Diferencia entre revisiones de «Bibliotecas. Anales de Investigación (revista)»
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Todo ocurrió como se pensó, Bibliotecas fue muy irregular y muy pocos trabajos se publicaron. La figura 1 evidencia un sustancial decrecimiento en la década de 1990 respecto a las décadas precedentes. Pero las circunstancias no impidieron que la revista cesara. El fuerte trabajo de su consejo de redacción anotó ciertos logros, como por ejemplo, su indización en ULRICH e INFOBILA. En este caso las secciones de la revista están mejor definidas (ej.: Artículos, Reseñas, Noticias), se publicaron además las normas editoriales y a partir de 1996 se le incorporó el resumen en inglés a cada artículo. Todo ello con la finalidad de hacer de Bibliotecas una publicación científica; aunque, la dura etapa de crisis lo impidió. | Todo ocurrió como se pensó, Bibliotecas fue muy irregular y muy pocos trabajos se publicaron. La figura 1 evidencia un sustancial decrecimiento en la década de 1990 respecto a las décadas precedentes. Pero las circunstancias no impidieron que la revista cesara. El fuerte trabajo de su consejo de redacción anotó ciertos logros, como por ejemplo, su indización en ULRICH e INFOBILA. En este caso las secciones de la revista están mejor definidas (ej.: Artículos, Reseñas, Noticias), se publicaron además las normas editoriales y a partir de 1996 se le incorporó el resumen en inglés a cada artículo. Todo ello con la finalidad de hacer de Bibliotecas una publicación científica; aunque, la dura etapa de crisis lo impidió. | ||
− | == | + | == 1998-2004: Bases para la creación de una publicación científica == |
− | + | Este es un período en el que se sientan, por segunda vez, las bases para convertir a Bibliotecas en una publicación científica. A pesar de que la crisis de los años 1990 lo impidió, un gran logro tuvo lugar el 6 de octubre de 1998, a partir de que la revista ingresara en el Registro Nacional de Publicaciones Seriadas 1. En 1998 se creó la sección Reseñas y Reflexiones con el propósito de publicar estudios que se deriven de revisiones de la literatura. La incorporación de Nuria Esther Pérez Matos en 1999 en su consejo editorial fue un punto de avance, siendo la persona que potenció el carácter científico de la revista tras involucrarla en el mundo de las publicaciones científicas. También es quien da paso al abordaje de temáticas más allá de lo meramente bibliotecológico, como lo es la Ciencia de la Información. | |
− | + | Por otra parte, en los artículos publicados se fueron incorporando aspectos formales propios de las revistas científicas, como por ejemplo: el membrete bibliográfico, las palabras clave, y la información de los autores. A principios del 2000 también se conciben secciones mejor estructuradas. Artículos científicos y Reseñas y reflexiones tienen el fin de exponer los resultados derivados de investigaciones. Mientras que Vida científica y académica, Experiencias para divulgar y Reseñas van a responder a esa tradición inicial de mantener informado a todos los profesionales del campo informacional | |
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== Servicios bibliotecarios == | == Servicios bibliotecarios == |
Revisión del 14:11 10 ago 2018
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Sumario
1963-1985: Lanzamiento del boletín Bibliotecas
El triunfo de la Revolución Cubana, en enero de 1959, significó un momento histórico y de profundos cambios para todo el entorno nacional. Hasta ese entonces, el sector bibliotecario era aún muy débil (Linares Columbié, 2018). Es por ello que el Consejo Nacional de Cultura crea la Dirección General de Bibliotecas (DGB), con el encargo de dirigir toda la red de bibliotecas del país, orientar al personal bibliotecario y acercar a todas las personas a estas instituciones.
En 1963, es creado el boletín Bibliotecas por iniciativa de María Teresa Freyre de Andrade, la entonces directora de la Biblioteca Nacional de Cuba “José Martí” (BNCJM). Este boletín iba a fungir como medio de comunicación de la DGB, con una proyección y alcance meramente bibliotecológico. Las publicaciones homólogas que le precedieron fueron la Revista de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí (1909), la Revista Bibliográfica Cubana (1936), el Boletín Bibliotécnico (1939), el Boletín de la Asociación Cubana de Bibliotecarios (1949), la revista Cuba Bibliotecológica (1953), y la revista Isla (1955) (Pérez Matos, 2005). Sin embargo, muchas de ellas se orientaban a una institución en específico, y otras, ya no estaban ni vigentes. Entonces, ¿qué novedad iba a ofrecer Bibliotecas respecto a sus antecesoras? Pues precisamente se convirtió en la primera publicación bibliotecológica en tener un alcance completamente nacional y con intenciones informativas, instructivas e incluso interactivas.
En febrero de 1963 es lanzado su primer número, el cual comprendía el período enero-febrero; dado que su frecuencia sería bimensual. En el editorial de entonces, se expresó:
Por eso comenzamos a publicar hoy este Boletín en el que ofreceremos contribuciones que recogerán las experiencias y los logros obtenidos por los compañeros que trabajan en distintos campos de nuestra técnica bibliotecológica, resúmenes de artículos tomados de revistas extranjeras semejantes a ésta, a fin de divulgar la forma de trabajo y los problemas que confrontan nuevos países. Consagraremos una sección a contestar las preguntas de carácter técnico que deseen formular los compañeros, y también daremos respuesta a los que sin ser del oficio se interesan por estas cosas y deseen ayudarnos en nuestro trabajo (Editorial, 1963).
Las personas que contribuyeron inicialmente con el boletín fueron tanto personalidades del campo bibliotecológico (ej.: María Teresa Freyre de Andrade, Emilio Setién Quesada, Israel Echevarría, Regla Peraza, Tomás Fernández, Olga Hernández Guevara) como de la cultura cubana (ej.: Graziella Pogolotti, Argeliers León, Juan Pérez de la Riva, Luis Suardíaz, Lucía Sardiñas, Salvador Bueno, Sidroc Ramos).
Es justo señalar que el entorno económico, político y social influyó en los contenidos publicados en Bibliotecas. Fue un periodo en el que la naciente Revolución se iba construyendo e instaurando las bases para el progreso social, cultural y educacional de los cubanos. Téngase en cuenta que al triunfo de la Revolución predominaba el analfabetismo, bajo número de escuelas, así como de centros o instituciones de índole cultural. Es por ello que el boletín, entre otras bondades, daba a conocer acontecimientos referidos a la inauguración de bibliotecas en muchas provincias del país. También fue muy frecuente la publicación de actividades y procedimientos técnicos bibliotecarios. Según Pérez Matos (2010), esto tiene su base en el mal funcionamiento de las bibliotecas de la época, algo que se había heredado del período anterior a 1959.
Los temas bibliográficos predominaron en las primeras décadas de la revista, principalmente durante los años 60, 80 y 90. Fueron muy recurrentes las obras de importantes personalidades cubanas de este terreno, como lo son Araceli García-Carranza y Tomás Fernández Robayna. En esencia, Bibliotecas,junto con la Revista de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí constituyeron las publicaciones que en la década de los años 1960 marcaron la productividad profesional cubana en la esfera bibliotecológica (Pérez Matos, 2010).
Durante toda la década de 1960, Bibliotecas se convierte en lectura obligada para todo bibliotecario, pues es precisamente la publicación que mantiene informado a sus profesionales, dado que se daban a conocer las actividades realizadas mensualmente en la BNCJM, se presentaban libros nuevos que llegaban al Departamento de Adquisición y Selección de Libros, se exponían los resultados de seminarios, charlas y programas formativos y, además, se presentaban los servicios de la Biblioteca Nacional. Paralelamente, el boletín contribuía a instruir a la comunidad bibliotecaria. En ese sentido, se presentaba bibliografía relevante sobre información y documentación, se reproducían artículos extranjeros de gran importancia académica, se presentaban procedimientos catalográficos, y se destinaba una sección de preguntas y sugerencias con la finalidad de esclarecer cualquier duda.
Ya para la década de 1970 se aprecia un cambio sustancial en los contenidos del boletín. Por ejemplo, el avizoramiento de cambios tecnológicos propició el abordaje de cuestiones como la informática y la información, la modernización de las bibliotecas, la programación, la computación, así como los lenguajes documentales. Durante este período, Cuba, en pos de la construcción de un sistema socialista en todos los sentidos, estrechó gran vínculo con países con análogas ideologías, de ahí que el sector bibliotecario cubano se vio influenciado también, por el de países socialistas. Es por ello que en el boletín se expusieron muchas experiencias bibliotecarias y formativas de países de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Indistintamente, la publicación se abre hacia una comunidad profesional mucho más amplia, dado que se comienzan a publicar resúmenes descriptivos de revistas especializadas de muchas ramas de la ciencia, destacándose títulos como: Biological Abstracts, Chemical Abstracts, y Sugar Industry Abstracts.
1986-1989: De boletín a revista especializada
En la década de los años 1980 comienzan a celebrarse por vez primera en Cuba importantes eventos bibliotecológicos. De ahí que Bibliotecas se convirtió en el canal para comunicar los resúmenes de múltiples conferencias y seminarios. Los temas sobre catalogación y desarrollo de colecciones prevalecían en esta época; pero había un fuerte énfasis en cuestiones relacionadas con la promoción de la lectura y la formación profesional. La tabla de contenidos suele ser diferente, muy similar a la de una revista; por tanto, en 1986 deja de ser el Órgano Oficial de la DGB del Ministerio de Cultura para convertirse en la Revista de la Dirección Nacional de Bibliotecas, bajo la dirección de Olinta Ariosa, la directora de la BNCJM en ese momento. Un rasgo distintivo en su etapa de revista es que el director(a) de la Biblioteca Nacional es quien la dirige, pero no quien se encarga de su gestión editorial; en esa época era Israel Echevarría quien llevaba a cabo todo el proceso editorial.
Cierta irregularidad caracteriza a Bibliotecas en este período, dado que de semestral pasa a tener una frecuencia anual a partir de 1987, año en que también Marta Terry asume su dirección por un corto tiempo; solo hasta 1988.
1990-1997: Crisis editorial
A principios de 1990 se produjo una crisis económica en Cuba de la cual no escapó ningún sector del país. Dada las circunstancias venideras, en el editorial del primer número de 1990 se expresó:
La aparición de esta serie especial de la Revista Bibliotecas se propone ampliar las posibilidades de información profesional destinada a los bibliotecarios del país. Aparecerá, sin frecuencia fija y en la medida en que las condiciones reales lo permitan, e incluirá documentos de interés tomados de la experiencia nacional e internacional de la especialidad (Editorial, 1990).
Todo ocurrió como se pensó, Bibliotecas fue muy irregular y muy pocos trabajos se publicaron. La figura 1 evidencia un sustancial decrecimiento en la década de 1990 respecto a las décadas precedentes. Pero las circunstancias no impidieron que la revista cesara. El fuerte trabajo de su consejo de redacción anotó ciertos logros, como por ejemplo, su indización en ULRICH e INFOBILA. En este caso las secciones de la revista están mejor definidas (ej.: Artículos, Reseñas, Noticias), se publicaron además las normas editoriales y a partir de 1996 se le incorporó el resumen en inglés a cada artículo. Todo ello con la finalidad de hacer de Bibliotecas una publicación científica; aunque, la dura etapa de crisis lo impidió.
1998-2004: Bases para la creación de una publicación científica
Este es un período en el que se sientan, por segunda vez, las bases para convertir a Bibliotecas en una publicación científica. A pesar de que la crisis de los años 1990 lo impidió, un gran logro tuvo lugar el 6 de octubre de 1998, a partir de que la revista ingresara en el Registro Nacional de Publicaciones Seriadas 1. En 1998 se creó la sección Reseñas y Reflexiones con el propósito de publicar estudios que se deriven de revisiones de la literatura. La incorporación de Nuria Esther Pérez Matos en 1999 en su consejo editorial fue un punto de avance, siendo la persona que potenció el carácter científico de la revista tras involucrarla en el mundo de las publicaciones científicas. También es quien da paso al abordaje de temáticas más allá de lo meramente bibliotecológico, como lo es la Ciencia de la Información.
Por otra parte, en los artículos publicados se fueron incorporando aspectos formales propios de las revistas científicas, como por ejemplo: el membrete bibliográfico, las palabras clave, y la información de los autores. A principios del 2000 también se conciben secciones mejor estructuradas. Artículos científicos y Reseñas y reflexiones tienen el fin de exponer los resultados derivados de investigaciones. Mientras que Vida científica y académica, Experiencias para divulgar y Reseñas van a responder a esa tradición inicial de mantener informado a todos los profesionales del campo informacional
Servicios bibliotecarios
Los artículos referentes a los Servicios bibliotecarios salen a la luz en los primeros años describiendo servicios de la propia Biblioteca Nacional que en aquel momento se encontraban en plena creación y diversificación, así se describen los servicios de Extensión bibliotecaria, los de la naciente Sala Juvenil e incluso los que eran implementados en provincias como la creación de la Sala Cubana en la Biblioteca Gener y del Monte de Matanzas. Igualmente encontramos traducciones o colaboraciones de extranjeros.
Se publica la reproducción del libro de Lionel Mc. Colvin titulado Servicios para niños en las bibliotecas públicas. París, UNESCO, 1957, y Préstamos entre bibliotecas, traducción y extracto de un capítulo del libro Servicios Técnicos en las bibliotecas (Technical Services in Libraries) por Maurice F. Tauber y Asociacios, Columbia University Press, New York.
Por otra parte, Regla Peraza publica artículos del curso que se impartió a la red nacional de bibliotecas sobre las transformaciones de los servicios en aquel momento y cierta panorámica de la automatización que se venía llevando a cabo en otras bibliotecas del mundo .
Lo que si es un hecho es que la revista ha constituido la principal difusora del quehacer de las bibliotecas cubanas. Actualmente como publicación científica, los estudios constituyen vivas experiencias del trabajo bibliotecario con aportes a la ciencia bibliotecaria y a pesar de sus curvas frecuenciales, siempre ha sido y será, la publicación que todo bibliotecario debe consultar a la hora de iniciar cualquier apreciación.
Registros
La Revista se encuentra reconocida en el Registro Nacional de Publicaciones Seriadas (La Habana, Cuba) RNSP: 0339, ISSN: 0006-176X (P) —versión impresa— y RNSP: 1973, ISSN: 1683-8947 (D), versión digital.[1]
También está indizada en la Emerging Sources Citation Index (ESCI) y en RedAlyC.
Catálogo
- Url: http://revistas.bnjm.cu/index.php/anales
- Folio: 18920
- Acopio: Cuba
- Fecha de Alta: 2010-01-27
- Fecha de Modificación: 2010-09-09
- Tipo de Registro: Modificado
- Título: Bibliotecas. Anales de Investigación
- País: Cuba
- Situación: Vigente
- Frecuencia: Anual
- Tipo de Publicación: Publicación periódica
- Soporte: Impreso en papel y digital
- Título Anterior: Revista Bibliotecas
- Título Abreviado: Bib. An. Invest.
- Temas: Bibliotecología, Ciencia de la Información, Archivología
- Clasificación Dewey: 13.31
- Indizada/Resumida en: Latindex, Cubaciencias, Google Scholar, MIAR, E-LIS, EBSCO, CiteFactor, Journal Impact Factor
- Naturaleza de la Publicación: Revista Científica
- Naturaleza de la Organización: Institución de Investigación
Véase también
Referencias
- ↑ Revista Bibliotecas. Tomado del Registro Nacional de Publicaciones Seriadas. Dirección de Publicaciones Periódicas (DPP). Disponible en: http://www.seriadas.cult.cu/index.php?accion=lista&codbusca=602&version=impresa. Consultado el 15 de noviembre de 2012.
Fuentes
- Biblioteca Nacional de Cuba José Martí
- Anales de la Investigación
- Revistas en Latindex. Catálogo de la Revista Biliotecas. Anales de la investigación. Disponible en: http://www.latindex.unam.mx/buscador/ficRev.html?opcion=1&folio=18920. Consultado el 16 de noviembre de 2012.