Julio Cortázar
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Julio Florencio Cortázar (Bruselas, 26 de agosto de 1914 - París, 12 de febrero de 1984) fue un novelista, cuentista, traductor, poeta e intelectual argentino nacido en Bélgica y nacionalizado francés. Uno de los más importantes escritores latinoamericanos, conocido por su particular manera de fabular con lo fantástico. En su honor, la Casa de las Américas con sede en La Habana otorga un premio literario que lleva su nombre.
Sumario
Síntesis biográfica
Nació en Bruselas, hijo de Julio Cortázar y María Herminia Descotte. Con la ciudad ocupada por las tropas alemanas, la familia se muda a Ginebra (Suiza) y posteriormente a Zúrich, donde aguarda el fin de la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
En 1918, la familia se instala en el barrio de Bánfield (un suburbio de la ciudad de Buenos Aires). El padre abandona a la familia, y Julio Cortázar se cría con su madre, su hermana, su tía y su abuela. En 1923, el niño Cortázar ―a los nueve años― escribió su primera novela, además de poemas.
La novela era tan buena que su madre pensó la había plagiado, algo que supuso un varapalo para el niño Julio Cortázar. En 1932, obtuvo el título de «maestro normal», y en 1935, el de «maestro normal en Letras». Ingresa en la Facultad de Filosofía y Letras.
Trayectoria
Maestro de escuelas secundarias
Antes de alcanzar renombre internacional por su obra literaria, Cortázar dio clases en escuelas secundarias. Estuvo de profesor en la escuela San Carlos del pueblo de Bolívar (en medio de la pampa argentina, a 300 km al oeste de la ciudad de Buenos Aires), entre 1937 y 1939. En 1938 publicó bajo el seudónimo «Julio Denis» su primer poemario, Presencia.
Prueba de ello es la novela que escribió en los mismos años, Las nubes y el arquero, cuyo original se extravió.
Entre 1939 y 1944, Cortázar dio clases en la Escuela Normal de Chivilcoy como titular de Historia, Geografía e Instrucción Cívica. En 1941 publicó un artículo ―siempre con el seudónimo Julio Denis― sobre Rimbaud en la revista Huella y en octubre de ese mismo año publicó el relato «Llama el teléfono, Delia» en el diario El Despertar de Chivilcoy.
En 1944 le ofrecieron las cátedras de literatura francesa e inglesa en la Universidad de Cuyo (ciudad de Mendoza, en la cordillera de los Andes, a 1000 km al oeste de Buenos Aires), que dictó en 1944 y 1945.
En 1944 publicó el relato «Bruja», en la revista Correo Literario.
Renunció a su cargo docente en 1945, cuando Juan Domingo Perón ganó las elecciones presidenciales argentinas. Ese mismo año regresó a Buenos Aires con los cuentos que conformaron el volumen La otra orilla, de tendencia derechista y antipopular. En 1946 comienza a trabajar en la Cámara Argentina del Libro. Continuó colaborando en prensa con artículos, traducciones y algún relato.
En 1948 obtuvo el título de traductor público de inglés y francés. Un año más tarde publicó por primera vez con su nombre, el poema dramático Los reyes, obra que había aparecido en la revista Los Anales de Buenos Aires en el número de octubre-diciembre de 1947. A principios de 1948 escribe su primera novela, Divertimento, que será publicada póstumamente.
Obtuvo una beca del gobierno francés, y en noviembre de 1948 viajó a París, donde comienza a trabajar con distribuidor de libros y como locutor radial, trabajo que perderá debido a su acento. A mediados de 1949 regresa a Buenos Aires.
En 1950 escribió El examen, que será rechazada por la Editorial Losada y que será también publicada tras su muerte.
En 1951 publicó Bestiario, su primer libro de cuentos, y en 1953 se casó con Aurora Bernárdez, con quien hizo un amplio viaje por Italia. Durante su breve estancia en Roma tradujo las obras en prosa de Edgar Allan Poe. En 1954 empezó a trabajar como traductor para la UNESCO y se instaló definitivamente en París. En 1956 publicó Final del juego y la traducción de los cuentos completos de Edgar Allan Poe. En 1959 se editó Las armas secretas, que incluye el relato «El perseguidor». El año siguiente viaja a Argentina y publica una novela escrita durante ese viaje en barco: Los premios.
Traductor
Durante años, el modo de sustento de Julio Cortázar provino de sus traducciones. Primero, en la prensa argentina, y posteriormente en la UNESCO, Cortázar se entregó a la labor con la misma intensidad que a la literatura. Tradujo a Gide, Chesterton, Daniel Defoe y Henry Bremond, pero el golpe de gracia vendría con las traducciones ―míticas ya― de la obra en prosa de Edgar Allan Poe y Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar.
Viajó a Cuba, donde se fraguará su compromiso político con la Revolución Cubana. También en 1961 aparece la primera traducción de una obra de Cortázar: la editorial francesa Fayard publica Los premios. El año siguiente ve la luz Historias de cronopios y famas, en la editorial Minotauro de Buenos Aires, y en 1963 lo hará Rayuela. Ese mismo año participó como jurado en el Premio Casa de las Américas, en La Habana. Las traducciones de sus obras y sus colaboraciones en prensa se suceden.
La explosión de Rayuela impresionó no sólo a la crítica y al público lector, sino además supuso toda una revelación para millares de jóvenes que se asomaban por primera vez a la literatura. Así lo dice el mismo Cortázar:
En 1966 publicó Todos los fuegos el fuego y asumió ―con la publicación de su artículo «Para llegar a Lezama Lima»― su compromiso con la izquierda latinoamericana y su lucha de liberación.
Al año siguiente aparece La vuelta al día en ochenta mundos, y en 1968 62, modelo para armar y Buenos Aires, Buenos Aires. 1969 será el año del volumen de miscelánea Último round. En 1970, viajó a Chile para asistir a la investidura como presidente de la República de Salvador Allende, y la editorial Sudamericana reúne en el libro Relatos una selección de cuentos de Todos los fuegos el fuego, Las armas secretas, Final del juego y Bestiario.
Algunos de los poemas escritos por Julio Cortázar entre 1948 y 1958 se publicaron en 1971 bajo el título de Pameos y meopas. En 1972, es el turno de Prosa del observatorio, que incluye fotografías suyas, y en 1973 el de su obra más política, El libro de Manuel. La obra será galardonada con el Premio Médicis.
En 1974 viajó a Roma como miembro del Tribunal Russell ―una institución dedicada al estudio de la situación política y de los derechos humanos en Latinoamérica― y publicó Octaedro. Al año siguiente, participó en la Comisión Internacional de Investigación de los crímenes del régimen pinochetista, que tuvo lugar en México, y pronunció una serie de conferencias sobre la literatura latinoamericana en la Universidad de Oklahoma, recogidas ―junto a otros dos textos― en The final island: The fiction of Julio Cortazar.
En 1975, publicó Fantomas contra los vampiros multinacionales y Silvalandia. En 1976 se publicó Estrictamente no profesional. Humanario, e inició sus viajes a Nicaragua con una estancia en la isla de Solentiname (en el lago de Nicaragua) que recogerá un año más tarde en el texto «Apocalipsis en Solentiname», aparecido en el libro de relatos Alguien que anda por ahí.
En 1978 se separó de Ugné Karvelis y da a la imprenta un libro sobre pintura, Territorios. En 1979 publica Un tal Lucas. En 1980 se casa con Carol Dunlop, y desde una nueva visita a Nicaragua se compromete con la Revolución sandinista, además de conocer en Panamá a Omar Torrijos. Ese mismo año dicta unas conferencias en la universidad californiana de Berkeley, y publica el libro de cuentos Queremos tanto a Glenda.
François Miterrand le otorga la nacionalidad francesa el 24 de agosto de 1981; ese año le es diagnosticada una leucemia. En 1982, publica el volumen de relatos Deshoras y muere su esposa, Carol Dunlop, con quién coescribió Los autonautas de la cosmopista, que aparecerá al año siguiente, al igual que Nicaragua, tan violentamente dulce. Ese año viaja durante unos días a Argentina, y a La Habana.
En 1984, recibe la Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío nicaragüense. El 12 de febrero, muere de leucemia y es enterrado junto a Carol Dunlop en el cementerio parisino de Montparnasse.
Matrimonios
En 1953 se casó con Aurora Bernárdez, una traductora argentina. Vivían en París con condiciones económicas bajas y le surgió el ofrecimiento de traducir la obra completa, en prosa, de Edgar Allan Poe para la Universidad de Puerto Rico. Dicho trabajo sería considerado luego por los críticos como la mejor traducción de la obra del escritor estadounidense. Juntos se fueron a vivir a Italia durante el año que duró el trabajo, luego viajaron a Buenos Aires en barco y Cortázar se pasó el trayecto escribiendo en su máquina portátil una nueva novela.
En 1967, rompió su vínculo con Bernárdez y se unió a la lituana Ugné Karvelis, con quien nunca contrajo oficialmente matrimonio, pero quien le inculcó un gran interés por la política.
Con su tercera pareja y segunda esposa, la escritora canadiense Carol Dunlop, realizó numerosos viajes, uno de los primeros fue a Polonia, donde participó en un congreso de solidaridad con Chile. Otro de los viajes que hizo junto a Carol Dunlop fue plasmado en el libro Los autonautas de la cosmopista que cuenta el trayecto de la pareja por la autopista París-Marsella. Tras la muerte de Carol Dunlop, Aurora Bernárdez lo acompañará durante su enfermedad y se convertirá en la única heredera de su obra publicada y de sus textos.
Enfermedad y muerte
En agosto de 1981 sufrió una hemorragia gástrica y salvó su vida de milagro. Nunca dejó de escribir, fue su pasión aún en los momentos más difíciles.
En 1983, vuelta la democracia en Argentina, Cortázar hace un último viaje a su patria, donde es recibido cálidamente por sus admiradores, que lo paran en la calle y le piden autógrafos, en contraste con la indiferencia del presidente Raúl Alfonsín, cuyo intelectual emblema era el derechista Ernesto Sábato (ideólogo de la «teoría de los dos demonios», que demonizaba a la izquierda como si fuera la contraparte necesaria del terrorismo de Estado). Después de visitar a varios amigos, regresa a París. Poco después François Mitterrand le otorga la nacionalidad francesa.
Carol Dunlop había fallecido el 2 de noviembre de 1982, sumiendo a Cortázar en una profunda depresión. Julio murió el 12 de febrero de 1984 a causa de una leucemia.[1] Dos días después, fue enterrado en el cementerio de Montparnasse, en la misma tumba donde yacía Carol.
Julio Cortázar y la política
En los primeros cincuenta años de su vida, Cortázar no tuvo ningún compromiso con la política ni con las clases populares, a las que despreciaba[2] ―como se desprende claramente de sus cuentos racistas de esa época, como Las puertas del cielo―.[3]
Sin embargo, en 1961 comenzó sus viajes a Cuba ―que desde enero de 1959 estaba experimentando una profunda revolución―, que le hicieron cambiar profundamente su visión política:
Años más tarde, en el prólogo de Libro de Manuel, Cortázar afirma que:
Obras
Cuentos
- La otra orilla
- Bestiario.
- Final del juego.
- Las armas secretas.
- Historias de cronopios y de famas.
- Todos los fuegos el fuego.
- La vuelta al día en ochenta mundos.
- El perseguidor y otros cuentos.
- Último round.
- La isla a mediodía y otros relatos
- Octaedro.
- Alguien que anda por ahí.
- Un tal Lucas.
- Territorios.
- Queremos tanto a Glenda.
- Deshoras.
- El perseguidor (cuento ilustrado, Libros del Zorro Rojo).
Novelas
- Los premios
- Rayuela
- 62/modelo para armar
- Libro de Manuel
- El examen
- Divertimento
- Diario de Andrés Fava
Teatro
- Los reyes
- Adiós Robinson y otras piezas breves
Poesía
- Presencia (libro firmado con el seudónimo Julio Denís; Cortázar abominó de este libro)
- Pameos y meopas
- Salvo el crepúsculo
Otros
- La autopista del Sur
- Buenos Aires, Buenos Aires
- Viaje alrededor de una mesa
- Prosa del observatorio
- La casilla de los Morelli
- Fantomas contra los vampiros multinacionales
- Estrictamente no profesional
- Los autonautas de la cosmopista
- Nicaragua tan violentamente dulce
- Silvalandia
- Imagen de John Keats
- Correspondencia Cortázar-Dunlop-Monrós
- Papeles inesperados
- Cartas a los Jonquières
Fuentes
- ↑ La causa de la muerte de Cortázar fue la leucemia. Pero la escritora uruguaya Cristina Peri Rossi, amiga de Cortázar por muchos años, afirma en su libro sobre el escritor que este habría muerto de sida después de haber sido contagiado en 1980 durante una transfusión de sangre en el sur de Francia.
- ↑ «Jorge Lovisolo: "Cortázar no era reaccionario, pero sí era un gorila"», artículo del 4 de octubre de 2015 en el sitio web Blablax (Buenos Aires). Periodista: Definís como «gorila» a [Cortázar,] uno de los referentes de la intelectualidad de izquierda...
Jorge Lovisolo: Sí, y se comprende si leemos detenidamente su último libro, Salvo el crepúsculo, donde dice: «Despegué de Argentina cuando Perón destronó a Zeus de mi casa», tema astutamente alegorizado en su cuento Casa tomada.
Periodista: ¿Por eso en el libro decís que Cortázar no fue un exiliado sino un prófugo y un impostor?
Jorge Lovisolo: Sí, quizá mi cuestionamiento sea demasiado atrevido. Es un impostor porque escribe un cuento llamado Reunión, donde narra el desembarco del yate Granma en Cuba. El protagonista es un médico asmático: el Che. Y le atribuye algo que seguramente al Che le disgustó: que a la Revolución cubana la motivaba «un romanticismo desenfrenado». El Che leyó el cuento y desautorizó su publicación. Cortázar me confió esto cuando le pregunté si lo había conocido. Me dijo que no, porque en su viaje a Cuba (en 1963) le preguntó a Fidel por el comandante, y Fidel le respondió que estaba macheteando en la zafra. Fidel envió a un emisario para comunicarle al Che que en La Habana estaba «Cortázar, que escribió un cuento sobre vos». Pero el Che respondió: «No me interesa». Y Cortázar, a escondidas, publicó el cuento en México. Una mala pasada a la populosa voz del comandante. Una impostura, y una artera traición. - ↑ Duarte, Rodrigo (2014): «Alpargatas sí, libros también: el peronismo en la literatura argentina», artículo del 22 de junio de 2014 en el diario Infobae (Buenos Aires).
A comienzos de los años cincuenta, Cortázar escribió cuentos como Las puertas del cielo que eran no solo muy antiperonistas sino absolutamente racistas. Cortázar fue el único escritor que yo sepa que, a comienzos de los años setenta, expresó una especie de «arrepentimiento» por lo que escribió en sus años mozos sobre el peronismo. No hay que olvidar que él se fue del país porque estaba harto de que los bombos peronistas no lo dejaran escuchar los cuartetos de Brahms.Rodolfo Edwards
- «Julio Cortázar», artículo publicado en el sitio web Cuba Literaria.
- «Julio Cortázar», artículo publicado en el sitio web Alianza Bolivariana.
- «Julio Cortázar», artículo publicado en el sitio web Wikipedia.
- Niño Guzmán, Guillermo (2015): «Arguedas se enfrenta con Cortázar», artículo publicado el 22 de marzo de 2015 en el sitio web del diario Perú 21 (Lima).