Morcilla
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Morcilla. Es un embutido sin carne, relleno principalmente con sangre, en su mayoría de cerdo, coagulada, de color oscuro característico. Es un alimento muy extendido que puede encontrarse en muchos países, existe muchas variedades. Su elaboración ha estado desde siempre íntimamente unida a la matanza del cerdo, muy rara vez a otros animales: como puede ser la vaca o caballo.
La morcilla para otros autores, es tripa de puerco, carnero u otro animal, rellena de sangre, condimentada de especias.
Entre los ritos de la matanza del cerdo y como preliminar de ésta, se encuentra siempre la preparación de la cebolla para ser embutida de una u otra forma con la sangre para elaborar la morcilla.
Historia
Según el filósofo griego Platón (Mithaïcos, 428 adC), la morcilla fue inventada por el griego Aftónitas, aparece una mención a la morcilla, en la Odisea de Homero. Aunque la palabra morcilla aparece documentada hacia 1.400 como palabra típica del castellano y el portugués (morcela) de origen incierto parece haber parentesco con el castellano MORCÓN (1599) que designa un embutido semejante. Si es así éste vendrá de un MURCONE y morcilla de una base MURCELLA, de la misma raíz, seguramente prerromana; y quizá emparentada con el vasco MUKARRA "objeto abultado y disforme" y con el céltico MUKORNO "muñón".
Ingredientes
- Sangre de cerdo
- Una copa pequeña de Arroz
- Un puñado de pasas negras
- 4 cucharadas de azúcar
- 3 dientes de ajos
- 2 cebollas medianas
- 1 Batata mediana roja (isla de Lanzarote)
- Manteca de cerdo
- 3 cucharadas de Pan rayado
- Una cucharada de tomillo
- Una cucharada de orégano
- Pimienta negra, al gusto
Modo de preparación
Todos los ingredientes los mezclamos bien en un boll de cristal, previamente cortando las cebollas, los ajos y guisando el arroz y la batata. Cuando este todo bien ligado cogemos la tripa y la rellenamos. Debemos de atarla por los dos lados con la ayuda de un cordón un poco grueso. Seguidamente, introducimos las tripas en Agua hirviendo. A los 15 minutos la pinchamos por varios lados para que no estalle. Finalmente solo nos queda escurrirla y dejarla enfriar. Cuando se vaya a consumir, la freímos en una sartén con un poco de aceite hasta que la tripa cambie de color.