Marcelino Menéndez Pelayo
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Marcelino Menéndez Pelayo (Santander, 1856 - 1912) erudito e historiador español. Niño prodigio, fue discípulo de Milá y Fontanals en Barcelona y estudió más tarde en Madrid y Valladolid. Recorrió las principales bibliotecas europeas y en 1878, con sólo veintidós años, obtuvo la cátedra de literatura de la universidad de Madrid. Desempeñó numerosos cargos docentes y académicos antes de ser nombrado, en 1898, director de la Biblioteca Nacional. Fue miembro de la Real Academia Española y dirigió la Academia de la Historia.
Sumario
Biografía
Infancia y juventud
Nació en Santander, España, el 3 de noviembre de 1856.
Considerado el hombre más culto de su época, poseía una extraordinaria memoria y una insólita capacidad de trabajo, cualidades que le permitieron llevar a cabo desde sus precoces inicios una ingente tarea de estudio, especialmente de la historia literaria hispánica.
Su trayectoria de polígrafo comenzó con la publicación de La ciencia española (1876), colección de artículos en los que defendió con entusiasmo la tradición científica de su país. Más tarde elaboró la Historia de los heterodoxos españoles (1880-1882), donde equiparó el concepto de ortodoxia a la idea de espíritu nacional, y negó la condición de españoles de pleno derecho a los autores menos identificados con el catolicismo. De este período de juventud son también las conferencias sobre Calderón y su teatro (1881), análisis poco favorable a este dramaturgo del Siglo de Oro. Otra obra temprana fue la Historia de las ideas estéticas españolas (1883-1884), exhaustivo recorrido por las teorías sobre arte y literatura producidas en España, que puso en relación con sus equivalentes en Europa.
Otra etapa de su vida
Obras
Escribió La ciencia española (1876), reivindicación de la existencia de una tradición científica en España. Horacio en España (1877) es un análisis de las traducciones de Horacio en la literatura española, muy acorde con los gustos clasicistas de su autor. Es justamente famosa su Historia de los heterodoxos españoles (1880–1882), todavía hoy en día muy apreciada, donde estudia la tradición cristiana a través de la historia de España, desde la Edad Media hasta finales del siglo XIX, y desmenuza la labor de todos los pensadores y escritores perseguidos por la tradición católica española, asumiendo el punto de vista del catolicismo. En su segunda edición corrigió algunos de sus puntos de vista, pero no, por ejemplo, sus jocosos comentarios e ironías contra los krausistas y los hegelianos, en especial contra Emilio Castelar.
Historia de las ideas estéticas en España (1883–1891) son cinco tomos muy actualizados en los que explora, compendia y reinterpreta la bibliografía existente sobre estética literaria y artística en distintas épocas de la tradición cultural española. Menéndez Pelayo emprendió tres largos trabajos que le ocuparán casi hasta su muerte. Uno es la publicación de las Obras de Lope de Vega (1890–1902) en 13 tomos; el segundo es la Antología de poetas líricos castellanos (1890–1908), otros 13 tomos consagrados a la poesía medieval salvo el último, dedicado a Juan Boscán, y que, pese a su título, integra también poesía épica y didáctica, convirtiendo la Antología en una verdadera Historia de la poesía castellana en la Edad Media, como la tituló al reimprimirla en 1911.
El tercero es su estudio sobre Orígenes de la novela, tres tomos publicados en 1905, 1907 y 1910, con un cuarto tomo póstumo donde se examinan las imitaciones a que dio lugar en el siglo XVI La Celestina. Simultáneamente, publica Antología de poetas hispano-americanos (1893–1895), 4 tomos que son en realidad una Historia de la poesía hispanoamericana como la tituló al reeditarla en 1911. Corrigió en esta edición sus apreciaciones sobre el Perú después de un contacto con el Marqués de Montealegre de Aulestia. El de 1911 es un estudio general de toda la poesía hispanoamericana que sirvió para congraciar a las ex colonias con la antigua y decadente potencia peninsular, y reimprimió en 5 tomos sus Estudios de crítica literaria (1892–1908) y unos Ensayos de crítica filosófica (1892) de forma paralela, a su nombramiento como director de la Biblioteca Nacional de Madrid.
Obras completas
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas publicó sus Obras completas en 1940, en 65 volúmenes, sin incluir sus epistolarios y notas. Existe, por otra parte, una edición en CD que comprende, además de sus Obras completas, su Epistolario y su Bibliografía.
Antología de poetas líricos castellanos
Recoge la poesía lírica desde su comienzo hasta el Renacimiento; comprende, pues, toda la Edad Media española, y su propósito era continuarla para que hubiese constituido una Historia general de la Poesía Lírica Castellana. La antología comienza en el tomo IV de la edición del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que consta de diez; los tres primeros (más de 1.100 págs.) están dedicados a estudios introductorios, biográficos, críticos e históricos. De su pluma nos quedan quizá los mejores retratos que se han hecho del Arcipreste de Hita, de Enrique de Villena, de Jorge Manrique, etc., habiendo sido capaz de revivir y animar el ambiente de lejanas épocas y penetrar en la raíz de los sucesos.
Historia de los Heterodoxos españoles
Pensamiento e iniciativa de Gumersindo Laverde y se remonta a sus años de estudiante. Laverde pensaba solamente en que su discípulo escribiese una serie de semblanzas de herejes o heterodoxos españoles célebres. Pero, como siempre, en manos de Marcelino Menéndez Pelayo fue mucho más. La obra resultó de ocho tomos de un promedio de más de 500 páginas cada uno.
El primero es una historia completa de la vida espiritual de España hasta el siglo XV, en lo que se separaba de las enseñanzas de la Iglesia. Los siguientes se refieren a la época del Renacimiento, y analiza detalladamente el brote y extensión de las ideas protestantes en España, su represión por la Inquisición, y continúa con los judaizantes y las hechicerías durante los siglos XVI y XVII. Por último, se refiere a los afrancesados del siglo XVIII, su filosofía y política, y la penetración de la acción anticatólica en España; la influencia de la Revolución francesa y del liberalismo progresista, y se enfrenta con las doctrinas e ideas de sus contemporáneos, que él considera inadmisibles con frases llenas de vigor, reprochándoles aquello que el considera como actividades antiespañolas.
Muerte
Muere en Santander, España, el 2 de mayo de 1912.