Bolero
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Bolero. El bolero es un género musical bailable de tiempo lento, que nació en Cuba a fines del siglo XIX como un heredero del bolero español, pero con sus propias características musicales. En el bolero tradicional es total la fusión de factores hispanos y afrocubanos, que aparecen tanto en la melodía como en el acompañamiento de la guitarra. En cuanto al ritmo, el bolero guarda una estrecha relación con el danzón y la habanera, aunque su baile es más parecido al son.
En 2021 este género es declarado Patrimonio Cultural de la Nación cubana y el 4 de diciembre de 2023, el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) aprobó la inscripción de la práctica cultural del Bolero en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad.
Sumario
Raices
Las raíces del bolero están en los compases de la contradanza del siglo XVIII. También son identificables en el género algunos elementos rítmicos en formas de composición que aparecieron en el folclore cubano durante el siglo XIX como el danzón y la habanera. Precisamente esta última presenta una gran afinidad rítmica con el bolero.
En 1793 ya se reporta la existencia de los primeros cantantes que, como Javier Cunha y Nicolás Capouya (éste último no dejó composiciones escritas), componían canciones con ciertas similitudes con el bolero, tanto musicales como temáticas .
Origen
El origen del término tiene varias versiones, y la historia y circunstancias del género han llenado multitud de páginas. Más que del bolero, ha de hablarse de los boleros ya que más de un estilo adopta el nombre, y de diferentes formas de bolerear. Por otra parte, según el contenido, la denominación es susceptible de más de una tipología.
Se ha asegurado que el bolero nació en Santiago de Cuba, y que quien dio forma definitiva
al género fue Pepe Sánchez, con Tristeza, en 1883. A Sánchez también se le atribuye la paternidad de la trova; de ahí que la crítica se haya referido a un bolero trovadoresco, cuyos principales creadores fueron el propio Sánchez, Sindo Garay, Manuel Corona, Rosendo Ruiz Suárez, Alberto Villalón, Patricio Ballagas y Eusebio Delfín; todos con la guitarra como instrumento acompañante.
Un trovador, en Cuba, es un intérprete de sus propias canciones o de canciones de otros autores que, como él, también son intérpretes; se acompaña con la guitarra, y trata de “poetizar” con su canto. Pepe Sánchez y los trovadores mencionados crearon en ambas direcciones, de modo que no se puede discernir dónde está la diferencia entre bolero y trova, ni en qué momento se estableció.
Las primeras obras surgidas en Cuba con el nombre de bolero no eran modificaciones del bolero español, y nada tenían de aquél. Se considera que al finalizar el siglo XIX ya el bolero cubano ya había asimilado la forma de la canción.
Es probable que, dentro del ámbito de la canción, se adoptara el nombre de bolero para diferenciar lo que se hacía -más original o novedoso- de lo precedente. Porque si el bolero había sido una música ágil y movida, ahora sería, ante todo, una música romántica, con textos amorosos, y ejecutada en tiempo más lento. Por eso se debe analizar con cautela las afirmaciones de que el bolero asimiló los elementos formales de la canción binaria, aunque con los elementos rítmicos que venían de la tradición. Esos motivos rítmicos, que sirvieron a la vez para elaborar la línea melódica, remiten al cinquillo danzonero y al bolero de la trova santiaguera.
Llegada a La Habana
A principios del siglo XX, el bolero fue llevado a La Habana por los trovadores santiagueros Sindo Garay y Alberto Villalón, de quienes lo tomó el teatro para crear variantes: criolla-bolero y canción-bolero; luego incorporaría otros géneros para conformar nuevas modalidades.
En la segunda década del Siglo XX el género comenzó a evolucionar: ya no sólo era la guitarra su instrumento acompañante, sino que el piano y sus intérpretes se convirtieron en factores fundamentales para cambios posteriores.
Cambios realizados
A fines de esa década se produjo el primer cambio relevante en el bolero cubano con Aquellos ojos verdes (con letra de Adolfo Utrera y música de Nilo Menéndez); hasta ese momento, el bolero había mantenido una estructura definida: treinta y dos compases -por lo general-, además de una breve introducción y un interludio o pasacalle.
Una de sus características consistía en la utilización de una fórmula melódico-rítmica que ha pasado a la historia de la música con la denominación arbitraria de cinquillo cubano (corchea-semicorchea-corchea-semicorchea-corchea, en compás de 2 por 4), la cual se empleaba de manera bicompasada, o sea, en compases alternos.
Originalmente el cinquillo apareció en la línea melódica que era entonada por la voz y abarcó un tiempo fuerte (thesis) y uno débil o de reposo (arsis); mientras, la guitarra rasgueaba un acompañamiento monorrítmico surgido, por lo general, de elementos de raigambre africana. Con posterioridad, el cinquillo pasó también a la parte rítmica acompañante y creó una nueva alternancia, en la cual su coincidencia con la melodía resultaba de excepción. Los compositores, en la mayoría de los casos, poetizaban textos en los cuales el ritmo vocal se acomodaba al uso del cinquillo, y por eso el figurado dictó pautas en el género.
Cultivadores de este género
Algunos compositores comenzaron a musicalizar poemas, con lo que sus realizaciones ganaron en calidad. Esta tendencia provocó la eliminación paulatina del cinquillo en la línea melódica del bolero, porque el ritmo de los versos se imponía, sin acomodarse al cauce melódico ya establecido. Fue Oscar Hernández uno de los primeros compositores con Ella y yo, de 1916, con versos de Urrico Ablanedo- en eliminar casi de manera absoluta el cinquillo de la melodía; también Eusebio Delfín, en Y tú, ¿qué has hecho?, de 1921, utilizó el tresillo cubano (corchea con puntillo-corchea en compás de 2 por 4).
Esos fueron los antecedentes inmediatos de la obra de Nilo Menéndez, que amplió las posibilidades melódicas del bolero, sin hacer perder al género la atmósfera que lo identificaba. Así comenzó su verdadero proceso de modernización, alejado por completo del cinquillo. Aquellos ojos verdes, que resultó un éxito mundial, presenta características nuevas: el empleo de notas que definen determinados incisos o frases melódicas, que no corresponden como ocurría en el bolero tradicional con las que integran el acorde de tríada sencillo (acorde natural, mayor o menor, de tres sonidos), sino que son agregaciones complementarias de la tónica (sexta añadida, séptima y novena mayores), mientras que, en la dominante, esas notas se hallan por encima de la novena. Las innovaciones de esta obra fueron resultado de la influencia recibida del impresionismo musical francés, que había pasado a Estados Unidos. El manejo pragmático de estos recursos por los músicos norteamericanos fue la pauta seguida por Nilo Menéndez en la realización de Aquellos ojos verdes.
Influyó también en la evolución del bolero en esa etapa el surgimiento de los sextetos y septetos de son, lo que generó el bolero-son, uno de cuyos primeros ejemplos fue Lágrimas negras, de Miguel Matamoros. En las décadas de los años 40 y 50, el bolero cubano sufrió nuevos cambios, entonces por la aparición del conjunto, que ampliaba el formato de los septetos de son al agregarle más de una trompeta, el piano, la tumbadora y otros instrumentos, extendiendo sus posibilidades armónicas y tímbricas. Fueron cultivadores del nuevo formato el conjunto de Arsenio Rodríguez, el Conjunto Casino, el de Nelo Sosa y el de Kubavana y Alberto Ruiz.
El filin fue otra de las modalidades que adquirió el bolero: se enriquecieron los textos, se amplió la línea melódica y la armonía alcanzó nuevas posibilidades de expresión en compositores como César Portillo de la Luz, José Antonio Méndez, Ñico Rojas, Marta Valdés, Rosendo Ruiz Quevedo, Jorge Mazón y otros; también surgieron nuevas combinaciones: bolero-beguine, bolero-mambo, bolero-cha, y bolero moruno, con Leopoldo Ulloa; bolero-ranchera, bolero-tango, bolero-gitano.
En la década de los años 80 se popularizó el bolero-rock, cuyo principal exponente fue Osvaldo Rodríguez, y en la de los 90, el bolero-salsa; así sin perder su identidad como género, el bolero se ha mantenido en todas las etapas de la historia de la música cubana.
Otros cultivadores del género
- En Argentina: Mario Clavell, Mabel Nash, Leo Marini (Alberto Batet Vitali), Carlos Argentino, Hugo Romani, Roberto Yanes, Danni Martin, Chico Novarro, Los 5 Latinos, Estela Raval, Violeta Rivas, Ramón "Palito" Ortega y el Trío Los Patricios.
- En Bolivia: Raúl Shaw Moreno.
- En Brasil: Agostinho, Miltinho (Milton Santos de Almeida), Altemar Dutra, Los Indios Tabajaras, Simone (Simone Bitencourt De Oliveira), Bob Fleming (solista de saxo), Orquesta Serenata Tropical y Orquesta Románticos de Cuba.
- En Chile: Raúl Videla, Antonio Prieto, Palmenia Pizarro, Sonia y Miriam, Trío Inspiración, El Indio Araucano (Oswaldo Gómez), Mona Bell, Los Hermanos Arriagada, Los Huasos Quincheros, Los 4 de Chile, Estercita Soré y Lucho Gatica.
- En Colombia: Carlos Julio Ramírez, Alberto Osorio, Bob Toledo, Víctor Hugo Ayala, Nelson Pinedo, Lucho Ramírez, Lucho García, Trío Martino, Trío Carabell, Trío Los Isleños, Oscar Agudelo, Alci Acosta, Tito Cortés, Juan Carlos Coronel, Carlos Arturo y Charlie Zaa.
- En Costa Rica: Ray Tico, Memo Neyra, Rafa Pérez y Gilberto Hernández.
- En Cuba: Los Hermanos Rigual, Antonio Machín, René Cabel, Beny Moré (Bartolomé Maximiliano Moré), Barbarito Diez, [[]Ibrahim Ferrer]], Vicentico Valdés, Fernando Albuerne (Luis Fernando Albuerne Garcell), Roberto Ledesma (Roberto José Ledesma Gayton), Rolando Laserie, Orlando Contreras, Fernando Álvarez, María Teresa Vera, Bertha Dupuy, Rita Montaner, La Lupe (Guadalupe Yoly Raymond), Celia Cruz, Blanca Rosa Gil, Olga Guillot, Omara Portuondo, Xiomara Alfaro, Elena Burke, Pablo Milanés, Bienvenido Granda, Osdalgia Lesmes, Lucrecia, Ramón Armengod y César Portillo de la Luz.
- En Ecuador: Julio Jaramillo, Olimpo Cárdenas, Lucho Bowen, Julio César Villafuente, Vicente Rocafuerte y Patricia González.
- En España: Bambino, Moncho, Bonet de San Pedro, Juanito Segarra, Jorge Sepúlveda, Gregorio Barrios, Rocío Dúrcal, Dyango, Gloria Lasso, Mayte Martín, Pasión Vega, Martirio,Miguel Poveda, Ana Reverte, Lolita Flores, Manu Tenorio y Tamara.
En Estados Unidos: Nat King Cole (Nathaniel Adams Cole), Eydie Gormé y Linda Ronstadt. - En México: Pedro Infante, Javier Solís, Agustín Lara, María Grever, Consuelo Velázquez, Ignacio Fernández Esperón, Pepe Guizar, Los Panchos, Alfonzo Ortíz Tirado, Juan Arvizu, Luis Arcaraz, Pedro Vargas, Jorge Negrete, Ana María González, Toña la Negra, Graciela Olmos, Genaro Salinas, Nicolás Urcelay, José Mojica, María Luisa Landín, Roberto Cantoral, Los Hermanos Martínez Gil, Los Dandy's, Los Tecolines, Los Soberanos, Los Tres Diamantes, Los Santos, Los Tres Caballeros, Los Delfines, Los Tres Reyes, Rodrigo de la Cadena, Los Ases de Juan Neri, Marco Antonio Muñiz, Sonia López, Armando Manzanero, Eugenia León, Fernando Fernández y Luis Miguel.
- En Nicaragua: Rafael Gastón Pérez.
- En Panamá: Carlos Eleta Almarán.
En Perú: Rafael Gastón Pérez, Lucho Barrios, Pedro Otiniano, Johnny Farfán, Los Morunos, Iván Cruz, Los Hermanos Castro y Tania Libertad.
En Puerto Rico: Daniel Santos, Tito Rodríguez (Pablo Tito Rodríguez Lozada), Vitín Avilés, José Luis Moneró, Bobby Capó, Julio "Julito" Rodríguez, Roberto Cole, Hernando Avilés, Myrtha Silva, Carmen Delia Dipiní, Johnny Albino, Trío San Juan, Trío Vegabajeño, Chucho Avellanet, Odilio González, José Feliciano, Cheo Feliciano, Santos Colón, Andy Montañez y Danny Rivera. - En República Dominicana: Luis Alberti, Lope Balaguer, Bienvenido Brens, Elenita Santos, Teté Marcial, Nicolás Casimiro, Juan Lockward, Luis Kalaff, Julito Deschamp, Camboy Estévez, Aníbal De Peña, Rafael Colón, Rafael Solano, Alberto Beltrán y Maridalia Hernández.
- En Venezuela: Lorenzo González, Lorenzo Herrera, Graciela Naranjo, Estelita Del Llano, Marco Tulio Maristani, Rafael "Rafa" Galindo, Luisín Landáez, Alfredo Sadel, Carlos Marroquí, Pedro La Corte, Felipe Pirela, José Luis Rodríguez "El Puma", Mirtha Pérez, Toña Granados, Floria Márquez, Wladimir Lozano, Oscar D'León (Oscar Emilio León Simoza), Los Naipes, Ely Méndez, La Rondalla Venezolana y Los Hermanos Rodríguez.
Actualidad
Si bien el bolero nació en Cuba, se ha extendido exitosamente a México, Puerto Rico, Argentina, Venezuela, Colombia y otros países de América Latina, y hoy se cultiva en casi todo el mundo. Puede cantarse a dúo -de voces prima y segunda, por un solista acompañado por piano o guitarra, por tríos, al estilo del Matamoros, en Cuba, y de Los Panchos, Los Tres Caballeros y Los Tres Reyes, en México; por cuartetos, y también por los más variados formatos instrumentales, hasta la orquesta sinfónica.
La Comisión para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial hace la propuesta de reconocer al bolero como Patrimonio Cultural de la Nación cubana y es declarado como tal . El acto de declaratoria oficial se efectuó en los Jardines de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en la sede de 17 y H en el Vedado, La Habana, y la lectura de la Declaratoria estuvo a cargo de Sonia Virgen Pérez Mojena, presidenta de dicha Comisión y a la vez del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC).
Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad
El 4 de diciembre de 2023, el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) aprobó durante su 18ª sesión, celebrada en Kasane, Botsuana, la inscripción de la práctica cultural del Bolero en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad[1].
El expediente binacional “Bolero: identidad, emoción y poesía hechas canción” fue presentado en marzo de 2022, de manera conjunta por la Secretaría de Cultura de México y el Ministerio de Cultura de Cuba ante la organización internacional, la cual aprobó en 2003 la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, suscrita por ambos países.
La candidatura del Bolero como PCI fue impulsada en México por el Instituto Bolero México (IBM), con el apoyo de la Secretaría de Cultura federal, a través de sus direcciones generales de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, así como de Asuntos Internacionales. En Cuba, por el Ministerio de Cultura. En el proceso participaron personas portadoras de ambos países entre las que se cuentan autoras, compositoras, arreglistas, músicos, intérpretes y ejecutantes, académicas, promotoras culturales y seguidoras de esta práctica cultural.
Referencias
- ↑ El Bolero es inscrito como Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad. Disponible en:Cubadebate. Consultado el 5 de diciembre de 2023.