Historia del municipio Guamá (provincia de Santiago de Cuba)


Historia del municipio Guamá (Provincia de Santiago de Cuba)
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Cronología
Etapa prehispánica
Etapa colonial
Guerras de independencia
Républica neocolonial
Las luchas por la definitiva independencia. Principales acciones combativas
Revolución en el poder (1959 - 2005)
Proceso de institucionalización política (1976-1980)
Evolución integral del municipio 1981-2005

Historia del municipio Guamá (Provincia de Santiago de Cuba). El municipio Guamá es un municipio de la provincia de Santiago de Cuba con una rica historia y tradiciones de luchas que surge en octubre de 1976 a partir de la división político - administrativa . Fue una de las plazas más importantes de la Guerra de liberación Nacional. Los combates y acciones desarrollados en la zona bajo el mando de Fidel, Raúl el Che y Camilo demostraron la madurez del Ejército Rebelde.

Etapa prehispánica

Desde el punto de vista arqueológico el municipio de Guamá ha sido uno de los más explorados en la provincia Santiago de Cuba. Las primeras pesquisas de se remontan a principios del siglo XX, cuando José Bofill Cayol, realizó excavaciones en la playa de Cativar, donde recuperó, en sus múltiples cuevas, vasijas de barro y otros utensilios y a partir de estos hallazgos, nuevas expediciones fueron realizadas, siendo identificados 20 sitios con evidencias aborígenes que permitieron comprobar la presencia de grupos preagroalfareros, tradicionalmente conocidos como “Siboneyes” del aspecto guayabo blanco.

Las huellas arqueológicas de los antiguos moradores guayabos blancos en el amplio territorio costero de Guamá, se pueden clasificar en:

  1. Residuarios de habitación de corta duración
  2. Conchales
  3. Objetos encontrados superficialmente, sin asociación estratigráfica inmediata.

Las principales actividades económicas desplegadas por estos aborígenes fueron la recolección de moluscos marinos y terrestres, así como la captura de crustáceos. También practicaban la caza de animales pequeños como la jutía.

Las comunidades de esta variante cultural se distinguen por su especialización en la confección de artefactos sobre la base de la utilización de las conchas marinas, entre ellos, platos, gubias, cucharas, cucharones, picos de mano, perforadores y posibles puntas de proyectiles.

De sus prácticas funerales no se han reportado cementerios ni enterramientos humanos. No existen descripciones sobre el aspecto físico que tenían los aborígenes que conforman la variante cultural Siboney- Guayabo- Blanco y se desconocen los particulares del lenguaje.

Se presume que estos aborígenes se transportaban de un punto a otro, por vía acuática, teniendo en cuenta lo agreste de la topografía, y que una de sus actividades económicas principales fue la pesca de plataforma. La ausencia de animales de tiro en Cuba precolombina, determinaba que el desplazamiento terrestre se hiciera caminando.

En los residuarios de Guamá se han identificado fogones, que evidencian el uso cotidiano del fuego como fuente de calor y para la cocción de los alimentos.

Etapa colonial

Los primeros reportes de presencia de los conquistadores españoles se remontan a la segunda mitad del siglo XVI. Testimonios orales, trasmitidos de generación en generación hasta la actualidad, sobre los primeros siglos de la colonización, dan fe de que existió en Aserradero un área de corte de madera que era tirada al río, desde lugares intrincados en la Sierra Maestra para que esta fuera recogida en su desembocadura al mar y de ahí fuera trasladada por esta vía a Santiago de Cuba, donde eran utilizadas en construcciones civiles y militares de los españoles.

En estos primeros momentos el desmonte forestal fue muy importante para la economía local; en esas tierras se estableció una agricultura de subsistencia. El territorio tuvo una doble subordinación a partir de 1558, desde el punto de vista militar, a Santiago de Cuba, y en lo civil, a El Cobre.

Por los hallazgos en diferentes lugares de la costa del territorio, a partir de la segunda mitad del siglo XVI, hubo presencia de negros esclavos, dedicados a los cortes de maderas, las labores domésticas y el cultivo de frutos menores. Ya entrado el siglo XVII, aunque la madera siguió siendo el principal renglón económico, se desarrollan otros como la ganadería, el carbón, el coco y los frutos menores, que eran trasladados a Santiago de Cuba por mar en embarcaciones de pequeño porte.

Por las características de sus costas y el incremento de bucaneros, corsarios y piratas en este período, es presumible que los habitantes de esta zona se vincularan al comercio de rescate, principalmente a partir de renglones como los derivados del ganado vacuno: carne salada, cueros, etc., y en menor cantidad con frutos menores, viandas y maderas preciosas utilizadas en la construcción y reparación de embarcaciones.

Entre 1701 y 1864, predominaba la hacienda, fundamentalmente dedicada al autoabastecimiento de viandas, frutos menores y la ganadería . A partir de la última década del siglo XVIII hay presencia de emigrantes franco haitianos que influyeron en la transformación económica del territorio, evidenciándose en las ruinas de los cafetales en lugares como: Loretina, La Abundancia, El Mastelero y Santa Rita. La extracción de madera siguió teniendo gran peso para la economía del territorio, pues al desarrollarse la industria azucarera en el país y principalmente en la región oriental, fue necesaria la búsqueda de madera dura como el caguairán, caguaní y la jatía para ser utilizada como traviesa en las vías férreas. También se extrajeron millares de varas de mije para la fabricación de carretas utilizadas para transportar la caña de azúcar a los ingenios.

Los españoles controlaban la esfera comercial, algunos eran propietarios de fincas. Las producciones eran trasladadas en goletas hasta Santiago de Cuba desde pequeños embarcaderos que existían en El Cuero, Aserradero, El Macío y Chivirico y en mulos por todo el firme de la Sierra Maestra saliendo a El Cobre y después a Santiago de Cuba, otras la llevaban atravesando la sierra de sur a norte hasta Contramaestre, Palma Soriano, Jiguaní y Bayamo demorando varios días en dichos traslados.

Según se fue diversificando la actividad económica en el territorio se incrementó la población, surgieron barrios, caseríos y cuartones a partir principalmente de los asentamientos franceses en las profundidades de la Sierra Maestra, entre ellos: Nima-Nima, Aserradero, Santa Rita, Sevilla y Guamá, El Cuero, Cojimar, El Macío, El Maso, El Mastelero, La Abundancia, San José, La Yamagua, Brazo Frío, La Anita, Las Cuevitas, Chivirico, La Zarza, Manacal, El Oro, El Brujo y Río Seco. En éste período por la carencia de asistencia médica morían muchas personas, principalmente de paludismo.

Distribución de la población por raza según el censo de 1864:

  • Blanca: 183
  • Mulatos libres:628
  • Esclavos:440
  • Total población:1251

La explotación a que fueron sometidos los esclavos bajo el régimen de la plantación trajo como consecuencias el cimarronaje en las zonas de Río Seco y Aserradero. Existen vestigios de palenques en la cercanía de la Zarza en un lugar conocido por El Palenque, en La Anita y El Macío Arriba.

El punto central de la actividad política de ésta zona radicaba en Aserradero donde existía un pequeño cuartel con una guarnición.

“La vida militar se desarrolló igual que muchos lugares del país, existió un pequeños cuartel en Aserradero o un pelotón de soldados españoles, los cuales eran los encargados de perseguir los esclavos que se fugaban o apalencaban, buscar campesinos prisioneros, así como a otras personas infringieran las leyes españolas y de otras índoles, además eran los encargados de vigilar en los fortines o Heliógrafos que se encuentran a lo largos de las costas de este territorio.”

Según investigaciones realizadas por Modesto Amado Martínez, arqueólogo de la Academia de Ciencias de Cuba, esos fortines fueron construidos desde la segunda mitad del siglo XVI hasta 1797, para defender el territorio de los ataques de corsarios y piratas, de los enemigos de España y principalmente de la armada inglesa, que mucho antes de la toma de La Habana por los ingleses, intentó tomar a Santiago de Cuba, de ahí que los fortines y el heliógrafo estén ubicados a lo largo de la costa sur de la actual provincia Santiago de Cuba, con punto de partida en El Morro hasta Pilón de Manzanillo. El fortín que existía en Buey Cabón llegó a tener una batería de callones sin retroceso.

A partir de 1865 el territorio muestra cambios en su estructura económica, se incrementa el número de colonos o pequeños arrendatarios, surgen pequeñas fincas y parcelas a lo largo y ancho del municipio. Las principales producciones van a ser el café, cacao y viandas, principalmente en la parte alta de la Sierra Maestra, mientras que en todo el litoral de las costas, las fincas se dedican a la ganadería para la venta del ganado a otras regiones y la producción de leche, carne y cuero.

Se inicia la inversión de capital estadounidense, principalmente en la minería y la extracción de madera. Se llegaron a contabilizar un total de 172 minas: 130 de hierro, 17 de cobre, 12 de manganeso, 7 de plomo, 1 de plata, 3 de oro y 1 de carbón, en las zonas de El Cuero, Nima-Nima, Santa Rita, Cojimar, Minas de San Miguel, El Guayabo, Peladero, Guamá, donde se utilizó la fuerza esclava inicialmente y tras la abolición de la esclavitud, jornaleros eventuales y muchos campesinos de la zona que combinaban el trabajo agrícola con el de las minas.

Guerras de independencia

Durante las guerras por la independencia de la segunda mitad del siglo XIX, el territorio del actual Guamá fue escenario de importantes acciones para la historia de Cuba; valerosos jefes del Ejército Libertador como los generales Vidal y Juan Eligio Ducasse nacieron en la finca "Las Coloradas”.

Entre los hechos más importantes desarrollados durante la Guerra de los 10 años (1868-1878) estuvo la estancia del cadáver de Carlos Manuel de Céspedes en Aserradero, desde donde fue trasladado hacia Santiago de Cuba por vía marítima.

{{"Conducido el cadáver del exmo. Patriota al Aserradero terciado sobre un mulo, fue trasladado a esta ciudad, escoltado por 10 o 12 hombres de San Quintín, en un bote grande de pailebot "Santiago", de Don Benito Estenger, el bote llegó a Santiago al amanecer del 1ro de Marzo del 1874.}}

El 21 de junio de 1871, desembarcó el General Rafael de Quesada en la segunda expedición naval que trajo el vapor "Virginius" procedente de Puerto Cabello (Venezuela), a Punta Turquino (Boca de Caballo) en Chivirico con armamento, ropa, medicamentos y dinero.

El 26 de agosto de 1896 durante la Guerra del 95, hubo un desembarco de armas traídas en el Vapor “Laureada", ésta expedición estuvo dirigida por el general Carlos Roloff y se llevó a cabo en el Macío, entre el personal que se encontraba en la playa estaba el Coronel José Cebreco.

Durante la Guerra hispano-cubano-estadounidense, el Mayor General Calixto García instaló su cuartel general en la zona de Aserradero y de aquí partieron las tropa cubanas para cumplir el plan militar concebido para la rendición de Santiago de Cuba en 1898.

En las aguas del litoral costero de este municipio yacen los restos de parte de la armada del Almirante Cervera, como testigos fieles del combate naval que puso fin al gobierno colonial español sobre la isla de Cuba.

República neocolonial

El gobierno interventor estadounidense significó para el territorio el aumento de la explotación de sus recursos naturales y la creación de nuevas infraestructuras. Entre los años 1898 y 1902 invierten en la zona compañías como la Cuban Stel Ore, dedicada a la minería, que llegó a poseer un ferrocarril de 96 km de largo, para transportar el mineral. La Cuban Pennsylvania, se dedicó a la construcción de los muelles para la transportación de las producciones por vía marítima a Santiago de Cuba, y la Cuban Develomet Company creó la Hacienda Sevilla para la explotación de varias minas de hierro. Las dos primeras permanecieron en la zona hasta 1903 y la tercera hasta 1959.

Establecida la República en 1902, fue electo como alcalde Alcibíades Federico Hadfeg, quien venía ocupando este cargo gubernamental desde 1884 en Aserradero. Para entonces el territorio que hoy ocupa el municipio de Guamá, pertenecía en buena medida al término municipal de El Cobre y por otro lado al de Pilón de Manzanillo.

Durante el período de gobierno de Tomás Estrada Palma se alcanza un ligero incremento en la economía del territorio, la Cuban Develoment Company continúo radicando tierras en las profundidades de la Sierra Maestra para la producción cafetalera y el litoral para la crianza de ganado, la madera preciosa, el coco y la producción de carbón vegetal, se realizaron nuevas inversiones estadounidenses en la minería, enclaves como El Cuero, facilitaron el fomento de asentamientos en Nima Nima, Juan González y Cañizo.

Durante la segunda intervención estadounidense, 1906 - 1909, las compañías norteamericanas aumentaron su presencia en el área y se incrementan los cafetales, surgen pequeñas fincas arrendadas por estas compañías y aumentó la actividad minera en El Cuero, Santa Rita, Cojimar, Aserradero y Guamá.

“En todo el litoral se incrementaron los potreros para la crianza al ganado vacuno y en otros lugares muchos pobladores se dedicaron a hacer carbón vegetal para enviar a Santiago de Cuba. En el gobierno de José Miguel Gómez (1909 – 1913) hubo un incremento en el territorio de los colegios electorales en algunos barrios como: San José, La Yamagua, Las Cuevitas y La Uvita.”

El territorio era propiedad de dos grandes latifundios norteamericanos. Desde Cañizo a hasta Río La Bruja perteneciente al realengo La Uvita pertenecía a la hacienda Sevilla propiedad de la Cuban Develoment Company con deslindo judicial de 8997 caballerías. El apoderado de ésta hacienda era Héctor Seymor Schaffeg, más conocido por Mister Schaffeg. La otra propietaria de este territorio era la compañía Beatle Sugar Company, que abarcaba desde Ocujal del Turquino hasta Pilón de Manzanillo.

Las compañías madereras Sobrinos Abascal, Babún y Las Bahamas invirtieron parte de su capital en abrir un frente maderero, realizando la tala indiscriminada de árboles en la zona. Entre ellas se produjo una gran rivalidad de la cual salió beneficiada Babún y mantuvo su hegemonía en el territorio desde 1943 hasta 1961.

El incremento de la población por estos años no estaba respaldado por un incremento de los empleos, solamente las cosechas cafetaleras demandaban gran cantidad de mano de obra.

Existían 5 escuelas ubicadas en Aserradero, Tengua, San José, el Maso y La Uvita que no satisfacían las necesidades educacionales del territorio. La falta de presupuestos, la no existencia de materiales escolares para el proceso de aprendizaje, unido a los impagos de los salarios a los maestros ocasionaba que los mismos abandonaran sus puestos.

Busto de José Martí en la cima del Pico Turquino

La salud estuvo muy abandonada; los gobiernos de turno no se preocuparon por la salubridad de los habitantes del territorio, ni por la mortalidad infantil, las mujeres parturientas eran atendidas por comadronas, que en ocasiones no tenían en cuenta las más elementales normas de higiene. Por todo el litoral costero del actual municipio Guamá existen gran cantidad de cementerios cerca de la orilla del mar, justificando que la principal vía de comunicación con la ciudad de Santiago de Cuba era la marítima y muchas personas en la espera de una embarcación y atención médica, morían de paludismo, parasitismo intestinal, desnutrición, poliomielitis, tosferina, sarampión, viruela, y meningitis.

El deporte y la cultura como fenómenos sociales también estaban abandonados. Los propietarios de bares y vallas organizaban las celebraciones de algunas fechas patrias como el 10 de octubre y el 24 de febrero y en ellas predominaba la venta de bebidas alcohólicas y el fomento de juegos al azar y peleas de gallos.

Durante el período de gobiernos corruptos, el Partido Comunista desempeñó un papel importante en el aglutinamiento y organización de muchos campesinos del territorio, Blas Roca que era su máximo dirigente a nivel nacional y Romárico Cordero visitaron los barrios de la Yamagua, El Jobo, El Tártaro, La Anita y fundaron el Partido Socialista Popular el 21 de julio de 1941, constituyéndose un Comité Municipal liderado por Juan Gómez Sotomayor. También existía un Comité de la Juventud Socialista que surgió entre 1947 y 1950 que dirigía desde Santiago de Cuba, Julio Boris. El Partido Ortodoxo también aglutinó a los campesinos para luchar contra los atropellos e injusticias.

En 1953, el año del centenario del nacimiento de José Martí (1853-1895), Celia Sánchez Manduley (1920-1980), acompañada de su padre, el médico rural Manuel Sánchez Silveira (1886-1958), inauguraron un busto de José Martí, obra de la escultora Jilma Madera. En la base del monumento aparece la frase:

Escasos como los montes son los hombres que saben mirar desde ellos y sienten con entraña de nación o de humanidad"

Las luchas por la definitiva independencia. Principales acciones combativas

Tras el asalto al Cuartel Moncada, dos de los asaltantes, Orlando Galán Betancourt y Ricardo Santana Martínez, se refugiaron por casi un año en Caletón Blanco en casa de Roberto Balar Rosell más conocido por (Chilango) y allí fueron contratados para reparar caminos.

Tras el desembarco del yate Granma y el reinicio de la lucha armada por Fidel en la Sierra Maestra, el territorio del actual municipio de Guamá fue escenario de relevantes acciones combativas del Ejército Rebelde.

Combate de La Plata

Primer ascenso del Ejército Rebelde al pico Turquino (1957).

El 17 de enero de 1957 se produjo el Combate de La Plata, primera acción militar del Ejército Rebelde, a solo dos meses y 15 días del desembarco y a menos de un mes de encontrarse la guerrilla en la Sierra Maestra.

La guarnición del lugar estaba formada por: cinco efectivos de la marina y cinco del ejército, con un sargento como jefe. Por los rebeldes participaron 22 de los 29 combatientes de la guerrilla, pues siete de ellos quedaron encargados por Fidel de misiones de apoyo a la acción. La guerrilla contaba con superioridad numérica en hombres sobre el enemigo, factor importante en la victoria.

Fidel dividió a los atacantes formando una especie de L en cuatro grupos, dirigidos por él, Juan Almeida, Raúl y Julio Díaz González . A las 2 y 30 de la madrugada comenzó el combate prolongándose por media hora aproximadamente y culminó con la rendición de la guarnición, sin bajas de las fuerzas rebeldes, en tanto el ejército tuvo dos muertos y cinco heridos, de los cuales tres fallecieron poco después.

La victoria de La Plata, fue un éxito desde el punto de vista militar, en tanto sirvió para echar por tierra las campañas de la tiranía que negaban la presencia de Fidel y los que junto a él combatían en la Sierra Maestra.

Cuando abandonaban aquel lugar, alegres y confiados en el éxito, Raúl anotó en su Diario:

Desde lejos se veían arder sobre los cuarteles de la opresión las llamas de la libertad. Algún día no lejano sobre esas cenizas levantaremos escuelas.

Combate de Arroyo del Infierno

Las acciones se iniciaron el 22 de enero de 1957 con un disparo de Fidel, luego se generalizó el tiroteo. Se contaron 5 muertos al enemigo. El combate sirvió para levantar el ánimo de la tropa rebelde en su ascenso hacia el firme de la Sierra Maestra.

Combate de Uvero

El combate de Uvero se efectuó el 28 de mayo de 1957 siendo uno de los más importantes de la guerra de liberación.

La guarnición del lugar, en el momento del ataque estaba compuesta por 53 hombres. El cuartel contaba con una defensa exterior de 5 postas constituidas por fortines, tenía un aparato de telegrafía para establecer comunicación inmediata con el puesto de mando de Pino del Agua.

Sobre la posta que dominaba el camino que, desde Peladero bordeaba el mar, se mandaron a actuar a los pelotones dirigidos por Jorge Sotús y Guillermo García. Almeida liquidaría una posta colocada frente a la montaña, Fidel y el Estado Mayor estarían en la loma que dominaba el cuartel y apoyaría con su fuego al resto de los grupos. Raúl con su pelotón debía apoyar el avance de los restantes grupo desde donde se encontraba la comandancia y constituía la reserva que Fidel movería según el desarrollo de la acción.

Monumento El Uvero

Al Che se le asignó un puesto intermedio con su fusil ametralladora y sus ayudantes. Camilo Cienfuegos y Efigenio Ameijeiras con sus escuadras, debían avanzar de frente entre la posición del Che y la de Raúl. El pelotón de Crescencio Pérez, debía avanzar por el camino que, saliendo del Uvero, va a Chivirico e impedir cualquier clase de refuerzos que vinieran por esa zona.

Una vez dadas a conocer las misiones, Fidel ordenó el avance hacia las posiciones de combate. A las 5 y 15 de la mañana Fidel abrió fuego con su fusil de mirilla telescópica, señal de comienzo del ataque y destruyó el equipo de radiotelegrafía. Almeida al frente de sus hombres avanzó y entabló combate con una posta en su flanco derecho. Al llegar a una cerca que detenía el paso hacia el cuartel, Almeida fue herido cuando trataba de cruzarla, sus compañeros lo recostaron a un tronco y desde allí continuó dirigiendo el avance de su tropa hacia el cuartel.

Camilo y Efigenio con sus escuadras se unieron al pelotón de Almeida en el desarrollo de las acciones y formaron un frente prácticamente contínuo. La lucha en el flanco derecho contra la posta fue feroz, Guillermo García mantuvo un fuego constante contra el enemigo.

El Che avanzó con su fusil ametralladora para obtener un ángulo de fuego sobre el cuartel y emprendió combate muy cerca de una posta. En el transcurso de la acción se le unieron algunos compañeros que habían quedado separados de sus unidades.

Los combatientes que se encontraban en la elevación donde combatía la comandancia apoyaban con su fuego. Celia Sánchez disparaba incansablemente desde la posición ocupada por el Estado Mayor. Muy cerca de Fidel el combatiente Julio Díaz González, asaltante del Moncada y expedicionario del Granma, fue alcanzado por un disparo que le ocasionó la muerte instantánea.

Habían transcurrido dos horas desde el inicio, Fidel ordenó el avance del pelotón de Raúl por el frente del cuartel y dividido en dos, avanzó, al tiempo que Luis Crespo, autorizado por Fidel, bajó y con Guillermo García lograron liquidar el último soldado de una de las postas. Los rebeldes lograron emplazarse a unos 100 metros del enclave enemigo para hacer un fuego nutrido y concentrado. En el interior del cuartel había ya numerosas bajas y las postas habían sido prácticamente neutralizadas, en estas condiciones el jefe enemigo decidió rendirse.

El combate terminó pasadas las 8 de la mañana con una contundente victoria de los rebeldes. De los 53 integrantes de la fuerzas del ejército de dictadura, 46 fueron bajas, entre ellos 11 muertos, 19 heridos y 16 prisioneros.

Por la parte rebelde cayeron los tenientes Emiliano Díaz Fontaines y Julio Díaz González; también Gustavo Adolfo Moll, Francisco Soto Hernández, Anselmo Vega, Eligio Mendoza y Rigoberto Cilleros. Heridos resultaron el capitán Juan Almeida Bosque, el teniente Félix Pena, además de Miguel A. Manals, Mario Maceo, Manuel Acuña, Enrique Escalona, Mario Leal y Hermes Leyva. Este combate, que fue calificado por el Che como el momento en que la guerrilla ganó su mayoría de edad y Raúl Castro, por su parte, afirmaría que:

“El encuentro de El Uvero nos dio categoría de tropa experimentada.

Ya consolidado el I Frente en el macizo montañoso del Turquino, con la Comandancia General de La Plata bajo las órdenes del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, se crearon unos 28 campamentos en el territorio guamense desde donde se aseguraba la retaguardia y se facilitaban las nuevas incorporaciones a las filas guerrilleras.

En su mayoría estos campamentos se situaron desde Río Grande hasta Caletón Blanco, y al crearse el III Frente pasaron bajo la jefatura de éste. En estos meses se recrudeció la represión contra la población campesina y fundamentalmente en aquella zona donde estaba operando el Ejército Rebelde. Batista ordenó la reconcentración de los campesinos de la Sierra Maestra a merced del hambre, las enfermedades y la desesperación en zonas seguras (Uvero, Chivirico, Bueycito y Santiago de Cuba), seguida de la declaración de la Sierra Maestra " Como zona de muerte." Ante el escándalo nacional que esto significó, se ordenó el reingreso de los campesinos a la Sierra Maestra y muchas familias por las metrallas de los aviones o por las llamas de napalm utilizados en los bombardeos por la aviación del Ejército de Batista perdieron sus hijos, animales, sembrados y casas.

Del 31 de julio al 6 de agosto de 1957 en la finca Peladero a 15 Km de Uvero, el Capitán del Ejército de la dictadura Merob Sosa, al mando de unos 250 hombres bien armados llevó a cabo el más repugnante acto de barbarie cometido contra los campesinos del municipio, conocido como "La Masacre de Peladero", en la que resultaron asesinados 14 campesinos.

Combate de Palma Mocha

Se produjo el 20 de agosto de 1957 en Palma Mocha y fue uno de los más intensos del primer año de lucha en la Sierra Maestra.

La acción fue dirigida por el comandante Fidel Castro Ruz, quien contaba con alrededor de 50 hombres. Los rebeldes se enfrentaron a unos 100 soldados pertenecientes a la compañía 2 del Batallón # 1 del regimiento de artillería, al mando del capitán Juan Moreno Bravo, que había dirigido la tropa enemiga que chocó con los expedicionarios del Granma en Alegría de Pío.

El Ejército Rebelde tuvo 12 bajas, 7 heridos y 5 muertos. Los muertos fueron: Rigoberto Oliva Pérez, Eduardo (Yayo) Castillo, Juventino Alarcón, Juan José Frómeta Mendoza y Pastor Palomares López. Se capturaron armas y parque. El enemigo tuvo un oficial muerto y siete soldados heridos. La Compañía atacada fue retirada de la zona y se frustró el plan general ofensivo.

Emboscada de La Mula

Después del Combate del Uvero, Fidel decide dejar a un grupo de 14 combatientes encargados de cuidar la zona de La Mula, dejando al frente del grupo guerrillero a Javier Posa (traidor) y Roberto Fajardo.

El 12 de septiembre de 1957 a la 1.00 p.m. el teniente Sosa del Ejército de Batista y su compañía, se dirigían hacia la casa del campesino Arselio Suarez, rápidamente se organizó la emboscada rebelde dirigida por Roberto Fajardo y con la participación de Jesús Mendoza, Antonio Oliva, Alberto Berneau, Edelfin Mendoza, Manuel Piñeiro, Teté Puebla, Esperanza Millán y Vitaliano Ramos González lográndose ajusticiar al teniente y que el ejército batistiano abandonara la zona. Se le ocupo además dos fusiles M-1 con sus municiones y una pistola Colt 38 con 31 cápsulas.

La muerte del teniente causó tal irritación al ejército y a la marina de guerra, que cañoneó la zona utilizando una fragata. Al respecto el Ché comentó a Fidel en un mensaje:

"Los muchachos que dejaste en la zona han llevado a cabo algún hecho importante porque la fragata está cañoneando intensamente."

Visita de Fidel a El sonador

El 16 de septiembre de 1957 Fidel, acompañado por Raúl Castro, Juan Almeida Bosque, Universo Sánchez, Celia Sánchez, Félix Pena, Vilo Acuña, Israel Pardo y Miguel Pardo visita El sonador, pequeño barrio campesino a unos 6 km. de Chivirico y a unos 4 del mar. Se reúnen en el bar " Zapatazo," que existía en el lugar, desde las 9.00 p.m. hasta la 1.00 a.m. del 17 de septiembre de 1957. El objetivo era desmentir la campaña que venía haciendo Masferrer en las diferentes zonas de la Sierra Maestra, así como demostrar que el Ejército Rebelde se había consolidado y gozaba del prestigio y apoyo irrestricto del campesinado.

En los días anteriores a este hecho, Masferrer para que le reconocieran su grupo paramilitar, los asesinos sin escrúpulos llamados "Tigres De Mansferrer" y ganarse la confianza y el apoyo de algunos campesinos y en su interés de ocupar un cargo de importancia en el gobierno de Fulgencio Batista dio un mitin en Chivirico, ofreciéndole a los campesinos, tierras, escuelas, salud y mejora de vida.

Combate de Mar Verde del Turquino

El 29 de noviembre de 1957 se desarrolló el combate de Mar Verde cuyas acciones fueron dirigidas por Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos y donde pierde la vida el combatiente moncadista y expedicionario del Granma Ciro Redondo García.

Mientras se fueron dando los diferentes combates y acciones del Ejército Rebelde en las diferentes zonas del actual municipio Guamá, muchos obreros se incorporaron al ejército. Después del combate del Uvero los trabajadores de la Compañía Maderera Babún, Gilberto Cardero, Domingo Hernández y Francisco Tamayo (Pancho) se incorporaron a la guerrilla.

Combate de El Jigue

Una de las acciones combativas mejor concebidas desde el punto de vista estratégico fue el Combate de El Jigue, que tenía como objetivo de capturar el batallón del Ejército de la tiranía acampado en aquel lugar.

Alrededor de las 5:30 de la mañana del 11 de julio de 1958, 20 fusileros rebeldes abrieron fuego contra la formación de soldados que se preparaban para iniciar el día en el campamento. Luego del tiroteo, que duró unos 15 minutos, se hizo silencio desde las posiciones rebeldes en la falda del alto de Cahuara, para simular un simple hostigamiento. La intención de este ataque era causar bajas entre los guardias que obligaran al jefe del batallón a evacuar a los heridos hacia la playa, ocasión en que serían atacados por las fuerzas de Guillermo García, apostadas con sus hombres en el camino al río. Los dos pelotones del Ejército de la tiranía emprendieron el camino de la playa, y apenas media hora después de haber salido del campamento enemigo chocaron con la emboscada de Guillermo, convenientemente dispuesta a menos de dos kilómetros de distancia.

Monumento a El Jigue

A pocos minutos de combate, los rebeldes ya habían logrado causar bajas a la vanguardia, entre ellas, cinco muertos y dos prisioneros, uno de ellos herido de gravedad y capturar armas y parque.

En el momento en que se desarrollaron estas acciones en El Jigüe, ya habían quedado formadas las dos líneas rebeldes en Purialón, encargadas de detener y, de ser posible, destruir a los refuerzos que enviara el enemigo desde las costas, en auxilio del batallón cercado. Abajo, en el río, y sobre las faldas que dominaban el camino que subía de la playa, estaban posicionados los 40 hombres de los pelotones de Andrés Cuevas y Lalo Sardiñas, provistos de buen número de fusiles semiautomáticos y dos ametralladoras calibre 30 de trípode. Emboscado en el firme de Manacas, relativamente lejos del camino, permanecía el personal de Ramón Paz Borroto, cuya misión sería bajar rumbo al río una vez iniciado el combate, para cortar la retirada del refuerzo y destruirlo.

Ramiro Valdés con 15 combatientes bien armados de la Columna 4, cuidaba el camino de Palma Mocha a Santo Domingo a la altura del firme de la Maestra, para impedir su por cualquier fuerza enemiga que intentase sorprender con un movimiento, desde el norte, desde la zona de Santana o desde el Sur o desde el río Palma Mocha; y para acudir, en caso necesario, en ayuda de las líneas rebeldes, tanto en la zona de Santo Domingo como en el propio Jigüe.

En la noche del 11, El Vaquerito ocupó un lugar más cercano al norte del campamento enemigo, en la misma falda del alto de El Pino. La escuadra de Hugo del Río, que hasta ese momento había permanecido en El Naranjal, se situó el día 12 en el mayor de los estribos que caían sobre el río La Plata, al nordeste de los guardias. Ese día, el pelotón de Jaime Vega, incorporado al cerco, ya había tomado un estribo de la falda de Cahuara, desde donde podía hostigar al campamento enemigo, cuando se diera la orden y acudir en apoyo a Guillermo por el flanco derecho del avance de los guardias, en caso de que atacaran con fuerza las posiciones rebeldes en el río. En otro escenario, en las inmediaciones de Minas de Frío, el Che y las fuerzas bajo su mando, contuvieron el avance del Batallón 17 en dirección a El Jigüe.

En tales circunstancias al jefe del batallón cercado, cada vez en condiciones más precarias, solo le quedaba aguardar por el refuerzo que debía llegar en cualquier momento. Tras cinco días de cerco la situación de los soldados de la dictadura en el campamento de El Jigüe era cada vez más difícil. La comida se había agotado y los soldados pasaban hambre, el fuego esporádico de los fusileros rebeldes y de las dos ametralladoras, emplazadas en la falda de Cahuara, obligaba a los guardias a mantenerse todo el día dentro de sus trincheras con la consiguiente incomodidad resultante de la estrechez, el calor y la inacción.

Combate contra los refuerzos

Como parte de esta acción se produjo el combate contra los refuerzos el 16 de julio. La Compañía G-4 del ejército de la tiranía, al mando del capitán José Sánchez González concentrada en la playa recibió la orden de avanzar en dirección a El Jígüe para romper el cerco. Partieron desde la desembocadura del río La Plata a las 6:00 de la mañana del 17 de julio, apoyados por el fuego de la fragata Máximo Gómez, situada frente a la playa, y por la avioneta que sobrevolaba constantemente la zona.

Durante varias horas los guardias subieron por el río y las faldas laterales, sin encontrar resistencia rebelde. Alrededor de las 11:00, después de haber sobrepasado el recodo del río en Purialón, la vanguardia enemiga chocó con la emboscada rebelde y comenzó el combate.

Después de los primeros 15 minutos de combate ya los dos primeros pelotones de la compañía habían quedado totalmente desarticulados, y muchos guardias huían de manera desordenada. Por un error de interpretación de las órdenes de Fidel, Ramón Paz, ubicado en la parte alta de arroyo de Manacas, no bajó con su tropa en dirección al río una vez iniciada la acción con el propósito de cerrar por la retaguardia al enemigo e impedir su retirada.

A pesar de este contratiempo, el combate del 17 de julio en Purialón significó una victoria rebelde ya que logró detener el refuerzo e impedir que llegara hasta el batallón sitiado en El Jigüe, y si bien, no se alcanzó el propósito de destruir el refuerzo, la Compañía G-4 dejó de contar como fuerza oponente. El saldo final del combate fue: 12 guardias muertos, 24 prisioneros y varios heridos evacuados por los soldados. El botín de guerra ocupado en este primer combate contra los refuerzos fue: 34 armas largas: 17 fusiles Springfield, 10 carabinas San Cristóbal, 4 fusiles semiautomáticos Garand, dos fusiles ametralladoras Browning y una ametralladora de trípode calibre 30, además de 18 000 balas y 48 granadas de fusil. Por su parte los rebeldes no tuvieron baja y con las armas capturadas fue posible armar a 40 nuevos combatientes rebeldes, que reforzaron el cerco principal de El Jigüe. En las inmediaciones del poblado los aviones del ejército de Batista sobrevolaban las posiciones rebeldes, pero no podían atacar debido a la cercanía de las trincheras del batallón sitiado.

Tras el fracaso, el día 18, el mando del ejército de la dictadura encomendó al Batallón de Los Livianos, al mando del capitán Noelio Montero Díaz, integrado por las Compañías I, K y L de la División de Infantería, que habían desembarcado en La Plata ese mismo día, a las que se sumaron los restos que pudieron salvarse de la Compañía G-4, más unas cuantas piezas de artillería de 75 milímetros, la misión de avanzar sobre el Jigüe. A los tres capitanes rebeldes ubicados en Purialón le fueron ratificadas las órdenes de no dejar pasar el refuerzo.

Los Livianos partieron de la playa de La Plata poco después de amanecer el 19 de julio y comenzaron a subir por el camino del río, en un movimiento casi idéntico al realizado dos días antes por la Compañía G-4 con la particularidad de que el jefe del contingente desplegó un poco más sus flancos, sobre todo el derecho, por las laderas del cañón de La Plata. El avance enemigo contó con el apoyo, tanto de la fragata como de las piezas de artillería emplazadas en la playa y el aéreo.

Desde las primeras horas de la mañana el ametrallamiento y bombardeo sobre la zona de Purialón fue intenso. Alrededor de las 2:00 de la tarde, la vanguardia enemiga chocó con los hombres de [[|Andrés Cuevas Heredia|Cuevas]] en Purialón y se entabló el combate. Ramón Paz realizó la maniobra prevista desde el combate anterior y encerró por la retaguardia al enemigo.

Al atardecer, después de más de tres horas de combate, los guardias comenzaron a dar señales de agotamiento. Se escucharon entre sus filas gritos de rendición y bajó la intensidad de su fuego. En estas circunstancias el capitán Andrés Cuevas Heredia salió de su trinchera y en su avance hacia las posiciones de los guardias con la intención de precipitar la rendición, fue herido mortalmente. La muerte de Cuevas desconcertó momentáneamente a los combatientes rebeldes y frustró la probable rendición esa misma tarde del segundo refuerzo. Fidel dispuso el envío a Purialón de un grupo de más de 20 combatientes desarmados, al mando de René de los Santos Ponce, con la intención de que se equiparan con parte de las armas ocupadas. De igual manera se dispuso poner al pelotón de Cuevas a las órdenes del combatiente Antonio Sánchez Díaz, conocido por Pinares, quien fungía como segundo al mando de esa fuerza.

El balance provisional del combate era de siete muertos y 21 prisioneros enemigos, más de 20 armas y buena cantidad de parque calibre 30.06; por la parte rebelde, cuatro muertos —Cuevas, Acosta, Luna y Corría— y la misma cantidad de heridos.

Al segundo día de combate, los combatientes de Lalo y Pinares, que habían acercado sus posiciones durante la noche a las de los guardias, volvieron a rechazar durante la mañana los débiles intentos de romper el cerco rebelde. Los hombres de Paz, por su parte, siguieron presionando por la retaguardia, aunque durante la noche algunos guardias lograron escapar hacia la playa.

Casi 24 horas después de iniciado el combate, toda resistencia había cesado. Como resultado de las acciones combativas el total de muertos enemigos se elevaba a 17, y en poder de las fuerzas rebeldes quedaban 14 fusiles San Cristóbal, 10 fusiles Garand, dos cajas de obuses de mortero calibre 81 y un arria de mulos con suministros.De este modo el segundo y último refuerzo al batallón cercado en El Jigüe había sido rechazado. A partir de este momento, la suerte de esa tropa quedaba definitivamente sellada.

En el transcurso del día 20 continuó el estrechamiento del cerco sobre el Batallón 18. Guillermo García ocupó con su pelotón las posiciones indicadas en la falda del firme de Manacas, directamente sobre el campamento enemigo. Durante toda la mañana los combatientes bajo los mandos de Rogelio Acevedo, Ignacio Pérez y Braulio Coroneaux ocuparon posiciones cerca del enemigo. En la noche, se produjo una especie de tregua informal en el sector del cerco próximo a las posiciones de los guardias en la falda del alto de Cahuara.

Al día siguiente, llegó al mando rebelde una comunicación del jefe del Batallón 18 que daba respuesta a la carta de Fidel Castro donde le proponía una rendición decorosa; agradecía el mensaje e informaba que no tomaría ninguna decisión hasta las 6:00 de la tarde, en espera del refuerzo. Tras ese anuncio, y con el alto al fuego, muchos combatientes rebeldes entraron al campamento enemigo y confraternizaron con los guardias, entre ellos los capitanes Braulio Curuneaux, Guillermo García e Ignacio Pérez.

Esa tarde se dio la orden de la concentración en El Jigüe de todo el personal rebelde en la zona, incluidas las fuerzas que habían combatido en Purialón.

Por intermedio de Curuneaux, Quevedo (jefe del Batallón 18) avisó al mando rebelde que a las 6:00 de la tarde subiría a entrevistarse con Fidel para tramitar la rendición. De este modo, la batalla de El Jigüe había terminado antes de que se pactara oficialmente la rendición de la tropa sitiada.

En total, se ocuparon 158 armas, incluidas dos ametralladoras de trípode calibre 30, una bazuca, un mortero de 81 milímetros y otro de 60, además de parque abundante para todas ellas y granadas de mano. El balance total de las armas ocupadas durante toda la batalla fue de 249. En Jigüe se rindieron 146 guardias. El total, contando a los capturados durante toda la batalla, ascendía a más de 240 hombres, de ellos cerca de 30 heridos. Las bajas mortales fueron 41.

Por la parte rebelde, como resultado de las acciones, tanto en Jigüe como en Purialón, se lamentó la muerte de seis combatientes: Andrés Cuevas, Teodoro Banderas, Roberto Corría, Eugenio Cedeño, Victuro Acosta y Francisco Luna. Un pequeño número de combatientes recibió heridas de poca consideración, entre ellos Pedro Miret.

Tras el fracaso de la ofensiva ante la heroica resistencia de las tropas rebeldes, el territorio de Guamá sirvió de teatro de operaciones, fundamentalmente, para la Columna 10 René Ramos Latourt, creada el 30 de agosto de 1958 y dirigida por René de los Santos al mando de 64 hombres, entre los que contaban los oficiales Rigoberto Ramírez, Rigoberto García Fernández y Fernando Vecino Alegret y que controlaba los territorios que iban desde la carretera central hasta la costa o socapa, comprendiendo la zona del Gato, Aguacate, Calentón Blanco, Manacal, Cañizo, El Escandel y el Pajón. La fuerza estaba distribuida en este territorio como sigue: pelotón Wiliám Soler en Manacal, capitaneado por Fernando Vecino Alegret; pelotón Armando García, jefe de pelotón Oscar Ñico permanecerían en la carretera de Calentón Blanco; pelotón Arquímedes Colina, comandado por el capitán Rigoberto Ramírez, ( Rigo el grande) estacionado en Cañizo.

Al conocer de la huida de Batista el 1ro de Enero de 1959, el comandante René de los Santos ordenó, desde El Cobre, a sus jefes de pelotones presionar sobre Santiago de Cuba y, alrededor de las 15.00 horas sin encontrar resistencia, lograron entrar hasta las oficinas del coronel Rego Rubido en el cuartel Moncada; era el preludio de la rendición incondicional de esta importante plaza. La entrada de Fidel a Santiago de Cuba se produjo en las últimas horas de este día y el Parque Céspedes fue escenario para su discurso.

Revolución en el poder (1959 - 2005)

Desde 1 de enero de 1959 en el territorio se hizo notar la presencia del Ejército Rebelde para hacer cumplir las leyes promulgadas por el gobierno revolucionario, siendo los encargados de la intervención de los latifundios del territorio. Otras veces impartían justicia ante hechos delictivos o contrarrevolución.

A partir del mes de agosto de 1959, comenzó a funcionar el “Plan Sierra Maestra” para el desarrollo económico y social del territorio, al frente del cual estuvo el comandante Gilberto Caballero, y su dirección estaba en Uvero. Se construyeron los hospitales de Chivirico y Ocujal del Turquino, el parque y el primer caserío con casas de mampostería del municipio en Uvero, una escuela en este poblado y la ampliación del camino de Uvero a Caletón Blanco y de Uvero a La Plata. Este plan integró a más de 500 trabajadores, muchos de los cuales, de Santiago de Cuba se quedaron a vivir en el territorio de forma definitiva.

El 26 de octubre de 1959 se crean las Milicias Nacionales Revolucionarias en el país y de inmediato se formaron las milicias en la Sierra, estando directamente bajo las órdenes del entonces comandante Raúl Menéndez Tomassevich, de igual modo se constituyeron las Patrullas Juveniles, que tenían la misión de cuidar diferentes puntos de la costa.

Desde el punto de vista económico, la ley que más significación tuvo en Guamá fue la Ley de Reforma Agraria. El proceso de repartición de tierras fue organizado por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (I.N.R.A), quien a su vez acometió el proceso de expropiación de los latifundios mediante resolución, comenzando en el territorio su aplicación por la hacienda Sevilla, propiedad de Compañía Cuba Development Company, propietaria de 8997 caballerías de tierra. La mayor empresa maderera, en manos de los Babún, fue intervenida el 11 de abril de 1960.

El 22 de julio de 1960 se construye a nivel central la Junta de Coordinación Ejecución e Inspección (JUCEI), representada en Guamá por Armando Cuba, su actividad principal fue dedicada a la planificación y desarrollo de la construcción de viviendas y asentamientos poblacionales.

El 13 de agosto de 1960 se fundó la FMC integrándose muchas mujeres del territorio a la organización, a partir de 1961 conjuntamente con el MINED, apoyan el plan de captación de jóvenes campesinas para la escuela de cortes y costuras “Ana Betancourt.” De conjunto con el Ministerio de Salud realizan la campaña de vacunación triple en el territorio. Fue decisiva también la participación de las mujeres en la campaña de alfabetización, en sus casas dieron albergue a los alfabetizadores que llegaron a esta zona.

El 28 de septiembre de 1960 se fundan los CDR y se comienzan las actividades de vigilancia revolucionaria, trabajos voluntarios y cooperación general con el gobierno revolucionario. El 21 de octubre del propio año se crea la Asociación de Jóvenes Rebeldes (A J R) y muchos jóvenes que se incorporaron formaron los llamados Cinco Picos.

Con la creación de la ANAP el 17 de mayo de 1961, se inicia una nueva etapa para el movimiento campesino cubano y del territorio de Guamá.

La implementación de la Segunda Ley de Reforma Agraria del 4 de octubre de 1963 aportó cambios radicales, en la agricultura, aunque por las características del terreno no pudo aplicarse la mecanización, se da un proceso de transformación en las técnicas de cultivo de café y en la ganadería vacuna, al aplicarse la inseminación artificial y el pastoreo extensivo se incrementa la producción lechera y de carne.

La construcción de caminos permite el funcionamiento de una red de transporte serrano con líneas hasta los diferentes puntos de la Sierra Maestra para el desarrollo económico y social del municipio. La extracción de maderas, tanto en bolos como en traviesas, la producción de carbón vegetal, la creación de viveros de árboles maderables, la plantación de miles de posturas, el comercio, la gastronomía y la pesca contribuyeron de forma favorable al incremento económico del territorio.

Proceso de institucionalización política (1976-1980)

Pedro Ortiz Cabrera- Miembro de la Policía Nacional Revolucionaria víctima de los sucesos ocurridos en la sede de la embajada de Perú en La Habana en 1980 natural de Guamá

Entre 1976 y 1980, lo que ocupa hoy el territorio sufrió diferentes cambios en su estructura política administrativa. En 1976, teniendo en cuenta la complejidad desde el punto de vista topográfico, ubicado en la vertiente sur de la Sierra Maestra, se creó el municipio Guamá, siendo en Chivirico donde se concentraba la mayor cantidad de población y el mayor potencial para el desarrollo local.

El municipio contó con una extensión superficial de 868,7 Km cuadrados, donde predominaba una topografía montañosa y una población de 31041 habitantes, totalmente rural y con 5 núcleos poblacionales rurales principales: Ocujal, Chivirico, Uvero, Aserradero y el Madrugón. La base económica continuó siendo la agropecuaria, predominando fundamentalmente el café y la ganadería a los que están dedicadas la mayor parte a las tierras.

Entre los años 1976 y 1981 se dio un amplio movimiento cooperativo que dio lugar a la creación de las primeras CPA y CCS, llegando a alcanzar la cifra de 17, que agrupan un total de 316 cooperativistas y 851,8 caballerías de tierras.

La constitución del Poder Popular significó el impulso de importantes planes para Guamá. El 30 de marzo de 1978 se electrifican Chivirico, Boca de Dos Ríos, Cojímar, El Marañon y el reparto Flores, el 26 de julio del propio año se instala este servicio en la zona de Aserradero. Se construyó la torre de televisión en Punta Tabacal para los canales 10 y 12. Se instalaron 60 km. de líneas telefónicas desde Caletón Blanco hasta Uvero, se construyeron en Chivirico y Aserradero telecorreos.

En el sector educacional se construyeron 3 escuelas, en el comercio, se construyeron 4 tiendas y se repararon 23, también se construyó el edificio sede del Poder Popular, el del Comité Municipal del Partido y un cine en Chivirico. Se culminó el tramo de la carretera a Granma entre Uvero y Ocujal con 18 km de vías. Se concluyeron los puentes de Uvero, Avispero, Limoncito y Peladero. Se ejecutó el hotelito de Ocujal y se repararon 750 viviendas.

Evolución integral del municipio 1981-2005

Entre los años 1981 y 1986 el actual municipio de Guamá experimentó un crecimiento poblacional de 29259 habitantes a 30078, de ellos 16011 varones y 14067 hembras.

Económicamente la base de este municipio continúa siendo agropecuaria, dependiendo fundamentalmente de la producción cafetalera y la ganadería. La cosecha de café de 1984 fue la más grande de toda la historia con más de 300 000 latas del cerezo.

Durante los años 80 del pasado siglo, se crearon en Caletón, Chivirico y Uvero 3 ESBU. En la educación de adultos, se trabajó en la batalla por alcanzar el 6to grado.

Durante esta etapa en el municipio para enfrentar la situación creada al derrumbarse la URSS y los países de Europa del Este se trabaja en el desarrollo de planes alimentarios para el cultivo de viandas y vegetales para el autoabastecimiento, se abrieron planes en Guamá, La Fortuna y La Campaña, se construyó el organopónico de Uvero y el plan hortícola de La Granjita. Los cooperativistas incrementaron sus siembras y el territorio pasó a conformar parte del Plan Turquino.

En ocasión de celebrarse el 35 aniversario del asalto al Cuartel Moncada, Fidel visita el territorio y se emprendieron obras de carácter económico social: fábrica de conservas de frutas en Aserradero, fábrica de hielo y fábrica de yogurt y leche en Chivirico. En el sector del comercio, gastronomía y servicios: tienda de productos industriales en Ocujal, un supermercado en Chivirico, oficina municipal de comercio, combinado de servicio a la población en Aserradero. Se ejecutaron como parte de la carretera Granma dos túneles, el de Palma Mocha y el de Cotobelo.

En el territorio se aprovechan las diferentes fuentes de energía para la generación eléctrica, las mini-hidroeléctricas instaladas en diferentes puntos de su geografía, aprovechan los numerosos ríos que desembocan en el litoral costero y la resultante de la captación a través de paneles solares.

Los años del Período Especial se caracterizaron por la falta de recursos y materias primas y afectaron considerablemente los resultados productivos, lo cual provocó la desmotivación de los trabajadores y serias deficiencias en la calidad de los servicios, la productividad y la relación costo de producción por peso, que incidieron en el deterioro de la vida de los hombres y mujeres del campo del territorio. Se impulsó la agricultura urbana como alternativa para disminuir las necesidades sociales de las grandes masas mediante producciones pequeñas en patios, comunidades y centros de trabajo.

El funcionamiento del Hotel Brisas Sierra Mar Los Galeones recibieron una atención priorizada para elevar la calidad del servicio, el ahorro y la búsqueda de una oferta sustentable y de atracción del turismo.

Fuentes

  • Aldana Martínez, Jorge  : Azúcar, Minería, los primeros Ferrocarriles en Cuba (1837 - 1937). Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1979. p. 132
  • Aldana Martínez, Jorge:: “Las luchas sociales y obreras en Santiago de Cuba (1902-1925)” (inédito)
  • Archivo Histórico Provincial de Santiago de Cuba (AHPSC): Gobierno Provincial de oriente, Leg 560, exp. 5
  • Bacardí Moreau, Emilio. Crónicas de Santiago de Cuba, tomo 1, pp. 234. Santiago de Cuba, 1923.
  • Castro Ruz, Fidel: La Victoria Estratégica. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado. ISBN: 978-959 274-104-0. La Habana, Cuba, 2010.
  • Forment Rovira, Carlos: Crónicas de Santiago de Cuba, t. I, Editorial Arroyo, Santiago de Cuba, 1953.
  • www.scu.jovenclub.cu
  • www.granma.cu