Maritza Martén
|
Maritza Martén García. Atleta cubana especialista en lanzamiento de disco que se proclamó campeona olímpica en los Juegos de Barcelona 1992.
Sumario
Síntesis biográfica
Maritza Martén nació el 17 de agosto de 1963 en el reparto de Párraga en Ciudad de la Habana. Sus primeros pasos en el atletismo comenzaron a los 11 años, aunque en las pruebas de velocidad estuvo bajo la tutela de la otrora destacada velocista cubana Miguelina Cobián. Como tenía una constante tendencia a engordar, su profesor Víctor Suárez, ya fallecido, la cambió para el área de lanzamientos, específicamente a trabajar en la jabalina y el disco en el Centro Deportivo Ciro Frías.
En esta última modalidad, en la categoría 12-13 años, consiguió su primera medalla de oro en Juegos Escolares Nacionales, las pequeñas olimpiadas de los escolares en Cuba, aunque su pasión era la jabalina. Su envió en la competencia fue de 39 metros exactos. Después de algún tiempo en la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE Mártires de Bárbados), ingresa en 1977 en la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético (ESPA) Giraldo Córdova Cardín, también en la capital. En ese alto centro docente deportivo se pone bajo las órdenes del afamado entrenador Hermes Riverí. Es aquí cuando la jabalina pasó al olvido y el interés por el disco se convirtió en pasión.
Trayectoria deportiva
En 1982, con edad aún juvenil, tiene su primera prueba internacional de envergadura: el Campeonato Panamericano de la disciplina para menores de 19 años, con sede en Barquisimeto, Venezuela. Allí se lleva la medalla de oro en el lanzamiento del disco.
Un año después forma parte de la delegación atlética cubana que toma parte en los Juegos Panamericanos en Caracas, Venezuela. Allí, en su primera gran competencia entre mayores, obtendría el primero de los tres títulos continentales de su palmarés. Martén se impone ante fuertes rivales de Estados Unidos y Canadá al lanzar el implemento hasta los 59 metros, 62 centímetros.
No es hasta mediados de 1985 en que la fornida morena logra superar la marca de 70 metros. Ello ocurrió en un encuentro nacional donde lanzo el dardo hasta los 70.50 con lo que se ubicó como tercera del ranking mundial ese año. Cerró la temporada con la medalla de bronce en la Copa del Mundo de Canberra, Australia, con lanzamiento de 66.54.
El año 1986 no fue muy provechoso para Maritza Martén, pero al siguiente consigue su segundo título en Juegos Continentales, al imponerse los Panamericanos de Indianápolis, Estados Unidos, con record para la competencia de 65.58 metros. Participa también en los Campeonatos Mundiales de Roma, Italia, donde se clasifica a la final entre las 12 mejores y finalmente termina en el noveno lugar con discretos 62 metros.
En 1989, vuelve a superar la barrera de los 70 metros, al lanzar igualmente 70.50 en una competencia internacional en Santiago de Chile, donde termina en el primer lugar. Ese registro la ubica una vez mas como tercera del planeta. Pero tiene que contentarse con el tercer lugar (65.40) en la Copa del Mundo de ese año en Barcelona, España.
Un pequeño infortunio en la carrera deportiva de Maritza Martén llegó en 1991 cuando sufrió una hernia discal que le impidió defender la corona del lanzamiento del disco en los Juegos Panamericanos de La Habana. No obstante, la férrea voluntad de la cubana se hace sentir y solo unos meses después y sin un gran entrenamiento previo participa en los Mundiales de Tokio donde finaliza en la décima posición, una vez más en la ronda final de 12, con envío de 62.40.
Llegó el año 1992, el de la consagración para la discóbola capitalina, el más importante en su fructífera carrera deportiva. La ciudad española de Sevilla tiene la responsabilidad de organizar el Campeonato Iberoamericano, pocos días antes de la cita estival. Allí, Martén se impone con el mejor lanzamiento de su vida (70.68). Era un aviso para sus rivales, aunque muy pocos pensaron que pudiera alcanzar la gloria olímpica, por la calidad que presentaban la europeas del este.
De Sevilla va a Barcelona para tomar parte en los Juegos Olímpicos. Cuba no asistía a una cita estival desde Moscú 1980, pues no participó en Los Ángeles 1984 y Seúl 1988 por solidaridad con el resto de los países del campo socialista por aquel entonces. En la especialidad del lanzamiento del disco aparecían inscriptas estelares atletas como la rusa Larisa Korotkevich, la búlgara Tsvetanka Khristova, bronce en la anterior cita de Seúl cuatro años atrás y campeona mundial en 1991, y la alemana Ilke Wyludda, plata del orbe y con la mejor marca de la temporada. Todas ellas tenían registros superiores a la cubana y por ende eran fuertes candidatas a la medalla de oro.
Comienza la ronda de clasificación. Con disparo de 65.68 pasa a la gran final en la cual toman parte las 12 mejores. La última ronda del lanzamiento del disco se disputó el lunes 3 de agosto de 1992. En su quinto y penúltimo intento, Martén lanzó el disco hasta los 70 metros y 6 centímetros para colocarse al frente de la competencia. Antes, iba en la segunda posición con 65.64, logrado en su segunda oportunidad, solo aventajada por Tsvetanka Khristova (67,78). Pero a partir de entonces, cambió el curso de la historia.
Sus poderosísimas contrincantes no pueden mejorar la cota en sus últimos intentos. Ninguna pudo lanzar el implemento más lejos. Las casi 70 mil personas que se dieron cita ese día en el estadio de Montjuic aplauden a la cubana, que deja con las medallas de plata y bronce a Tsvetanka Khristova (67.78) y Daniela Costian (66.24), por ese orden. Se convertía Maritza Martén en la segunda deportista de la Mayor de las Antillas que se agenciaba un metal dorado en el atletismo olímpico, tras María Caridad Colón, quien 12 años antes abrió el camino en el lanzamiento de la jabalina en Moscú 1980.
Preparación para Olímpicos de Barcelona
Lo cierto es que la preparación de Maritza Martén para los Olímpicos de Barcelona, luego de su hernia discal en 1991, rayó la perfección. A decir de su entrenador, Hermes Riverí, la cubana hizo más de siete mil lanzamientos del disco, levantó pesas para aumentar su nivel físico y muscular, corrió cientos kilómetros por angostos caminos, y más de miles fueron los saltos. Y todo ello con el único objetivo la fuerza, la velocidad y la resistencia aplicadas a la prueba.
Copa del Mundo de Atletismo en Cuba
La Habana organiza en el propio 1992, la Copa del Mundo de Atletismo. La estabilidad de Maritza Martén, quien compite en representación del equipo América Dos, se pone de manifiesto y como para ratificar que su título en Barcelona no fue obra de la casualidad, se lleva también la medalla de oro con registro cercano a los 70 metros (69.30).
La flamante titular olímpica cubana se mantiene algunos años más compitiendo con resultados estables al mas alto nivel. Por ejemplo, en 1993 interviene en los Campeonatos del Mundo de Stuttgart, Alemania, donde por estrecho margen de 64 centímetros pierde la medalla de bronce con la china Chunfen Min (65.26). La ganadora aquí fue la rusa Olga Burova (67.40), seguida por la australiana Daniela Costian (65.36).
Juegos de Mar del Plata
Su tercer éxito en citas del continente llegó en 1995, durante los Juegos Panamericanos de Mar del Plata, Argentina. En tierras gauchas se impuso con registro de 61.22. Pero ya le costaba trabajo lanzar el disco más allá de los 65 metros y así le iba a ser muy difícil subir al podio en grandes certámenes mundiales. Como ocurrió en Gotemburgo, meses después. En la cita del orbe de la ciudad sueca, Maritza Martén lanzó el disco por debajo de esa distancia (64.36) y termina en la cuarta posición. La bielorusa Ellina Sverera sorpende con la medalla de oro (68.64), dejando el segundo y tercer puestos para la conocida alemana Ilke Wyludda (67.20) y la rusa Olga Borova (66.86).
Por aquel entonces, ya se había convertido en madre, y aunque se lo propuso con vehemencia no logró retornar a las competencias en plenitud de condiciones. No obstante, prosigue su entrega y tenacidad y decide defender su reinado estival en los Juegos Olímpicos de Atlanta, en 1996. En la cita estadounidense no logra clasificarse para la final con un discreto envío de 60.08 en la fase eliminatoria. Fue la alemana Wyludda, quien se lleva la medalla de oro, seguida por la rusa Natalia Sadova. La campeona mundial Ellina Svereva, de Bielorrusia, tiene que conformarse con la medalla de bronce.
Retiro del deporte
Es cuando decide retirase del deporte activo, en 1997, aunque nunca se desvinculó del atletismo y en la actualidad labora como instructora de la preselección cubana en el área de lanzamientos.
Maritza Martén es una de las mejores atletas en la historia del deporte cubano. En 2006, junto a otras destacadas figuras en la isla como Javier Sotomayor, Silvia Costa, Roberto Hernández, Norberto Téllez, Luís Mariano Delís y Andrés Simón, fue exaltada al salón de la fama del Atletismo del Caribe en una ceremonia que tuvo como sede al Coliseo de la Ciudad Deportiva, de la capital cubana.