Espejo frontal
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Espejo frontal. espejo redondeado y cóncavo, con un agujero central, que se sujeta con una correa a la cabeza del médico y se enfrenta a una fuente de luz indirecta para iluminar la zona que se quiere explorar. Se usa para concentrar y orientar los rayos luminosos procedentes de una fuente externa hacia una cavidad (conducto auditivo externo, cavidad oral, fosas nasales, laringe) y permitir simultáneamente su examen, sin producir sombras. Con la aparición de otros instrumentos (fibroscopio, otoscopio, linternas tipo lápiz), su uso es cada vez menos habitual. Existen espejos frontales eléctricos conocidos como o frontoluz o fotóforo. Se considera uno de los 4 íconos que identifican el gremio médico.
Evolución histórica
Para lograr observar el tímpano, hubo algunos Intentos de usar espejos cóncavos que reflejaban la luz de una vela o de una lámpara de kerosene, pero esto tuvo muy poca aceptación entre los otólogos.
En 1841, el médico alemán Friedrich Hoffmann inventa un dispositivo consistente en un espejo cóncavo con un agujero central y un mango para su sujeción, que permitía examinar las cavidades del organismo humano (oral, faríngea, laríngea, nasal y oído, así como el conducto genital de la mujer, y el recto). El espejo se utilizaba para la reflexión de rayos solares, si bien más tarde se usaron otras fuentes de luz artificial, como una lámpara de alcohol o queroseno. Dicho dispositivo tuvo una rápida aceptación por parte de los otólogos más afamados de la época.
Johann Nepomuk Czermak tuvo la brillante idea de usar, a fin de reflejar la luz de una lámpara de alcohol o kerosene, un espejo cóncavo, con un agujero central, que desde hacía algunos años, usaban los otólogos para examinar el tímpano. Dicho espejo, poseía un mango primitivo y algunos médicos le adaptaban unas lentillas en el agujero central a fin de visualizar mejor el tímpano, también había sido adoptado por los oftalmólogos.
Como con este espejo manual se inmovilizaban ambas manos del examinador (una para sostener el espejo cóncavo y otra para sostener el espejlllo laríngeo), se le ocurrió a Czermak adosarle un vastago para sostenerlo entre los dientes. Como tampoco esta idea le fue satisfactoria, tuvo la simple, pero brillante ocurrencia de fijar el espejo cóncavo a un cintillo que se ajustaba a su cabeza. Nacía así el espejo frontal, característico del especialista otorrinolaringólogo, el cual, junto al fonendoscopio, son siempre elementos de la caricatura de los médicos.
Descripción
Consiste en un espejo cóncavo con un orificio en el centro y fijado, mediante un codo móvil, a una cinta semirígida que se coloca alrededor de la cabeza del explorador, permitiendo que éste tenga las manos libres.
El diámetro del espejo puede variar entre 9 cm y 12 cm.El espejo concentra la luz reflejada a una distancia de 25-30 cm, que corresponde a la distancia visual del explorador.
El espejo debe colocarse con el orificio justo delante del ojo no dominante (normalmente el izquierdo). Hay que tener habilidad para dirigir la luz al sitio preciso que se quiere explorar sin tener que poner la cabeza en posturas forzadas.
El espejo frontal refleja la luz de una lámpara colocada al lado del paciente que apunta directamente al médico y por tanto al espejo frontal. El espejo refleja la luz al punto a explorar, que el médico alcanza en visión estereoscópica si se ha puesto correctamente el espejo.
Uso
Pasos a seguir para un uso correcto del espejo frontal.
1. Colocación de una fuente de luz (lámpara) 50 cm por detrás y lateralmente a la silla de exploración que ocupa el paciente (a la derecha de éste).
2. Colocación del espejo frontal en la frente del explorador que se halla sentado frente al paciente, de forma que tape el ojo del lado que está situada la fuente de luz (ojo izquierdo).
3. Acto seguido el explorador cierra el ojo contralateral (ojo derecho) y mira a través del orificio del espejo frontal (ojo izquierdo), movilizando el espejo hasta que su campo visual coincida con el de la luz reflejada.
4. Finalmente, el explorador abre el ojo contralateral (derecho) para obtener una visión binocular e iniciar la inspección.
Bibliografía
- Alejandro Peña M. Una breve historia de la invención del espejillo laríngeo y del espejo frontal. Rev. Otorrinolaringol. Cir. Cabeza Cuello 2008; 68: 91-94 Disponible en: [1]