Asfixia traumática
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Etiología
Será provocada por traumatismos severos cerrados que produzcan compresión torácica, fundamentalmente en el plano anteroposterior, que por su forma súbita condicionen una hipertensión en el sistema venoso mediastinal. Aquí se destacan los traumatismos por aplastamiento y onda expansiva aérea o líquida.
Fisiopatología
Como es sabido, en las grandes venas del mediastino no existen válvulas, o estas son muy débiles, y por tanto cualquier aumento brusco de la presión en este territorio se trasmite hacia las venas periféricas. Por esta razón, cuando el tórax es comprimido violentamente, la sangre se proyecta en sentido retrogrado, dando lugar a extravasaciones en los capilares de la piel, conjuntivas y encéfalo, creando equimosis a estos niveles.
Cuadro clínico
Se caracteriza por un color rojo, cianótico, de la parte superior del tórax, cuello y cara, con presencia de petequias y equimosis.
Estas pequeñas [hemorragias]] también se presentan en el encéfalo, pudiendo provocar lesiones en los centros nerviosos (circulatorios y respiratorios), que eventualmente podrían llevar al enfermo a la pérdida de la conciencia y al paro cardiorrespiratorio.
No obstante, habitualmente estas lesiones no alcanzan tal gravedad, y a pesar de su cuadro clínico alarmante, su evolución es muy favorable, pero no debemos olvidar que este tipo de lesión puede ser una de las manifestaciones de un gran traumatismo torácico donde existen otras de mayor magnitud y gravedad.
Tratamiento
El tratamiento será puramente sintomático, siempre que después de producido el cuadro inicial no existan factores que agraven el mismo, y este regresa espontáneamente sin secuelas. El reposo y la observación son importantes, al menos, durante 72 horas.