Diferencia entre revisiones de «Adriano IV»
Línea 1: | Línea 1: | ||
− | + | ||
<div align="justify"> | <div align="justify"> | ||
{{Ficha Persona | {{Ficha Persona | ||
Línea 42: | Línea 42: | ||
==Síntesis biográfica== | ==Síntesis biográfica== | ||
− | Estudió en [[París]] y en [[Arlés]]. Su nombre original era Nicholas Breakspear, y era hijo San Albán | + | Estudió en [[París]] y en [[Arlés]]. Su nombre original era Nicholas Breakspear, y era hijo San Albán. Natural de Abbots-Langley (Hertford). En [[1137]] ingresó como sirviente en el convento de los canónigos de San Rufo. Llegó a ser abad. Le fue otorgado el birrete cardenalicio por el pontífice [[Eugenio III]] como obispo de Albano ([[1146]]); luego fue enviado como legado a [[Dinamarca]] y [[Noruega]] donde fundó el primer arzobispado de Upsal. |
Por el desempeño de su misión fue exaltado al solio, sucediendo a [[Anastasio IV]]. La supremacía papal la defendió con fuerza ante los gobernantes: estos les eran subordinados pues recibían la soberanía del [[Papa]]. | Por el desempeño de su misión fue exaltado al solio, sucediendo a [[Anastasio IV]]. La supremacía papal la defendió con fuerza ante los gobernantes: estos les eran subordinados pues recibían la soberanía del [[Papa]]. | ||
Línea 54: | Línea 54: | ||
Adriano fue un gobernante que captó claramente la idea de un papado con dominio universal, luchó apasionadamente por conseguirlo. | Adriano fue un gobernante que captó claramente la idea de un papado con dominio universal, luchó apasionadamente por conseguirlo. | ||
− | |||
− | |||
==Fuentes== | ==Fuentes== |
Revisión del 17:52 4 dic 2013
|
"Adriano IV:" (Langley, 1100-Anagni 1159). Se destacó en la supremacía papal: los gobernantes recibían la soberanía del Papa, lo que implicaba que les estaban subordinados.
Síntesis biográfica
Estudió en París y en Arlés. Su nombre original era Nicholas Breakspear, y era hijo San Albán. Natural de Abbots-Langley (Hertford). En 1137 ingresó como sirviente en el convento de los canónigos de San Rufo. Llegó a ser abad. Le fue otorgado el birrete cardenalicio por el pontífice Eugenio III como obispo de Albano (1146); luego fue enviado como legado a Dinamarca y Noruega donde fundó el primer arzobispado de Upsal.
Por el desempeño de su misión fue exaltado al solio, sucediendo a Anastasio IV. La supremacía papal la defendió con fuerza ante los gobernantes: estos les eran subordinados pues recibían la soberanía del Papa.
Mantuvo sus principios de soberana autoridad pontificia, alegando que todas las islas pertenecían a la santa sede.
Autorizó a Enrique I de Inglaterra a conquistar Irlanda. Inició la enemistad del Papado con el imperio de los Hohenstaufen, que se extendió durante el reinado de su sucesor Alejandro III: guerras incesantes contra Guillermo el Malo y Federico Barbarroja.
Mantuvo buenas relaciones con Manuel I Comneno quien soñaba con la unión de las Iglesias de Oriente y Occidente.
Adriano fue un gobernante que captó claramente la idea de un papado con dominio universal, luchó apasionadamente por conseguirlo.