Joaquín Llaverías Martínez
|
Joaquín Llaverías Martínez. Escritor, investigador y archivero cubano nacido en La Habana. Dedicó 58 años de su vida a la conservación y difusión de la papelería conservada en el Archivo Nacional de Cuba. Fue director de esta institución y desarrolló una incansable labor en la formación de archiveros.
Sumario
Síntesis biográfica
Infancia y juventud
Nació en La Habana el 27 de julio de 1875. A los veinte años era Bachiller en Artes y conocía el oficio de tipógrafo. Se incorporó a la insurrección armada. El 10 de diciembre de 1895, alcanzó el grado de Capitán del Ejército Libertador.
Trayectoria laboral
Al terminar la guerra y con el gobierno interventor en el poder, le ofrecen en 1899 una plaza de inferior categoría en el Archivo Nacional de Cuba. Desempeñó, además, otras importantes funciones en comisiones formando parte de tribunales de oposición de la Comisión del Servicio Civil. A propuesta suya, dicha institución comenzó, en 1902, la publicación de un Boletín, del cual fue jefe de redacción. En 1910 asistió en Bruselas a un Congreso de Archiveros y Bibliotecarios. Su labor por el mejoramiento del Archivo Nacional le hizo obtener sucesivamente posiciones de mayor responsabilidad, hasta que en 1921, y luego de aprobar un examen de suficiencia, se le designó Director, cargo que desempeñó hasta su muerte. Desarrolló el trabajo de investigación “Historia de los Archivos de Cuba”, que por muchos años constituyó una obra de referencia en Latinoamérica. Publicó varias obras importantes para la historiografía cubana donde se destacan:
- “Cartas Inéditas de Martí” en 1920
- “Inventario General del Archivo de la Delegación del Partido Revolucionario Cubano en Nueva York (1892-1898)”, en 1921.
En 1937 y a tres años del centenario de la fundación del Archivo Nacional concibió la idea de gestionar fondos para la construcción de un digno edificio, dotado de un equipamiento moderno, justo en el mismo lugar que ocupaba en el Cuartel de Artillería. El Archivo Nacional de Cuba se inauguró, el 23 de septiembre de 1944, con la presencia de archiveros de América Latina y el Caribe. Durante todos esos años trabajó de manera incansable en la clasificación y organización de grandes volúmenes de documentación, para lo cual introdujo las técnicas más modernas de la época, aplicadas, en ese entonces, en los archivos de Europa. En el transcurso de su vida perteneció a varias asociaciones nacionales y extranjeras, que lo distinguieron por su arduo trabajo en aras de la conservación, restauración y difusión del patrimonio documental.
Perteneció a la Academia de la Historia de Cuba, de la que fue archivero permanente y director ocasional de sus Anales. También fue miembro, entre otras instituciones, de la Sociedad de Folklore de La Habana y de las Academias de historia de la República Dominicana y del Uruguay. Su discurso de ingreso a la Academia de la Historia de Cuba, lo tituló "Facciolo y La Voz del pueblo Cubano". Editó y anotó las Cartas inéditas de Martí, 1920) y recopiló los Papeles existentes en el Archivo General de Indias relativos a Cuba y muy particularmente a La Habana,1931).
En colaboración con Emeterio S. Santovenia recopiló y publicó las “Actas de las Asambleas de Representantes y del Consejo de Gobierno durante la Guerra de Independencia”, en 6 volúmenes. Prologó numerosas obras, entre ellas los tomos cuarto y quinto del “Centón” epistolario de Domingo del Monte, los cuales también anotó. En 1901 solicitó autorización para realizar una publicación a semejanza de un boletín de archivo de Bélgica que permitiera dar a conocer trabajos históricos, índices e inventarios de fondos documentales. En abril de 1902 comenzó a editarse el “Boletín de los Archivos de la Isla de Cuba” y Llaverías fue su jefe de redacción durante 54 años.
Colaboraciones como escritor
Colaboró en las publicaciones “Azul”, “La Lucha”, “El Mundo”, “Revista Bimestre Cubana”, “Social”, “Revista del Círculo Militar y Naval”.
Formador de archiveros
Incansable fue su labor en la formación de archiveros. En el año 1945, promueve la realización de los primeros cursos con asignaturas tales como: Paleografía y Diplomacia, Archivonomía, Historia de Cuba, Administración y Generalidades Bibliográficas que abarcaban una duración de ocho semanas. Asistieron al mismo 30 empleados del archivo y 18 de otras dependencias estatales.
Por su desempeño en el trabajo del archivo, el 3 de noviembre de 1922 fue nombrado Director del Archivo Nacional de Cuba y en su honor ese día se instituyó como Día del archivero cubano.
Muerte
Fallece en su ciudad natal, La Habana, el 23 de noviembre de 1956.
Seudónimo
Como escritor utilizó el seudónimo de Llavito.