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{{Desarrollo}}{{Definición|Nombre=Dirección en el Béisbol|imagen=Estadio_Guillermon_Moncada.png|concepto=El trabajo de dirección es un trabajo que requiere del jefe tener todos los sentidos en función de un resultado óptimo. En el béisbol, la dirección es una tarea de titanes porque al convertirse este deporte en el pasatiempo nacional, te enfrentas además del colectivo que diriges a un sin número de espectadores capaces de hacer análisis de las jugadas y cada una de las decisiones que se toman en cada uno de los enfrentamientos. }}  
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Dirección en el Béisbol
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Concepto:El trabajo de dirección requiere que el jefe tenga los sentidos en función de un resultado óptimo. En el béisbol, la dirección es una tarea de titanes por ser el deportenacional.

Dirección en el Béisbol.

El trabajo de dirección es un trabajo que requiere del jefe tener todos los sentidos en función de un resultado óptimo. En el béisbol, la dirección es una tarea de titanes porque al convertirse este deporte en el pasatiempo nacional, te enfrentas además del colectivo que diriges a un sin número de espectadores capaces de hacer análisis de las jugadas y cada una de las decisiones que se toman en cada uno de los enfrentamientos.

Sumario

Un Epilógo Necesario

El béisbol es un Deporte movilizador y participativo de grandes multitudes, que convierte a cada jugador, comentarista deportivo, espectador o aficionado en un director de equipo sobre el terreno, desde las gradas, ante la pantalla televisiva o en cualquier sitio donde se desarrolle, presencie o escuche un juego de pelota.

El enfoque estratégico comprende la planificación, ejecución y evaluación de cada actividad de su tipo, en pro del perfeccionamiento y logro de modalidades, mecanismos y espacios más adecuados para una práctica colectiva, técnico-táctica y de cooperación-oposición mucho más especializada, dinámica y abarcadora, que no se limite a colmar el disfrute pasivo de sus partidarios, sino a promover la participación activa de sus seguidores.

Es importante, además, que en su estructura funcional se tomen en cuenta las fuerzas actuantes dentro y fuera de cada entrenamiento y encuentro competitivo, tanto en el país como en el extranjero, partiendo de un profundo análisis objetivo y subjetivo de las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas de los equipos que se enfrentan en un momento determinado, pues sólo así podrán valorarse las alternativas de solución a situaciones previstas o inesperadas sin perder la cordura.

Para que un equipo de béisbol se declare Campeón, deben existir previamente una plena correspondencia entre la organización interna y los objetivos que persigue, una clara delimitación de la autoridad y responsabilidad de cada cual en la novena y una flexibilidad y tolerancia mutuas entre todos sus integrantes, que garanticen la aplicación de los principios y reglas del juego con mayor eficacia operativa y directiva, así como la coordinación de los esfuerzos y el mantenimiento y desarrollo del grupo, incluso en medio de circunstancias cambiantes o adversas.

Pero lo anterior se sustenta primordialmente en las características y atributos del director del equipo, que contemplan desde el aspecto físico hasta la personalidad, la inteligencia y la sensibilidad, pues indudablemente para dirigir a los demás hay que ver más que los demás, para dirigir a los demás hay que saber más que los demás y ser capaz de entusiasmar con gestos y argumentos, de impactar y convencer, de despertar en el grupo sentimientos de adhesión y deseos de imitación, de inspirar confianza, de expresar su reconocimiento explícito por los triunfos conseguidos y de respaldarles cuando requieren su apoyo.

La atención individualizada de cada miembro del equipo lleva implícito fomentar no sólo las relaciones director-integrantes, sino también propiciar el intercambio frecuente entre jugadores experimentados y principiantes, para crear un clima de retroalimentación positiva entre las partes.

De todos modos, cuando se juega pelota, cualquier cosa puede ocurrir hasta en el último out; pero de algo debe estarse seguro: es preferible una decisión adecuada a tiempo, que una perfecta a destiempo.

Funciones del director

El director de un equipo debe cumplir una serie de funciones inherentes a su cargo, de las cuales dependerán en gran medida los resultados finales que se obtengan durante su desempeño en un determinado nivel competitivo y entre las que figuran:

Analizar minuciosamente la integridad del colectivo de atletas y de los miembros de la dirección que forman el equipo, para poder

  • Distribuir el trabajo por frentes, así como declinar responsabilidades en cada uno de ellos.
  • Hacer coincidir los criterios según las características de cada jugador ofensivas, defensivas y cualidades psíquicas, así como también según la clasificación del pitcheo:

Defensivas

Posiciones capaces de desempeñar como Fildeador de rolling, fly, líneas, etc, Fuerza en el brazo.

Ofensivas

Tipo de bateador (Z ó D). Fuerza al bate.Tacto. Corrido de bases (arrancada, velocidad, habilidad, etc.)

Pitcheo

Abridores (Z ó D). Relevos largos y cortos.Resistencia, control, velocidad, defensiva en la posición, tipos de lanzamientos que domina, temperamento, etc.

  • Confeccionar dos alineaciones para el enfrentamiento ante lanzadores zurdos o derechos.
  • Ser capaz de decidir en qué orden debe mover la reserva según la marcha del

juego y con quién buscar ofensiva, velocidad, defensiva, u otros elementos indispensables en pro de la victoria.Se han dado casos en que un equipo ha perdido un juego y su mejor emergente no ha sido utilizado, pues no se creó la situación propicia para su empleo.

  • Debatir con los integrantes del colectivo de dirección, en busca de consenso,

la selección del pitcher abridor para cada juego,los relevos,cambios en las alineaciones, etc.

  • Valorar detalladamente las debilidades y potencialidades del equipo contrario,

a fin de proporcionarle al suyo los criterios más acertados para hacerle frente con efectividad.

  • Elaborar un informe técnico de cada juego efectuado,con sus logros y deficiencias y darlo a conocer a todos los miembros para escuchar sus opiniones.
  • Estructurar alineaciones bien balanceadas con jugadores que reúnan el mayor número de cualidades,tanto ofensivas como defensivas,independientemente de que sean o no figuras de renombre.
  • Conservar el autocontrol en los momentos más difíciles y estresantes del desafío, para así poder transmitir de manera consciente y segura el espíritu combativo de juego al resto del equipo.
  • Planificar las prácticas antes de su ejecución, de modo tal que el entrenador

baje al terreno sabiendo lo que tiene que hacer y no a improvisar.Estas prácticas deben proyectarse en dependencia de las necesidades que se presenten.

  • Apoyarse en los demás miembros del equipo de dirección para la toma de decisiones durante el desarrollo de los juegos, pues entre todos pueden lograrse las determinaciones más eficaces.
  • Mantener una estrecha cohesión en el grupo, de forma que el atleta confíe en

el manager, auxiliar y entrenador, y viceversa; que se conozcan las preocupaciones o problemas existentes y que todo funcione como una gran familia, para que así cada cual rinda más en su puesto.

  • Conocer los parámetros psicológicos de los integrantes del equipo,por la

importancia que ello puede revestir en un momento dado:

  • Capacidad intelectual
  • Caracterización de la personalidad
  • Organicidad
  • Relaciones interpersonales (afectivas y de rechazo)
  • Tipos de prearranque
  • Autocontrol

Seguidamente una argumentación del primer inciso, tomado como ejemplo

Este aspecto debe ser muy tenido en cuenta en las orientaciones técnicas y tácticas que se les imparten a los atletas, tanto en las clases teóricas como prácticas, así como en los análisis que se efectúen después de la realización de los juegos; razones por las cuales serán claras y precisas, expuestas con un lenguaje común.

A mi juicio, es válida la aplicación de un método psicopedagógico a la hora de analizar el desafío de la víspera lo que debe ser una actividad usual, se gane o se pierda; pero preferiblemente en horas tempranas de la mañana del día siguiente y no antes del juego correspondiente a ese día, ya que el estado emocional de los atletas resulta más favorable en el horario matutino. En este análisis debe priorizarse la intervención de los jugadores para que expresen en forma colectiva y organizada sus criterios y valoraciones sobre el juego en cuestión y para aquellos que cometieron errores el día anterior, puedan exponer sus vivencias al respecto y cómo estiman que debían haber actuado, deberán hacerlo en otra ocasión ante situaciones similares.

Durante ese intercambio, el Director del equipo procede como orientador y emite sus opiniones ante el grupo del modo más convincente posible, pues ya conociendo cómo piensan sus atletas, podrá mejorar la asimilación del plan táctico a seguir por parte de ellos y a la vez llevar un control del nivel que van alcanzando en el análisis de las dificultades técnico-tácticas que puedan surgir. También tendrá la posibilidad de realizarse en su medio de acción, tomando en cuenta que los jugadores más diestros, que hayan logrado un status en la práctica del béisbol, podrán favorecer notablemente el desarrollo de los principiantes si él consigue encauzar el colectivismo consciente entre ellos.

Establece una estrecha relación con el Centro de Medicina del Deporte para estar informado debidamente sobre el estado de salud de sus jugadores, lo que se obtiene a través de pruebas como: composición corporal, somatotipo, capacidad física de trabajo, ortostática, masajes, análisis de laboratorio clínico y otras. El reposo y balance dietético de los peloteros son factores decisivos, pues en un juego de béisbol pueden tener un gasto energético superior a las 3 500 kilocalorías, que se impone recuperar.

Mediante exámenes que realiza el médico deportivo se pueden conocer los estados profundos de fatiga o sobreentrenamiento cuando hay desequilibrio entre el volumen y la intensidad, cuando no es suficiente el tiempo de descanso, cuando se producen irregularidades en el régimen higiénico-dietético y otros, la existencia de anemia deportiva, el bajo nivel de la capacidad de trabajo, el porcentaje de tejido adiposo, etc. Todas estas alteraciones disminuyen el rendimiento de los jugadores y pueden ser prevenidas con los controles médicos o resueltas por el personal de Medicina Deportiva; he aquí la gran importancia que reviste, para los directores de equipos, su vinculación con esta rama de las ciencias. Recuérdese que las numerosas y complicadas reglas, el carácter casi científico de las jugadas, etc., han hecho que el béisbol sea considerado “el ajedrez de los deportes”, porque en ambos casos son determinantes las acciones tácticas ofensivas y defensivas, así como las formas de mover y guiar las piezas: el ajedrecista en el tablero y el director de equipo en el campo.

Distribución del trabajo del cuerpo de Dirección

El colectivo de Dirección está formado por:

  • Responsable administrativo
  • Responsable de implementos
  • Responsable de estadísticas
  • Responsable de banco o dogouts
  • Responsable de disciplina y organización
  • Entrenador general
  • Entrenador de pitcheo
  • Entrenador de catchers
  • Entrenador de infielders
  • Entrenador de outfielders
  • Entrenador de bateo y ofensiva en general

Conviene aclarar que cada uno de estos frentes no requiere ser atendido necesariamente por un miembro del colectivo de Dirección, lo cual significa que un mismo integrante puede desempeñar varias de esas responsabilidades, siempre y cuando domine su contenido y sea a la vez capaz de desarrollarlas cabalmente.

Responsabilidades por frente

Delegado o administrativo

Se desempeña como subdirector del equipo, pero no interviene en las cuestiones técnicas, salvo que ello le sea solicitado por el director.

Principales funciones son:

  • Mantener con el director asistente y entrenador, el orden y la disciplina del equipo.
  • Atender todas las transportaciones del grupo, así como también lo relacionado con albergues, alimentación, dieta, etc.
  • Ocuparse del cuidado y mantenimiento de los implementos, en coordinación con el cargabates.
  • Lograr de los jugadores el mejor empleo de su tiempo libre.
  • Vigilar que el masajista disponga de todos los medicamentos necesarios para su labor.
  • Velar por la reposición de implementos y vestuarios según las demandas existentes.
  • Participar en el consejo disciplinario.
  • Rendir informes sobre los problemas surgidos durante los juegos y la marcha

del campeonato a los organismos superiores, cuando le sean solicitados u orientados.

Funciones del entrenador general.

Además de trabajar directamente con el director, debe:

  • Orientar, antes de bajar al terreno, las actividades a desarrollar en cada área y ser a la vez, junto al director, el responsable de cada práctica.
  • Bajar al terreno con el modelo de planificación de práctica.
  • Velar por la permanencia de todos los jugadores en el terreno mientras duren

las prácticas.

  • Orientar al preparador físico el trabajo a realizar y mantener al masajista en

cada práctica, por las lesiones que pudieran sufrir los jugadores.

  • Responsabilizarse con la ejecución de las labores especiales con determinados atletas o el equipo en general.
  • Exigir al cargabates el cumplimiento estricto de sus funciones durante los

juegos y las prácticas.

Responsable de implementos

Funciones

Comúnmente conocido como cargabates, debe:

  • Velar por el cuidado, organización y uso adecuado de los implementos.
  • Participar en las prácticas como un jugador más, pero sin olvidar las

responsabilidades como miembro del colectivo de Dirección. Su presencia en las prácticas persigue, por un lado, lograr su superación; y por otro, contar con su valiosa ayuda en el terreno.

Funciones y responsabilidades de los estadísticas.

Las funciones de este frente, que pueden ser desarrolladas por el delegado, cualquier miembro del colectivo u otra persona incluida en el equipo de Dirección, contemplan:

  • Registrar por escrito el rendimiento ofensivo, defensivo y de pitcheo, tanto

individual como colectivo.

  • Archivar los box-score, informes técnicos u otro tipo de documento estadístico.
  • Llevar, al igual que el entrenador de los lanzadores o junto a éste, la tabla de rotación de pitcheo.
  • Aportar a los demás miembros de la Dirección, toda la información estadística

que tenga, tanto del equipo como de los equipos contrarios, fundamentalmente del que va a enfrentarse en el día.

Responsable del banco o dogout

Puede ser cualquier miembro del equipo, pero esencialmente el delegado o entrenador general, y tiene como desempeño:

  • Velar por la mejor disciplina y organización durante las prácticas y juegos.

Responsables por posiciones

El control de las áreas: receptores, jugadores de cuadro, jardineros y lanzadores debe distribuirse entre los miembros de la Dirección con mayor dominio de cada una de ellas

  • Anotar las deficiencias y errores observados durante los juegos y consignarlos en los informes técnicos.
  • Trabajar con sus áreas durante las prácticas, tomando en cuenta las deficiencias y errores cometidos por los jugadores.

Las prácticas antes del juego

  • En su planificación debe participar el mayor número de los miembros directivos.
  • Se planifican en correspondencia con el equipo a alinear y las necesidades defensivas de bateo, etc.
  • El acondicionamiento físico para cada práctica puede hacerse por áreas, pero no ha de durar menos de 7 minutos.
  • En cada una de las áreas ya mencionadas se profundizará el trabajo de acondicionamiento en los planos musculares que más se esfuerzan según las posiciones y que por esa razón los he diferenciado.
  • El orden, el tipo y la dosificación de los ejercicios en el acondicionamiento están dados por el preparador físico, sobre la base de las exigencias de preparación de cada atleta.
  • El calentamiento del brazo debe tener una duración de 10 a 15 minutos, comenzando por encima de éste y a las distancias requeridas por las posiciones que ellos desempeñarán durante los juegos.
  • El calentamiento del brazo debe hacerse en parejas formadas por: catcher con catcher, shortstop con segunda, tercera con primera y jardineros entre sí.
  • Se prohíbe el calentamiento del brazo delante de los dogouts.
  • Los pepper game no han de hacerse sin antes realizar el acondicionamiento físico y el calentamiento del brazo.
  • El lanzador abridor y los posibles relevos no pueden calentar los brazos sin haber sido previamente autorizados y no se retirarán del terreno hasta tanto no finalicen las prácticas.
  • Al terreno hay que bajar de completo uniforme.

Antes del juego u orientaciones finales mitin

  • Si la práctica ha sido realizada antes del juego, debe mediar un tiempo de recuperación.
  • Se impone efectuar una reunión (mitin) para el análisis del juego anterior y el próximo a desarrollar, aunque es recomendable que el del juego anterior se lleve a cabo en horas tempranas o antes de las prácticas.

En este análisis se abordarán

  • Debilidades o deficiencias más comúnmente observadas, así como características generales del equipo contrario y de su posible lanzador.
  • Tácticas de juego a emplear.
  • Equipo que alineará.

Terminada la valoración se bajará al terreno para dar los toques finales de preparación antes del desafío.

Durante el juego

  • Es preciso permanecer atentos al desarrollo del juego.
  • Estar listos para entrar en el juego en cualquier momento.
  • Alentar a los que juegan, estimulándolos constantemente.
  • Seguir la misma reglamentación en los bull-pen.

Después del juego

  • Debe hacerse su análisis entre todos los miembros del colectivo de Dirección, a fin de tratar y debatir los aspectos relacionados con las deficiencias técnicas, tácticas, disciplina, combatividad y otros factores de interés.

Es muy conveniente puntualizar que las secciones de prácticas cortas, cuidadosamente organizadas, son las que contribuyen a elevar la moral del equipo; sin embargo, suele afirmarse que en el béisbol se tornan generalmente muy largas y monótonas; razón por la cual debe buscarse un término medio: las demasiado cortas pueden dejar a los atletas con deseos de seguir practicando un poco más; las demasiado largas y desorganizadas tienden a alejar al jugador con mayores cualidades e incidir en las sobrefatigas.

En los aspectos tratados con respecto al Director hice referencia al hecho de que dirigir es enseñar en su forma más elevada. Ante la integorrante cómo se justifica eso. Pues bien, empezaré por decir que como regla general, el aprendizaje de los fundamentos técnicos y tácticos para uso competitivo no tendrán valor alguno a menos que se conviertan en un hábito-respuesta a la percepción, según el cual los atletas deben ser ejercitados consecuentemente en el desarrollo de las habilidades más importantes.

Cuando en las funciones abordé lo concerniente a la planificación de las clases, sobre todo para un equipo que asiste a las prácticas con vistas a un campeonato, no abundé en que éstas deben planificarse de manera tal que vayan creando situaciones similares al juego, en condiciones competitivas, a los efectos de poder repetir el ejercicio una y otra vez hasta lograr su perfeccionamiento; pero sólo cuando no pueda conseguirse esto con las clases de entrenamiento, se justificará aplicar los trabajos especiales, donde es válido utilizar factores adicionales de motivación, por ejemplo llevar el récord del progreso individual en el aprendizaje de una determinada habilidad, hacer emular a dos jugadores entre ellos en los ejercicios de conjunto cuando se trabaje con el equipo en general o parte de él; estimular públicamente a los peloteros que se destaquen por sus habilidades y así sucesivamente.

Cuando se intente enseñar un ejercicio nuevo, debe procederse de lo general a lo particular, de lo simple a lo complejo, de lo conocido a lo desconocido, para facilitar el aprendizaje.

Es necesario que los jugadores aprendan de varias formas y en distintos tiempos: algunos de los que más demoran en adiestrarse, llegan a ser mejores deportistas, lo contrario de los que lo logran rápidamente.

Para que la corrección de errores sea efectiva, el Director debe procurar que el atleta se convenza de que los está cometiendo; sin embargo, lejos de aludir a la mala ejecución de su desempeño, ha de indicarle cómo hacerlo bien. En oportunidades hay jugadores con altos promedios que muestran errores manifiestos y se torna un poco difícil conseguir que lo entiendan, de modo que es preciso esperar a que demanden su ayuda, la cual resulta generalmente más productiva cuando se brinda en privado y personalmente a quien la solicita.

Se recomienda que las correcciones se hagan tan pronto como exista la ocasión propicia, especialmente durante las prácticas o mientras se realizan los trabajos especiales, pues esperar mucho tiempo puede hacer que se habitúen a sus propios errores.

También me referí a la importancia de mantener el espíritu de colectivismo y combatividad, que en los equipos de béisbol se dificulta tanto desarrollar, atribuible fundamentalmente a tres razones: primera, las reglas del béisbol no permiten sustituciones sin límites y a ningún atleta le gusta estar sentado en el banco; segunda, en otros deportes pueden efectuarse cambios, de manera que la reserva entra a jugar y los regulares a descansar, los cuales tienen la oportunidad de incorporarse nuevamente al juego cuando lo deseen; y tercera, en algunos casos los encuentros son controlados mediante el reloj, de modo que cuando existen amplias ventajas o desventajas, por el tiempo que resta se sabe si el estado del desafío variará o no. Son oportunidades favorecedoras de que todos jueguen, pero en el béisbol los dos equipos tienen las mismas posibilidades ofensivas, 9 entradas y 27 outs, por lo que no hay nada decidido hasta el último out.

La labor que se despliega para la búsqueda de la cohesión y combatividad del equipo, tanto en los que alinean regular como en los que no, decide en gran medida la buena marcha del grupo y de los resultados finales, por lo que esto constituye una tarea tan importante como es la de desarrollar la ofensiva, la defensiva o cualquier otro aspecto técnico o táctico del juego.

Los principios son vitales para lograr el espíritu colectivo

  • La clave de la combatividad y del buen espíritu colectivo de un equipo de béisbol, está basada en tres elementos de suma importancia: la disciplina, la imparcialidad y la justeza del Director.
  • La disciplina es el resultado que se alcanza cuando la actitud individual y colectiva se caracteriza por una identificación positiva de las reglas, costumbres, hábitos y moral, tanto del grupo como de los integrantes del equipo.
  • La disciplina es importante para alcanzar los objetivos trazados y hay que lograrla por la imposición o la convicción. En el primero de los casos, el hombre actúa disciplinadamente por la imposición de las reglas y normas establecidas; en el segundo, el individuo o todo el grupo está convencido de que su actitud conduce a resultados satisfactorios para el colectivo al cual pertenece y que además se corresponde con sus propios intereses.
  • Es preciso convencer a los integrantes del equipo de que ningún jugador resulta indispensable y de que no existe equipo alguno que dependa de un solo hombre y sí de la suma de los esfuerzos individuales.
  • Se estima responsabilidad del Director y del colectivo en sí, el hecho de que el jugador que produce, es el que juega como regular. La utilización de atletas que no estén rindiendo, basado en anteriores demostraciones, constituye una decisión injusta para el jugador que está en el banco anhelando una oportunidad para jugar regularmente en el equipo.
  • Una atmósfera de conjunto es absolutamente esencial: un equipo de béisbol debe ser estimulado a realizar todas las cosas como un colectivo. Los jugadores han de relacionarse unos con otros tanto como sea posible, dentro y fuera del terreno, etc.; en fin, los hábitos de colectivismo se forman y sirven para combatir el individualismo, que tan dañino resulta y que ha de ser enfrentado en todas sus manifestaciones.
  • Se deben desarrollar emulaciones entre los jugadores que desempeñan cada una de las posiciones. Se sabe que aquellos que están siendo presionados por un estímulo de tipo competitivo, tendrán más posibilidades de optimizar su juego.
  • Mantener un carácter jovial y agradable no atenta contra la seriedad y responsabilidad con el equipo.
  • El Director debe observar a los jugadores que se muestran desanimados, para acercarse a darles consejos y dedicarles palabras de estímulos. Una frase oportuna en el momento preciso puede obrar de maravillas en la autoestima de un atleta.
  • La moral de un equipo estará casi siempre influenciada por la forma en que el Director maneje los problemas disciplinarios que se presenten en el curso de una temporada. A ningún manager le gusta esta parte de su trabajo, pues lo mejor es no buscarse dificultades con nadie; pero, simplemente, a los jugadores no se les puede permitir que hagan siempre lo que ellos quieren.

El colectivo como forma superior del grupo, la cohesión lograda y la combatividad que se despliegue durante un juego, o en cada uno de los juegos de un campeonato, serán factores decisivos en los resultados finales. Estos aspectos tratados en cuanto al comportamiento y actitud general de los jugadores y el colectivo de Dirección, son los que hacen posible el cumplimiento de la aplicación de los elementos tácticos y estratégicos del juego.

Con la reincorporación del bate de madera en el béisbol de mayores, las potencialidades ofensivas, como era característico con el de aluminio, merman considerablemente, llevando el pitcheo en gran medida el dominio del desafío. Los barrajes ofensivos a punta de aluminio no volverán al juego, por lo que el 1 por 0 frecuentará los marcadores finales. Entonces, será importante que los directores de equipos hagan uso de todo su arsenal de conocimientos, que apliquen en cada momento la jugada lógica de cómo hacer las carreras, cómo combinarlas y cómo ser creativos según las posibilidades de los bateadores, los corredores y del planteamiento táctico del contrario. De la puesta en práctica del toque, el amago de toque y bateo, del bateo y corrido, squeeze play, robos, etc., dependerá la capacidad ofensiva de un equipo, por lo cual los jugadores rápidos y habilidosos en bases y con el bate, serán de gran utilidad en la alineación.

Los planteamientos tácticos a la defensiva no quedan relegados, pues si relevantes son los ofensivos para hacer carreras, no menos se consideran los defensivos para evitar que las hagan, por lo que jugar por dentro, por detrás, para doble play, contra el doble robo, squeeze play, toques, etc., también decidirá el resultado de los juegos.

La utilización y sustitución de los lanzadores, así como de los jugadores del banco, desempeña un importantísimo papel en el trabajo de Dirección: es como montar una música fina con una gran orquesta.

Ha vuelto el béisbol táctico, estratégico y creativo, es decir, aquel que depende de la habilidad de sus directores y jugadores para alcanzar las victorias. Ya no se usa el bate de aluminio en la categoría mayores; implemento que cambiaba con frecuencia los marcadores en el partido, haciendo olvidar la verdadera esencia de este maravilloso juego de las bolas y los strikes.

Indisolublemente ligado a la labor del Director y como parte de la Dirección debe considerarse el desempeño de los coachers de bases, puesto que ellos representan un eslabón importante en el sistema directivo y por tal razón decidí abundar en la descripción de sus funciones y responsabilidades.

El trabajo de los coachers

Consideraciones generales El equipo de béisbol que no funcione como una unidad en la ofensiva no puede ser un ganador consistente, a pesar de la capacidad individual de cada uno de sus jugadores. Las situaciones que se presentan en una competencia, requieren un esfuerzo coordinado por parte del director del equipo, el bateador, los corredores y los coachers de bases. Si en una circunstancia determinada, cualquiera de estos participantes se confunde en cuanto a lo que los otros están haciendo, el éxito de la jugada estará en peligro.

Además del dominio de las habilidades básicas y de un perfecto conocimiento de las jugadas ofensivas y situaciones del juego, un equipo tiene que ser capaz de transmitirle la información necesaria a sus bateadores y corredores que se encuentran en las bases. Este sistema de comunicación de las jugadas ofensivas, incluye dos ingredientes vitales: aplicar un método de señas simples por ofensiva y disponer de coachers de bases competentes y conscientes.

Por esas razones, los coachers de bases no solamente están obligados a ser muy estudiosos del juego, sino también a conocer cabalmente los fundamentos de las funciones que desempeñan. Aunque las responsabilidades del coacher de primera base son algo distintas de las del coacher de tercera, es de suma importancia que las señas con los brazos y otras formas de comunicación se hagan lo más similares posible para que cada jugador del equipo pueda interpretar con acierto las direcciones y orientaciones de ambos coachers.

Reglas generales para los coachers

  • Los coachers deben correr a ocupar sus respectivas posiciones inmediatamente después que se haya realizado el último out de la entrada anterior.
  • Los coachers no deben permanecer ociosos ni mostrarse aburridos por el desarrollo del juego, aun cuando no haya corredores en bases o la anotación del desafío se encuentre muy desnivelada.
  • Además de ofrecerle al bateador un constante estímulo verbal, los coachers deben tratar de captar las señas del receptor, observar los movimientos del lanzador para ver si descubre sus lanzamientos y chequear la colocación de los jugadores del cuadro y jardineros.
  • Los coachers de bases deben evitar las conversaciones innecesarias con los árbitros, los jugadores del equipo contrario y más aún con los aficionados, porque su trabajo es tan importante que demanda toda su concentración.
  • También los coachers pueden brindarle ayuda a la defensiva de su equipo. Cuando el coacher de primera sale a ocupar su posición al final de cada entrada, debe llevar una pelota de práctica para que el inicialista la utilice en el calentamiento del cuadro, y lo mismo ha de hacer el coacher de tercera con los jardineros; pero este sistema puede sufrir alteraciones de acuerdo con la situación del banco de los jugadores.
  • Como regla general, los coachers deben presumir que los corredores embasados podrán lograr muy poco o casi nada si ellos no les ayudan. En efecto, el coacher probablemente estará haciéndole un gran servicio al corredor si le trata como si nunca antes hubiera logrado embasarse.

Funciones del coacher de primera base

  • Cuando se conecta la bola por el cuadro, el coacher de primera se sitúa en una posición en línea con el tiro y el inicialista. Después, de acuerdo con la dirección de la bola y la precisión del tiro, deberá:
  • Indicarle al corredor, haciéndole círculos con el brazo izquierdo, que siga en línea recta y pase a toda velocidad por la almohadilla.
  • Indicarle al corredor, colocando las palmas de las manos hacia abajo, que se deslice para evitar que el inicialista le toque cuando un tiro desviado le obliga a abandonar la almohadilla.
  • Indicarle al corredor que doble por primera y localice la bola,haciendo círculos con el brazo izquierdo y señalando en dirección a segunda con el dedo índice de la mano derecha.

El coacher de primera debe detenerse en esa base

  • Con menos de dos outs:
  • Que trate de romper el doble play y los batazos de rolling conectados por el cuadro.
  • Que se detenga para no dejarse tocar, si el de segunda base fildea el batazo de rolling en línea del corredor.
  • Que se sitúe sobre la base para intentar el pisa y corre si el batazo de fly es lo suficientemente profundo para permitirle avanzar a la próxima base, después de fildeada la bola.
  • Que se aleje de la almohadilla, tanto como sea posible, en los fildeos que puedan ser dudosos y en aquellos batazos cortos en los cuales no pueda avanzar después que se fildea la bola.
  • Que realice el pisa y corre en aquellos batazos de foul fly conectados detrás de primera base o detrás del receptor,próximo a la malla, cuando también haya un corredor en tercera base.
  • Con dos outs:
  • Que corra con cualquier bola bateada.
  • Que salga hacia segunda cuando el bateador tenga el conteo de 3 bolas y 2 strikes.
  • Con cualquier número de outs:
  • El número de outs.
  • La colocación de los jardineros y la potencia de sus brazos.
  • La forma como realizan el pivot la segunda base y el torpedero con el doble play, es decir, si siempre lo hacen por delante o por detrás de la base.

==El coacher de primera es responsable del corredor que está en primera base==.

  • Verbalmente tiene que hacer girar al corredor hasta que haya alcanzado el adelanto apropiado.
  • Observar los movimientos del lanzador y gritar al corredor que regrese, cuando se produce la virada de primera base.
  • Cuando el inicialista está jugando separado de la base y por detrás del corredor, el coacher ocupa una posición en la parte delantera del cajón y está atento a los movimientos del primera base, para adelantarse a una posible virada por sorpresa del lanzador.

Funciones del coacher de tercera base

  • El coacher de tercera tiene la responsabilidad de orientar y dirigir al corredor que dobla por segunda base. Antes del lanzamiento, él debe saber las posibilidades de ese corredor para ganar una base extra.

El coacher de tercera dirige al corredor de la forma siguiente

  • Haciendo círculos con el brazo izquierdo si desea que el corredor doble por segunda y localice la bola.
  • Haciendo círculos con el brazo izquierdo, señalando hacia tercera con el dedo índice de la mano derecha, si desea que el corredor siga para tercera base.
  • Levantando los dos brazos con las palmas de las manos de frente al corredor, si quiere que el corredor se detenga al doblar por segunda y regrese inmediatamente a la base.

El coacher de tercera base debe detenerse en segunda

  • Con menos de dos outs:
  • Que en los batazos de rolling conectados de frente al torpedero o hacia su lado derecho, espere a que la bola pase hacia el jardín izquierdo antes de salir para tercera.
  • Que realice pisa y corre en aquellos batazos de fly conectados hacia lo profundo de los jardines, que permitan avanzar hacia la próxima base.
  • Que se aleje de la almohadilla, tanto como sea posible, en los fildeos dudosos y en los batazos donde no pueda avanzar después de haberse efectuado el fildeo.
  • Con dos outs:

Que avance con cualquier bola bateada, a menos que hacerlo resulte una jugada más fácil para el antesalista o el torpedero.

  • Que salga hacia tercera cuando haya un corredor en primera y el bateador se encuentre en conteo de 3 bolas y 2 strikes.
  • Con cualquier número de outs:
  • El número de outs.
  • La colocación de los jardineros y la calidad de sus brazos.

El coacher de tercera es responsable del corredor de segunda base

  • Vigilar al torpedero y al segunda base, mientras el corredor observa los lanzamientos del pitcher.
  • Colocando las manos de forma ahuecada delante de la boca, guiar verbalmente el adelanto del corredor de segunda; y una vez que haya alcanzado la distancia apropiada, gritarle repetidamente: ahí estás bien, ahí estás bien
  • Si el torpedero o el segunda base salen a cubrir la almohadilla y el corredor se halla en peligro de ser sorprendido, indicarle que retroceda, gritándole: Gira, Vira, Regresa.
  • El coacher de tercera está obligado a orientar al corredor que se aproxima a segunda base y debe conocer por adelantado las posibilidades de éste para anotar, antes de ordenarle seguir para el home.

El coacher dirige al corredor que se aproxima a segunda base

  • Levantando los brazos, con las palmas de las manos de frente al corredor si quiere que llegue parado y se detenga sobre la almohadilla.
  • Haciendo círculos con el brazo izquierdo y señalando hacia el home con el dedo índice de la mano derecha, si desea que el corredor siga hacia home y trate de anotar.

El coacher de tercera y el corredor que se detenga en dicha base

  • Sin outs:
  • Que trate de evitar un posible doble play si conectan un batazo de línea por el cuadro.
  • Que trate de anotar en los batazos de rolling, pero únicamente si puede hacerlo sin riesgo de ser puesto out.

Con menos de dos outs

  • Que trate de anotar con cualquier batazo conectado de rolling que pase al lanzador, a menos que el cuadro esté jugando por dentro para realizar una posible jugada en home; en ese caso, si el tiro es bueno, debe detenerse para iniciar el round-down entre tercera y home, a fin de proporcionar la oportunidad de avanzar a los corredores siguientes.
  • Que realice el pisa y corre en los batazos de fly conectados a lo profundo de los jardines, aunque vayan hacia territorio foul.
  • Que intente el pisa y corre con los batazos de foul fly cortos detrás de primera o detrás del receptor, próximos a la malla, si el corredor de primera sale hacia segunda después de la cogida y el fildeador hace el tiro directamente a dicha base.

==Con dos outs==:

  • Con bases llenas, que salga hacia home con el lanzamiento cuando el bateador se encuentre en el conteo de 3 bolas y 2 strikes.
  • Que trate de anotar con cualquier clase de bola bateada, a menos que al hacer eso esté facilitando una jugada para el jugador que fildea la bola.
  • Que intente cruzar el home tan rápido como sea posible, en caso de que el corredor siguiente se halle en riesgo de ser puesto out en otra base.

==Con cualquier número de outs==:

  • El número de outs.
  • La colocación de los jardineros y la relativa fortaleza de sus brazos.

El coacher de tercera y el corredor que se encuentra en tercera base

  • Debe prevenir al corredor para que avance por fuera de la línea de foul.
  • Debe advertirle al corredor que se mantenga en movimiento en dirección al home cuando el lanzamiento se aproxima al bateador y que regrese rápidamente por dentro de la línea, cuando la bola pase al que está por batear.
  • Debe ocupar una posición que le permita observar los movimientos de los antesalistas para adelantarse a un posible tiro que pueda sorprender al corredor.

Funciones del bateador que espera su turno al bate

El bateador que espera su turno al bate

Es el máximo responsable de las orientaciones que deben darse en el área del home plate

  • Debe indicarle al bateador que corra cuando se le cae al receptor el tercer strike y la primera base está desocupada o se han producido dos outs.
  • Debe ayudar al corredor que se aproxima al home de la forma siguiente:
  • Quitando el bate y la careta del receptor del área del home que utiliza el corredor para deslizarse o entrar de cualquier forma en su intento de anotación.
  • Levantando los brazos para indicarle al corredor que llegue parado.
  • Colocando las palmas de las manos hacia abajo para señalarle al corredor que se deslice hacia un lado determinado.
  • También el bateador de turno puede llevar a cabo las tareas ya citadas cuando está en condiciones de hacerlo, por ejemplo: indicarles a los corredores embasados si deben avanzar o mantenerse en sus respectivas bases en los lanzamientos que se escapen al receptor y la pelota quede a corta distancia de éste o se le pierda momentáneamente.

Fuente

Franger Reynaldo Balbuena. Del Béisbol casi todo.