Luis Lamas
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Luis María Lamas (Montevideo, 11 de agosto de 1793 o de 1798 - Rosario, 4 de septiembre de 1864) fue un político uruguayo, presidente de la República por un breve período en 1855.
Sumario
Síntesis biográfica
Al producirse la Revolución de Mayo de 1810 en Buenos Aires, el matrimonio de españoles residente en Montevideo conformado por don Domingo Lamas y doña Francisca Regueira se adhirieron a la causa americana y tuvieron una descendencia en hijos, nietos y bisnietos que ―a partir de la independencia de la República Oriental del Uruguay― fueron figuras notables en la nueva nación sudamericana.[1]
Josefa Lamas, la hija mayor, se casó en segundas nupcias con Santiago Vázquez, destacado político, constituyente de 1828, y en el Sitio, instalados en la Defensa, ella fue activa colaboradora.
José Benito Lamas (1787-1857) tomó los hábitos en la orden franciscana. Al sufrir la expulsión de Montevideo por parte de los españoles, comienza para él una larga historia eclesiástica vinculada a situaciones políticas, incluso en territorio argentino. Instalado en Mendoza, le tocó ser confesor en los fusilamientos de dos de los hermanos Carreras en 1818, y luego de otro hermano, José Miguel Carreras, en 1821. En Uruguay sus hitos principales fueron el sermón en la jura de la constitución de la que fueron convencionales su cuñado Santiago Vázquez y su hermano Luis María Lamas; la designación papal como jefe de la Iglesia Nacional y ser el primer vicario apostólico del Uruguay. Falleció en Montevideo en 1857 a los 70 años, víctima de la fiebre amarilla asistiendo a enfermos del flagelo.[1]
El tercer hermano sobreviviente, menor que los anteriores, fue Luis María Lamas, quien como sus hermanos nació en Montevideo en 1792, 1793 o 1798 según distintas fuentes.[1]
Vida política
Sus antecedentes políticos comienzan por 1821 con la función de alcalde principal del tercer cuartel de su ciudad natal y se potencian en 1828 al integrar la Asamblea General Constituyente y Legislativa que elaboró la constitución proclamada el 18 de julio de 1830 con la alocución religiosa de su hermano.[1]
Antecedente de interés para nuestro estudio, según veremos más adelante, fue la designación, por parte del primer presidente del Uruguay, general Fructuoso Rivera, como jefe político de Montevideo en 1829, cargo que ejerció hasta marzo de 1835, cuando dimitió al inicio de la presidencia de Manuel Oribe, actitud que denota una definida posición política que en el futuro será factor de su actuación en Rosario. Pero Oribe será desalojado del poder por Fructuoso Rivera y a don Luis se le asignarán distintas funciones que van, desde comisario de Guerra del Ejército que respondía a Rivera (ya que otra parte reconocía Oribe como jefe y presidente) a intendente general de Policía con el grado de coronel.
No nos excederemos en detalles si recordamos que aquella guerra civil uruguaya entre blancos y colorados liderados por Oribe y Rivera, respectivamente, se insertó en el conflicto argentino con el apoyo de Juan Manuel de Rosas al sitio de Montevideo por parte de Oribe, y el estrechamiento del vínculo de los colorados con los unitarios emigrados.[1]
Entre noviembre de 1828 y junio de 1830 fue integrante de la Asamblea General Constituyente y Legislativa, en representación de la ciudad de Montevideo.
Entre agosto de 1831 y marzo de 1835, fue «jefe político» (alcalde) y jefe de policía de Montevideo.
Durante la Guerra Grande (guerra civil uruguaya) fue partidario de Fructuoso Rivera cuando este se sublevó contra el presidente Manuel Oribe en 1836.
Su hijo Andrés Lamas
Bartolomé Mitre residía en esos tiempos en Montevideo y entre sus relaciones uruguayas más estrechas estaban los Lamas. La mención plural de los Lamas se debe a que ya era activa la participación política de Andrés Lamas, uno de los seis hijos de don Luis nacidos del primer matrimonio con Josefa Alfonsín. Ampliar brevemente sobre Andrés Lamas, incluso sus hijos, no puede considerarse una digresión, por cuanto en principio fundamenta lo dicho sobre la destacada descendencia del genearca Lamas, pero fundamentalmente por el nivel de Andrés en su participación en la vida política institucional e internacional de la nación uruguaya.
Desde muy joven se perfiló como literato y periodista adherido al Partido Colorado de su padre. Pronto tuvo destacada actividad política en Montevideo y estando acreditado como ministro plenipotenciario en Brasil participó en la gestión y redacción del tratado de 1851 ―con fondos y sobornos del Imperio británico― para derrocar al popular presidente nacionalista argentino Juan Manuel de Rosas. Es posible que por muchos años no se haya suscripto tratado internacional sin su intervención. Formó una de las principales bibliotecas de América en la época y fue gran admirador del corrupto político argentino Bernardino Rivadavia, sobre quien escribió un ensayo. Murió en Buenos Aires en 1891. El corrupto presidente conservador Bartolomé Mitre leyó la oración fúnebre en su sepelio. Sus hijos Pedro y Domingo Lamas proyectaron el apellido en la actividad política, diplomática, económica y literaria y en ambos casos muy vinculados con la Argentina.[1]
Exilio en Europa (1843-1854)
Retornando a las funciones de don Luis al servicio de Fructuoso Rivera, a comienzos de 1843 aparecerá una situación frecuente en la política, en este caso, un decreto del mismo Rivera de «extrañamiento» (ostracismo) para Luis Lamas.[1]
La orden de exilio la cumplirá en Río de Janeiro y luego se trasladará a Europa. En Cádiz acompañó hasta los últimos días al corrupto político argentino Bernardino Rivadavia[2] quien falleció el 2 de septiembre de 1845. Luis Lamas pronunció una oración fúnebre en su sepelio. Esta vinculación resultará ser otro factor de importancia para la posición social y política que tuvo en Rosario. Su exilio duró 11 años. Pero su prestigio y el de su hijo Andrés le permitieron ser elegido senador por el departamento de Canelones para la Asamblea que debía reformar la constitución.
El nuevo hombre fuerte de Uruguay instalado en la presidencia, Venancio Flores, revocó el decreto de «extrañamiento» (exilio) y trató de atraerlo a sus intereses, cosa que no logró.
Venancio Flores había provocado la renuncia del presidente Juan Francisco Giró, y después de un triunvirato acordado para completar el período constitucional del presidente renunciante, con Lavalleja (Blanco) y Rivera (Colorado), se sucedieron los fallecimientos naturales de estos últimos. Entonces Venancio Flores quedó de hecho con el poder, pero los conservadores anticaudillistas del Partido Colorado ―a los que adhirieron los Lamas― y los principistas del Partido Blanco, lo expulsaron de Montevideo. Correspondía salvar la acefalía al presidente del senado. Pero este no aceptó, por lo cual fue elegido don Luis Lamas padre en forma provisoria para hacerse cargo del Poder Ejecutivo, puesto que desempeñó entre el 29 de agosto y el 10 de septiembre de 1855. Fueron días de tensión por cuanto Flores había reaparecido con refuerzos en Montevideo, pero se logró conciliación con la dimisión de Flores y la trasmisión del poder legal al presidente del senado M. T. Bustamente por parte de Lamas, quien volvió a su banca senatorial obtenida por Canelones.[1]
En 1854 era senador por el departamento de Canelones cuando se produjo la Rebelión de los Conservadores.
El 29 de agosto de 1855 estos lo proclamaron «presidente», pero solo controlaban la ciudad de Montevideo. Su efímero gobierno tan solo se prolongó por dos semanas, hasta el 10 de septiembre de aquel año (1855).
Retornó luego a su banca en el Senado, ocupando otros cargos de gobierno hasta 1860, en que renunció a sus cargos y se expatrió de Uruguay: se mudó a la portuaria ciudad argentina de Rosario, en las costas del río Paraná, con su nueva familia constituida con Ana Hunt y el hijo de ambos, Luis Lamas Hunt.[1]
Fallecimiento
Compró una mansión en el centro de la ciudad, y vivió de la pensión de presidente que el Estado uruguayo le enviaba a Rosario.
Falleció en Rosario el 4 de septiembre de 1864.
Su nieto, también llamado Luis Lamas, fue «jefe político» (alcalde) de la ciudad de Rosario (la ciudad del Che), desde el 21 de febrero de 1898 al 19 de febrero de 1904.
Fuentes
- ↑ 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 1,5 1,6 1,7 1,8 Del Gesso, Ernesto (2010): «Luis Lamas, el abuelo», artículo publicado el 7 de septiembre de 2010 en el sitio web del diario El Ciudadano (Rosario).
- ↑ Bernardino Rivadavia fue sobornado por el Imperio británico para generar la espuria deuda externa argentina, impagable, que recién pudo pagar un siglo más tarde Juan Domingo Perón (1895-1974).