Clave (instrumento musical de teclado)
Clavicembalo
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Instrumento musical de teclado con cuerdas punteadas | ||
El clavecín, clave, clavicémbalo, clavicímbalo, gravicémbalo o cémbalo es un instrumento de teclado y de cuerdas pinzadas, sus cuerdas están dispuestas horizontalmente, su mecanismo consiste en que, al ser oprimida cada tecla, se levantan unas pequeñas piezas de madera denominadas en francés sautereaux, provistos de plectros. Los cuales son plumas de aves y a veces púas de cuero que pinzan las cuerdas y entonces los sauteraux o martinetes caen de nuevo, por obra de un minucioso mecanismo, y sus plectros pasan de nuevo pero esta vez sin pinzar las cuerdas. La velocidad y la presión de los dedos no afectan el volumen del sonido.
Sumario
Historia
El clavicémbalo, derivado del salterio nació en el siglo XVI. Desde principios del siglo XV poseía una extensión de 45 sonidos (unas 4 octavas); sus cuerdas dobles, de metal, estaban dispuestas de izquierda a derecha en el teclado, en orden decreciente de longitud; el teclado ocupaba, perpendicularmente a las cuerdas, la extremidad más ancha de la caja.
Un siglo más tarde se fabrica un clavicémbalo por Jerôme de Bolonia y fechado en Roma en 1521. En 1636, Mersenne consideró la doble cuerda al unísono para cada tecla, como una de las propiedades distintivas del clavicémbalo. Esta doble cuerda necesitaba de un doble martinete al final de cada palanca, que pulsaba simultáneamente las dos cuerdas. En un principio se intento agrandar y modificar el instrumento, Hans Ruckers y sus hijos Juan de Amberes y Andrés de Amberes, se distinguieron desde finales del siglo XVI en la fabricación del mismo.
Los progresos realizados respecto a la extensión del teclado fueron más rápidos. A fines del siglo XVII, Nicolás Dumont (constructor francés), construyó clavicémbalos à ravalement, porque su teclado descendía una quinta en aval relativamente a los instrumentos similares y alcanzaba por consiguiente hasta 5 octavas. Surgieron así mismo otros inventos que no estaban llamados a sobrevivir.
Praetorius 1619 habla de un clavicémbalo cuyas cuerdas, en número de cuatro por tecla, estaban afinadas como los tubos de un juego de mixtura del órgano y sonaban 1 la fundamental; 2 el unísono; 3 la quinta; 4 la octava. Se hicieron pruebas de clavicémbalo con ruedas o arquillos circulares que hacían vibrar las cuerdas por frotación, y después clavicémbalos provistos de juegos de flauta que se denominaban clavecins organises.
El clavicémbalo perpendicular de Despinois 1733 y el clavicémbalo vertical de Obert (en el mismo año) eran reproducciones grandes del antiguo clavicitherium, caído en olvido desde hacia dos siglos. Se cita todavía La Celestina Harpsichord, de W. Southwell, de Dublin 1779, que tuvo cierto éxito durante algunos años. El clavicémbalo de martillos, inventado a principios del siglo XVIII, y que debía cien años más tarde adquirir la única supremacía bajo el nombre de piano forte, procede del clavicordio y no del clavicémbalo.
Características
Este instrumento se caracteriza especialmente por:
- Por el modo de atacar las cuerdas, que son arañadas desde abajo por picos de plumas u otra materia, que hacen el oficio de plectros;
- Por el número de sus cuerdas, sencillas o pareadas, que es igual al de sus teclas.
- Por la forma externa de su caja, que tiene el aspecto de un arpa en posición horizontal o en términos geométricos, de un triángulo rectángulo con la hipotenusa cóncava.
- Los puntos 1 y 2 establecen la diferenciación entre el clavicémbalo y el clavicordio; el 3 su diferencia con la espineta y el virginal, diferencia que ha originado sus denominaciones inglesas de arpicordio y harpsichord y la alemana Flügel (ala), que ha quedado adoptada para el piano de cola moderno.
Otros nombres
Se le ha dado al clavicémbalo los nombres de gravicémbalo, y por abreviatura el de cémbalo; clavicymbel y clavicymbalum, que es el nombre original. En Alemania, en el siglo XVI, se designó con el nombre de clavicitherium una variedad de clavicémbalo vertical.
La habitual fabricación de clavicémbalos
Durante un periodo de unos tres siglos, el clavicémbalo ha desempeñado en la práctica musical una función de extrema importancia. No solamente fueron destinados a él obras de los virtuosos clavecinistas desde mediados del siglo XVI hasta después de la muerte de Johann Sebastian Bach 1750 y de la de Rameau 1764 (puesto que la preponderancia del clavicordio y del clavicémbalo de martillos no se estableció hasta Emanuel Bach y Mozart), sino que compartió primeramente con el laúd y la tiorba, y después solo con el órgano, la realización entonces esencial del bajo continuo. Que casi no se concebía una ejecución de música de cámara, de concierto de teatro e incluso de iglesia, sin el clavicémbalo.
Ejecución del clavicémbalo en los conciertos
En la antigüedad, el director de orquesta se sentaba al clavicémbalo y a su alrededor se agrupaban los instrumentos que constituían el llamado petit choeur. En la actualidad, en las ejecuciones de música antigua cuando se reemplaza el clavicémbalo por el piano, se desnaturaliza la sonoridad del conjunto, los defecto que, a la larga, hicieron abandonar el clavicémbalo, su sequedad, su frialdad, la casi imposibilidad de lograr en él matices de intensidad, excepto los efectos de eco, que resultaban del contraste de los dos teclados, contribuyeron a la creación de un estilo especial de composición en el cual fueron producidas obras maestras.
Para lograr destacar estas excelencias eran necesarios que el ejecutante realizara un ataque impecable y una finura de detalles llevada al límite, ya que ningún dibujo melódico podía ser tratado ni ejecutado como accesorio. La disposición de las partes contrapuntísticas, su número, su complicación, derivan de los efectos dinámicos de las notas adornos alrededor de la notas principales que daban la ilusión de sonidos sostenidos. El espíritu, el humor de los detalles pintorescos, embargaban a los auditores que no pedían aún a la música instrumental el que expresase un contenido sentimental muy profundo.
Obras
- Fiori musicali 1635 de Girolamo Frescobaldi
- Hexacordum Apollinis 1699 de Johann Pachebel
- Sonatas bíblicas 1700 de Johann Kuhnau
- 555 sonatas 1705 - 1757 de Doménico Scarlatti
- Pasacalle 1706 de George Frideric Handel
- 3 libros de suites 1706, 1724, 1728 de Jean-Philippe Rameau
- 4 libros de órdenes 1713 – 1730 de François Couperin
- Conciertos BWV 972-987 1714 – 1716 de Johann Sebastian Bach
- Concierto de Brandenburgo, n.° 5, BWV 1050 1719 de Bach
- 8 grandes suites 1720 de Haendel
- Suites inglesas y francesas, partitas BWV 806-811, 825-830 1720 – 1731 de Bach.
- El clave bien temperado BWV 846-893 1722 – 1744 de Bach
- Conciertos para clave BWV 1052-1065 1735 de Bach
- Variaciones Goldberg BWV 988 1741 de Bach
- Piezas para clave en concierto 1741 de Jean-Philippe Rameau
- Fandango del padre Antonio Soler
Instrumentos derivados del clavicémbalo
Conjuntamente al clave aparecieron dos instrumentos de la misma familia musical: el virginal y la espineta.
El virginal es la forma más antigua y simple del clave, con una sola cuerda por nota. Tiene generalmente forma rectangular por lo cual es sólo una caja de tamaño variable para poner sobre una mesa, aunque a veces se sostiene sobre un armazón de cuatro patas. Las cuerdas son paralelas al teclado. El período del virginal fue del siglo XVI al XVII, pero sobre la segunda mitad del siglo XVII empezó a ser sustituido por la espineta y por claves ya mucho más perfeccionados.
La espineta se parece al virginal por tener una sola cuerda por nota, pero no tiene forma rectangular sino en forma de ala. En la espineta las cuerdas parten del ejecutante, en un ángulo de 45° grados en relación al teclado. La espineta estuvo en uso desde finales del siglo XVII hasta finales del siglo XVIII.
El origen del nombre «espineta» no está bien determinado. Etimológicamente se relaciona con sus cánones de plumas con el de espine, pero algunos lo vinculan con el nombre de un inventor veneciano llamado Spinetti.
Curiosidades
- La referencia más antigua sobre este instrumento data de 1397 cuando un jurista de Papua escribió a cierto Hernann Poll clamando que había inventado un instrumento llamado clavichémbalum.
- Otra referencia acerca de este instrumento aparece en 1404 en una miniatura de las Tres Belles Heures de Duc de Berna 1485 y fue descrito por Henri- Arnault de Zwolle con tres tipos de mecanismos más uno para las dulcineas.
- El instrumento fabricado por Jerôme de Bolonia se halla en nuestros días en el South Kensington Museum.
- En el siglo XIX, el clave solo aparecía esporádicamente como instrumento de continuo en oratorios y óperas. Pero la tradición de clavicémbalos y constructores de este instrumento sucumbió en el mismo siglo.
- Entre los años 1900 y 1940, la empresa Erard construyó claves por solo un limitado período de tiempo. En 1912 gracias al impulso de Wanda Landowska resurgió de nuevo el clavicémbalo. El primer instrumento moderno fue un nuevo modelo Pleyel, de renombre internacional que fue introducido en el Breslau Bach Festival y fue este tipo de instrumento que Wanda Landowska usó a lo largo de su brillante carrera hasta su muerte en 1959.
Fuentes
- «Clavicémbalo», artículo publicado en el sitio web The Free Dictionary.
- «Clavicémbalo», artículo publicado en junio de 2006 en el sitio web Bach 2411111.
- «Clavicémbalo», fotografía publicada en el sitio web Albayalde Files.
- «La música en el Renacimiento: música vocal y música instrumental», artículo publicado en el sitio web Albayalde.
- «Clavicémbalo», artículo publicado en el sitio web Wordreference.
- «Clavicémbalo», artículo publicado en el sitio web Rincón del Vago.
- «Clavecín », artículo publicado en el sitio web Rincón del Vago.