Candelaria

Plantilla:Municipio

El municipio de Candelaria se encuentra situado en el extremo sur oriental de la provincia de Pinar del Río, La parte más estrecha se halla sobre la llanura meridional del occidente de Cuba y la cenagosa costa sur, y, la más ancha, al norte del término, en el macizo montañoso de la Sierra del Rosario, que es parte de la Coordillera de Guaniguanico. Su extensión territorial es de 299.02 km2.

Limita al norte, y, en plena sierra, con el municipio de Bahía Honda; al sur con el Golfo de Batabanó, en el Mar Caribe, que baña sus costas; al este con la provincia Habana, específicamente con el municipio de Artemisa; y, al oeste, con el término de San Cristóbal.

La primera descripción de este tipo sobre Candelaria, de que se tenga referencia, se remonta a 1846, cuando se relataba:

La situación geográfica de Candelaria [pueblo] ofrece la perspectiva más bella que puede darse:forma imperceptiblemente una elevación plana que domina a todas partes sin ser
dominada de ninguna , y sin duda que la vista del curioso viajero u observador queda
agradablemente complacida y satisfecha con la de la extensa sabana del Sur y la
pintoresca de la cordillera de las lomas de manantiales, distantes como legua y media al
Norte, en las que sobresalen las empinadas crestas del Mogote nombre puesto por el
ilustrado Agrimensor Dn Tranquilino Sandalio de Noda.


Gelología

Vista del Parque de Candelaria.

La geología del territorio de Candelaria es realmente compleja, especialmente en la montaña. Tomando como orden el eje norte-sur presenta alturas formadas por las rocas más antiguas del territorio, pertenecientes al Jurásico cuya antiguedad se remontan a más de mil novecientos cesenta millones de años. También se encuentran rocas del Cretácico superior y del Paleógeno. En la llanura cuya edad geológica es la más reciente, se hallan rocas del Neógeno, del Mioceno, del Cuaternario, del pleistoceno y del Holoceno.

El área mejor estudiada hasta el presente ha sido la Sierra del Rosario. Desde el punto de vista estructural,constituye el flancoriental del anticlinar de Pinar del Río. Los sedimentos más antiguos se encuentran en la zona son esquistos arcillosos y areniscas correspondientes a la formación San Cayetano, del Jurásico inferior y medio. las mismas están ampliamente difundidas en la porción occidental y constituyen la base de las laderas de algunos valles y depresiones cársicas. Sobre esta secuencia yacen discordantes calizas estratificadas, calizas masivas y conglomerados.

La Sierra del Rosario desde el punto de vista tectónico presenta una estructura compleja y forma parte del Geosinclinal antillano, dentro del cual forma parte de un anticlinar, lo que indica la gran intensidad de los prosesos tectónicos a que fue sometida la región. Este anticlinar se halla vasculando hacia el este, donde el está alineado en dirección soroeste-noroeste, seccionado por dos fallas profundas. Dentro del área del municipio, está localizada el extremo oriental de la falla Pinar, asi como un sistema de fallas perpendiculares.

El inicio evolutivo del macizo montañoso del Rosario se remonta a más de mil quinientos millones de años (Cretácico inferior). Para ese momento la cuenca se vio afectada por la inversión del relieve como consecuencia de la acción ascendente que produjo un intenso plagamiento de uno de lo componentes rocosos, conocida como formación Artemisa. Quinientos millones de años después este movimiento continuaba, lo que trajo consigo la emerción de algunas áreas conformando un sistema de cayos alargados. A partir de este momento comienzan la acción de los agentes exteriores que comensaron a modificar el relieve inicial. Tiene lugar también en este periodo la formación de las fallas antes mencionadas.

El Cretácico superior, aproximadamente seisciento ochenta millones, comenzó una nueva etapa de movimientos de la corteza terreste en la región y se intensificaron nuevamente la acción de los agentes externos sobre la roca. Doscientos sesenta millones de años después los movimientos tectónicos se intensificaron considerablemente, prolongándose por más de setenta millones de años. A finales de este período casi toda la zona quedó sumergida por una trangresión marina. Unos doscientos quince millones de años atras tuvo lugar la segunda orogénesis, que provocó nuevos cambios y sobre todo el levantamiento general de todo el macizo

Los accidentes del territorio ofrecen tres regiones naturales bien definidas: la ciénaga litoral, que es una faja pantanosa cubierta por tupidos manglares; la llanura Occidental caracterizada por estar formada de estratos calizos que se inclinan ligeramente hacia el sur, facilitando el drenaje pluvial en esa dirección, debido a ello, sus suelos son muy fértiles debido a la deposición de materia orgánica y minerales. La Sierra del Rosario, que conforma la mayor parte del término, está compuesta por rocas calizas Mesozoicas, principalmente por las conocidas como formación “Artemisa”, de color gris oscuro, fuertemente plegadas y falladas, cuestión esta que originó cadenas de montañas casi paralelas creando entre ellas valles longitudinales, como el de Río Hondo; río Manantiales, donde se halla la Villa Turística de Soroa; río Bayate, río San Juan y otros de menores dimensiones.

En el municipio, debido al comportamiento carsológico, tectónico, e hidrogeológico, se pueden observar numerosas cavernas. Entre las cavidades más notables se hallan: la de los “Miqueos”, en Los Hoyos, que es el cauce de un pequeño arroyo, posee aún, galerías inexploradas que en épocas de lluvia son inundadas completamente haciendo imposible su estudio; la cueva de “Moriche” que atraviesa el majestuoso peñón de ese mismo nombre, , en la cual años atrás se extrajo gran cantidad de guano de murciélago con fines agrícolas; la cueva de “Santa Rosa”, ubicada en la franja premontañosa y cauce actual de un afluente del Río Bayate, y que es además un verdadero refugio de miles de murciélagos; y otras como las de “Frías”, “Las Minas”, “Los Muchachos”, “El Refugio”, y el “Murciélago”.

Entre las elevaciones más importantes están, en primer lugar: la loma de “El Salón” con 560 metros sobre el nivel medio del mar sobre cuya cima se yergue una importante torre de comunicaciones y televisión; “La Pimienta” con 523 , otrora refugio de negros cimarrones; “El Taburete” con 452.7, donde existe una tarja que rememora la preparación del grupo de internacionalistas cubanos, que, junto al Che combatieron en Bolivia. Un poco más al oeste de esta última, se encuentran las de “Miracielo”, “La Caoba”, “Juan Ganga”, y el “Mogote” o mirador de la Villa Turística Soroa, que constituye una verdadera atracción para las personas que concurren a ese territorio.


Clima

El clima en el municipio se comporta de modo general, similar al resto del país, con algunas localidades que lo modifican de acuerdo a sus características. En la llanura se presenta un clima más seco, con temperaturas más altas, a diferencia de las montañas; en estas últimas ocurre lo contrario al hallarse a mayor nivel sobre el mar y estar cubiertas por espesa vegetación de bosques. Este factor provoca que las precipitaciones y la humedad sean mayores con respecto al llano, principalmente en la zonas de los valles intramontanos como el de Soroa, Bayate y San Juan que constituyen una especie de microclima.


Presipitaciones

Las presipitaciones en el territorio candelariense varían desde la costa, la llanura, hasta la montaña donde son superiores. La Tabla 1 muestra las estaciones de registros que están distribuidas de acuerdo a la secuencia anteriormente indicada, a través de ella es fácil darse cuenta como los valores van ascendiendo en la medidad que se acercan a la montaña. Teniendo en cuenta el promedio general el mes más lluvioso en el territorio candelariense es junio y el más seco diciembre


Geografía

El área montañosa de Candelaria representa el 33 % de la superficie del municipio, en ella, dadas su características físico geográfica, el clima presenta un comportamiento particular. Especialistas en esta materia lo han clasificado como un clima Euthermiaxerico o lo que lo mismo un clima sin período seco, don de los promedio anuales de lluvias superan los 1600 mm. En los meses de mayor sequía ocurren precipitaciones horizonatales, sobre todo durante la noche y primeras horas de la mañana, cuando pueden observarse en forma de nubes bajas o niebla muy densa. Según los registros climáticos efectuados por espacio de 17 años, la temperatura media anual ha sido de 24,4 0C y el promedio anual de precipitaciones de 2013,9mm Ver gráfico1. El mes más lluvioso ha resultado ser junio y el más seco diciembre; a su vez los meses más calientes han sido julio y el más frío enero en el que se han reportado temperaturas cerca de los 3 0C
El sabio cubano Felipe Poey reportó en el siglo pasado en su geografía de Cuba que el único caso de nevada en la historia invernal de Cuba ocurrió en 1852, donde se vio caer nieve sobre las elevaciones centrales de la Sierra del Rosario, conocidas en aquella época como Lomas del Cusco. El valor más alto en las presipitaciones se reportó en junio de 1982, con 868,8mm y el más bajo en diciembre de 1970 con 5,5 mm.

Como dato curioso, en lo que a temperatura se refiere, señalamos que la más baja de que se tenga noticias ocurrió en el Cuzco, en el invierno de 1852. Según testimonios del científico cubano Felipe Poey, en esa ocasión, se vio caer nieve sobre las cumbres de esa montañosa zona.


Vegetación

De modo general la vegetación de Cuba se clasifica en cinco grandes grupos: bosques, matorrales, vegetación herbácea, complejo de vegetación y vegetación secundaria. Los bosques en particular son los que agrupan el mayor número de formaciones y subformaciones, destacándose las pluvisilvas, los bosques siempreverdes, los bosques semideciduos y el pinar. El tipo de vegetación más significativa esel bosque tropical semideciduo, mayormente en llanuras, mientras que en las alturas bajas entre los 300 y 800 metros sobre el nivel del mar, se desarrolla el bosque tropical siempreverde submontano, el cual también puede encontrarse en sonas llanas.

Precisamnete en territorio de Candelaria, el mayor porciento de la riqueza forestal desapareció a través de los años de explotación indiscriminada a que ha sido sometido el territorio. Grandes extensiones de bosques fueron desbastadas, principalmente en el período colonial, con el objeto de ser utilizados como combustible en los numerosos ingenios que existían, para la construcción y reparación de embarcaciones, muebles, y para la exportación; así como para convertir dichos lugares en sembradíos.

Hay un hecho, ocurrido en el siglo XVIII, que ejemplifica el poco cuidado que se tenía por los valores de la floresta; según Emeterio Santovenia, un individuo insinsible de aquella época, “[...] alimentó y desarrolló la maligna idea de poner fuego a los secos bosques y palizadas que se hallaban en el camino (de Vuelta Abajo) [...]. La región ardió de este a oeste y de sur a norte. Cerca de un año duró el pavoroso incendio [...]”.

En la neocolonia continuó la destrucción de la vegetación, principalmente para la construcción de muebles y la elaboración de carbón, de vital importancia en la cocina de la mayoría y empobrecida población cubana. Sólo en el presente revolucionario se ha logrado restablecer parte de aquellos bosques extinguidos, dándole un uso racional y objetivo. Recientemente, en 1985, la parte oriental de la Sierra del Rosario fue declarada por la UNESCO; Reserva Natural de la Biosfera.

Es en la Sierra del Rosario donde más se ha estudiado la vegetación del municipio Candelaria. En la actualidad se caracteriza por presentar, como formación vegetal más extendida, el bosque tropical siempreverde. La existencia de este tipo de bosque se debe en gran medida al gradiente de disponibilidad del agua en el suelo, condicionado perincipalmente por las características geomorfológicas del paisaje. Estos bosque pueden ser clasificados en: altos, medios y bajos, de acuerdo con la altura que alcanzan sus estratos dominantes.

Los bosques siempreverdes altos se establecen en cañadas profundas y protegidas. En la loma de El Mulo, entre los 200 y 400 metros de altitud, el bosque está compuesto por un estrato dominante de 20 a 30 metros de altura, con áboles emergentes que pueden alcanzar de 35 a 40 metros de altura. Entre las especies más abundantes se encuentran Erythrina poeppigiana, Ficus aurea, F. crassinervia, Sapium jamaicense, Zanthoxylum martinicense, Matayba apetala, Guarea quidonia, Pseudolmedia spria y Urera baccifera. En el sotobosque, el estrato arbustivo es denso y va desde 1 a 3 metros, con abundancia de especies como Urera bacifera, Palicourea domingens y Piper aduncum. El estrato herbáceo se desarrolla en condiciones de sombra con individuos de hasta 1 metro, en el que abundan helechos de diferentes especies, entre ellas, Adiantum trapeziporme, y A. pulverulentum, etc. El epifitismo es abundante, con las especies: Tillansia valenzuelana, Campyloneuron phyllitidis y Guzmania monostachya. El porcentaje de endemismo es de un 9,8% en especies de árboles y arbustos. Enotras cañadas de El Salón, El Taburete y otros lomerios los bosques siempreverdes altos pueden presentar, en orden de abundancia: Guarea Guidonia, Trichospermua Grewiifolius, Calophyllum antillanum, Hibiscus elatus, Prunus occidentalis, Alchornea latifolia, Cedrela mexicana, Bursera simaruba, Spundias mombin, Pitecellobium saman, Dendropanax arboreus, Zanthoxylum martinicense, Ficus subseabrida, Ficus aurea, Ficus membranacea, Pseudolmedia epuria, Matayba apetala y otras especies.

En los bosque a que se hace referencia, la presencia de Jagüeyes (Ficus spp) alcanza su máxima expresión. La explotación cafetalera y/o la tala selectiva pudieron haber influido directamente sobre el desarrollo gigantesco de los individuos de Ficus spp.

El bosque siempreverde medio presentan un estrato arbóreo de 10 a 20 metros de altura con dominates que forman un dosel casi continuo, se encuentran emergentes de hasta 30 metros y árboles dominantes de 3 a 10 metros de altura. Entre las especies más abundantes, se presentan: Pseudolmedia spuria, Oxandra lanceolata, Matayba Apetala, Trophis recemosa, Alchornea latifolia, Hibiscus elatus, Dendropanax arboreus, Cedrela mexicana, Clophyllum antillanum, Prunus occidentalis, Cinnamomum triplineruis y Zanthoxylum matinicense, entre otros. En el sotobosque, el estrato arbustivo es de 1 a 3 metros con abundancia de especies como: Faramea occidentalis Psychotria horizontalis y Palicourea domingensis, además de individuos jóvenes de las especies arbóreas. El estrato herbáceo se desarrolla hasta 1 metro de altura y está integrado fundamentalmente por gramíneas de hoja ancha, características de losbosques tropicales húmedas y por plántulas de especies arbóreas, lianas y helechos. Son abundantes: Olyra latifolia, Lithachne pauciflora, Phanus glaver y adiantum Spp., entre otras.

Fauna

La desaparición de los bosques y la persecución constante del principal depredador del planeta (el hombre), ha provocado que las especies sobrevivientes en el territorio candelariense hayan sido confinadas principalmente al área de las montañas más boscosas, en donde también son objeto de la caza indiscriminada, poniéndolas de hecho, en peligro de extinción, entre ellas se hallan: la jutía (Capromis sp), el negrito (Pyrrhula nigra), etc.

En este sentido, el gobierno revolucionario ha dictado leyes protectoras, que han puesto freno en gran medida a la acelerada desaparición de la fauna; estableciendo períodos de veda y de caza, así como creando reservas o parques.

Entre las especies de animales que habitan en Candelaria se hallan: como mamíferos; la jutía, muy perseguida por su exquisita carne. Entre las aves: el tocororo (Trogon temnurus), nuestra ave nacional de hermoso colorido, la tojosa (Columba passerina), paloma rabiche (Columba carolinensis), paloma perdiz (Columba cyanocephala), la pedorrera (Todus multicolor), el zum-zum (Orthorhychus ricordi), y otros. Los peces también han sido sometidos a un gran exterminio, aunque todavía se pueden encontrar en ríos, arroyos, lagunas y costas algunas especies como: la biajaca, la guabina, el patao, el ronco, el sábalo, la trucha, etc.

Estructura y dependencia político-administrativa.

Vista del Partido Comunista de Cuba

El espacio situado al oeste de La Habana durante todo el siglo XVI estuvo bajo el relativo control del Ayuntamiento de esa ciudad. El siguiente siglo trajo cambios significativos económico-social, como ya se ha expresado. A partir de 1607 la isla quedó repartida en dos gobiernos, con independencia uno del otro en lo político la representación del Gobierno recayó en Santiago de Cuba y La Habana respectivamente, continuando el territorio occidental bajo la dirección del Ayuntamiento de esta última ciudad.

Después de la toma de La Habana por los ingleses (1762) aumentó mucho más el interés de la administración española por Vuelta Abajo, estimulado por los cambios generales operados en todas las esferas. En el gobierno del Capitán General de la Isla, Felipe de Fondesviela, estos cambios, sobre todos los político-administrativos, repercutieron directamente en este territorio. La isla se dividió en tres departamentos, con dieciocho jurisdicciones. Entre estas últimas se formó en 1774 la de Nueva Filipina que segregó parte del espacio de La Habana; el ulterior territorio de Candelaria quedó en el área habanera.

Según una caracterización efectuada para poder realizar los cambios político-administrativos, el extenso espacio geográfico situado al oeste de La Habana carecía de un núcleo poblacional de consideración. Las haciendas, estancias y otras formas de uso y explotación de la tierra, con sus vecinos, estaban separados entre si constituyendo las únicas manifestaciones de civilización. Sólo en las cercanías de las iglesias de Guanajay, Santa Cruz de los Pinos, Consolación del Sur y Guane se hallaba un corto número de residentes. El progresivo aumento de la población y el dilatado espacio, repercutían negativamente en el buen gobierno de esta región.

La estructura político administrativa de la Isla, hacia la segunda mitad del siglo XVIII, se caracterizaba por estar dividida en: Departamentos, Jurisdicciones y Partidos, sobre estas denominaciones se abundará un poco más adelante. Dentro del espacio de la jurisdicción de La Habana se estructuró el Partido de Santa Cruz de los Pinos cuya administración abarcaba un considerable espacio. Para esa época lindaba al este con el Partido de Alquizar y Guanajay, así como por el oeste hasta aproximadamente el Río Los Palacios, límite oriental de la Jurisdicción de Nueva Filipina.

Población Laboral

Un año después de culminada la guerra de 1895-98, el municipio de Candelaria poseía una composición laboral, donde era evidente que la población laboral se hallaba vinculada a la agricultura en correspondencia con la principal actividad económica del municipio Cuadro 11. Los integrados a este sector representaban el 77,8 % del total de individuos ocupados. La segunda actividad porcentualmente representativa era la de los servicios domésticos y personales que representaban el 11,8 % del total . Luego y en orden descendente le seguían el comercio y el transporte, las manufacturas e industrias mecánicas, y finalmente los servicios profesionales. El marcado rasgo agrícola de la ocupación en la población se comporto, en una u otra magnitud, de igual manera en el resto de la provincia de Pinar del Río.
Con respecto a la ocupación por sexo, esta claro que la población masculina constituía la mayoría, representando el 95,9 % del total de ocupados. Es notable la total ausencia de mujeres empleadas en los sectores agrícolas y en el comercio; su mayor representación, por supuesto, descansaba en las labores domesticas y personal.

Para este momento las clases explotadas y dependientes, en especifico los campesinos y obreros, continuaban en pésimas condiciones de vida. A ello se le suma los estragos de la guerra así como “[..] que la gran masa de libertadores andaba desde fines de 1898 en la mayor miseria, dispuesta a trabajar por un plato de comida “[..]

En Candelaria como en el resto de la Isla, el campesinado podía considerarse como pobre, medio y rico es importante tener en cuenta que este fenómeno estuvo condicionado por dos situaciones; es decir por un lado los campesinos dueños de la tierra y de otra los que estaban sometidos al régimen feudal de explotación los cuales pagaban rentas ya en producción o en dinero. Desde luego, los primeros poseían mejores condiciones de vida y trabajo, lo cual no los eximia de que eran la clase más pobre de la sociedad cubana.

De modo general en el país, los campesinos de menos de 5 cab. pasaban de 100 mil y caían mayormente en la categoría de pobre y medio. Aproximadamente el 60 % estaba obligado a pagar rentas en productos por el uso de la tierra que preparaban con sus propios aperos, generalmente rudimentarios. Este segmento de campesino nunca o casi nunca, pudo explotar como mano de obra; por el contrario, en muchos de los casos se vieron obligados a vender su propia fuerza de trabajo, por lo que se le considera campesinos pobres. Con ciertas facilidades se encontraban aquellos que eran propietarios de tierras y de sus herramientas de producción y que podían emplear fuerza de trabajo asalariada ocasionalmente. Este tipo de campesino se puede definir como campesino medio. Por su parte, los campesinos ricos, poseían condiciones de trabajo tales que les permitía emplear de forma fijo mano de obra asalariada; por supuestos estos campesinos no fueron nunca numerosos, una parte gravitaba hacia el campesino y otra hacia la burguesía.

Aunque el proletariado en Candelaria en esta etapa era numéricamente insignificante, no por ello deja de sufrir deja de sufrir una explotación depredada donde los salarios eran bajos y las jornadas de trabajos eran extremadamente largas. Los que laboraban como dependientes en tiendas de ropas y otros establecimientos públicos, eran precisados por sus propietarios a abrir las puertas apenas amanecía y a estar activos entrada la noche y hasta en los días festivos tenían que trabajar las secciones de la mañana. También los tabaqueros y trabajadores de otros sectores se veían obligados a trabajar jornadas de 12 y 14 horas diarias.

Como clases sociales podían definirse en el municipio la alta burguesía cubana, que si bien no era representativa en la localidad, se llego a poseer grandes extensiones de tierras; la mediana y pequeña burguesía tanto cubana como extrajera, integrada por medianos y pequeños propietarios de tierras, comerciantes, dueños de talleres u otros establecimientos modestos.

Este estrato social, aunque poseedora de capitales en muchos casos empleaban obreros asalariados, se hallaba sometida a esferas superiores de la sociedad: millonarios imperialistas, grandes terratenientes y comerciantes nacionales. Esta situación era consecuencia de la eterna lucha capitalista, donde los poderosos, en su afán de enriquecimiento, aplastaban y explotaban a los menos poderosos.

También dentro de la compleja estratificación social en la localidad estaba el proletariado y los campesinos . Estos últimos en su inmensa mayoría no eran propietarios de tierras y constituían un ejercito de arrendatarios.

Cantidad de Población

En 1899 la población del término municipal era de 4 866 habitantes; en el anterior censo, 1887 arrojó la cifra de 9 875; por lo que es evidente la merma de la población en número de 5009, o sea el 49,3 %que no deja de ser un cálculo conservador puesto que 1887 y 1895 la población debió crecer considerablemente. La disminución brusca se debió fundamentalmente a los estragos causados por la guerra; en este índice de disminución influyeron las muertes por epidemias y enfermedades contagiosas, así como la emigración forzosa, entre otros factores.

Aunque para 1907, fecha en que se realiza el censo anterior al de 1899, Candelaria ya no figuraba como municipio, por las razones que más adelante se explicarán, se ha podido computar la población correspondiente a los límites que anteriormente poseía. En tal virtud en ese año 5 128 habitantes, lo que equivale a un aumento del 5,1% de la población con respecto a 1899. De manera que el ritmo de crecimiento se comportó en los años que mediaron entre 1899 y 1907 a 37 habitantes por año, lo que marca un lento crecimiento de la población, donde el proceso inmigratorio no aportó mucho.

El incremento acelerado de la inmigración interna y externa, registradas en las décadas siguientes cambiaron el panorama demográfico.
Para 1919 la población ascendió a 9 691, donde el crecimiento fue del 47,1%, pudiéndose considerar como una explosión demográfica, donde debieron influir factores que estimularon la inmigración. En los 12 años que median entre los censos de 1907 y 1919 el ritmo de crecimiento fue de 380,2 habitantes por año, nótese la diferencia con el ritmo de crecimiento de la década anterior.

En datos obtenidos para 1923, o sea, 4 después del censo de 1919, la población de Candelaria había descendido a 9 234, es decir, 457 habitantes menos que el momento en que se cerro el censo de 1919; ello pudo estar relacionado con la crisis de los años veinte que trajo consigo movimientos migratorios , cuyos saldos favorecieron a unos terroristas, en la misma medida que perjudicaron a otros siendo uno de estos casos el municipio de Candelaria.

Distribución y densidad

Toda población vive y se desarrolla en determinado territorio y la forma en que ella y los diversos segmentos que la integran se disponen sobre dicho territorio recibe el nombre de distribución espacial de la población. Esta distribución según el municipio, provincia o país, está acorde a las condiciones existentes, ya que la distribución espacial siempre tiene una forma concreta que aunque aparentemente es casual responde a la presencia y conjugación particular de determinados factores o condiciones demográficas, socioeconómicas, naturales, socio-políticas, entre otras.

Existen dos grandes formas de distribución de la población: agrupada y dispersa .En la etapa que se analiza 1898 - 1925 , la minoría de la población candelariense era agrupada , en tanto que la dispersa tenía mayor peso . La población agrupada (urbana ) en 1907 representó el 34,0% del total del término ,mientras que la dispersa (rural) constituyó el 65,9% .En el censo de 1919 ,con el incremento general de la población , la distribución sufrió cambios de consideración , con tendencia s hacia una ruralización . En ese año la población urbana representó el 21,9% , o sea una disminución proporcional, si lo comparamos con los índices de 1917 ; En cambio la rural llegó a constituir el 78,0% del total.

Con respecto a la densidad, a modo de antecedente, la población en 1887 representó el 40,5 hab km. En 1899, este indicador descendió a 19,9 hab km, a consecuencia de la guerra con el saldo positivo registrado en el crecimiento de la población hasta 1907, la densidad de población aumentó a 21,0 hab km, sin alcanzar aún los niveles de preguerra. En 1919 la densidad fue de 19,3 hab km, esta aparente disminución con respecto a 1907 contradice el saldo positivo alcanzado en el crecimiento de la población en el período intercensal; ello se debe a que a partir de 1910, al restaurarse el municipio, el territorio de Candelaria aumentó su superficie en más de la mitad de lo que poseía anteriormente.

La disminución de la población de Candelaria, por los barrios en que se componía, sufrió un aumento con excepción de barrancones y lomas.
Es decir que el crecimiento acelerado de la población en esta etapa, en la zona rural, tuvo particular incidencia en los barrios de Río Hondo, Bayate, Pasto Rico y Carambola. En el resto de los barrios el saldo positivo fue discreto. Es significativo el despoblamiento de la montaña al producirse entre 1907-1919, un saldo negativo del 6,6 %. Lo que pudiese estar asociado a cambios internos de carácter económico; nótese el incremento de los barrios situados en los llanos donde las zonas de cultivo son más fértiles para la agricultura.
Como barrio urbano y como se describió anteriormente, el pueblo de Candelaria experimento un saldo positivo del 9,8 %. Es decir que en esta etapa ya empieza a vislumbrarse un proceso de concentración urbana en la población de Candelaria de modo muy discreto.

Cantidad y densidad de población

Teniendo en cuenta los datos censales, como los más confiables, se pueden establecer comparaciones y análisis entre los censos realizados en 1919 y 1931. El primero corresponde a la etapa anterior y permitirá efectuar comparaciones con el segundo.

Al finalizar 1930 la población del término era de 14 018 habitantes que con respecto 1919, cuando existían 9 691, representa un crecimiento de 4 327 habitantes, fenómeno que se produjo en un período de 12 años, lo que es un indicador del proceso inmigratorio que debió producirse. El ritmo de crecimiento, en el período indicado, fue de 360 habitantes por año, que comparado con el ocurrido entre 1907 y 1919 es un discreto aumento (300 hab/año).

Teniendo en cuenta la cantidad de población existente en 1930 en Candelaria y comparándola con la de la provincia de Pinar del Río que era de 314 006; la primera representa el 4.5 % del total.

La densidad de población en 1930 fue de 27.9 hab/km2, mientras que 1919 era de 19.3 hab/km2, es decir que se produjo una diferencia ascendente de 8.6 hab/km2.

Distribución

Desde el punto de vista de lo urbano y lo rural la población del término tuvo un comportamiento ascendente en ambos casos, fenómeno que se puede apreciar claramente en el Cuadro 29. Dentro del incremento general de la población que ocurrió entre 1919 y 1931, la población urbana creció en más del 50 %, mientras que el incremento en la rural fue menor que el ocurrido en la etapa anterior, lo que constituye un indicador de que el proceso de concentración de la población comenzaba a acelerarse. A pesar de ello la población urbana, porcentualmente, mantuvo la misma proporción con respecto a la rural.

La distribución y dinámica de crecimiento de la población del municipio de Candelaria, con respecto a cada uno de los barrios, se comportó de la manera que se aprecia en el Cuadro 30; donde se observa cambios considerables con respecto a etapa anterior. De modo general los barrios rurales localizados hacia el noreste, este y sur del término fueron los que observaron la mayor parte del incremento poblacional, es decir que el flujo inmigratorio fue hacia estos lugares; fenómeno que debió ocurrir tanto para la inmigración interna como externa, a juzgar por la pérdida de población de otros barrios. El barrio de mayor saldo fue el de Barrancones, con 782, que había sido en la etapa anterior uno de los que mayor población había perdido entre un censo y otro (1907-1919). Sin embargo Pasto Rico continuó ascendiendo en su ritmo de crecimiento; al igual que San Juan del Norte y Frías, entre otros.

En sentido contrario el barrio que disminuyó su población fue Bayate que había sido el que mayores aumentos había tenido para la etapa indicada. Barrios como Lomas tuvieron ligeros incrementos, teniendo en cuenta que anteriormente había tenido pérdida de población. Aparentemente los incrementos en barrios como: Lomas y San Juan de Contreras obedecen al crecimiento natural de la población, mientras que en barrios, tales como: Barrancones, Pueblo de Candelaria, Punta Brava y Pasto Rico, se deben a procesos inmigratorios.

Cantidad y densidad

Para 1943 la población de Candelaria había ascendido a 15 885 habitantes lo que constituía un saldo positivo con respecto a 1931, fecha en que se realizó el anterior censo Cuadro52. Aunque el crecimiento a juzgar por las cifras, fue natural, lo que puede estar indicando una estabilización demográfica en el territorio

Este aumento poblacional alteró lógicamente la densidad de la población, al mantenerse inalterable la extensión del municipio (490 km2).