Caracol gigante africano

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Caracol gigante africano
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Achatina fulica.jpg
Caracol gigante africano
Otros nombresLambí
Clasificación Científica
Nombre científicoAchatina fulica
Reino:Animalia
Filo:Mollusca
Clase:Gastrópoda
Orden:Pulmonata
Familia:Achatinidae
Género:Achatina
Especie(s):Achatina fulica (Bowdich, 1822)

El caracol gigante africano o Achatina fulica es una especie de caracol terrestre de la familia Achatinidae, en el orden Pulmonata.

Es una especie terrestre nativa del este de África, donde se halla ampliamente diseminado. También se encuentra presente en Asia, Oceanía y América. Su introducción en el continente americano se inició en Hawai en 1939, a fines de la Segunda Guerra Mundial alcanzó California y fue registrado en Florida a inicios de la década del 70 donde pudo ser erradicado.

En Sudamérica existen antecedentes de su presencia en Ecuador, Colombia, Venezuela y está ampliamente distribuido en al menos 23 estados de Brasil. La última confirmación del avance de esta plaga en América se reportó en la República de Cuba en julio de 2014[1].

Distribución geográfica

Es originario del África tropical: su distribución natural abarca amplias zonas tropicales y subtropicales de varios países de África oriental en algunos de los cuales se denomina lambí. Actualmente está extendido por Sudamérica, las islas del Pacífico y, en general, casi todas las zonas tropicales del mundo.

Descripción

El caracol africano es una especie terrestre, cuyos adultos pueden presentar una conchilla de hasta 20 centímetros de longitud y 10 centímetros de ancho. En los adultos la conchilla es de forma cónica, de color marrón, con bandas longitudinales marrón claras y oscuras.

Es una especie hermafrodita, por lo que posee la capacidad de generar óvulos y espermatozoides simultáneamente. Sin embargo, para lograr la fecundación necesita copular con otro individuo de su misma especie (realiza cópulas recíprocas). Los huevos son depositados en el suelo, las puestas pueden llegar a tener hasta 600 huevos de medio centímetro de diámetro y son de color amarillentos. Durante el año puede realizar múltiples posturas.

Los ejemplares jóvenes poseen conductas gregarias

Los ejemplares juveniles presentan hábitos gregarios y tienen una alta tasa de crecimiento y un comportamiento es voraz. Están activos durante la mayor parte del año, resistiendo altas y bajas temperaturas y pueden vivir, en promedio, hasta 6 años.

Según registros bibliográficos a nivel mundial, el caracol gigante africano se encuentra afectando una amplia diversidad de ambientes, como áreas boscosas naturales e implantadas, áreas agrícolas, urbanas y periurbanas. Cabe aclarar que se presenta con mayor frecuencia en ambientes antrópicos. En estos últimos, utiliza diferentes sustratos como refugios. Se lo puede observar en paredes, árboles, arbustos, en el suelo y el interior de viviendas.

Son de hábitos nocturnos, ya que se los encuentran con mayor actividad biológica durante la tarde, noche y en las primeras horas de la mañana, siempre que las condiciones climáticas se lo permitan.

Subespecies

  • Achatina fulica hamillei Petit, 1859.5
  • Achatina fulica rodatzi Dunker, 1852.
  • Achatina fulica sinistrosa Grateloup, 1840.
  • Achatina fulica umbilicata Nevill, 1879.

Parásitos

El caracol gigante africano es portador de diversos parásitos:

Peligros asociados

El caracol gigante africano es considerado una de las plagas más perjudiciales del mundo. Esto se debe a su alta resistencia a variables ambientales, a su dieta polífaga y a su alto potencial reproductivo que favorece su dispersión. Además del impacto que puede ocasionar sobre la flora y fauna nativa, también puede actuar como vector de parásitos de importancia médica y veterinaria.

Entre los impactos más negativos que provoca el caracol gigante africano se encuentran:

  • Daños a la agricultura: Es considerado una importante plaga agrícola por poseer una dieta polífaga, esto quiere decir que es capaz de alimentarse de más de doscientas especies vegetales, entre ellas varios tipos de cultivos.
  • Daños al medio ambiente: al ser una especie exótica invasora (EEI) es capaz de establecerse y avanzar de manera espontánea en los nuevos ambientes donde son introducidos, causando allí impactos severos sobre la diversidad biológica, la economía y la salud pública. Achatina fulica puede desplazar a las poblaciones de caracoles nativos de la región que inavde por competir por el mismo hábitat. Ciertas características particulares de la especie exótica, tales como su comportamiento voraz, su gran capacidad reproductiva, el crecimiento corporal acelerado y la gran resistencia a condiciones ambientales adversas, le otorgan ventajas sumamente competitivas respecto a los caracoles nativos. Además, la ausencia de enemigos naturales propicia su proliferación poblacional.

Medidas profilácticas

Al ser un animal cuya manipulación puede ser peligrosa para la salud humana, se recomienda a los que entran en contacto con sus poblaciones:

  • No tocar los caracoles.
  • Evitar el contacto con la baba del caracol, especialmente con ojos, nariz y boca.
  • Lavar con agua potable las verduras antes de consumirlas.
  • Lavar inmediatamente las manos tras haber tocado un caracol o las superficies que pueden haber estado en contacto con la baba del mismo.
  • No consumirlos como alimento.
  • No utilizarlos como carnada, mascota o adorno.
  • No utilizar venenos contra el caracol, ya que pueden afectar a niños, mascotas o fauna nativa.
  • Elimine de los jardines restos de madera, materiales de construcción o cualquier elemento que pueda ser utilizado como refugio por el caracol.
  • En caso de ser necesario, tomar los caracoles con guantes impermeables, colocarlos en una bolsa, matarlos con el agregado de sal común y enterrarlos. Los guantes utilizados deben ser desechados.
  • No permitir que los niños participen en la captura de los caracoles.
  • No trasladar caracoles hacia otras zonas. Tener precaución al trasladar plantas u otros elementos del hogar donde los caracoles o sus huevos podrían alojarse.

Fuentes

Referencias