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última versión al 23:30 6 jul 2019
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Jan Baptista van Helmont. Químico neerlandés. Su gran inquietud intelectual le llevó a efectuar profundas incursiones en diversos campos: medicina, astronomía, filosofía, teología y botánica. Influido por Paracelso, realizó diversos trabajos sobre la naturaleza de los elementos. Descubrió el óxido de nitrógeno y el dióxido de carbono, y sentó las bases del termómetro. Sus obras, con el título de Ortus medicinae, fueron publicadas póstumamente en 1648.
Sumario
Síntesis biográfica
Hijo de una familia noble, estudió medicina y cirugía en Lovaina, donde se graduó en 1599. Se cree que a los diecisiete años enseñaba ya medicina; luego, sin embargo, abandonó el estudio de tal ciencia y anduvo errante por Europa, mientras se interesaba por las materias más dispares. Después de su matrimonio con una rica heredera, se estableció en 1609 en Vilvoorde, cerca de Bruselas, donde ejerció la medicina; no obstante, su ocupación favorita eran los experimentos químicos.
Aportes
En algún sentido fue raramente conservador, pues abandonó a Paracelso con sus doctrinas alquimistas del mercurio, el azufre y la sal como bases de toda sustancia sólida. Sin embargo, volvió atrás hasta llegar a Tales, creyendo, como el filósofo griego, que el agua era el elemento básico del universo. Como síntoma de la nueva era de los avances de los métodos cuantitativos ganando fuerza y de la revolución científica ya en camino, Helmont quiso dar prueba de su afirmación con un experimento.
Cultivó un sauce en una cantidad tasada de tierra, demostrando al cabo de cinco años de añadir solamente agua que el árbol había ganado 164 libras en peso, mientras que el suelo solo había perdido dos onzas. De esto dedujo que el árbol transformaba al agua en su propia sustancia. A pesar de no tener razón, su experimento es de crucial importancia. Por un lado fue el primero en usar métodos cuantitativos en experiencias biológicas y por otro, probó al menos que la planta no se nutría solo de la parte sólida del suelo.
En su faceta alquimista también fue bastante avanzado. Fue el primero en reconocer que había más de una sustancia del tipo del aire y que algunos vapores obtenidos en sus experimentos eran sustancias con propiedades tan diferentes a las del aire como las pudiese tener el agua. Por no tener los vapores volumen constante como los líquidos y los sólidos, aunque llenaran el recipiente que los contenía, los consideró materia en completo caos y así los llamó. Sin embargo, escribió la palabra «caos» como sonaba en su fonética flamenca convirtiéndolo en «gas.»
Esta palabra, aunque ignorada en su tiempo, fue vuelta a ser utilizada por Lavoisier siglo y medio después, permaneciendo sin cambio en la nomenclatura de los químicos desde aquel momento.
Helmont estudió en particular el gas producido por la madera al arder, que llamó «gas sylvestre» («gas de madera»), aunque hoy se llama anhídrido carbónico. Como ironía, resultó ser este gas el que alimentó el sauce de su experimento principalmente, y no el agua, negándose al interpretarlo, a considerar el aire que lo rodeaba. Tenía en sus manos la respuesta correcta, ya que él mismo descubrió la fuente de alimento, pero no se dio cuenta.
Investigaciones más importantes
Las investigaciones más importantes de Van Helmont son las relativas a la química pneumática, de la cual debe ser considerado como verdadero fundador. Fue el primero en distinguir los diversos cuerpos gaseosos (ácido carbónico, hidrógeno, ácido sulfuroso, etc.) basándose en sus propiedades, mientras que antes de él todos los gases eran tenidos por sustancialmente idénticos y no distintos del aire. Suya es la palabra "gas" (que él derivó del latín "chaos", usado muchas veces anteriormente, con análogo significado, por Paracelso). Por medio de la combustión del gas explicó la incandescencia de la llama y los efectos de la pólvora pírica.
Distinguió además entre gases y vapores, estos últimos convertibles al estado líquido mediante mero enfriamiento. Van Helmont mostró que el ácido carbónico se puede obtener tratando con ácidos la piedra calcárea o la potasa, quemando carbón o dejando fermentar vino o cerveza. Indicó después su presencia en el estómago, en las aguas minerales y en cavidades terrestres, y lo llamó "gas silvestre, esto es, incoercible" (gas silvestre sive incoercibile, quod in corpus cogi non potest visibile). Pero no siempre consiguió distinguir netamente el ácido carbónico de otros gases que tampoco alimentan la combustión (no comburentes).
Edición de su obra
El hijo de Jan Baptist Van Helmont se encargó de la edición de sus textos, que aparecieron bajo el título Orígenes de la medicina (Ortus medicinae id est initia phisicae inaudita, 1648). Publicado en Ámsterdam, este libro comprende varios escritos de alquimia y de medicina, como los Opuscola medica inaudita, el opúsculo Febrium doctrina inaudita y el Tumulus pestis. El conjunto de sus obras fue reimpreso bajo el título de Opera Omnia en Frankfurt, en 1682.