Limosna
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Limosna Del griego ἐλεημοσύνη o “eleemosyne” proviene la palabra limosna; en el sentido de una caridad que alguien entrega a otro que la necesita, imitando para los religiosos, la bondad de Dios para con los hombres, ya que se deriva de “éleos” que se relaciona con la misericordia. Constituye para Cristo uno de los tres mandatos que debe seguir quien se considera creyente y buen cristiano, además de la oración y el ayuno.
La limosna en el cristianismo
La limosna se manda con frecuencia en la Sagrada Escritura: a los judíos se les previno con especialidad que asistiesen a los pobres, a las viudas, a los huérfanos y a los extranjeros. Deut., cap. 10 y. 11: Eclesiástico, cap. 4, v. 1, etc. Las máximas de caridad que continuamente repite Jesucristo en el Evangelio, hicieron aún más conocida y clara la necesidad de este deber. El orden del diaconado fue instituido para cuidar de los pobres: Hech. Apost
Primeros Cristianos
El fervor de la Iglesia primitiva llegaba en los fieles a deshacerse de sus bienes y depositar el precio en manos de los apóstoles para socorrer a los necesitados. San Pablo escribiendo a los de Corinto les encarga que verifiquen las cosechas o cuestiones todos los domingos para la asistencia de los pobres según había mandado a las Iglesias de Galacia
La caridad con los infelices fue el carácter distintivo de los primeros cristianos: llegaron muchos al extremo de venderse por esclavos y alimentar a los pobres con el precio de su libertad. San Clemente de Roma. Epíst. 1ª, núm. 63. Asistían igualmente a los paganos que a los fieles. Juliano les hace esta justicia y escribiendo a un pontífice del paganismo, Epist. 62, dice las siguientes palabras: Es vergonzoso que los galileos (llamaban así a los cristianos) alimenten a sus pobres y a los nuestros.
Ninguna religión inspiró a los hombres una caridad tan industriosa ni sugirió tan diversos establecimientos para socorrer las diferentes necesidades del género humano.
La limosna en el Islam
En la religión musulmana la limosna o sadaqa (en árabe, صدقة) es voluntaria. También existe una limosna obligatoria denominada zakat (en árabe, زكاة) que constituye el tercero de los Pilares del Islam. La parte proporcional de cada contribuyente se utiliza para repartir entre los más desfavorecidos y se paga a través del estado, como un impuesto más del ministerio de Asuntos Religiosos.