalupe del que forma parte el cerro del Tepeyac. Hacia el centro oriente del Distrito Federal se localiza la sierra de Santa Catarina, una cadena de volcanes apagados cuyo punto más alto es el volcán de Guadalupe o El Borrego, que se eleva 2780 metros sobre el nivel del mar. En algunas descripciones de la geografía capitalina se suele incluir al cerro de la Estrella como parte de la sierra de Santa Catarina.
La planitud del valle de México, en el que se asienta la mayor parte de los habitantes del Distrito Federal sólo es interrumpida por pequeñas lomas y cerros, de los cuales destacan el peñón de los Baños, localizado cerca del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Más al sureste, en la salida a Puebla, se levanta el peñón Viejo.
En el poniente de la ciudad se levanta el cerro de Chapultepec. Es un pequeño monte que marca el inicio de las serranías que recorren desde el oeste hasta el sureste el Distrito Federal, y separan al valle de México de los valles de Toluca y de Morelos. La sierra de las Cruces es parte de ese sistema, de ella bajan la mayor parte de los ríos que aún surcan el Distrito Federal.
Al oriente de la sierra de las cruces se encuentra el volcán Ajusco, que es la cumbre más elevada del Distrito Federal, y da su nombre a la serranía que cierra la cuenca de México por el sur. Está cadena montañosa pertenece al Eje Neovolcánico y también recibe el nombre de Sierra de Ajusco-Chichinauhtzin. Entre otros, forman parte de ella los volcanes Xitle, Chichinauhtzin, Tláloc y Teuhtli. La serranía del Ajusco aloja varios valles de tierra fría en los que sus pobladores practican la agricultura de trigo, avena y maíz. De ellos los más importantes es la meseta donde se asienta Parres, en Tlalpan; y el valle de Milpa Alta, que sube desde Tecómitl hasta San Pedro Atocpan, entre las faldas de los volcanes Teuhtli y Tláloc.
Clima y medio ambiente
Por su altura sobre el nivel del mar, el Distrito Federal ocupa climas que van desde el templado hasta el frío húmedo y tundra alpina en las partes más altas de las sierras del sur. La zona urbana presenta un clima templado lluvioso, con temperaturas que pueden ser superiores a 28°C en algunos días del final de la primavera y temperaturas que pueden bajar a 0 °C o menos en enero. La temporada húmeda en el Distrito Federal abarca de mayo a noviembre, si bien la pluviosidad es mayor entre los meses de junio y agosto. La última nevada sobre la ciudad de México ocurrió el 12 de enero de 1967 en la que nevó en toda ciudad de México. El patrón de las lluvias indica que son más abundantes mientras mayor sea la altitud de un sitio. Por ello, las partes bajas cercanas al vaso del lago de Texcoco suelen ser más secas que las cumbres del Ajusco. De igual manera, la altitud condiciona la temperatura y los ecosistemas en el Distrito Federal. La zona que comprende el norte de Iztapalapa, los territorios de Iztacalco y Venustiano Carranza y el oriente de Gustavo A. Madero es la región más seca y templada. En contraste, las cumbres de Chichinauhtzin y el Ajusco están cubiertas de bosques de pino y encino, donde aún es posible encontrar algunas especies animales salvajes como el teporingo (endémico de las regiones volcánicas del centro de México), serpiente cascabel y aves de diferentes especies.
El avance de la mancha urbana ha puesto en peligro a todos los ecosistemas que existieron en el valle de México. Los primeros en padecer la depredación del género humano fueron los lagos. Asociados a ellos existieron arboledas de ahuejotes, una especie endémica de los lagos de México. También eran además el hogar de numerosas especies acuáticas, como el axolote o las garzas, que fueron perseguidas hasta su desaparición del valle de México.
De las montañas desaparecieron todas las especies mayores de mamíferos, especialmente los venados y algunos géneros de cánidos que fueron cazados para comercializar la carne o para defender el ganado. En las laderas y cuevas de los cerros se refugian especies más pequeñas, como los murciélagos, varios géneros de roedores y serpientes ponzoñosas y otras inofensivas. Hacia la década de 1980, la situación ambiental de la ciudad de México estaba al borde del desastre ecológico. El crecimiento de la actividad industrial hizo de la atmósfera de la otrora región más transparente del aire (según Alfonso Reyes) una de las más contaminadas del planeta. El problema del abasto de agua se hizo más evidente, puesto que la ciudad no cuenta con fuentes propias y suficientes del líquido, y la demanda de la población y la industria superaban la oferta.
Entre las primeras medidas que se tomaron para aliviar un poco la situación estuvo la introducción de un sistema de medición de la calidad del aire (conocido como IMECA). Los resultados de la medición señalaban que la polución del aire podría acarrear problemas graves de salud a los habitantes de la capital. Por ello se tomaron medidas complementarias destinadas unas a la reducción de contaminantes atmosféricos, y otras a la recuperación ecológica del Distrito Federal. Por ejemplo, se implementó el programa Hoy no circula, para que las personas dejaran de usar sus automóviles una vez a la semana (dos, en los días que hubiese contingencia ambiental).
Como complemento de lo anterior, se recuperaron algunas regiones no urbanizadas del Distrito Federal. En 1986, más de la mitad del territorio capitalino fue declarado Área de Reserva Ecológica por el presidente Miguel de la Madrid Hurtado. En años posteriores se emitió igual declaración para otras zonas del Distrito Federal. A pesar de todo ello, la presión de la urbe mantiene en peligro las zonas protegidas del Distrito Federal.
Política y estructura de Gobierno
Forma de Gobierno
La Ciudad de México es sede de los poderes de la Unión (presidencial, legislativo y judicial) lo cual la diferencia de las diferentes regiones de México, aunque tiene un status constitucional de Estado Federal.
Se le considera un territorio que no pertenece a ningún estado en particular sino a todos por igual, es decir, a toda la federación (de ahí su denominación). Por lo anterior, entre 1927 y 1997 el presidente de la República ejercía la administración de la entidad a través del Departamento del Distrito Federal, que era encabezado por un regente.
En 1993, el estatus del Distrito Federal fue modificado con la aprobación del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, que reconoció a los capitalinos el derecho a la elección de sus representantes a una Asamblea de Representantes. Este órgano funcionó entre 1991 y 1997, cuando fue reemplazada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF). En 1997, fecha en la que entró en funciones la primera legislatura de la ALDF, los capitalinos también pudieron elegir por sufragio universal al Jefe de Gobierno del Distrito Federal. No obstante, bajo el esquema de territorio de la federación, todavía tiene facultades limitadas y sus decisiones están sujetas al veto presidencial o del Congreso de la Unión.
En lo que respecta al Congreso de la Unión, el Distrito Federal es representado en igualdad de condiciones que cualquier otro estado ―cosa que no ocurre en el caso de otras capitales federales como el Distrito de Columbia en los Estados Unidos de América―. En el Senado el Distrito Federal es representado por 3 senadores, dos electos por mayoría relativa y uno asignado a la primera minoría; y en la Cámara de Diputados por el número de distritos acorde a su tamaño poblacional.
División política
El Distrito Federal fue creado en 1824 con el territorio correspondiente a un círculo cuyo centro era el Zócalo y tenía un radio de veinte leguas. En 1898 fueron fijados los límites entre los estados vecinos y el Distrito Federal. A partir de entonces, el perímetro capitalino no ha sufrido grandes modificaciones, salvo pequeños cambios en el lindero oriental, realizados no sin el disgusto de algunas comunidades de la zona, que pasaron a formar parte del Estado de México.
El territorio capitalino se divide en 16 delegaciones. Cada una es encabezada por un jefe delegacional desde el año 2000, elegido por sufragio universal. A diferencia de los municipios, las delegaciones no tienen cabildos. En su lugar, la Ley de Participación Ciudadana del Distrito Federal contempla la conformación de Comités Ciudadanos por unidades territoriales.
Cada delegación está integrada por pueblos, barrios y colonias. Pueblos y barrios son denominaciones que corresponden a unidades vecinales de gran antigüedad, algunos de ellos datan de la época prehispánica. Las colonias nacieron a partir de la expansión de la zona urbana de la ciudad de México en los terrenos aledaños.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dispone que la ciudad de México es el Distrito Federal, el asiento de los poderes de la Federación. Sin embargo, también dispone que la residencia de los mismos puede trasladarse a cualquier otra parte del país, si así lo dispone el Congreso de la Unión. En tal caso, la ciudad de México se convertiría en el Estado del Valle de México, en igualdad de condiciones con respecto a los otros estados de la Unión y con los nuevos límites territoriales que el Congreso le asigne.
Sin embargo, desde la década de los ochentas han florecido pequeños movimientos que pugnan por la erección del Distrito Federal en el estado treinta y dos de la Unión mexicana. Estos movimientos han sido retomados por los partidos políticos, especialmente los de izquierda. Por ejemplo, el Partido Popular Socialista en 1986 presentó una de las primeras propuestas para convertir al Distrito Federal en el estado del Anáhuac, en el año de 1986, apenas al año siguiente de la desastrosa actuación del Gobierno federal en el contexto del terremoto de 1985. Aunque la propuesta no fue aprobada, fue el hito que marcó el inicio de la reforma política que permite a los habitantes del Distrito Federal elegir los jefes de Gobierno de la entidad y sus demarcaciones territoriales. Hay que señalar que la pugna por la erección del estado del Anáhuac no ha cesado, por lo menos en el discurso, y que en algunas ocasiones es incorporada en las propuestas de los legisladores de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y los representantes de la ciudad de México en el Congreso de la Unión.
Economía y bienestar
El Distrito Federal ha sido, durante buena parte de la historia del México independiente, su principal centro económico. En el siglo XIX, las municipalidades periféricas de la entidad poseían una economía basada en la agricultura y el comercio de los bienes producidos por esta actividad y otras manufacturas complementarias. Tanto los productos agropecuarios como los obrajes eran bienes de consumo cuyo principal punto de comercio era la Ciudad de México. Ésta, por su carácter de capital nacional, se especializaba en la prestación de servicios asociados a la administración pública. Algunos de sus habitantes también eran trabajadores agrícolas, pero casi todos ellos estaban concentrados en los sectores de servicios y la incipiente industria.
Durante el siglo XIX, las principales actividades industriales en el Distrito Federal fueron las ramas textil y papelera.
A finales de ese siglo, durante el Gobierno porfirista se introdujeron telares mecánicos en fábricas como La Magdalena o La Fama, en tanto que la producción papelera florecía en Peña Pobre y Loreto. La industria capitalina se transformó hasta bien entrado el siglo XX, cuando se promovió un modelo de sustitución de importaciones. Entre las décadas de 1950 y 1980, el Distrito Federal llegó a producir hasta el 36% del PIB nominal nacional.[24] Sin embargo, desde entonces el Distrito Federal ha perdido importancia en el PIB nacional: al principio del siglo XXI, sólo representaba el 25% del total.
Igualmente, el Distrito Federal daba empleo al 45% de los trabajadores de la industria manufacturera en México en el año 1980, pero una década más tarde, la proporción había caído hasta 33%. De las quinientas empresas más importantes del país, en 1982 albergaba a 257 de ellas. Siete años más tarde sólo permanecían en la capital mexicana ciento cuarenta y cinco.
El retroceso de la actividad industrial en el Distrito Federal implicó, por una parte, el crecimiento en términos relativos de los ingresos aportados por el sector terciario (de servicios), y por otra parte, también se reflejó en el crecimiento de la economía informal en la ciudad. A pesar de todos esos retrocesos, después de la crisis de la economía mexicana de la década de 1980 y 1990, el Distrito Federal fue una de las pocas entidades federativas cuya participación en el PIB nacional mejoró. Pasó de 21% en 1988 a 23% en 1996. Además, el ingreso per cápita se incrementó, debido en parte a la contracción demográfica resultado del terremoto de 1985.
En 2004 produjo el 20,52% del producto interior bruto (PIB) nacional, que equivale a casi 133.000 millones de dólares. El PIB per cápita de la ciudad también es el más alto de México, estimado en US$18.381. Dicha cifra equivale a 2,5 veces el PIB per cápita nacional, y es similar a la de países como Portugal, Estonia, Puerto Rico y Barbados.
De acuerdo con un estudio realizado por PricewaterhouseCoopers, la Ciudad de México y su área metropolitana ocupan el octavo sitio de las ciudades más ricas del mundo al tener un GDP de 331.000 millones de dólares que se duplicará, según el mismo estudio, para el 2020, colocándola en el séptimo sitio solo detrás de Tokio, Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Londres y París.
Cultura
Sede de varios de los principales escenarios de la cultura mexicana, el Distrito Federal es también un punto en el que se encuentran expresiones culturales de las diferentes regiones y grupos étnicos que forman parte de la nación. No obstante ser el ámbito urbano más extenso del país, en la ciudad de México las expresiones culturales milenarias conviven al lado de los símbolos de la modernidad. Cabe destacar que es una de las ciudades en el mundo con un elevado número de teatros y la primera en número de museos.
Un ejemplo de los nuevos escenarios es el Muac, primer museo público de arte contemporáneo en México. Se ubica en el Centro Cultural Universitario, dentro de Ciudad Universitaria de la UNAM, concebido de forma integral, en su arquitectura, gestión, museología, interpretación, para el arte contemporáneo.
El Distrito Federal es sede de importantes festividades a nivel nacional, que van desde la secular celebración del Día de la Independencia en el Zócalo hasta festividades de orden religiosa como la Representación de la Pasión de Jesús en Iztapalapa, el Día de Muertos en Míxquic o las peregrinaciones a la Basílica de Guadalupe. Todos estos sucesos atraen a cientos de miles de personas procedentes de todo el país y del extranjero a la capital. Algunas demarcaciones tienen calendarios saturados de festividades populares, como Milpa Alta cuyo número alcanza la cifra de setecientas fiestas anuales. Al lado de las tradiciones nativas del Distrito Federal, la inmigración ha contribuido a la integración en la cultura capitalina de eventos como la Guelaguetza, impulsada por los migrantes oaxaqueños; o bien, la celebración del Año Nuevo Chino. A finales del siglo XX y principios del XXI, la globalización ha permitido la proliferación en la capital de expresiones extranjeras que se han mezclado con las preexistentes. Así, por ejemplo, es posible observar la iconografía del Halloween en los altares de muertos;grafitis introducidos por los migrantes que volvieron, y que forman parte del paisaje urbano del Distrito Federal; o bien, las incontables reelaboraciones del rock que realizan grupos capitalinos, comerciales y subterráneos.
Aunque el Distrito Federal no destaca por su producción de artes populares, es posible en sus calles, mercados y otros sitios creados especialmente para el comercio de artesanía encontrar una gran variedad de productos venidos de diversas partes del país, a los que se han sumado otros provenientes de Asia y países como Guatemala y Ecuador. De la producción local, hay que señalar la producción textil de San Miguel Topilejo (Tlalpan).
La ciudad de México cuenta con una gran tradición oral, que va desde los muy antiguos mitos como La Llorona que supuestamente estaría relacionado con la Cihuacóatl mexica; hasta la leyenda, muy difundida en los hospitales capitalinos, de La Planchada que versa de una enfermera espectral que sana milagrosamente a los muertos desahuciados de los que cuida.
Parques y bosques
La ciudad de México cuenta con diversos parques y bosques, algunos de reserva natural protegida, que hacen un alto contraste con edificios y árboles, algunos de los principales parques y bosques ubicados en toda la Zona Metropolitana de la Ciudad de México son:
- El Bosque de Tlalpan.
- El Bosque y Zoológico de Chapultepec (siendo este el más grande de Latinoamérica).
- El Bosque de Aragón.
- El Bosque de Coyotes
- El Parque Hundido.
- Parque Xochimilco.
- El Cerro de la Estrella.
- El Parque Nacional Desierto de los Leones.
- El Parque Natural Sierra de Guadalupe.
De igual manera, existe una gran cantidad de parques, plazas y jardines en toda la ciudad, con una belleza extraordinaria todos y cada uno de ellos.
Deportes
En el Distrito Federal se alojan algunas de las instituciones deportivas más importantes del país. Es la sede del Comité Olímpico Mexicano, de la Escuela Nacional de Educación Física y de la Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos. Cuenta con varias unidades deportivas, de entre las cuales la mayor es La Magdalena Mixiuhca, construida en lo que fueron los ejidos del pueblo del mismo nombre (en Iztacalco). Justo es en este espacio donde se encuentran instalaciones como el Autódromo Hermanos Rodríguez, el Foro Sol, el Palacio de los Deportes, el Velódromo Olímpico y la Sala de Armas. En otras partes de la ciudad se encuentran una Alberca y Gimnasio Olímpicos (Benito Juárez), la Pista Olímpica de Canotaje (Xochimilco), así como tres estadios de fútbol (o futbol, sin acento escrito, que es como suele escribirse en México): el Azteca, el Azul y el Olímpico Universitario.
La ciudad de México fue sede en 1968 de los Juegos Olímpicos, en los que la delegación deportiva nacional cumplió la mejor actuación de su historia, con nueve medallas en total. Fue además la única ciudad latinoamericana sede de unos juegos olímpicos, hasta la elección de la ciudad de Río de Janeiro como sede de los juegos olímpicos de 2016.
En 1970 y 1986 también fue una de las ciudades mexicanas en las que se realizaron los partidos de las dos copas mundiales, donde se incluyeron los dos juegos de la final. Fue, junto con Roma, la única ciudad sede de dos finales. La ciudad de México es la ciudad con más partidos de Copa Mundial de Fútbol.
Además, ha sido sede de los Juegos Panamericanos en 1955 y 1975, de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1926, 1954 y 1990, así como de la Universiada de 1979. La ciudad de México es la sede de algunos equipos de primera división de la Liga mexicana de fútbol: Club América, Cruz Azul, Pumas de la UNAM. Dentro de la ciudad está el Estadio Azteca, sede del Club América y de su filial el Club Socio Águila F.C., con capacidad de hasta 110.000 espectadores.
El Distrito Federal también es sede del mejor equipo en la historia de la Liga Mexicana de Béisbol: los Diablos Rojos del México, los cuales han ganado 14 títulos y juegan en el Foro Sol de la Ciudad Deportiva.
La NASCAR organiza desde el 2005, la competencia anual Busch Series races en el Autódromo Hermanos Rodríguez, dentro de la ciudad.
En abril de 2008 se disputó en el Campo Marte de esta ciudad el Campeonato Mundial de Polo, que es la cita máxima del polo a nivel selecciones nacionales.
En cuanto a fútbol americano, la Ciudad es sede de los legendarios equipos de Liga Mayor Pumas CU UNAM, Águilas Blancas del IPN y Burros Blancos IPN, que compiten en la Conferencia del Centro de la ONEFA. Adicionalmente, también se encuentra aquí el equipo de Borregos Salvajes del ITESM Ciudad de México, única escuadra capitalina que participa en la Conferencia de los 6 Grandes en la lucha por el campeonato nacional de este deporte.
En 2005, la ciudad de México se convirtió en la primera ciudad en ser sede de un partido de temporada regular de la NFL fuera de los Estados Unidos, partido jugado en el Estadio Azteca. Los 103.467 espectadores que asistieron a este partido es la cifra más alta en toda la historia de la NFL para un juego de temporada regular.
Principales atractivos turísticos
Auditorios y teatros principales
- El Auditorio Nacional, es solamente superado en capacidad (15.000 espectadores sentados) por el Madison Square Garden de Nueva York.
- El Palacio de Bellas Artes
- El Polyforum Cultural Siqueiros
- El Teatro de la Ciudad
- El Teatro Metropólitan
- El Teatro de los Insurgentes
- El Foro Sol
También hay diversos teatros experimentales y auditorios de menor capacidad, que son usados por estudiantes de teatro y escuelas; como por ejemplo el Teatro el Granero, ubicado a espaldas del Auditorio Nacional, en donde se encuentran otros teatros de menor capacidad de espectadores. Así mismo, quedan algunos teatros auspiciados por el Instituto Mexicano del Seguro Social como parte de sus actividades culturales para el público en general y sus agremiados. La ciudad de México es la cuarta ciudad con mayor número de teatros.
Centro Cultural México – Cuba “Benny Moré”
El 24 de agosto de 2024, fue inaugurado el Centro Cultural México – Cuba “Benny Moré”. Coincidió con el 105 aniversario del nacimiento del conocido compositor y cantante cubano, recordado como el “Bárbaro del Ritmo”. Está ubicado en el boulevard Adolfo López Mateos No.16 de la capital mexicana.
La inauguración tuvo la presencia del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, el Embajador de Cuba en México, Marcos Rodríguez Costa, funcionarios de la misión diplomática cubana, artistas, empresarios, cubanos residentes y amigos solidarios, que se reunieron en el inmueble para dejar inaugurado el centro que fortalece los históricos lazos entre ambos pueblos.
El local fue entregado por el Gobierno de la Ciudad México al Ministerio de Cultura en mayo de 2024 y se previó que estuviera patrocinado por la Asociación presidida por el destacado escritor y antropólogo cubano Miguel Barnet, quien, junto a reconocidos intelectuales cubanos y mexicanos, se planificaron promover valores educativos y culturales autóctonos, con una programación artística-literaria que muestre lo mejor de la música, la artesanía, las artes plásticas, el cine, el teatro y la danza, a través de conciertos, conferencias, coloquios, conversatorios, exposiciones y talleres de creación artística.
De acuerdo con sus organizadores, su creación fue como un espacio de diálogo fructífero y sistemático entre intelectuales de nuestra América y de intercambio permanente para los mexicanos y la comunidad de cubanos residentes en México.[4]
Referencias
- ↑ Conmemoran 185 aniversario del Decreto de Creación del Distrito Federal
- ↑ Artículo 44, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Consultado el 14 de mayo de 2010.
- ↑ Ciudad de México aprueba matrimonio homosexual, primera vez en Latinoamérica
- ↑ Abre sus puertas el Centro Cultural México – Cuba “Benny Moré” Cubadebate, consultado el 25 de agosto de 2024