El secreto de Maston

El secreto de Maston
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Título originalSans dessus dessous
Autor(a)(es)(as)Julio Verne
GéneroNovela de aventuras

El secreto de matson nos encontramos de nuevo a los audaces protagonistas de de la tierra a la luna, embarcados esta vez en un proyecto más peregrino aún que esa aventura espacial. esta vez tratan de aprovechar de una oscura operación especulativa y un no menos loco plan geofísico, para hacerse nada menos que con la propiedad de las tierras sumergidas bajo el polo norte. por fortuna para la humanidad ni una ni otra cosa sale bien, y los héroes de de la tierra a la luna quedan sumergidos ellos mismos en el más absoluto de los ridículos.

Sinopsis

Verne escribió esta novela a partir de los cálculos del ingeniero francés Albert Badoureau, la edición original incluía un capítulo suplementario con cálculos y cifras (firmado por el propio Badoureau), desaparecido en las siguientes ediciones.

Aparecen otra vez en esta novela (por tercera vez) los personajes de los viajes a la Luna. En este caso, los protagonistas, en pública subasta, compran el Polo Norte para su explotación minera. El problema estriba en que nadie ha sido capaz de llegar hasta el Polo Norte, por lo que deciden, basándose en los cálculos matemáticos del honorable J.T. Maston, y, mediante una explosión, cambiar el eje de inclinación de la Tierra, utilizando un potentísimo cañón, provocando con ello el acercamiento del Polo Norte hacia el Ecuador y así derretir los bloques de hielo. Ello conllevaría la desaparición de continentes y la creación de otros nuevos, las naciones más perjudicadas se levantan en pie de guerra, pero los artífices de la explosión han desaparecido de la faz de la Tierra para llevar a cabo sus propósitos en un lugar secreto, pero ..

Índice

I La North Polar Practical Association lanza un aviso a los habitantes de la Tierra

II En el cual se presentan al lector los delegados inglés, holandés, sueco, danés y ruso

III En el que se adjudica el Polo Norte

IV En el que reaparecen viejos conocidos de nuestros lectores

V Ante todo, ¿se puede admitir que haya hulleras cerca del Polo Norte?

VI En el que es interrumpida una conversación telefónica entre la señora Scorbitt y J. T. Maston

VII En el que el presidente Barbicane dice lo que le conviene

VIII ¡Como en Jupiter!, ha dicho el presidente del Gun Club

IX En el que aparece un deus ex machina de origen francés

X En el que comienzan a manifestarse diversos motivos de inquietud

XI Lo que se encuentra y lo que no se encuentra en el cuaderno de J. T. Maston

XII En el que J. T . Maston continúa heroicamente callado

XIII Al fin del cual J. T . Maston da una respuesta verdaderamente épica

XIV Muy corto, pero en el cual la X toma un valor geográfico

XV Que contiene algunos detalles verdaderamente interesantes para los habitantes del esferoide terrestre

XVI En que el coro de los descontentos va “crescendo” y “rinforzando”

XVII Lo que se había hecho en el Klimanjaro durante ocho meses de este año memorable

XVIII En que los habitantes del Wamasai esperan que el presidente Barbicane grite “¡Fuego!” al capitán Nicholl

XIX En que J. T. Maston echa acaso de menos el tiempo en que las turbas querían lincharlo

XX Donde termina esta curiosa historia, tan verídica como inverosimil

XXI Muy corto, pero muy a propósito para tranquilizar a todos sobre el porvenir del mundo

Datos del autor

(Jules Verne; Nantes, 1828 - Amiens, 1905) Escritor francés, considerado el fundador de la moderna literatura de ciencia ficción. Predijo con gran precisión en sus relatos fantásticos la aparición de algunos de los productos generados por el avance tecnológico del siglo XX, como la televisión, los helicópteros, los submarinos o las naves espaciales.

En 1836 ingresó con su hermano Paul en el seminario Saint-Donatien. Más tarde estudió filosofía y retórica en el liceo de Nantes y viajó a París, cumpliendo los deseos de su padre, para seguir la carrera de leyes. En 1848 comenzó a escribir algunos sonetos y textos de teatro, y dos años más tarde aprobó su tesis doctoral de derecho y optó por la carrera de letras.

Sus inicios literarios fueron difíciles, sus piezas de teatro no tuvieron una divulgación importante, y recurrió a la docencia para sobrevivir. Desde 1852 hasta 1854 trabajó como secretario de E. Seveste, en el Théâtre Lyrique, y publicó algunos relatos en Le musée des familles, como Martín Paz (1852). En 1857 se convirtió en agente de bolsa y empezó a viajar; visitó Inglaterra, Escocia, Noruega y Escandinavia, y continuó sus escritos. Posteriormente conoció al editor Hetzel, quien se interesó por sus textos y le publicó Cinco semanas en globo (1862), obra que lo lanzó al éxito y lo estimuló a proseguir con la temática de la novela de aventuras y fantasía. El mismo editor le encargó una colaboración regular para la revista Magazine déducation et de récréation, y en poco tiempo alcanzó una gran celebridad.

Aprovechando sus conocimientos geográficos, adquiridos a través de numerosos viajes por Europa, África y América del Norte, y su entusiasmo por la revolución tecnológica e industrial, se convirtió en un especialista de los relatos de aventura de corte científico. Su dominio de la tensión dramática le permitió combinar extravagantes situaciones y momentos poéticos en una prosa ligera y amena.

Inmediatamente se enfrascó en la redacción de Viaje al centro de la Tierra, para lo cual se aplicó a la geología, la mineralogía y la paleontología. Las detalladas descripciones de animales antediluvianos maravillaron a los expertos, poniendo de manifiesto su extraordinaria intuición científica. Su tercer gran libro fue De la Tierra a la Luna, cuya publicación despertó tal entusiamo por los viajes espaciales que su despacho se inundó de cartas solicitando reservas para el próximo viaje lunar. Con el mismo interés fue recibida La vuelta al mundo en ochenta días, publicada por entregas, cuyo éxito fue tal que se llegaron a cruzar apuestas sobre si Phileas Fogg, "el hombre menos apresurado del mundo", lograría llegar a la meta en tan breve tiempo.

Comentario

Verne presenta varios argumentos novedosos: el uso cotidiano del teléfono para las comunicaciones más intrascendentales (como el coqueteo del matemático J. T. Maston con la millonaria señora Scorbitt), el poder creciente de la artillería a finales del siglo XIX, el ilimitado poder del dinero, la posibilidad de diseñar explosivos más potentes "de diseño" a partir de la química orgánica (idea que mejorará y ampliará en su novela "Ante la bandera" (1896), la Tierra como planeta o ecosistema cerrado (en el cual cualquier pequeño cambio para mal repercute en el resto del mismo), o el peligro que supone el mal uso de la tecnología y de la ciencia.

Fuente