Marcia Garbey

Inicios

Para quienes la veían correr de un lado a otro, jugar pelota o montar patines y bicicleta en la barriada santiaguera de Los Hoyos, no resultó difícil augurar a inicios de los pasados años 1960, que la pequeña Marcia Garbey Montell sería deportista, mas lo que entonces nadie imaginó fue que tras convertirse en Gloria del atletismo cubano, dedicaría por entero la vida al Movimiento deportivo revolucionario.

Sin el impresionante Somatotipo tan requerido hoy en eventos de Pista y campo, fue de esas figuras que por la explosividad y amor a la camiseta contribuyó desde los primeros años del INDER a eslabonar el prestigio del organismo deportivo.

Fundadora de los Juegos Escolares

Con apenas dos años de creado, el INDER convocó en 1963 a la celebración de los Primeros Juegos Deportivos Escolares, y como era una niña tan activa estaba en toda competencia de mi Secundaria básica Rubén Bravo. Le gustaba el Voleibol, pero por jugar en cualquier posición al final no hice el equipo y fui a probar en los 100 metros, donde representando a Ciudad Escolar 26 de Julio, le ganó nada menos que la inolvidable Cristina Hechavarría. Sufrió mucho esa derrota porque con 13 años era la líder de la escuela y allí estaba la profesora y vallista del seleccionado nacional Concepción ‘Conchita’ Portuondo, quien le recomendó el Salto de longitud. Jamás había pensado en esa disciplina, pero se inscribió y con un registro de 4,70 m, al instante pasó a ser la representante de la entonces provincia de Oriente en esta prueba de los Juegos.

Más de diez años de destacada actuación

Diría que a partir de 1964,  después de anhelar tanto esos primeros escolares iniciando la competencia en La Habana se lesionó y tuvo que esperar los segundos juegos para conquistar el oro que luego repetiría en los terceros del 1965. Ese año también se celebraron los Primeros Juegos Nacionales de mayores en el Estadio Pedro Marrero, y fue subcampeona con idéntico registro, pero en un salto más que la favorita y ganadora Irene Martínez. En lo adelante pasó a la preselección nacional de Atletismo y en 1966 participó en los históricos Juegos Centroamericanos de San Juan, Puerto Rico, donde como se conoce rompimos el bloqueo yanqui a bordo del buque Cerro Pelado. Allí logró el bronce, mientras que en los dos siguientes Juegos Centroamericanos y del Caribe de Panamá en 1970 y Santo Domingo1974, resultó campeona.

Luego estuvo en los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1967 y México 1975, pero afectada por ligeras lesiones no pasó en ambos del sexto lugar. Sin embargo, de Winnipeg le quedó un grato recuerdo al integrar el relevo 4x100 y con la responsabilidad del despegue, junto a Miguelina Cobián, Violeta Quesada y Marlene Elejaldes, le dieron a Cuba un inolvidable oro con récord de 44,6. Lo demás se resume en el cuarto lugar de los Juegos Olímpicos de Munich 1972, bronce en el Mundial Universitario de Hungría 1973 y en haber ostentado el Récord Nacional de 6,62 m en 1975, que poco tiempo después superó Ana Bella Alexander con un centímetro más en los Panamericanos de México 1975.

Tras el retiro dónde se refugió la ex atleta

Como entrenadora de la ESPA de las FAR, culminó en 1981 la Licenciatura en Cultura Física; desde 1983 fungió como entrenadora en la Universidad de Oriente. Luego llegaron las colaboraciones internacionalistas en Venezuela y Bolivia, el cargo de Responsable de Reglas y Arbitrajes en la comisión provincial de atletismo, así como la atención al frente femenino de la propia comisión, pero nacionalmente.

Esa permanencia te posibilita conocer la situación actual del atletismo. Actualmente el área de lanzamientos es la más consolidada, sobre todo por los registros de nuestras mujeres, mientras que en las restantes contamos con determinadas figuras que brillan con luz propia. Nos han faltado las competencias de nivel en el país, que ahora parecen recuperarse con la reaparición este año del Festival de Saltos de Matanzas, los Memorial Aurelio Janet y Rafael Fortúm, las competencias nacionales categoría cadetes, la Olimpíada del Deporte Cubano y los Juegos del Alba.

El atletismo puede llegar a lo que aspiramos, pero para ello también nos faltan mejorar las condiciones de las pistas y los implementos deportivos, elevar la captación de atletas de velocidad en los juegos de montaña, evitar que se quemen etapas en muchachos que tras titularse campeones juveniles queremos llevarlos enseguida a ligas de mayores, con una carga de entrenamientos que los afectan considerablemente.

Véase también

• Atletismo
• Iván Pedroso

Fuentes

• Entrevista realizada por Eduardo Palomares Calderón
• Entrevista realizada por Dagmaris Pérez Meriño, Editora del Centro Provincial de Informática del Deporte, Santiago de Cuba.