Pedro Blanco Gómez
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Pedro el Negro Blanco Gómez (La Habana, 27 de abril de 1948 - Cumanayagua, 29 de mayo de 1961) fue un joven alfabetizador asesinado por los contrarrevolucionarios en el Escambray.
Sumario
Síntesis biográfica
Era de carácter noble sencillo, muy inteligente, se caracterizó por su modestia y responsabilidad en el cumplimiento del deber.
Sus padres eran Sabina Gómez y Bienvenido Pedro Blanco. Sabina Gómez, tras la muerte de su esposo, de apellido Oróz, decidió dejar la ciudad de Candelaria (antes en la provincia de Pinar del Río y ahora en la provincia de Artemisa) y mudarse con su hija Nena Oróz-Gómez ―ya su hijo Fulgencio (1939-1958) vivía en La Habana y estudiaba en la Escuela Normal de Maestros― a la casa de su prima en La Habana. Allí se casó con Bienvenido-Pedro Blanco, que estaba retirado del antiguo ejército de Prío y se dedicó a cocinar en cualquier fonda o a hacer cualquier trabajo que apareciera para poder mantener a su familia. Tuvieron otros tres hijos: Francisco, Rodolfo y el Negro Pedro Blanco-Gómez. Le decían El Negro porque los demás hermanos eran todos rubios de ojos azules, mientras que él era trigueño.
Era un niño de complexión fuerte, alto, pero que sufría de una enfermedad que le provocaba desmayos sin que nunca se determinara la causa de esos trastornos. Tenía un carácter jovial, cariñoso con sus vecinos, y muy unido a sus hermanos Francisco y Rodolfo, estudiaban juntos en la misma aula.
Rodolfo y Pedro estudiaron sus primeros grados en la escuela pública de Los Pinos «José Martí», situada en Cisneros Betancourt entre Perla y Asunción, donde vivían prácticamente escondidos para evitar que la policía los descubriera. Sus estudios de secundaria básica los cursaron en la escuela Ignacio Agramonte.
Fulgencio ingresó en la Escuela Normal de La Habana, pero para 1954 (a los 15 años) ya tenía que estar huyendo de la policía de Fulgencio Batista, que lo tenían fichado como luchador clandestino.
El 2 de diciembre de 1958, alrededor de las nueve de la noche, cuando Fulgencio salía de un contacto con varios compañeros de la clandestinidad, en la calle Remedios, a un costado de la clínica Hijas de Galicia, en el barrio de Luyanó, en La Habana, fue detenido por un grupo de esbirros armados. Fue torturado en el Buró para la Represión de las Actividades Comunistas y finalmente asesinado.
Historia
La Campaña de Alfabetización constituye un hecho de relevante importancia histórica, política, social y cultural. Muchos fueron los jóvenes que participaron en esta gran batalla contra la ignorancia, como también hubo quienes no pudieron festejar la victoria, este es le caso de Pedro Blanco Gómez.
El Negro Blanco perteneció a la Asociación de Jóvenes Rebeldes. Participó en la Campaña de Alfabetización en la finca Crucecita, perteneciente al barrio de Nichel en la zona del Escambray.
Enrique es quien parte en la avanzada saliendo en el mes de febrero de 1960 incorporándose a la campaña de alfabetización, que comienza luego del triunfo de la Revolución, cuando Fidel Castro diera la tarea a los jóvenes de ayudar a declarar nuestra patria «territorio libre de analfabetismo», llevando la luz de la enseñanza a los más apartados rincones de la isla.
Inicio de lucha
La campaña de alfabetización comenzó el 1 de enero de 1961 (el año de la educación) y se extendió hasta el 22 de diciembre del mismo año, donde se culmina declarándose Cuba el primer territorio libre de analfabetismo, y dentro de él fue Melena del Sur, el primer lugar en lograrlo.
Pedro, a ver que su hermano Enrique pudo incorporarse, comenzó a preguntarse por qué él no podía ir también, extrañaba a su hermano, y deseaba alfabetizar. Se enfrentó a su mamá, quien recuerda cuando el pequeño de trece años le dijo: «Yo voy a ir porque ahora todos me miran como si yo fuera un rajado».
Sabina su madre no pudo contradecir a su hijo, quien se inscribe en Ciudad Libertad, saliendo en los primeros días de mayo, como parte de un contingente de alfabetizadores.
Los llevan a Varadero, cuando ya Enrique estaba situado en Buey Arriba, Oriente, a Pedro lo mandan para el Escambray, y allí lo ubican en la finca El Nicho, perteneciente al municipio de Cumanayagua (en la antigua provincia de Las Villas).
Pedro llega a la casa de la familia González Prieto, siendo el padre de familia quien se responsabiliza con el joven maestro. Lo que Pedro no sabía era que la familia González Prieto, donde se alojaba, eran colaboradores de los bandidos contrarrevolucionarios que operaban en la zona del Escambray, tratando de sabotear la revolución naciente, ensañándose con las jóvenes que pretendían educar a los campesinos, intentando boicotear la Campaña de Alfabetización.
Acciones revolucionarias
Por el día, los supuestos colaboradores vestían de milicianos y usaban un M-52, pero por las noches les disparaban a todo aquel que era revolucionario. Al Negro le toca la tarea de alfabetizar en el caserío que contaba solamente con siete casas, su misión era enseñar a leer y escribir a todas las familias que las habitaban.
Según consta, el padre de familia tenía la obligación de llevar y acompañar a Pedro a las distintas casas donde alfabetizaba, no podía dejarlo solo, ese era su compromiso y su responsabilidad. Nadie conocía su doble cara.
Muerte
El 29 de mayo de 1961, cerca de las siete de la noche, Pedro le plantea al «Viejo» (el padre de familia) que tenía que ir a una de las casas a alfabetizar. Pero el Viejo le dijo que ni él ni ningún miembro de la casa lo podrían acompañar. Entonces el Negro planteó con decisión que iría solo. Antes de llegar a la casa de destino fue capturado por una banda de alzados al servicio del imperialismo. Lo interceptaron e inmediatamente le dieron un disparo en la mandíbula, que le levantó la tapa de los sesos.
Testimonio
Cuenta Nena Oróz-Gómez, hermana de Pedro, que a las cinco de la mañana del 30 de mayo de 1961 tocaron a la puerta de su casa. El padre, Bienvenido Blanco, abrió la puerta. Era un hombre vestido de civil:
―Tengo que hablar con el papá de Pedro Blanco Gómez, el alfabetizador.
―¿Tuvo algún accidente? ―preguntó Bienvenido― ¿Qué sucedió? Hablen claro.
Bienvenido salió de la casa, y al ver que había otros compañeros uniformados, los miró y comprendió al instante y preguntó:
―¿Cuál de mis dos hijos está muerto?
―No, no hay nadie muerto ―le responde uno de los compañeros―: es su hijo, el que está en el Escambray, que está malherido.
Nena recuerda que se vistieron y salieron a toda prisa en un carro junto a los compañeros, y que ya en camino uno de ellos se giró en el asiento, y se dirigió a su padre:
―Mire, viejo, no lo vamos a engañar, usted está fuerte y le vamos a decir la verdad: a las siete de la noche le dieron un tiro, el muchacho está muerto.
Al llegar a su destino, el Ministerio de Círculos Infantiles, Nena pudo enviar desde el telégrafo del Estado un telegrama a Esperanza Díaz, que es vecina de ellos en la localidad Los Pinos, en La Habana:
Al día siguiente ―el 31 de mayo de 1961―, Pedro Blanco fue inhumado en el Panteón de la Comisión Nacional de Deporte, en La Habana.
Tres años después, el 9 de junio de 1964, los restos de Pedro el Negro Blanco-Gómez fueron trasladados al osario propiedad de Sabina Gómez, donde descansan.
Escuela secundaria Pedro Blanco Gómez
En su homenaje, se le puso su nombre a la escuela secundaria donde estudió Pedro Blanco Gómez, sita en calle Oeste entre Perla y Asunción, en el reparto de Los Pinos (en la ciudad de La Habana).[1]
Esta modesta escuela enseña a los jóvenes los primeros pasos dentro de la educación secundaria. La escuela lleva el nombre de ese joven soñador que no escatimó esfuerzos y ―desafiando sus propios padecimientos―, luchó por hacer posible las palabras de nuestro Apóstol nacional (José Martí) cuando escribió: «Saber leer es saber andar, saber escribir es saber ascender».
También lleva su nombre una escuela primaria en el municipio Playa.[1]
Fuentes
- ↑ 1,0 1,1 Etcheverry Vázquez, Pedro (2016): «Cuba 1958-1961: dos hermanos unidos en la historia», artículo del 30 de mayo de 2016 en la revista Bohemia (La Habana).
- Archivo documental de la escuela secundaria Pedro Blanco Gómez (La Habana), en 2010.