Modesto Ramírez
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Modesto Ramírez. Fue uno de los fundadores del Partido Comunista de El Salvador. Se destacó en la lucha de los jornaleros por el derecho a la comida y a organizarse en sindicatos -acciones revolucionarias- de principios del siglo 20 salvadoreño.
Sumario
Síntesis biográfica
Nació en 1885 en el cantón "Buena Vista", al Sur del municipio de Soyapango. De origen humilde. No tuvo una infancia feliz, ni una juventud con adolescencia. Desde temprana edad trabajó para el sustento familiar. Su esposa lo abandonó con todo y los hijos. Cariñosamente lo llamaban “el tío” por su cariño y bondad.
Trayectoria
En 1906, durante la guerra entre El Salvador y Guatemala, fue obligado a prestar el servicio militar. En un combate fue herido gravemente. En ese ambiente supo de la Revolución Agrarista Mexicana de 1910. Emiliano Zapata y Pancho Villa, se convirtieron rápidamente en sus referentes sociales y políticos.
Siendo aún adolescente, consiguió que los trabajadores realizaran un paro hasta lograr el salario de 37 centavos como carretero que trasladaba carga desde la hacienda Colombia de la familia Escobar en el Municipio de Santiago Texacuangos hasta San Salvador.
En 1923, contactó con obreros de la capital que activaban la organización gremial. Inquieto por el interés de los obreros, organizó a los trabajadores de la hacienda "Alicia", propiedad del General Suvillaga, en jurisdicción del municipio de Ilopango.
En noviembre de 1924 se fundó la Federación Regional de Trabajadores de El Salvador (FRTS) y Ramírez asistió al Congreso constituyente en representación de su agrupación de jornaleros y políticos.
Por su capacidad como comunicador, fue nombrado responsable de Organización, y destacado para trabajar con los pueblos originarios en Sonsonate y Ahuachapán.
A pesar de no saber leer ni escribir, siempre estaba deseoso de saber y por eso compraba libros, revistas y diarios para que otro le leyera. Retenía y asimilaba cuanto le leían.
Su entrega revolucionaria
Su primera área de acción fue una extensa región. Soyapango, Santo Tomás, Santiago Texacuango, San Pedro Perulapán, Santa Cruz Michapa, Olocuilta, San Luis Talpa, etc.
Simpatizante de los soviets y admirador de Lenin, fue comunista desde antes de la fundación del Partido Comunista Salvadoreño. Mantenía muy buenas relaciones con los fundadores del FRTS, pero se dio cuenta de la línea reformista-oportunista que tenían, también se puso en su contra en el Congreso extraordinario que juzgó y expulsó a dichos dirigentes. En el VII Congreso de la FRTS fue elegido para que los representara en el V Congreso de la Internacional Sindical Roja (ISR) celebrado en la segunda quincena de agosto de 1930 en Moscú, URSS. Allí visitó varias ciudades (Moscú, Rostov, Bacú y Tiflis), Modesto observó todo lo que se hacía, con detención y avidez. A su regreso desmintió las calumnias que sobre la URSS se decían.
Organizador de la Insurrección del 1932
Durante la insurrección de 1932 fue el encargado de organizar los Pelotones Rojos para la Autodefensa, y de no dejar pasar el ferrocarril en Santa Cruz Michapa, que conducía tropas desde oriente a San Salvador.
Fue capturado en los alrededores de Ilopango, golpeado y encarcelado. Modesto fue entrevistado en su celda por el periodista y escritor guatemalteco Jorge Schlessinger, entrevista que aparece en el libro "Sucesos de 1932 en El Salvador".
Modesto se salvó de ser fusilado junto a otros dirigentes. Con el tiempo Modesto recobró su libertad, para volver a activar en nuevas regiones, en su nueva actividad recorría la costa, llegando hasta Jiquilisco y Usulután, donde fue muy conocido y estimado, como el "tío".
A finales de la década del 50, volvió a trabajar en la finca “Alicia”. Diez años después, se entregó de lleno al trabajo organizativo con el PCS en la zona oriental del país.
Muerte
Falleció el 13 de noviembre de 1969, a los 84 años de edad. Muere con pesar del conflicto armado salvadoreño-hondureño. Ya sabía leer y se informa de todo cuanto ocurre por medio de la prensa diaria. Ya en agonía los compañeros que lo asisten, les pide que les diga algo, les tiende la mirada torva, y balbuceando les dice:
Dicho esto cerró sus ojos para siempre.