Trabajo
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El trabajo. La naturaleza no proporciona en forma acabada todo aquello que es necesario para satisfacer las necesidades del hombre. Este se ve obligado constantemente a transformar las riquezas de la naturaleza en productos, bienes, etc, que les son necesarios, es decir, establecer relación con la naturaleza. La producción es siempre una relación entre los hombres y la naturaleza.
Sumario
- 1 Proceso de trabajo
- 2 El trabajo
- 3 Objetos de trabajo
- 4 Medios de trabajo y medios de producción
- 5 Desgaste físico de los medios de trabajo
- 6 Desgaste moral de los medios de trabajo
- 7 Carácter social del trabajo
- 8 División natural del trabajo
- 9 Doble carácter del trabajo
- 10 Cooperación del trabajo
- 11 Cooperación socialista del trabajo
- 12 Intensidad del trabajo
- 13 Productividad del trabajo
- 14 Socialismo, oposición al capitalismo
- 15 Factores que contribuyen a elevar la productividad del trabajo
- 16 Trabajo pasado o materializado
- 17 Interrelación dialéctica entre los componentes del proceso de trabajo
- 18 Fuentes
- 19 Enlaces externos
Proceso de trabajo
Los hombres no producen los bienes individualmente, aislados unos de otros. Libran la lucha contra la naturaleza en los marcos de determinada sociedad, estableciendo entre ellos ciertas relaciones. Estas relaciones de producción son la que estudia la Economía Política. A las relaciones de producción les pertenece un papel especial, determinante, entre el conjunto de las relaciones sociales, constituyendo el fundamento, la base de ellas. Esto significa que según sean las relaciones de producción, así serán las relaciones jurídicas, políticas y de otros tipos entre los hombres.
El hombre influye activamente en la naturaleza, obligándola a servirle por medio del trabajo. El proceso de trabajo comprende tres componentes elementales: el trabajo, los medios de trabajo y el objeto de trabajo.
El trabajo
El trabajo es la actividad consciente del hombre orientada a arrancar la sustancia a la naturaleza, a adaptar esta a las necesidades del hombre. El trabajo es gasto, inversión de fuerza del hombre en el proceso de creación de los productos que le son útiles. Se entiende por fuerza de trabajo la capacidad del hombre para trabajar, es decir, el conjunto de energías físicas y espirituales que posee potencialmente el hombre y que puede poner en acción en el proceso de producción. Así es que el trabajo, es la inversión de energía, física, nerviosa e intelectual del hombre para la producción. El significado del trabajo para el desarrollo del hombre es inmenso. Engels escribió: “El trabajo es la condición básica y fundamental de toda la vida humana. Y lo es en tal grado que, hasta cierto punto, debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre.”[1]
Aparentemente la actividad laboral del hombre se asemeja en algo al “trabajo” de algunos animales, por ejemplo el de las hormigas, las abejas o los pájaros. Sin embargo entre el trabajo del hombre y ciertas manifestaciones de la actividad vital de los animales existen profundas diferencias. El “trabajo” de los animales obedece a instintos, mientras que el trabajo del hombre es una actividad consciente y orientada a un fin. Antes de iniciar la labor, el trabajador se traza un objetivo plenamente determinado, elabora mentalmente el plan de sus actividades, controla con ayuda del cerebro el movimiento de sus órganos y compara los frutos de su trabajo con el modelo ideal del producto que forjó en su imaginación. Esta propiedad del trabajo humano constituye su mérito excepcional.
Otra particularidad determinante del trabajo consiste en que el hombre crea sus medios, instrumentos de trabajo para producir. Refiriéndose a esta particularidad, Marx citó la frase de Benjamín Franklin acerca de que el hombre es “un animal que hace herramientas.”
Objetos de trabajo
Los objetos de trabajo son los materiales sometidos a una transformación. Esos objetos se dividen en dos grupos. Pertenecen al primero las sustancias separadas de la naturaleza por el trabajo y transformados luego en productos, como el carbón, los minerales extraídos de las minas y el pescado sacado de los mares y los ríos. El segundo grupo comprende los objetos de trabajo que han pasado previamente por un proceso de elaboración. Tales objetos se denominan materias primas, como el mineral de hierro y la hulla en los altos hornos, el metal en las fábricas de construcción de maquinarias, los hilados en la producción de tejidos.
En el proceso de trabajo el hombre hace realidad su vínculo con la naturaleza. Este vínculo cuenta con diversos eslabones y etapas. La sustancia de la naturaleza pasa por toda una serie de fases de elaboración hasta que toma el aspecto de producto acabado. El producto es el resultado del trabajo, pero en su creación toma parte también la naturaleza, que es aprovechada por el hombre. Esto es atestiguado ante todo, por el hecho de que el producto del trabajo siempre contiene alguna sustancia de la naturaleza. Además al crear el producto, el hombre se apoya incesantemente en la cooperación de las fuerzas de la naturaleza. Por consiguiente, no sólo el trabajo, sino también la naturaleza es fuente del producto.
En el producto creado, la materia prima sirve a menudo de material fundamental, como la harina en el pan y el metal en la construcción de maquinarias. Pero puede desempeñar también el papel de material auxiliar, como el carbón y el aceite en la máquina de vapor, el coque en la fundición de hierro, etc.
Medios de trabajo y medios de producción
Los medios de trabajo son los que emplea el hombre para operar sobre el objeto de trabajo. Entre ellos, un papel decisivo corresponde a los instrumentos de trabajo, cuyas propiedades mecánicas, físicas y químicas son aprovechadas por los hombres de acuerdo con los fines que se proponen.
En el sentido amplio de la palabra, son medios de trabajo todas las condiciones materiales de trabajo sin las cuales éste no puede realizarse. La condición general del trabajo es la tierra. Son condiciones de trabajo también los edificios de producción, las carreteras, los canales, etc. Los resultados del conocimiento social de la naturaleza se encarnan en los medios de trabajo y en los procesos de su empleo productivo. El nivel de desarrollo de la técnica y la tecnología, es el indicador principal del grado en que la sociedad ha dominado las fuerzas de la naturaleza.
Medios de producción
Los medios de trabajo y los objetos de trabajo conforman en su conjunto los medios de producción.
Los medios de producción son un conjunto de medios y objetos de trabajo que participan en el proceso de producción y que el hombre utiliza para crear los bienes materiales. Son medios de trabajo las cosas con que el hombre actúa sobre la naturaleza y sobre los objetos de trabajo con el fin de producir bienes materiales. Así, son medios de trabajo las máquinas, las maquinas-herramientas, el utillaje, los motores, diferentes aparatos, los edificios e instalaciones destinados a la producción, los medios de transporte y de comunicación y la tierra. La función determinante tanto en el proceso productivo como en el desarrollo de las relaciones sociales, corresponde a los instrumentos de producción (maquinaria, instalaciones, etc.). Es objeto de trabajo todo aquello a que se aplica el trabajo humano, todo lo que es objeto de elaboración con el fin de adaptarlo al consumo personal y productivo: hulla, menas, petróleo, gas natural, algodón, lino, lana etc.. Algunos de los objetos de trabajo los proporciona directamente la naturaleza, otros son productos del trabajo (materiales en bruto o materias primas).
Bajo el capitalismo, los medios de producción son propiedad privada de los capitalistas y constituyen un capital, es decir, un medio de explotar el trabajo asalariado. Los trabajadores carecen de tales medios y se ven obligados a vender su fuerza de trabajo a los capitalistas y a crear para éstos plusvalía. Bajo el socialismo, los medios de producción pertenecen a la sociedad, son propiedad social dejan de constituir un instrumento de explotación del hombre por el hombre y se convierten en fondos de producción de la economía socialista. Las relaciones socialistas de producción ofrecen amplios horizontes para que los medios de producción crezcan sin cesar, rápidamente, y se perfeccionen.
Desgaste físico de los medios de trabajo
Pérdida de su valor de uso a consecuencia del funcionamiento productivo o de su inactividad.
El desgaste material o físico se refleja en el cambio físico de determinadas partes de la máquina (destrucción, roce, corrosión). A medida que se produce el desgaste físico, el valor de los medios de trabajo se va transfiriendo por partes a los nuevos artículos producidos. El valor de los medios de trabajo que se transfiere al producto proporcionalmente al desgaste de los mismos constituye la amortización, que se destina al restablecimiento total o parcial de los medios de trabajo. Además del desgaste físico, existe también el desgaste moral.
Desgaste moral de los medios de trabajo
Pérdida de valor de los medios de trabajo debido al crecimiento de la productividad del trabajo y al progreso técnico.
El desgaste moral se manifiesta en dos formas. La primera de ellas estriba en que unas mismas máquinas, transcurrido cierto tiempo, empiezan a producirse más baratas a consecuencia del aumento de la productividad del trabajo. La segunda forma de desgaste moral consiste en que aparece nueva maquinaria de mayor rendimiento y más económica. Ello hace que la maquinaria no desgastada aún físicamente y en perfectas condiciones de explotación empiece a frenar el aumento de la productividad del trabajo. Por este motivo, la vieja maquinaria o se sustituye por otra nueva, más perfecta, o se perfecciona modificando algunas piezas, mecanismos y dispositivos (se moderniza). El desgaste moral de los medios de trabajo constituye una categoría económica objetiva condicionada por la ley económica de la ascendente productividad del trabajo, por el progreso técnico.
En las distintas formaciones económico—sociales, el desgaste moral se manifiesta de diferente modo. Bajo el capitalismo, el desgaste moral de los medios de trabajo conduce a una agudización de las contradicciones antagónicas. La sustitución del equipo moralmente envejecido se efectúa de manera espontánea con el fin de aumentar la ganancia de los capitalistas, en un ambiente de encarnizada lucha competitiva. Los medios de trabajo moralmente envejecidos se desechan y destruyen, sobre todo durante los años de crisis económica cuando se renueva el capital fijo. El desgaste moral, bajo el capitalismo, conduce a una mayor explotación de los obreros, a la ruina de muchas empresas pequeñas y de tipo medio, que son absorbidas por las grandes. Para reducir las pérdidas debidas al desgaste moral y recuperar en un plazo mínimo los gastos en equipo, los capitalistas procuran elevar las cuotas anuales de amortización, establecer varios turnos de trabajo, acrecentar el grado de intensificación del trabajo de los obreros, prolongar la jornada de trabajo, es decir, procuran disminuir las pérdidas del desgaste moral del capital fijo a costa de las masas trabajadoras.
Bajo el socialismo, la sustitución de la maquinaria envejecida por otra de mayor rendimiento se efectúa con el fin de dar plena satisfacción a las crecientes necesidades de la sociedad y se lleva a cabo de manera planificada, teniendo en cuenta las condiciones económicas y las tareas concretas de la edificación económica. La sustitución planificada de la maquinaria moralmente envejecida no provoca la ruina de determinadas empresas y hace posible el empleo racional de todos los recursos de trabajo disponibles. La introducción de nueva maquinaria hace menos pesada la labor de los obreros, y más productiva. Mas, también bajo el socialismo la sociedad sufre pérdidas debido al desgaste moral. Como quiera que el cálculo de la cuota de amortización se realiza sobre la base del valor de reposición, parte del valor inicial de los fondos básicos no se reproduce en el valor del producto. La segunda forma de desgaste moral, bajo el socialismo, hace necesario sustituir a maquinaria vieja por otra nueva, y la nueva, por maquinaria novísima. Parte del valor contenido en los vicios fondos básicos que se han de sustituir no se transfiere al producto. Estas perdidas de la sociedad se compensan o costa del aumento de la productividad del trabajo obtenido gracias a la nueva maquinaria. El desgaste moral influye sobre los plazos de utilización de los fondos básicos. El plazo de servicio económico resulta inferior al de servicio físico. Al establecerse las cuotas de amortización, se tiene en cuenta no sólo el desgaste físico de los fondos básicos, sino, además su desgaste moral.
Carácter social del trabajo
Forma social del trabajo que aparece cuando los hombres intercambian sus actividades o los resultados de ellas en las condiciones del trabajo en común o de la división social del trabajo.
El trabajo siempre posee carácter social, pero, según sea el modo de producción, el carácter social del trabajo se manifiesta de manera distinta. Así, en el régimen de la comunidad primitiva, los hombres, en virtud del nivel extraordinariamente bajo en que se encontraban las fuerzas productivas, se veían obligados a trabajar en común, y el carácter social de su trabajo se presentaba en forma directa.
En las condiciones de la economía mercantil, con la existencia de la propiedad privada sobre los medios de producción —factor que desunía a los productores, el trabajo de cada individuo aparece directamente como trabajo privado. El carácter social del trabajo de los productores individuales, separados, sólo se manifiesta en el mercado, en el cambio donde tiene que recibir un reconocimiento social. El trabajo del productor individual de mercancías revela su significado social únicamente a través de la forma de trabajo abstracto. Por lo tanto, en este caso existe una contradicción entre el trabajo privado y el trabajo social de los productores de mercancías. Bajo el capitalismo, besado en la explotación del trabajo asalariado dicha contradicción adquiere la forma de contradicción entre el carácter social del proceso de producción y la forma capitalista privada de apropiación.
Bajo el socialismo, el trabajo posee un carácter directamente social. Mas, a diferencia de lo que sucedía en el régimen de comunidad primitiva, el carácter directamente social del trabajo socialista se halla condicionado por el alto nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, por la propiedad social sobre los medios de producción y por el desenvolvimiento planificado de la economía. Debido a estas causas, el trabajo de cada individuo que participa en la producción socialista es planificado por la sociedad, y desde el primer momento aparece como una particularidad del trabajo social global.
División natural del trabajo
División del trabajo por el sexo y la edad, asignación de determinados tipos de actividad laboral al trabajador teniendo en cuenta sus particularidades fisiológicas y de edad. La división natural del trabajo surgió en los primeros estadios del desarrollo de la sociedad humana y precedió a la división social del trabajo.
Doble carácter del trabajo
Doble contenido del trabajo creador de mercancías; esta dualidad se debe a que el valor de uso de la mercancía es fruto del trabajo concreto, mientras que el valor de la mercancía lo es del trabajo abstracto.
El primero en descubrir el doble carácter del trabajo fue Marx y este descubrimiento constituye la base científica de la teoría marxista del valor por el trabajo. El doble carácter del trabajo es inherente a la producción mercantil. Bajo la producción mercantil simple y capitalista, el doble carácter del trabajo expresa la contradicción entre el trabajó privado y el social, originada por el dominio de la propiedad privada sobre los medios de producción. Bajo el socialismo, el doble carácter del trabajo que crea mercancías se diferencia radicalmente del doble carácter del trabajo bajo el capitalismo, pues en ese caso el trabajo concreto y el abstracto son dos aspectos del trabajo directamente social, basado en el dominio de la propiedad social sobre los medios de producción. En la etapa superior del comunismo, al desaparecer la producción mercantil, el trabajo deja de poseer un doble carácter.
Cooperación del trabajo
Forma de organización con la cual un importante número de personas participan conjuntamente en el mismo proceso de trabajo o en varios procesos relacionados entre si.
El trabajo conjunto en que todos los trabajadores ejecutan a mano una labor similar se denomina cooperación simple. El posterior avance de la cooperación se basa en la división del trabajo y en el empleo de la maquinaria en gran escala. La cooperación del trabajo posee ventajas enormes en comparación con la pequeña producción dispersa de los campesinos y artesanos, dado que crea la nueva fuerza productiva del trabajo colectivo, permite utilizar mejor y con mayor economía el tiempo de trabajo y los medios de producción, obtener una reducción sensible de gastos de trabajo y de recursos por unidad de producto. Únicamente gracias a la cooperación del trabajo es posible construir en breves plazos carreteras, abrir sistemas de irrigación, levantar edificios, puentes, etc..
Cada régimen social tiene una cooperación del trabajo que le es propia y refleja el nivel de desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas y las relaciones de producción de la sociedad. En el régimen de la comunidad primitiva todos los miembros de la sociedad participaban en la cooperación simple del trabajo, basada en la posesión colectiva de los medios de producción. En la esclavitud y el feudalismo, las masas explotadas trabajaban, bajo la dirección de vigilantes para que se enriquecieren las clases dominantes. En el capitalismo la cooperación del trabajo se basa en la explotación de los obreros asalariados y se utiliza con el fin de aumentar la plusvalía. En su desarrollo, la cooperación capitalista del trabajo ha recorrido tres estadios: de la cooperación capitalista simple a la manufactura y, luego, a la fábrica capitalista, que es la forma de cooperación del trabajo asalariado más desarrollada en el marco de la gran industria maquinizada. Se llega a una etapa nueva y superior del desenvolvimiento del trabajo colectivo cuando, con la victoria del socialismo, se establece la cooperación socialista del trabajo.
Cooperación socialista del trabajo
Unión planificada de trabajadores libres de toda explotación para actuar conjuntamente en un mismo proceso laboral o bien en procesos distintos, aunque relacionados entre si.
La cooperación socialista del trabajo abarca tanto las empresas como la economía nacional del país, y con la formación y desarrollo del sistema socialista, incluye también la economía de todos los países que integran dicho sistema. En ello estriba la inmensa ventaja de la cooperación socialista del trabajo frente a la capitalista, limitada por el estrecho marco de la economía de propiedad privada. Es en el régimen socialista donde actúa de manera más plena y eficiente la nueva fuerza productiva de la sociedad, fuerza engendrada por la cooperación misma de los trabajadores como forma de organización del trabajo. El desarrollo objetivo de las fuerzas productivas modernas hace que la producción se socialice cada vez más, que los medios de producción y la fuerza de trabajo se concentren, que aumente la especialización y, con ello, la interdependencia de las ramas de la economía nacional, de las empresas, de diversas operaciones de producción. La cooperación socialista del trabajo, que se establece de manera planificada partiendo de la propiedad social, constituye una forma de organización del trabajo que permite un desarrollo ininterrumpido del proceso de socialización de la producción. Presupone la utilización máxima del progreso científico — técnico para proporcionar a la producción una técnica avanzada en todas las esferas del trabajo; se ve libre de las trabas económicas que reducen las posibilidades de introducir la nueva técnica bajo el capitalismo. La renovación y el perfeccionamiento constantes de la base material y técnica de todos los procesos laborales exige que los trabajadores eleven sistemáticamente su calificación, su nivel técnico y cultural, introduce cambios en la división social del trabajo:
- entre la producción material y la esfera no productiva,
- entre sus diversas ramas,
- entre las zonas económicas y las empresas.
La cooperación socialista del trabajo se halla estrechamente relacionada con el crecimiento de la disciplina consciente del trabajo, con el principio de la dirección unipersonal en el proceso de producción. Bajo el socialismo, la existencia de las dos formas de propiedad socialista condiciona las particularidades de la cooperación del trabajo en cada una de ellas. Constituye un rasgo en alto grado característico de la cooperación del trabajo en el socialismo la actividad creadora de los trabajadores que se presenta bajo la forma de emulación socialista y de movimiento por el trabajo comunista en todos los eslabones de la producción social.
Intensidad del trabajo
Tensión del trabajo determinada por el consumo que de él se hace en una unidad de tiempo. El cambio de la intensidad del trabajo depende del mayor o menor consumo de fuerza de trabajo por unidad de tiempo a consecuencia de aumentar o disminuir la velocidad con que se ejecutan las operaciones laborales. Un trabajo más intenso, manteniéndose iguales las demás condiciones, crea por unidad de tiempo más valor que un trabajo menos intenso. Si un obrero, en 8 horas de trabajo, con una intensidad normal, crea 10 unidades de producto por valor de 10 dólares, y al aumentar la intensidad del trabajo dobla la cantidad de producto, resulta que duplicando el gasto de trabajo crea una producción cuyo valor es de 20 dólares, con la particularidad de que el valor de la unidad de mercancía seguirá siendo el mismo.
En el régimen capitalista, el elevar la intensidad del trabajo es extraordinariamente beneficioso para los capitalistas, pues hace que se eleve la cantidad de plusvalía y que se intensifique el grado de explotación de los obreros. Acentuar la intensidad del trabajo equivale a prolongar la jornada de trabajo, empeore la situación de la clase obrera incluso si se aumenta el salario nominal. En las empresas capitalistas, para intensificar el trabajo se aplican sistemas extenuantes de salarios, que agotan a los obreros y minan su salud, La excesiva tensión en el trabajo durante una prolongada jornada laboral acelere el desgaste de la fuerza de trabajo, envejece prematuramente al obrero, aumenta los casos de enfermedad profesional y el número da accidentes de trabajo. Por este motivo, en los Estados Unidos, por ejemplo, las mujeres de más de 35 años y los hombres de más de 45, no resisten el frenético ritmo de trabajo de las empresas capitalistas y engruesan las filas de los desocupados. En los países capitalistas, los trabajadores luchan contra el aumento excesivo de la intensidad del trabajo.
Bajo el socialismo, gracias a la severa reglamentación del trabajo, su intensidad no rebasa los limites normales. Cuando las condiciones de la producción exigen que se eleve la intensidad del trabaje se hace perfeccionando la técnica de la producción a la vez que se reduce la jornada laboral. Por otra parte, establecer una intensidad normal en todas las empresas socialistas representa lograr un gran aumento de producción. La Intensidad normal del trabajo contribuye a fortalecer el organismo del obrero, a desarrollar sus facultades físicas y mentales.
Productividad del trabajo
Rendimiento eficiencia de la actividad productiva de los hombres expresada por la correlación entre el gasto de trabajo (en escala de la sociedad, de una rama, de una empresa o de un solo trabajador) y la cantidad de bienes materiales producidos (establecida en dinero o en especie) en una unidad de tiempo. Se determina por la cantidad de tiempo invertido en elaborar la unidad de producción o por la cantidad de producción fabricada en la unidad de tiempo.
El nivel de la productividad del trabajo es un índice importantísimo del carácter progresivo de un modo de producción de un régimen social dado. Todo nuevo régimen social, indicó Lenin, vence al que le precede consiguiendo una mayor productividad del trabajo. Elevar la productividad del trabajo significa economizar trabajo vivo y trabajo social, o sea, reducir el tiempo socialmente necesario para producir la unidad de mercancía, rebajar su valor. La proporción de trabajo vivo disminuye mientras que la proporción de trabajo pasado (materializado) aumenta relativamente y de tal modo que se reduce la suma global de trabajo encerrado, en la mercancía. En esta ley se manifiesta el decisivo significado del progreso de la técnica para el crecimiento de la productividad del trabajo. El nivel y los ritmos de crecimiento de la productividad del trabajo social dependen de muchos factores, ante todo del grado de desarrollo de las fuerzas productivas.
Estos factores principales, de los que depende el crecimiento de la productividad del trabajo, no actúan de igual manera en las distintas formaciones económico-sociales; su acción es determinada por las relaciones de producción dominantes. La anarquía de la producción capitalista, la lucha competitiva, las crisis económicas de superproducción, la sub-utilización crónica de las empresas, el paro forzoso en masa, todos estos rasgos negativos de la sociedad capitalista, y muchos otros, hacen que los ritmos de crecimiento de la productividad del trabajo sean muy bajos y excluyen la posibilidad de que tal ritmo, bajo el capitalismo, aumente sin interrupción. Los capitalistas aprovechan el incremento de la productividad del trabajo en sus empresas para aumentar sus ganancias. En cambio, los trabajadores nada ganan con que la productividad se eleve.
Socialismo, oposición al capitalismo
En el sistema socialista, la propiedad social, el carácter planificado del desarrollo de la economía socialista, el interés vital de los propios trabajadores en que la productividad se eleve y otros factores aseguran que los ritmos de crecimiento de la productividad del trabajo sean elevados e ininterrumpidos. El crecimiento incesante de la productividad del trabajo social se convierte en una ley económica absoluta del socialismo. En oposición a lo que sucede bajo el capitalismo, en la sociedad socialista elevar la productividad del trabajo constituye una fuente importantísima del crecimiento de la producción social y -sobre esta base- del bienestar del pueblo.
Factores que contribuyen a elevar la productividad del trabajo
Los factores esenciales para que crezca la productividad del trabajo en la sociedad socialista son:
- elevar por todos los medios el nivel técnico de la producción sobre la base de su electrificación,
- aplicación máxima de la química, mecanización y automatización, perfeccionamiento de los procesos tecnológicos;
- mejorar la organización planificada de la producción social haciendo que ésta se especialice cada vez más y eleve sin cesar su carácter cooperativo y combinado, haciendo que cambie de manera progresiva la estructura de la economía nacional forzando el desarrollo de las ramas y producciones más progresivas, (por ejemplo, las de la industria química, de la energética, de la electrónica, de la industria del petróleo, del gas, etc.).
Se va convirtiendo en un factor cada día más importante en el incremento de la productividad del trabajo, la ciencia, que se transforma en una fuerza productiva directa. En cada empresa contribuye a elevar la productividad la organización científica del trabajo, organización que permite dar a la producción un carácter rítmico, utilizar en grado máximo las máquinas, equipos y mano de obra. Es un serio estimulo para que la productividad del trabajo aumente, distribuir según el trabajo realizado los bienes materiales, fortalecer el principio del interés material personal de los trabajadores en los resultados de su labor. Contribuyen a elevar la productividad del trabajo: perfeccionar la preparación técnica de los trabajadores, mejorar el nivel material y cultural del pueblo, desarrollar las múltiples formas de emulación socialista y difundir en gran escala la experiencia de vanguardia. En la etapa de la edificación comunista, importa más que nunca que la productividad del trabajo se eleve sin cesar. El paso gradual del socialismo al comunismo presupone llevar la productividad del trabajo a un nivel que supere la productividad del trabajo en los países capitalistas más desarrollados.
Trabajo pasado o materializado
Trabajo materializado en los medios de producción y en los artículos de consumo. En la producción mercantil, el trabajo pasado plasmado en los objetos y medios de trabajo se transfiere al producto del trabajo bajo la forma de valor. El valor de los objetos de trabajo se transfiere por completo al nuevo producto, mientras que el valor de los medios de trabajo se va transfiriendo al nuevo producto gradualmente, por partes, a medida que dichos medios se van desgastando. Con el desarrollo de las fuerzas productivas, la parte de trabajo vivo invertido en el producto disminuye, y aumenta la parte de trabajo pasado, con la particularidad de que, debido al crecimiento de la productividad del trabajo, se reducen de modo absoluto tanto el trabajo vivo como el trabajo pasado. Ahorrar el trabajo pasado y racionalizar el empleo de los recursos laborales, constituye un principio importantísimo de la economía socialista.
Interrelación dialéctica entre los componentes del proceso de trabajo
El proceso de trabajo no es por consiguiente, una suma mecánica de sus tres componentes. Sólo en unidad orgánica de estos componentes mutuamente condicionados se realiza el trabajo humano, y el decisivo de ello es la actividad de hombre orientada a un fin concreto. Este adapta los objeto para satisfacer sus necesidades o, dicho en otras palabras, crea bienes materiales, así como instrumentos de trabajo, materias primas, materiales auxiliares y otros medios de producción, el decir, objetos de consumo productivos. El resultado del proceso de trabajo es siempre el producto del trabajo. Examinado bajo el ángulo de sus resultados finales, el trabajo es trabajo productivo, y el proceso de trabajo, proceso de producción. Tales son la esencia y los caracteres generales del trabajo en general, independientemente de la forma social en que se ejecute.
Fuentes
- C. Marx. El Capital. Tomo I. Sección tercera. Cap V. Pág. 140, 141, 142
- Curso de Economía Política. Universidad de Lomonosov. Tomo I. primera parte. Pág. 51.
- Material didáctico de Ciencias Sociales. Economía Política. Ed. Progreso. Moscú. Pág. 5.
- F. Engels. Dialéctica de la Naturaleza. Ed. Grijalbo. 1961. Pág. 142.
- Diccionario de Economía política