Plantas herbáceas
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Hierba o yerba. Se le denomina en botánica a una planta que no presenta órganos decididamente leñosos. Los tallos de las hierbas son verdes y mueren generalmente al acabar la buena estación, siendo sustituidos por otros nuevos si la hierba es vivaz.[1]
Muchas hierbas son anuales, naciendo de semilla al comienzo de la estación favorable y no dejando al acabar ésta sino nuevas semillas en el suelo.[2] Existen también hierbas vivaces, que retoñan desde tallos subterráneos o situados a ras de suelo. Los órganos subterráneos implicados son rizomas (tallos horizontales) y bulbos. Muchas hierbas bienales forman una roseta de hojas pegada al suelo en su primer año, en el que no se reproducen, y un tallo alto y florido, el escapo floral, en su segundo año.
Se llama megaforbias (hierbas gigantes) a plantas que respondiendo formalmente al concepto anterior, alcanzan un porte considerable, incluso de varios metros. Éste es el caso, por ejemplo, de las diversas especies de bananas (género Musa).