Rama (dios hinduista)
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En la religión hinduista, Rama es un avatar (‘descenso’ de Dios) del dios Visnú. Nació en la India para librarla del yugo del demonio Rávana.
De acuerdo con el antiguo texto Garuda-purana (siglo IV n. e.), Rama es el séptimo avatar de Visnú, pero siete siglos después, el Bhagavata-purana de Vopadeva (siglo XI) afirmó que Rama es el decimoctavo avatar.
Sumario
Nombre sánscrito
- rāma, en el sistema AITS (alfabeto internacional para la transliteración del sánscrito).
- राम, en escritura devanagari del sánscrito.
- Pronunciación:
- Etimología: ‘placer’.[1]
Otros nombres
Rama tiene además otros nombres como:
- Ramachandra: rama: ‘placer’ y chandra: ‘luna’, en el antiguo idioma sánscrito.
- Rághava: ‘descendiente de Raghu’ (antiguo rey mítico).
- Raghúpati: ‘líder de la dinastía Raghu’.
- Rāja Rāma (rayarám): ‘rey Rama’.
- Sitapati: ‘amo de Sītā’ (su esposa).
- Dasarathi: ‘hijo del rey Dásarath’
- Dasaratha-suta: ‘hijo de Dásarath’.
Iconografía
El rey dios Rama suele ser representado como un joven de piel color azul claro o verde claro, vestido con un «dhoti» (túnica-pantalón típica de los indios) de color amarillo, con el cabello atado en un moño a la cabeza al modo de los ascetas. En una de sus manos puede sostener un arco, con la otra hace el «mudrá» (gesto hinduista) de promesa de protección.
Sus leyendas se cuentan en el libro Ramaiana del religioso y poeta hinduista Valmiki (siglo III a. n. e.), y en el Rama-charita-manasa de Tulsi Das (1532-1623),
En el Bhágavata-purana (siglo XI) se dice que el dios Rama vivió a principios del treta-iugá. Ese iuga se inició 864 000 años antes de kali-iugá (que comenzó en el 3102 a. n. e.).
Rama es ensalzado en varias obras de teatro, películas, e incluso cómics.
Datación
En el himno 93 del mandala 10 del Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio a. n. e.) menciona a un «rishi» (‘religioso hinduista’) llamado Ramá:
He cantado este [himno] a Dujsima, a Prithavana, a [el rishi] Vena, a [el rishi] Rama, a los asuras [‘nobles’], y al rey.
El himno 110 del mismo mandala 10 del Rig-veda menciona como su autor a ese mismo «Ramá, hijo de Yamádagni».
En el Atharva-veda (varios siglos más moderno que el Rig-veda) se llama ramí (ramá en femenino) a la noche, posiblemente en el sentido de ‘causa del descanso’, y también como ‘negro’, o ‘de color oscuro’.
Hasta el siglo III a. n. e. no se encuentra ninguna mención a un dios o a un rey llamado Rama (aunque ya había listas de cientos de dioses hinduistas).
Los dos primeros textos que mencionan las leyendas del dios rey Rama ―y engañosamente las presenta como «antiguas»― son el Majábharata y el Ramaiana (presumiblemente escritos ambos en el siglo III a. n. e.).
En el siglo IV n. e., el Garuda-purana, al describir diez avatares principales del dios Visnú, menciona que Rama es el séptimo avatar, pero siete siglos después, el Bhagavata-purana de Vopadeva (siglo XI) afirmó que Rama es el decimoctavo avatar.
Fecha legendaria de nacimiento
El autor del Ramaiana ―siguiendo una usanza común en otros textos hagiográficos hinduistas― eligió para el momento del nacimiento de su héroe una combinación de astros que generara la mejor carta astral:
nakṣatreaditidaivatye svochchasamstheṣu pañchasu
graheṣu karkaṭe lagne vākpatāvīndunā saha
Traducción palabra para palabra:
tataj cha: eso también;
duadashé masé: en el duodécimo mes;
chaitre navamike tithau: de chaitra el noveno día;
nakshatre aditi daivatie: estrella del día cuya deidad regente es Aditi;
panchasu grajeshu: de cinco astros;
suá: en su propia;
uccha samstheshu: alta posición;
karkaṭe lagne: en Cáncer;
vak patí: de las palabras, el Señor;
Indunā saja: la Luna junto.
Traducción: En el noveno día del mes chaitra [abril-mayo], cuando la estrella dominante del día era Punarvasu (cuya deidad regente es la diosa Aditi), el asterismo está en el ascendente, y los cinco planetas (Sol, Marte, Júpiter, Saturno y Venus) estaban en su posición más alta, cuando se encontraban en ascenso el Señor del Habla (Júpiter) con la Luna en Cáncer, y cuando el amanecer estaba avanzando.
Leyenda
El rey Dásharatha de Aiodiá no tenía descendencia a pesar de tener tres esposas; por eso realiza un sacrificio de fuego con el fin de tener hijos. Le nacieron cuatro: con su esposa Kausalya tuvo a Rama; con Kaikeyi, a Bhárata, y con Sumitri a Láksman y Shátrughna.
En el texto Yoga-vasistha se cuenta que el príncipe Rāma, luego de recorrer el país, se siente completamente desilusionado tras experimentar la supuesta realidad del mundo. El Rey muy preocupado por la inmensa desilusión de su hijo, busca el consuelo entre varios sabios hasta llegar al sabio Vasistha; el cual le responde que el desapasionamiento de Rama es una señal de que el príncipe estaba listo para alcanzar la iluminación espiritual, ya que ha empezado a entender las verdades espirituales que son la causa de su confusión y por las cuales el necesita confirmación. A partir de esto, en la corte empieza un discurso y larga conversación entre el sabio Vashista y el príncipe Rama; hecho que durará varios días.
Posteriormente en el texto Ramaiana, se nos habla del milagroso nacimiento de Sita, y de como Rama consiguió su mano tensando y aún rompiendo el inmenso arco del dios Shiva.
Luego, se nos habla de cómo la malvada madrastra de Rama, Kaikeyi, deseaba ver a su propio hijo Bhárata en el trono. Por eso creó una intriga, por la cual Rama sería desterrado al bosque durante catorce años. Su esposa Sita y Lákshman le acompañaron.
Durante su estancia en el bosque, el demonio Rávana, rey de Sri Lanka de diez cabezas, raptó a Sita y la llevó a su palacio.
Mientras Rama y Lákshman la buscan, conocen al hombre-mono Jánuman (‘que tiene [gran] mandíbula’), ministro de Sugriva (‘mucho cuello’), rey de los monos exilado por su hermano, el malicioso Vali. Estos monos hablantes hacen un pacto con Rama. Este mata a Vali y Sugriva pone su ejército a su disposición. Todo el siguiente capítulo habla sobre el heroísmo de Jánuman, quien salta hasta la isla de Sri Lanka para descubrir a Sita.
Más tarde se narra la guerra entre los monos y los demonios. Para acceder a la isla con su ejército, Rama hace un puente sobre el estrecho de Palk (que separa el continente indio de la isla de Sri Lanka). Los demonios más importantes mueren a manos de los jefes de los monos, y por fin, Rama mata a Rávana. Tras recuperar a Sita, los dioses se aparecen a Rama y le revelan su condición de Dios, señor del universo.
Rama representa, según el pensamiento hinduista, el más alto grado de virtuosismo, tanto como rey que como esposo. Para dar el ejemplo a la humanidad y proteger su buen nombre, destierra a su esposa Sita debido a las habladurías de los hinduistas de Ayodhya. Ella ―epítome de la esposa casta que se quema en la incineración de su esposo― incapaz de vivir sin Rama es tragada por la Tierra.
Fuentes
- ↑ 1,0 1,1 Véase la entrada राम rāma, que se encuentra en el 10.º renglón de la primera columna de la pág. 877 en el Sanskrit-English Dictionary del sanscritólogo británico Monier Monier-Williams (1819-1899).
- ↑ «Himno 93 del mandala 10 del Rigveda»] (ver el verso 14), texto original en letra devanagari y transliterado a letra romana y traducido al inglés.
- ↑ «Book I: “Bala kanda”, chapter (sarga) 18», traducción al inglés del texto del Ramaiana.
- Ashram.org (cuadro de Ramachandra).
- López Lemus, Virgilio (2019): «Lectura del “Ramayana”», artículo publicado el 21 de junio de 2019 por María Victoria Echenique Cordero en el sitio web Cuba Literaria (La Habana).
- «Festividad en la India», artículo publicado el 14 de noviembre de 2012 en el sitio web del diario Granma (La Habana). Millones de indios esperaron hoy el año nuevo hinduista en medio de luces, petardos y fuegos artificiales durante la tradicional festividad del Diwali, con la que celebran el triunfo del dios Rama contra el demonio Rávana. [...]
Desde temprano en la mañana, hinduistas, sijes, yainíes y los cultores de otras religiones acudieron a los templos para meditar y hacer ofrendas y «puya» (‘adoración’) a sus dioses, en una fiesta equivalente a la Navidad cristiana y que por su luminosidad también es llamada «festival de las luces». [...]
El Diwali conmemora el retorno de Rama a su reino de Ayodhya tras 14 años de exilio en la isla de Lanka (la actual Sri Lanka), donde venció al diablo en una épica batalla de la luz contra la oscuridad. [...]
Según la leyenda, el pueblo le marcó a Rama el camino de regreso con dipas (lámparas) y velas, lo cual explica las guirnaldas, las lamparillas de colores y los diversos artilugios que hoy iluminaron calles, casas, comercios y edificios, hasta en las zonas más humildes de la India. - «Aumentan fallecidos por disturbios en la India», artículo publicado el 28 de febrero de 2020 en el sitio web del diario Granma (La Habana). El domingo pasado, grupos armados atacaron lugares y personas identificadas como musulmanes. Las bandas gritaban «¡Viva el dios Rama!». La cifra de musulmanes asesinados por los enfrentamientos en la capital de la India, Nueva Delhi, aumentó a 33 este jueves y la de heridos a 200, según autoridades de ese país.