Inessa Armand
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Inessa Armand. Su nombre real fue Elisabeth-Inès Stéfane d’Herbenville. Comunista y feminista francesa que vivió la mayor parte de su vida en Rusia. Es considerada una de las más destacadas dirigentes del proletariado internacional.
Sumario
Síntesis biográfica
Nació en Paris, en 1874. Hija del francés Théodore Pécheux d'Herbenville y de la inglesa Nathalie Wild, ambos del mundo del teatro. El papá murió cuando Inessa tenía solamente cinco años y por algún motivo fue enviada a vivir a Moscú con una tía. Se crió, en el ambiente de la alta burguesía de Moscú. Muy joven y muy bella se casa con el hijo de un rico industrial moscovita, Alexander Armand. Durante el período que duró el matrimonio tuvo cinco hijos.
Inessa es descrita como una mujer de carácter decidido, inteligente, independiente, de mucho carácter, muy original y culta; hablaba varios idiomas perfectamente y se había permeado de los nuevos ideales de socialismo de moda en la buena sociedad moscovita. No le temía a nada, ella creyó y luchó por sus ideales siempre, decididamente y peligrosamente, durante toda su breve vida, sufriendo cárceles y destierros.
A los 10 años de matrimonio y 30 años de edad, ella dejó marido e hijos y entró en el Partido Obrero Social Democrático Ruso, ilegal en ese momento. Sufrió cárcel y destierro en Siberia. Inessa escapó de Siberia, llegó a Paris y se encontró con los bolcheviques allí exiliados, incluyendo a Lenin.
Inessa y Lennin
Inessa se presentó a Lenin en el romántico Café du Lyon. Evidentemente simpatizaron de inmediato. Lenin se dio cuenta del gran potencial de esa mujer.
Ambos estaban casados pero ese prejuicio burgués no impidió que se especulara sobre una relación romántica entre ellos.
Inessa escribiría un panfleto a favor del amor libre socialista y Lenin, que tenía por el lado de su padre quizás un dejo de puritanismo, refutó sus tesis. Refutó sus tesis, pero no a ella y siempre se ha hablado de que fueron amantes.
Política
Inessa tuvo varios encargos políticos y de peso porque de verdad era una persona muy válida, confiable y decidida. Llegó a ser Secretaria de un “Comité para los bolcheviques” de toda Europa. Más adelante organizó una Conferencia internacional de mujeres socialistas contra la guerra.
Lenin la mandó a Rusia en incógnito, en 1912, en una misión peligrosa, para las elecciones de la Duma. Fue arrestada, le dieron cárcel, la dejaron libre en 1913 y se escapó de nuevo de Rusia; siempre ilegalmente. Y regresó a vivir muy cerca de la familia de Lenin y después en la misma casa.
Inessa se unió a Lenin en el reclamo para pedir a las tropas aliadas y a los proletarios de Europa vestidos de militares, que volvieran los fusiles contra sus oficiales para comenzar la verdadera revolución socialista internacional. Punto de difícil asimilación, en una época (1914), donde el internacionalismo y la globalización eran solamente ilaciones de mentes de jóvenes visionarios y estudiosos teóricos. No del pueblo.
El 1 de marzo del 1917 todo se precipita en Rusia. Cae el régimen Zarista. Se forma un gobierno burgués apoyado por los Soviet de San Petersburgo. El zar Nicola II abdica y en mayo llega Lenin, dando término (casi) a su exilio. Llega recibido como un héroe. Llega con el tren blindado militar, ofrecido por los alemanes hasta San Petersburgo. En ese tren viajaban Lenin, Inessa, Nadya y otros importantes exilados políticos.
Revolución de Octubre
Tras la Revolución de Octubre, Inessa siguió en su actividad política por muchos años. Llegó a ser muy importante en el gobierno de [Lenin]. Fue miembro ejecutivo del soviet de Moscú. Dio discursos sobre la necesidad de liberar a las mujeres de la esclavitud doméstica. Integró la Misión para recibir en intercambios a los prisioneros de guerra. Apoyó la legislación sobre el aborto. Combatió a la prostitución. Impuso como pudo la protección para las madres y los infantes. Inessa dirigió además la primera conferencia de mujeres comunistas.
Muerte
Mientras se encontraba de vacaciones en el Cáucaso, Inessa contrajo el cólera y murió a la edad de 46 años. Fue enterrada en la Necrópolis del Kremlin, en Moscú.
Y cuando murió, en octubre de 1920, se le hizo un funeral de estado, en la Plaza Roja, con los soldados vestidos de gala que llevaban a hombros el féretro. El coro entonó Lenin estuvo en la Plaza Roja, rindiendo honores.
