Criterio de demarcación
Criterio de Demarcación. La falsabilidad de las teorías, debe diferenciarse claramente del criterio de demarcación del empirismo lógico, también llamado positivismo lógico, que es el criterio verificacionista del significado. Popper propone un criterio de demarcación que no es un criterio de significado, como sí lo era el de los empiristas, y que en principio no se aplica a todo enunciado científico sino sólo a las teorías.
Sumario
La importancia del problema
Disponer de una solución al problema del criterio de demarcación no sólo tiene importancia en el ámbito teórico, desde una dimensión estrictamente filosófica, sino que es importante en campos prácticos y cotidianos. Distinguir lo que es ciencia de lo que no, tiene relevancia desde el punto de vista económico (a la hora de financiar proyectos de investigación), jurídico y de policía científica (a la hora de evaluar pruebas), sanitario (a la hora de prescribir tratamientos médicos), y educativo (a la hora de establecer programas de estudio), entre otros. En palabras de Lakatos, el problema de la distinción entre lo científico y lo pseudocientífico no es un pseudoproblema para filósofos de salón, sino que tiene serias implicaciones éticas y políticas.
Historia
Antecedentes
El primer ejemplo en la historia acerca de la cuestión de la categorización y demarcación del conocimiento humano se encuentra en la Grecia antigua, donde se trata el problema de las diferencias entre el verdadero conocimiento. Para Platón, por ejemplo, la episteme sólo puede tener desarrollo en el mundo de las ideas (conocimiento intelectual puro) pero no el mundo sensible, que según él es engañoso.Más tarde, Kant trató de delimitar el campo de las ciencias naturales del metafísico, y con su trabajo sentó un precedente metodológico para establecer los criterios de demarcación de lo que es y no es ciencia natural. David Hume (1711-1776), establece los principios teóricos anti-metafísicos que tendrían gran influencia en el positivismo lógico.
El problema de la demarcación es una cuestión relativamente reciente. El problema data más o menos del momento en el cual la ciencia y la religión alcanzaron una independencia sustancial una de la otra. En 1874, el influyente historiador de la ciencia John William Draper publicó su Historia del conflicto entre religión y ciencia. En él retrata al completo la historia del desarrollo científico como una guerra contra la religión. Esta visión la fomentaron seguidores tan prestigiosos como Andrew Dickson White en su ensayo Una historia de las guerras entre la Ciencia con la Teología en la cristiandad.
Positivismo Lógico
Esta nueva concepción de la ciencia como algo que no solamente es independiente de la religión, sino que en realidad se opone a ella, provocó la inevitable pregunta, ¿qué es lo que separa a las dos? Entre los primeros en desarrollar una respuesta se encontraban los miembros del Círculo de Viena (Moritz Schlick, Rudolf Carnap, Kurt Gödel y otros). Su postura filosófica, conocida como positivismo lógico, sostenía una teoría de significado que mantuviera, sólo los enunciados acerca de observaciones empíricas eran significativos, afirmando a la vez que los enunciados que no se derivan de esta manera (incluyendo enunciados religiosos y metafísicos) carecen por naturaleza de auténtico significado. El positivismo del Círculo de Viena considera que un enunciado es científico cuando puede deducirse de otros que han sido objeto de comprobación. Entre sus principios básicos destaca la verificabilidad como criterio de demarcación entre ciencia y no ciencia.
Falsacionismo
El filósofo Karl Popper
se dio cuenta de que los filósofos del Círculo de Viena (al cual él mismo estuvo muy vinculado, pero no como miembro) habían mezclado dos problemas diferentes para los que habían resuelto dar una única solución: el verificacionismo. Popper vio la demarcación como un problema central en la filosofía de la ciencia. Propuso el falsacionismo como una forma de determinar si una teoría es científica o no. Simplificando, se podría decir que si una teoría es falsable, entonces es científica; si no es falsable, entonces no es ciencia. Esta es una crítica importante al falsacionismo, pues cualquier enunciado observacional, por inocente que parezca, presupone ciertas concepciones acerca del mundo, y resulta imposible preguntarse si esas concepciones son científicas o no. El filósofo de la ciencia William Herbert Newton-Smith, expresa así su crítica:...para Popper, al aceptar el más modesto de los enunciados de observación estamos implícitamente aceptando alguna teoría, y no podemos sentirnos más justificados al creer en un enunciado observacional que en los enunciados teóricos pertinentes.
Kuhn y los cambios de paradigma
Thomas Kuhn un historiador de la ciencia, ha demostrado ser muy influyente en la Filosofía de la ciencia, y a menudo se encuentra conectado con lo que se ha dado en llamar postpositivismo o postempirismo. En su libro de 1962, La estructura de las revoluciones científicas, Kuhn dividía el proceso de hacer ciencia en dos empresas diferentes, a las que llamó ciencia normal y ciencia extraordinaria (a la que también en ocasiones llamaba ciencia revolucionaria). El proceso de la ciencia "normal" es el que la mayoría de los científicos siguen mientras trabajan con lo que él llama el paradigma aceptado en la actualidad por la comunidad científica, y que en este contexto de las ideas de Karl Popper sobre el falsacionismo, así como la idea de un método científico, están vigentes hoy día. Esta especie de trabajo es lo que Kuhn llama "resolución de problemas": trabajar dentro de los límites de la teoría actual y sus implicaciones con respecto a qué tipo de experimentos deberían o no ser fructíferos. Sin embargo, durante el proceso de realizar ciencia "normal", Kuhn argumenta que se generan anomalías, algunas de las cuales conducen a una extensión del paradigma dominante con la intención de explicarlas, y otras para las que no se puede encontrar una explicación satisfactoria con el modelo actual. Cuando se han acumulado suficientes anomalías así, y los científicos pertenecientes a cada campo las encuentran significativas Pero, durante esta etapa, se crea un nuevo "paradigma" y después de un tiempo prolongado de cambio de paradigma, se acepta el nuevo paradigma como norma por la comunidad científica y se integra en el trabajo previo, y el viejo paradigma se relega a los libros de historia. El clásico ejemplo de esto es el cambio de la física de Maxwell/Newton a la Mecánica Cuántica/Einsteniana de la física de principios del Siglo XX.
La demarcación en la actualidad
Actualmente el criterio de demarcación entre ciencia y no-ciencia varia según el ámbito epistemológico que se considere para el análisis (ciencias naturales, ciencias sociales, matemáticas o lógica).
La demarcación en el método científico contemporáneo
Los criterios para que un sistema de premisas, métodos y teorías se puedan calificar como ciencia hoy en día varían en sus detalles de aplicación a aplicación y varían significativamente entre las Ciencias Naturales, Ciencias Sociales y las Ciencias formales. Los criterios incluyen típicamente la formulación de hipótesis que cumplan el criterio lógico de contingencia, derogación o el falsacionismo y los criterios íntimamente relacionados de practicidad y empirismo; unos fundamentos basados en evidencias empíricas; y el uso del método científico. Los procedimientos de la ciencia habitualmente incluyen un número de directrices heurísticas, tales como principios de economía conceptual o parsimonia bajo la firma de la Navaja de Occam. Un sistema conceptual que fracase en reunir un número significativo de estos criterios es probable que sea considerado como no científico.
Fuentes
- Popper, Karl Raimund (1995). La lógica de la investigación científica. Círculo de Lectores. ISBN 978-84-226-5628-9.
- http://epistemicos.blogspot.com/2008/12/el-criterio-de-demarcacin-de-popper-la.html
- Feyerabend, Paul K. (1975). Tratado contra el método. Tecnos. ISBN 84-309-0887-0.
- http://www.taringa.net/posts/info/2435451/_Que-es-el-Criterio-de-Demarcacion_.html
- Lakatos, Imre (2002). La metodología de los programas de investigación científica. Alianza Editorial. ISBN 84-206-2966-9.