Diferencia entre revisiones de «El valle de Abraham(película)»
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Ema es una joven bella e inocente. Se casó sin estar enamorada con Carlos, el mejor amigo de su padre.Ambos se trasladan al Valle de Abraham, donde viven en habitaciones separadas. Con el paso del tiempo, Emma –a la que llaman ‘La pequeña Bovary, por el deseo que inspira a los hombres- empieza a sentirse desdichada con su matrimonio, así que empieza a tener un amante. | Ema es una joven bella e inocente. Se casó sin estar enamorada con Carlos, el mejor amigo de su padre.Ambos se trasladan al Valle de Abraham, donde viven en habitaciones separadas. Con el paso del tiempo, Emma –a la que llaman ‘La pequeña Bovary, por el deseo que inspira a los hombres- empieza a sentirse desdichada con su matrimonio, así que empieza a tener un amante. | ||
Dirigida por el portugués Manoel de Oliveira (“La carta”, El convento”), considerado como el decano del cine europeo y uno de los realizadores más arriesgados y experimentales del cine contemporáneo, este drama es una co-producción entre Portugal, Suiza y Francia. Oliveira obtuvo por este filme el Premio de la crítica en el Festival Internacional de Cine de Sao Paulo, además del premio a la mejor contribución artística en el Festival de Tokyo. | Dirigida por el portugués Manoel de Oliveira (“La carta”, El convento”), considerado como el decano del cine europeo y uno de los realizadores más arriesgados y experimentales del cine contemporáneo, este drama es una co-producción entre Portugal, Suiza y Francia. Oliveira obtuvo por este filme el Premio de la crítica en el Festival Internacional de Cine de Sao Paulo, además del premio a la mejor contribución artística en el Festival de Tokyo. | ||
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Oliveira hace gala de un escrupuloso cuidado por los detalles ambientales, por la música que refuerza el ánimo interior -Chopin, Debussy, Beethoven...-, bellísimos paisajes fotografiados con extrema perfección, largos planos fijos, la suavidad de sus constantes planos-secuencia, un lirismo aéreo, todo parece soñado, huidizo..., una magnífica voz en off que relata y distancia aun más. Y, sin embargo, el argumento y los hechos son, en su naturaleza, apasionados, fuertes. Pero Oliveira da con la cámara ese aire de lejanía, exige a los actores un comportamiento frío, casi hierático, como de estatua en un parque de invierno. Y así, hay una singular y casi rara separación entre lo que ocurre y cómo ocurre: como si la vida se viera obligada a fingir desgana. | Oliveira hace gala de un escrupuloso cuidado por los detalles ambientales, por la música que refuerza el ánimo interior -Chopin, Debussy, Beethoven...-, bellísimos paisajes fotografiados con extrema perfección, largos planos fijos, la suavidad de sus constantes planos-secuencia, un lirismo aéreo, todo parece soñado, huidizo..., una magnífica voz en off que relata y distancia aun más. Y, sin embargo, el argumento y los hechos son, en su naturaleza, apasionados, fuertes. Pero Oliveira da con la cámara ese aire de lejanía, exige a los actores un comportamiento frío, casi hierático, como de estatua en un parque de invierno. Y así, hay una singular y casi rara separación entre lo que ocurre y cómo ocurre: como si la vida se viera obligada a fingir desgana. | ||
Dirección, guión y diálogos, montaje... todo es de Oliveira. Tres horas de una altura artística notable. Sin embargo, ese modo de arte puede cansar, no por su duración sino por una cierta falta de unidad: por ese buscado desacuerdo entre la sangre y su palpitación, y también porque el resultado no parece tanto una obra cerrada sino magistrales capítulos sueltos, demasiado perfectos en sí mismos para querer formar conjunto con el todo y disolverse en la unidad. | Dirección, guión y diálogos, montaje... todo es de Oliveira. Tres horas de una altura artística notable. Sin embargo, ese modo de arte puede cansar, no por su duración sino por una cierta falta de unidad: por ese buscado desacuerdo entre la sangre y su palpitación, y también porque el resultado no parece tanto una obra cerrada sino magistrales capítulos sueltos, demasiado perfectos en sí mismos para querer formar conjunto con el todo y disolverse en la unidad. | ||
− | == Elenco actoral == | + | |
− | + | == Elenco actoral == | |
− | + | *[[Luís Lima Barreto]] | |
− | + | *[[Mario Barroso]] | |
− | + | *[[Glória de Matos]] | |
− | + | *[[Diogo Dória]] | |
− | + | *[[João Perry]] | |
− | + | *[[Paulo Branco]] | |
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== Fuentes == | == Fuentes == |
Revisión del 15:08 13 may 2019
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El valle de Abraham es una película portuguesa , dirigida por Manoel de Oliveira en el año 1993 y Ema es una mujer de una belleza desafiante, y no sólo para Carlos, su marido, con quien se casó sin amor. Su gusto por el lujo y lo refinado, las ilusiones que tiene por la vida, el deseo que inspira a los hombres.
== Sinopsis ==
Ema es una joven bella e inocente. Se casó sin estar enamorada con Carlos, el mejor amigo de su padre.Ambos se trasladan al Valle de Abraham, donde viven en habitaciones separadas. Con el paso del tiempo, Emma –a la que llaman ‘La pequeña Bovary, por el deseo que inspira a los hombres- empieza a sentirse desdichada con su matrimonio, así que empieza a tener un amante. Dirigida por el portugués Manoel de Oliveira (“La carta”, El convento”), considerado como el decano del cine europeo y uno de los realizadores más arriesgados y experimentales del cine contemporáneo, este drama es una co-producción entre Portugal, Suiza y Francia. Oliveira obtuvo por este filme el Premio de la crítica en el Festival Internacional de Cine de Sao Paulo, además del premio a la mejor contribución artística en el Festival de Tokyo.
Argumento
Esta película es una versión indirecta de Madame Bovary; directamente está basada en el libro de Agustina Bessa-Luis, peculiar y distinta biografía de la Emma Bovary de Flaubert, menos romántica y más real. Pero si el argumento y los hechos de los personajes tienen esa proveniencia realista, la dirección de Oliveira los desrealiza. Huérfana de madre, Emma vive una adolescencia de aislamiento aristocrático, en soledad. No se siente inclinada ni al trabajo ni a la piedad. Desde una pasiva mediocridad ve pasar los años, y se casa sin amor con un viudo. Ni en el matrimonio ni con la maternidad sabe dar sentido a su vida. Prueba unas aventuras extramatrimoniales, cada vez más humillantes y sin sentido, y su vida acaba en una mediocridad aun más desesperada y vacía. Oliveira hace gala de un escrupuloso cuidado por los detalles ambientales, por la música que refuerza el ánimo interior -Chopin, Debussy, Beethoven...-, bellísimos paisajes fotografiados con extrema perfección, largos planos fijos, la suavidad de sus constantes planos-secuencia, un lirismo aéreo, todo parece soñado, huidizo..., una magnífica voz en off que relata y distancia aun más. Y, sin embargo, el argumento y los hechos son, en su naturaleza, apasionados, fuertes. Pero Oliveira da con la cámara ese aire de lejanía, exige a los actores un comportamiento frío, casi hierático, como de estatua en un parque de invierno. Y así, hay una singular y casi rara separación entre lo que ocurre y cómo ocurre: como si la vida se viera obligada a fingir desgana. Dirección, guión y diálogos, montaje... todo es de Oliveira. Tres horas de una altura artística notable. Sin embargo, ese modo de arte puede cansar, no por su duración sino por una cierta falta de unidad: por ese buscado desacuerdo entre la sangre y su palpitación, y también porque el resultado no parece tanto una obra cerrada sino magistrales capítulos sueltos, demasiado perfectos en sí mismos para querer formar conjunto con el todo y disolverse en la unidad.
Elenco actoral
Fuentes
- Artículo disponible en: http://paraquenomeolvide2.blogspot.com/2015/04/oliveira-en-el-valle-de-abraham.html
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