Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días | |
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Fundador(es) | Joseph Smith (hijo) |
Fundación | 1830 |
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, grupo religioso fundado en 1830 por Joseph Smith, a quien en casi todos los países de habla española se le conoce como José Smith. A sus miembros se los denomina normalmente “mormones". En sus primeros tiempos estuvo integrada por un número relativamente pequeño de miembros, si bien posteriormente éstos se incrementaron de un modo considerable debido fundamentalmente a la efectiva actividad de proselitismo que desarrollaron y, además, a la alta tasa de natalidad que caracterizó a sus seguidores desde los inicios.
Sumario
Características
Es un movimiento cristiano. Su doctrina original se basó en la creencia de que el cristianismo había sufrido un proceso progresivo de deterioro y corrupción, por lo que era necesario llevar a cabo la restauración del verdadero Evangelio. Sin embargo, esa restauración hacía necesaria una nueva revelación de Dios, que entregara las verdades del cristianismo en una forma pura y que restableciera la divina autoridad sacerdotal de los antiguos apóstoles. Como se había perdido esa autoridad, sólo podría recobrarse por medio de un impulso divino. Según esto, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es a la vez cristiana y reformada.
Doctrina
Los mormones apoyan y practican la tolerancia religiosa. Sostienen que todas las religiones contienen elementos de verdad, por lo que es positivo que existan. Sin embargo, piensan que sólo la suya cuenta con una verdadera autoridad y con un total consentimiento divino, por lo que la consideran “la única verdadera Iglesia viviente sobre la faz de la Tierra”. En este derecho exclusivo sobre la verdad y en la autoridad que se atribuyen se encuentra la causa de que recorran el mundo entero predicando sus creencias. La doctrina de los mormones se desarrolló a partir de cuatro libros básicos: la Biblia, el Libro del Mormón, Doctrina y Convenios (135 revelaciones y otros informes, editados casi todos por Joseph Smith durante la década de 1830 y los primeros años de la de 1840) y la Perla de gran valor (1842, una recopilación de trabajos más breves basados en ciertos documentos hallados en Egipto). Las verdades que se enuncian en dichos textos, sus Sagradas Escrituras, no pueden ser reinterpretadas ni aumentadas por sus líderes religiosos, aunque los textos de Doctrina y Convenios sí pueden ser ampliados en el caso de recibir revelaciones adicionales de inspiración divina. Algunas prácticas del movimiento mormón difieren del cristianismo tradicional: la creencia de que el alma humana existe antes de nacer; la definición de la Santísima Trinidad como tres seres individuales en las que Dios, el Padre, y Jesucristo son personas físicas unidas entre sí; y la creencia en que si los seres humanos vivieran plenamente los mandamientos de Dios, podrían alcanzar un nivel divino en futuras transubstanciaciones. Algunos estudiosos critican a los mormones por otorgar demasiada importancia a sus propios profetas. Ante ello, los mormones arguyen que los apóstoles de Cristo siempre han sido mal interpretados y perseguidos. Al igual que los anabaptistas y otros grupos restauracionistas, han sostenido que declaraciones tan básicas como el credo de Nicea (325) representan desviaciones de la pureza de las enseñanzas originales de Cristo. El movimiento mormón ha sido reacio a participar en entidades que engloban a distintas profesiones de fe cristianas, tales como el movimiento ecuménico o el Consejo Mundial de Iglesias. Es de destacar, por otra parte, la loable labor mundial que llevan a cabo sus Servicios Sociales y Ayudas Humanitarias.
Estructura
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sigue una estructura jerárquica. Los participantes de cada congregación individual (rama o barrios) son miembros seglares que rotan en los puestos. El obispo, que junto con dos consejeros preside por lo general una rama o barrio, ocupa dicho cargo entre uno y diez años. Cada rama cuenta con unos 200 puestos, por lo que es muy alta la participación activa de sus miembros. La mayoría de éstos tiene la oportunidad de impartir clases, pronunciar sermones, trabajar en servicios de ayuda social y participar en distintas actividades. Su organización administrativa es de tipo vertical. En el nivel superior a la rama o barrio se encuentra el distrito administrativo, que engloba varios barrios, está presidido por tres miembros y cuenta con un consejo superior formado por doce personas. Varios consejos constituyen una región. Si se sigue la estructura jerárquica de la organización, aparecen las autoridades generales, dedicadas plenamente a este trabajo. Como todos los miembros elegidos para el puesto de responsables generales son laicos, no se les puede considerar como burócratas o clérigos profesionales. Por lo general, los programas y las políticas de acción de esta confesión están determinados por un organismo central. No obstante, en ocasiones se alienta a los responsables locales para que manifiesten sus opiniones y desarrollen personal y localmente los programas de la iglesia. Entre las autoridades generales de la iglesia existe un grupo de tres hombres que preside el obispado y el Primer Quórum de los Setenta, con siete presidentes. Por encima de ellos existe un grupo que establece las políticas de acción: el Consejo de los Doce Apóstoles. En la cúspide de esta jerarquía está el presidente de la Iglesia, a quien con frecuencia se denomina “el profeta”. Este presidente y sus dos consejeros (que integran la primera presidencia) suelen reunirse con el Consejo de los Doce Apóstoles, aunque también lo hacen por separado. Los propios apóstoles eligen a los nuevos. Según ciertos principios de antigüedad, los apóstoles van ascendiendo en la jerarquía de forma gradual. Cuando fallece el presidente, es sucedido por el apóstol de mayor edad.
Culto y actividades
El culto mormón destaca por su sencillez. Está compuesto por himnos, oraciones, el sacramento de la Cena del Señor (celebrado con pan y agua) y sermones pronunciados por miembros laicos de la comunidad de la congregación. Entre los mormones hay organizaciones que ofrecen actividades adicionales y servicios para niños, adolescentes y mujeres. Aquellos miembros que hayan demostrado un nivel mínimo de obediencia a los mandamientos de Dios van al templo a hacer convenios por sí mismos o en representación de los antepasados. Los matrimonios entre mormones devotos son consagrados “en el tiempo y para toda la eternidad”. Además de por su pujante sistema de misiones, los mormones son muy conocidos por sus programas de ayuda social. Su Palabra de Sabiduría es un código de salud que les enseña a no consumir té, café, alcohol y tabaco. La confesión también sustenta dos instituciones mundialmente conocidas y que radican en Estados Unidos: el Coro Mormón, en Salt Lake City, y la Universidad Brigham Young, en Provo, Utah.
Historia
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días surgió, a comienzos del siglo XIX, en el marco del auge de revitalización religiosa que recibió el nombre de “segundo gran despertar”. De acuerdo con el relato de sus adeptos, alrededor de 1820, cuando Joseph Smith tenía 14 años y vivía con su familia cerca de Palmira (Nueva York), tuvo una visión de Dios Padre y de Jesucristo en la que le aseguraron la inexistencia en la Tierra de la verdadera Iglesia.
Fundación de la isglesia
Durante la década de 1820, mientras Smith trabajaba como campesino, fue desarrollando sus ideas religiosas, inspiradas en revelaciones divinas. Según sus propios relatos, en 1827 se le reveló el lugar donde se hallaba un libro formado por placas de oro. El libro había estado enterrado en un monte cercano y él lo había hallado gracias a las indicaciones recibidas de un ángel, el ángel Moroni. En 1830 pudo averiguar el significado de dichos textos “gracias al don y poder de Dios” y publicar el Libro del mormón que, según él, constituía un registro de verdades religiosas de antiguos profetas de diferentes lugares. El 6 de abril de 1830 Smith fundó la comunidad que pronto sería conocida por el nombre de Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Tradicionalmente se dice que la organización de la iglesia se estableció en Fayette, Nueva York. Durante los primeros meses del siguiente año su sede central se trasladó a Kirtland (actual Kirtland Hills, Ohio). De forma simultánea, otro grupo mormón se estableció en los alrededores de Independence (Missouri), lugar al que, según Smith, regresaría Jesús.
Persecución
Los mormones no recibieron una buena acogida en esta zona y muy pronto fueron víctimas de amenazas y de violentas persecuciones. En 1839 tuvieron que abandonar Kirtland e Independence para instalarse en Commerce (ciudad situada a orillas del río Mississippi, en el estado de Illinois, a la que rebautizaron con el nombre de Nauvoo). La iglesia siguió atrayendo nuevos fieles, muchos de ellos procedentes de Inglaterra. Para asegurar su permanencia en este nuevo centro, Smith y sus seguidores lograron un permiso de la asamblea del estado de Illinois para formar una milicia local, la Legión Nauvoo, que pasó a convertirse en realidad en un verdadero ejército privado. La colonia de Nauvoo creció sin interrupción, alcanzando en 1845 una población cercana a los 12.000 individuos. La hostilidad del resto de la sociedad hacia los mormones (en los que veía posibles competidores económicos) se vio intensificada por dos circunstancias: Smith había asumido un poder absoluto en la región, y comenzó a rumorearse que sus seguidores practicaban la poligamia. En un principio las autoridades mormonas negaron este último hecho, pero más tarde lo confirmaron. En 1844 Joseph Smith y su hermano Hyrum fueron encarcelados en Cartago (Illinois) bajo los cargos de conspiración y de traición. Al poco tiempo, a pesar de que el gobernador de Illinois les había prometido seguridad, el populacho incontrolado los asesinó. Cuando sucedieron estos episodios, el hijo mayor de Smith, Joseph Smith III, tenía tan sólo 11 años de edad. El movimiento mormón, que no tenía asegurada la sucesión de su líder, sufrió una grave escisión. Esta situación cismática se saldó con la aparición de tres grupos, liderados por Lyman Wight, James J. Strang y William Bickerton. Posteriormente surgieron más de veinte pequeñas entidades mormonas disidentes. En 1860, cuando por fin Joseph Smith III decidió asumir la jefatura del mayor grupo escindido (que residía en el Medio Oeste), nació la Iglesia reorganizada de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Ésta rechazó la poligamia, así como algunas innovaciones doctrinales y teológicas formuladas en Nauvoo. La Iglesia reorganizada fue creciendo progresivamente, y a día de hoy cuenta con unos 250.000 miembros repartidos por todo el mundo. Tiene su sede en Independence, Missouri, y en 2001 cambió su denominación anterior por la de Comunidad de Cristo.
Traslado a Utah
Mientras tanto, el liderazgo de la gran mayoría de los mormones había sido ejercido por los Doce Apóstoles. En 1847, después de guiar a la comunidad en su éxodo desde Illinois hasta la Gran Cuenca, el líder de los Apóstoles, Brigham Young, fue propuesto y aprobado como presidente y profeta de la Iglesia. La zona en que se asentaron sería con el tiempo el estado de Utah, mientras que el enclave que escogieron como centro se convertiría en la ciudad de Salt Lake City. Con el tiempo se fundaron más de 300 nuevas sedes, que iban desde California a Colorado, y desde México a Canadá. No obstante, la mayoría de los mormones se concentraron en Utah y, en menor grado, en los estados vecinos. Pese a esta migración, los problemas de los mormones no concluyeron. Sus pretensiones de formar una economía comunitaria en torno a cooperativas fueron consideradas un peligro comercial. Por otro lado, el hecho de que los mormones orientaran el voto político de toda la comunidad hacia ciertos partidos despertó un fuerte descontento. Durante los siguientes 38 años se practicó la poligamia, que había sido reconocida abiertamente en 1852, aunque era defendida sólo por un grupo minoritario (entre el 10 y el 20%). A partir de una serie de informes que revelaban una actuación desleal por parte de los mormones, el gobierno federal envió un contingente de tropas a Utah en 1857, lo que ocasionó la denominada guerra de Utah (que a punto estuvo de convertirse en una verdadera catástrofe). Esta actuación gubernamental fue seguida de toda una serie de esfuerzos legislativos y judiciales tendente a modificar los hábitos de los mormones, a los que se conminó en repetidas ocasiones para que respetaran el modelo matrimonial monógamo. En 1890, finalmente, el entonces presidente de la Iglesia, Wilford Woodruff, publicó un manifiesto que ponía fin a la poligamia. Pese a que siguieron existiendo casos de relaciones polígamas y a que un pequeño grupo de mormones fundamentalistas hizo caso omiso de la amen aza de ser excomulgados y de ser castigados por el Estado si seguían practicando la poligamia, el movimiento mormón dio por terminado su apoyo a esta práctica y, poco a poco, se produjo un proceso de inserción en el sistema de vida del conjunto de la sociedad estadounidense.
Situacion Actual
En general se considera a los mormones como una confesión cristiana conservadora y con frecuencia se los identifica con actitudes protestantes fundamentalistas (véase Fundamentalismo). Sin embargo, las teologías de protestantes conservadores y de mormones difieren en cuestiones fundamentales tales como la naturaleza de Dios, el concepto de Iglesia y la definición de la salvación. Sí tienen mucho en común, en cambio, en sus posiciones respecto a temas sociales. Los mormones se oponen al ecumenismo y básicamente están en contra del aborto, del control de la natalidad y del sacerdocio femenino. Al igual que muchos protestantes, se consideran a sí mismos una organización opuesta al secularismo y al compromiso liberal. No obstante, y a pesar de que su tasa de natalidad es más alta que la media estadounidense, ha descendido de forma notable. Además, en la actualidad tienen permitido cierto control de la natalidad. Si bien están en contra del divorcio, en ciertos lugares existe una cierta práctica.
Durante muchos años, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tuvo fuertes restricciones doctrinales respecto a la ordenación de sacerdotes negros. Este tema tenía una importancia fundamental, ya que a todos los mormones varones, mayores de 12 años y que alcanzaran ciertos méritos, se les hacía partícipes de esta ordenación. Dicha política fue modificada en 1978, cuando la presidencia general estableció que, desde ese momento, la ordenación se realizaría “sin considerar la raza ni el color”. Por lo que se refiere a la participación de las mujeres, a pesar de que tienen muchas oportunidades para servir a nivel congregacional y se les incentiva para que puedan desarrollar sus cualidades y logren alcanzar una educación superior, no se les permite la ordenación sacerdotal ni formar parte de la jerarquía eclesiástica.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días cuenta en la actualidad aproximadamente con once millones de miembros, a quienes se conoce también con el nombre de mormones. Hacia 1990 había aproximadamente cinco millones de mormones en los Estados Unidos, y en el resto del mundo había otros tantos. Antes de la Segunda Guerra Mundial la cifra más elevada de conversiones se dio en Estados Unidos, Gran Bretaña y Escandinavia, pero en los últimos tiempos ha habido notable crecimiento en países tales como México, en donde había unos 850.000 mormones en el año 2000, la mayoría convertidos en el último cuarto del siglo. En Corea del Sur, por ejemplo, no había ningún miembro en 1950, pero en el año 2000 ya contaba la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días con 71.000 miembros. El fuerte programa misionero que lleva a cabo el movimiento mormón —unas 60.000 personas dedican sus esfuerzos a esta actividad en todo el mundo— hace que el número de sus miembros crezca considerablemente. Aunque los mormones constituyen una fusión poco usual de cristianismo bíblico, pragmatismo estadounidense, expectativas milenaristas, experimentación económica, política conservadora, fervor evangélico y una fuerte actividad internacional, esta confesión se ha convertido en un credo dinámico y con un crecimiento acelerado.