Boris Karloff
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William Henry Pratt, más conocido como Boris Karloff (Londres, 23 de noviembre de 1887 - Londres, 2 de febrero de 1969) fue un actor británico, muy famoso por sus interpretaciones en filmes de terror como Frankestein y La momia.
Sumario
Síntesis biográfica
Infancia y Juventud
Entró en contacto con el teatro en el colegio, participando en la gran mayoría de las representaciones escolares. Cursó estudios en la universidad de esta ciudad con el objetivo de seguir los pasos de su padre en la escuela diplomática.
Inicios
Este actor británico emigró a Canadá en 1909, y al año siguiente se unió a una compañía de teatro que realizaba una gira a lo largo del país. A partir de 1918 intervino, en calidad de extra o interpretando pequeños papeles, en numerosas películas silentes y en varias obras de teatro presentadas en Broadway. Su primera gran oportunidad le llegó en 1931, de la mano de James Whale, que le llamó para el papel principal de Frankenstein, película de éxito internacional que le reportó el aplauso del público y de la crítica.
Carrera como Actor
Karloff interpretó al monstruo de Frankenstein dos veces más; "La novia de Frankenstein" (1935) y "El hijo de Frankenstein" (1939), con Lugosi como el loco Ygor. Precisamente con Lugosi coincidió en otros dos importantes títulos "El gato negro" (1934) y "El cuervo" (1935). A pesar de los papeles que le hicieron famoso, Karloff fue conocido en su vida real como un caballero generoso, sobre todo con la infancia. En sus últimos años actuó varias veces en la televisión.
Considerado uno de los principales actores de cine de terror de la década de 1930, también intervino en La momia (K. Freund, 1932) y Scarface, el terror del hampa (Howard Hawks, 1933), entre otras. En 1941 regresó a los escenarios de Broadway, donde en 1950 fue aclamado por su interpretación del "Capitán Hook" en Peter Pan. Posteriormente, trabajó en programas de radio e intervino en series de televisión.
Tras aparecer como villano en muchos filmes de la era del cine silente, y de la primera etapa del sonoro, en filmes de piratas, de misterio o westerns, Boris Karloff es escogido para interpretar al monstruo de Frankenstein en la legendaria producción de los estudios Universal. Desde entonces su carrera irá siempre unida al horror y el misterio. Sólo un año después de Frankenstein, Karloff encarna a "Fu-Manchú" y protagoniza "La Momia".
Pese a la serie de películas en las que encarnaba al detective "Mr. Wong" y otros filmes, Karloff no deja de ser recordado por sus interpretaciones de monstruo atormentado o científico desequilibrado. Los últimas trabajos de la filmografía de Karloff, aparte del uso en varias ocasiones de sus imagen en las continuaciones de Frankenstein como “flashbacks”, se reducen a su participación en películas de terror mexicanas.
En la ultima etapa de su carrera, aportó su buen hacer en el ciclo de terror que el director Roger Corman realizó basándose en la obra de Edgar Allan Poe, y asimismo intervino en alguna pelicula de adolescentes playeros donde su presencia era meramente anecdótica, y obras de terror como "Die, Monster, Die"! (1965) o "Los brujos" (1967). En los ultimos años de su vida, con la excepcion de "El héroe anda suelto" (Targets) 1968, de Peter Bogdanovich, de producción estadounidense, intervino en varias producciones mexicanas. Debido a su mal estado de salud, que le impedía viajar a ese pais, sus escenas se rodaron en Los Ángeles (California). El resto de la película se filmó en México.
Bela Lugosi
En varias ocasiones, Karloff compartió cartel con Bela Lugosi, formando la pareja más carismática del cine de terror de todos los tiempos en filmes como Satanás o El Cuervo.
Condenados a ser seres marginales para el resto y enemigos acérrimos el uno del otro, Bela Lugosi y Boris Karloff nunca consiguieron hacer realidad las quimeras de la pantalla: la amistad entre el monstruo de Frankenstein y Drácula. Envidioso el uno e indiferente el otro ―actitudes debidas al diferente estatus del que disfrutaron en las productoras―, los dos grandes astros del terror clásico aún hoy provocan bandos contrarios de seguidores incapaces de reconocer los méritos del rival, cuando lo más justo sería juzgar sus circunstancias personales y los obstáculos que, mal que nos pese ahora, las majors interponían en el desarrollo cualitativo del género.
Fuese su compañerismo tácito o sincero, pues existen múltiples versiones y relatos al respecto, Bela y Boris ―dueto que, dicho así, suena a todo menos terrorífico― tuvieron que compartir criaturas ―Lugosi imitó a Karloff en Frankenstein y el "Hombre Lobo" (1943)― y rodajes: coincidieron por primera vez, incitados por la sagacidad de la Universal a la hora de reunir a sus dos iconos más rentables, en "Satanás" (1934), una libérrima adaptación del cuento "El gato negro", de Edgar Allan Poe, donde lo más destacable eran las partidas de ajedrez entre ambos y el sádico final oculto en las sombras. A este primer duelo le siguieron otros más o menos memorables: "El cuervo" (1935) ―la de Louis Friedlander, no la versión cachonda de Roger Corman, en la que también aparecería Karloff―, "El poder invisible" (1936), "La sombra de Frankenstein" (1939) ―donde Bela hacía de Ygor―, Black Friday (1940), "El ladrón de cadáveres" (1945) y en películas ajenas al terror como El don de la labia (1934) o El castillo de los misterios (1940).
El papel de “bueno” y “malo” resultaba fácilmente intercambiable, pues los dos tenían el misterioso don del rictus cruel opuesto al semblante de pobrecillo desgraciado. Tal vez constituía su manera de pisarse: si uno se apropiaba del monstruo, el otro se metía al público en el bolsillo. La única verdad que se deduce de estas rivalidades, más alentadas por los estudios y la prensa que auténticas, es el carácter incomparable y necesario de ambos actores, que en su locura y comedimiento encarnan el reverso y anverso de cualquier científico loco. Es cierto que las cintas de James Whale, en especial "La novia de Frankenstein" (1935), tienen una calidad superior a la cómica función del "Drácula" (1931) de Tod Browning, y que uno puede afirmar algo tan aparentemente ilógico como que su Bela favorito es el de Martin Landau en "Ed Wood" (1994, Tim Burton)).
La eficacia de este terror primitivo se disolverá con la misma rapidez que la consistencia del viejo celuloide, y sólo en la memoria podrán conciliarse dos monstruos que los hombres incitaron a la lucha de “clase B”, para su malsano y pasajero disfrute.
Muerte
Boris Karloff murió de neumonía el 2 de febrero de 1969, en el King Edward VII Hospital, Midhurst, Sussex, a la edad de 81 años, siendo posteriormente incinerado.
Por su contribución, Boris Karloff fue galardonado con dos estrellas en el legendario Paseo de la Fama, en el 1737 Vine Street (por sus películas) y 6664 Hollywood Boulevard (por televisión). Se le considera como uno de los grandes actores clásicos del cine de terror, junto a Lon Chaney Jr. (como el Hombre lobo) y Bela Lugosi (como Drácula).