Carmelita (color)
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El color carmelito, marrón o café es producido mediante la mezcla de tres colores primarios:
o de un color compuesto con un color primario:
- verde (azul y amarillo) con rojo
- violeta (azul y rojo) con amarillo
- naranja (rojo y amarillo) con azul.
Sinónimos en varios países
Sinónimos: carmelita, marrón, café, castaño, chocolate, canela.[1]
En Cuba se emplea la palabra femenina «carmelita», en alusión al color de la sotana de los monjes carmelitas descalzos, de la orden del Carmen (palabra que a su vez proviene del monte Carmelo, en Israel).
En Colombia se le dice como masculino: «carmelito».
En casi todos los países de Hispanoamérica (principalmente en México, Colombia, Guatemala, El Salvador, Honduras y Chile) se le dice «café», por el color de las semillas de la planta del cafetero.
En Argentina, México, España y Uruguay se dice «marrón», aunque al color del cabello se le dice «castaño» (como el árbol y la fruta).
El término «marrón» proviene del francés «marrón» (que significa ‘castaña’); sin embargo en ese idioma el color se llama «brun».
En algunas regiones del sur de España se utiliza el término «canelo» (por el color de la canela).
Para referirse al cabello de las personas o al pelo de los animales no se emplea «carmelita» ni «marrón» ni «café» sino «castaño».
Utilización gramatical
Todos los colores, cuando se utilizan como sustantivo, son masculinos:[2]
- Me gusta el café
- Me gusta el canela.
- Me gusta el carmelita
- Me gusta el castaño
- Me gusta el chocolate
- Me gusta el marrón.
Marrón
La palabra «marrón» es un adjetivo invariable en género:
- El tronco marrón, los troncos marrones, la casa marrón [no «marrona»], las casas marrones.
En cambio otros colores son variables tanto en género como número: «La casa roja, las casas rojas».[3]
Cuando los colores funcionan como adjetivos, si son de dos terminaciones (blanco/blanca, negro/negra, rojo/roja, amarillo/amarilla, etc.), se usa la forma masculina o la femenina según sea el género del sustantivo al que modifican:[2]
- casa roja, tronco negro.
Pero si, para designar matices, el nombre de color se halla a su vez modificado por otro, o por un adjetivo como «claro», «oscuro» o similares, lo normal es usar ambos términos en masculino, incluso en referencia a un sustantivo femenino:[2]
- La ceiba tiene una hermosa flor rojo oscuro.
Se supone, en estos casos, la elisión del sustantivo masculino color. Sin embargo, también es posible la concordancia en femenino:[2]
- La tierra era marrón clara (Bolaño, Detectives. Chile, 1998, pág. 369.
También puede utilizarse como adjetivo invariable en número:
- «Los troncos marrón, los troncos marrones, la casa marrón, las casas marrón».
- «Mis zapatos son marrón».
Si le acompaña un calificativo, este también es invariable.
- «Los troncos marrón claro»
- «Mis zapatos son marrón intenso».
- «Es una chaqueta marrón».[3]
- La mayoría de los atletas que baten récords mundiales, son todos de piel marrón. Sin embargo, en cuestión de colores de piel no se utiliza la palabra «marrón» ni «carmelita» sino el incorrecto «negro» o el eufemismo «oscuro».
- Significados
- marrón: problema (en Cuba):
- «Con todo este lío que has organizado nos hemos metido en un buen marrón».
- marrón: deportista que oficialmente es aficionado, pero en realidad es un profesional.
- marrón: cosa que resulta muy molesta o desagradable.
- marrón: piedra con que se juega al marro (?).