Pentarquía

Pentarquía
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Los pentarcas
Fecha:5 de septiembre de 1933 - 10 de septiembre de 1933
Lugar:La Habana
Descripción:
Presidencia colegiada de la nación mediante una Comisión Ejecutiva, de cinco miembros.
País(es) involucrado(s)
Cuba

Pentarquía o Comisión Ejecutiva. (5 de septiembre de 193310 de septiembre de 1933). Presidencia colegiada de la nación cubana mediante una Comisión Ejecutiva, de cinco miembros.

La Pentarquía, denominada así por el pueblo cubano, asumió la jefatura del Estado y del gobierno cubano luego del golpe de Estado del 4 de septiembre de 1933 que derrocó el gobierno provisional de Carlos Manuel de Céspedes; la integraron: Guillermo Portela Möller, Sergio Carbó Morera, Porfirio Franca Álvarez de la Campa, José Miguel Irisarri Gamio y Ramón Grau San Martín.

Historia

El 4 de septiembre de 1933, en el campamento militar de Columbia, se originó un movimiento sedicioso contra el gobierno de Carlos Manuel de Céspedes dirigidos por un grupo de alistados que se agrupaban en la llamada Unión Militar Revolucionaraia o Junta de los Ocho.

Luego de deponer de sus mandos a los oficiales los alistados establecieron contactos con elementos civiles contrarios al gobierno existente en busca del apoyo ideológico que necesitaba la sublevación militar, por lo que a ella se sumaron miembros del Directorio Estudiantil Universitario, Pro Ley y Justicia, el ABC radical y otros sectores civiles, formando la llamada Agrupación Revolucionaria de Cuba, también conocida como Junta Revolucionaria de Columbia. La rebelión culminó en golpe de Estado que derrocó al gobierno provisional de Carlos Manuel de Céspedes, al irse apoderando los rebeldes de cuarteles, estaciones de policía y otros lugares estratégicos de La Habana.

La Pentarquía tomó posesión del gobierno a las 13 horas del martes 5 de septiembre mediante un acta en la cual se hacía constar que se prestaba:

juramento de honor para cumplir y hacer cumplir las leyes y aspiraciones del pueblo de Cuba, consagradas en la revolución triunfante

Después de analizar varios candidatos teniendo en cuenta su honradez y lucha antimachadista, el DEU propuso a Ramón Grau San Martín, Guillermo Portela, José Miguel Irisarri y Sergio Carbó. Para el quinto pentarca algunos propusieron a Fulgencio Batista, pero este se negó, alegando su deseo de permanecer dentro de las fuerzas armadas. Rubén de León propuso entonces al banquero Porfirio Franca y Juan Antonio Rubio Padilla a Carlos de la Torre, al final se decantaron por Porfirio Franca.

Labor de gobierno

La Junta Revolucionaria de Columbia dispuso la formación de una Comisión Ejecutiva, conforme al programa del Directorio Estudiantil Universitario, para asumir las funciones del presidente de la república y de los secretarios de Despacho. Cada pentarca asumió la dirección de una o más ramas de la administración, aunque debían actuar de común acuerdo en todas las decisiones fundamentales y las decisiones se adoptarían por mayoría.

Ramón Grau San Martín, médico y profesor de Fisiología en la Facultad de Medicina en la Universidad de La Habana, estrechamente vinculado al Directorio, atendió la secretaria de Sanidad y Beneficencia e Instrucción Pública y Bellas Artes; Sergio Carbó, periodista, ocupó las Secretarías de Gobernación, Comunicaciones, Guerra y Marina; a Guillermo Portela, profesor universitario de la Facultad de Derecho, de formación y postura derechistas, quedó a cargo de Estado y Justicia; el economista y abogado José M. Irisarri, hombre honesto y antiimperialista, a cargo de Obras Públicas y de Agricultura, Comercio y Trabajo, y el banquero Porfirio Franca, al frente de Hacienda. Como secretario de la Comisión Ejecutiva fue nombrado el abogado Ricardo Sarabasa, del ABC, y el periodista Rafael Suárez Solís fue designado para dirigir la propaganda y ocuparse de determinados asuntos de carácter social.

La Comisión acordó ratificar al sargento Fulgencio Batista como jefe de las Fuerzas Armadas y designó como jefe de la policía de La Habana al teniente Emilio Laurent Dubet, destacado revolucionario cubano, oficial del ejército opuesto a la prórroga de poderes machadista que había dirigido la expedición de Gibara en 1931.

Crisis y disolución

La Pentarquía no fue reconocida por el gobierno norteamericano presidido por Franklin Delano Roosevelt y se tomaron un grupo de medidas en función de un aislamiento diplomático; sólo México, Uruguay, España, Bélgica, Suecia y Perú y este último país de manera peculiar, mantuvieron relaciones con la Comisión Ejecutiva. El nuevo tratado de reciprocidad comercial también se le negó al gobierno; se aprobó el embargo de armas y era inminente una intervención militar de Estados Unidos en Cuba.

El embajador norteamericano en la Isla, Benjamin Sumner Welles, solicitó la presencia de infantes de marina norteamericanos en La Habana. En poco tiempo, el número de buques de guerra estadounidenses que rodearon a Cuba ascendió a 29 unidades, bajo el comando del almirante Charles S. Freman, jefe de la flota de Estados Unidos en el Caribe. El secretario de Marina de Estados Unidos, Claude A. Swanson, llegó al puerto de La Habana a bordo del crucero Indianapolis, pero no desembarcó.

El régimen colegiado, enfrentado a una gravísima situación económica y política, fue carcomido, además, por sus disensiones internas, que hacían imposible que sus miembros lograsen el consenso necesario en torno a relevantes asuntos, así como por la interferencia en sus actos de la Junta Revolucionaria de Columbia.

A la crisis contribuyó de manera notable la belicosa presencia de unos 400 oficiales desplazados de la Marina de Guerra y el Ejército en el Hotel Nacional, donde se habían reunido en torno a su jefe el coronel Manuel Sanguily Echarte, que se recuperaba de una intervención quirúrgica. La presencia de Benjamín Sumner Welles que residía en el lugar y apoyaba a los oficiales contribuía a hacer más tensa la situación.

El vacío de mando producido en el ejército por el golpe del 4 de septiembre llevó al pentarca Sergio Carbó a ascender al sargento Fulgencio Batista al grado de coronel y nombrarlo Jefe del Ejército el 8 de septiembre, luego que varios oficiales rechazaran el ofrecimiento. Batista fue ascendido según Sergio Carbó:

"(...) por méritos de guerra y excepcionales servicios prestados a la patria."[1]

El ascenso de Batista al grado de coronel sin haber tomado opinión de sus colegas, constituyó un factor de mucha importancia en la quiebra del ejecutivo colegiado. Ese mismo día, un grupo de sargentos fueron ascendidos a los grados de capitán y teniente. Aunque Carbó consultó con la Junta Revolucionaria de Columbia y con el DEU no lo hizo con los otros cuatro miembros de la Comisión Ejecutiva. De éstos, Portela e Irisarri objetaron la promoción porque no se les tomó su parecer y Grau no puso objeciones.

El tema del ascenso de Batista, junto con la presión de la oposición, la cual se fue reuniendo regularmente con el embajador Welles, condujo al Directorio Estudiantil Universitario a reconsiderar a la estructura del gobierno. Para ese fin, los estudiantes y pentarcas se reunieron durante diez horas en la noche del 8 de septiembre y principios de la mañana del 9 de septiembre. Preocupaciones sobre la intervención de Estados Unidos y el fracaso, dentro de una parte del pueblo de aceptar a la Pentarquía como una forma viable de gobierno, demandaron la reunión.

Dos de los pentarcas, Portela e Irisarri, argumentaron a favor de entregar el gobierno a una coalición de partidos de oposición (los mismos partidos que se estaban reuniendo con Welles). Ambos argumentaron que la intervención de Estados Unidos resultaba inevitable a menos que pudiera planearse un arreglo para compartir el poder.

Casi simultáneamente anunciaron su retirada del gobierno los pentarcas Guillermo Portela, Porfirio Franca, Sergio Carbó y José Miguel Irisarri. Varias proposiciones se hicieron para ocupar la presidencia hasta que se aceptó la de Ramón Grau San Martín, argumentada por Eduardo Chibás, quien recordó la defensa que le hizo el profesor de fisiología a los estudiantes expulsados de la Universidad en 1927.

El 10 de septiembre de 1933, la Junta Revolucionaria de Columbia decidió disolver la Pentarquía y designó presidente de la república al doctor Ramón Grau San Martín. La Pentarquía se transformó en el Gobierno Provisional de Ramón Grau San Martín.

Fuentes

  • «Acuerdos de la Comisión Ejecutiva el 5 de septiembre de 1933», El Mundo, La Habana, 6 de septiembre de 1933.
  • Briones Montoto, Newton. Aquella decisión callada. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 2005. ISBN 959-06-0796-9
  • Adam Silva, Ricardo: La gran mentira, Editorial Lex, La Habana, 1947.
  • Cabús Batista, José D.: Pensamiento y acción. 1933-1944, Prensa Indoamericana, La Habana, 1944.
  • Instituto de Historia de Cuba: La Neocolonia. Organización y crisis. Desde 1899 hasta 1940, Editora Política, La Habana, 1998.
  • Quevedo Pérez, José: Cuba y sus fuerzas militares (1898-1959), Ediciones Verde Olivo, La Habana, 2003.
  • Soto, Lionel: La Revolución del 33, Editorial de Ciencias Sociales, La habana, 1977.
  • Enciclopedia de historia y cultura del Caribe