Lewis Carroll
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Lewis Carroll (Cheshire, 27 de enero de 1832 - Surrey, 14 de enero de 1898) fue un escritor, lógico, matemático, diácono anglicano y fotógrafo británico, conocido sobre todo por su obra Alicia en el país de las Maravillas.
Sumario
Síntesis biográfica
Lewis Carroll, cuyo verdadero nombre es Charles Lutwidge Dodgson, nace en la aldea de Daresbury, en la región de Lancashire, el 27 de enero de 1832, en donde reside hasta cumplir los 11 años. Fue el primer hijo de una familia compuesta por 8 hermanas y 2 hermanos, todos zurdos y ligeramente tartamudos, incluyéndole a él. Su padre era el vicario del lugar y su infancia fue sosegada, tal vez demasiado aburrida y por ende razonablemente feliz. Antes de su adultez todo el clan familiar se había trasladado a una aldea de Yorkshire llamada Croft, por motivos del ministerio de su padre, que fue nombrado Capellán inspector, y más tarde Archidiácono y canónigo después. El mismo Charles Lutwidge Dodgson, revelado niño prodigio en el colegio, llega a tomar las órdenes de diácono, siguiendo la huella paterna; pero antes, se licencia en letras, impartía clases y vivía, en el ambiente universitario de Oxford, en el cual permaneció 47 largos años, es decir, el resto de su vida.
Profesor y diácono, introvertido, soñador de países maravillosos, de mundos de espejos, y -al mismo tiempo- destacado matemático, mente lógica, amante del teatro y aparente misógino, pues nunca contrajo matrimonio ni se le conocieron amores, no sólo escribió Alicia en el País de las Maravillas, sino que se enamoró de su heroína, esto no fue un producto puramente mental, ya que la pequeña Alice, hija del Doctor Liddell, decano en el departamento de Christ Church, en Oxford, constituye el modelo en el cual se basó el personaje de ficción.
Las matemáticas
La mayor parte de su atención la dedicó Carroll a la Geometría, escribió también sobre numerosos otros temas matemáticos: de la Cuadratura del círculo, del Cifrado de mensajes (llegando a inventar algunos métodos),de Álgebra, de Aritmética electoral y votaciones, y de lógica, sobre todo en los últimos años de su vida, prestando no solo atención a los juegos y paradojas (analizó la paradoja de Aquiles y la tortuga, y elaboró una propia: la de la barbería), sino también a la búsqueda de formas de exposición sistemática de, por ejemplo, la teoría del silogismo. Por lo demás, elaboró cuadros, fichas y diagramas del tipo de los de Venn e introdujo árboles lógicos. En cuanto a la geometría, publicó numerosos apuntes a modo de aclaraciones sobre la obra de referencia de su época, Los Elementos de Euclides, y un libro en el que confrontaba a este con otros autores contemporáneos, Euclid and his Modern Rivals, 1879
La fotografía
En 1856, Dodgson descubrió una nueva forma de arte, la fotografía, primero por influencia de su tío Skeffington Lutwidge, y más tarde de su amigo de Oxford Reginald Southey y del pionero del arte fotográfico Oscar Gustav Rejlander. Dodgson alcanzó pronto la excelencia en este arte, que convirtió en expresión de su personal filosofía interior: la creencia en la divinidad de lo que él llamaba belleza, que para él significaba un estado de perfección moral, estética o física. A través de la fotografía, Carroll trató de combinar los ideales de libertad y belleza con la inocencia edénica, donde el cuerpo humano y el contacto humano podían ser disfrutados sin sentimiento de culpa.
En su mediana edad, esta visión se transformó en la persecución de la belleza como un estado de gracia, un medio para recuperar la inocencia perdida. Esto, junto con su pasión por el teatro, que le acompañó durante toda su vida, habría de traerle problemas con la moral victoriana, e incluso con los principios anglicanos de su propia familia. Como anota su principal biógrafo, Morton Cohen: «Rechazó rotundamente el principio calvinista del pecado original y lo sustituyó por la noción de divinidad innata.
La obra definitiva acerca de su actividad como fotógrafo (Lewis Carroll, Photographer, de Roger Taylor (2002)), documenta exhaustivamente cada una de las fotografías de Lewis Carroll que se han conservado. Taylor calcula que algo más de la mitad de su obra conservada está dedicada a retratar a niñas. Sin embargo, debe ser tenido en cuenta que menos de un tercio de la totalidad de su obra se ha conservado. La niña que más veces le sirvió de modelo fue Alexandra Kitchin Xie, hija del deán de la catedral de Winchester, a la que fotografió unas cincuenta veces desde que tenía 4 años hasta que cumplió 16.
En 1880 intentó fotografiarla en traje de baño, pero no se le permitió. Se supone que Dodgson destruyó o devolvió las fotografías de desnudos a las familias de las niñas que fotografiaba. Se creía que se habían perdido, pero se han encontrado seis desnudos, de los cuales cuatro han sido publicados y dos se conocen apenas. Las fotografías y esbozos de desnudos que Dodgson realizaba alentaron la suposición de que tenía tendencias pedófilas. La fotografía le fue también útil como entrada en círculos sociales elevados.
Cuando logró tener un estudio propio, hizo notables retratos de personajes relevantes, como John Everett Millais, Ellen Ferry, Dante Gabriel Rossetti, Julia Margaret Cameron y Alfred Tensión. Cultivó también el paisaje y el estudio anatómico. Dodgson abandonó repentinamente la fotografía en 1880. Después de 24 años, dominaba completamente el medio, disponía de su propio estudio en el barrio de Tom Quad, y había creado unas 3.000 imágenes. Menos de 1.000 han sobrevivido al tiempo y a la destrucción intencionada. Dodgson registraba cuidadosamente las circunstancias que rodeaban la creación de cada una de sus fotografías, pero su registro fue destruido.
Su obra fue reconocida póstumamente, junto a la de Julia Margaret Cameron gracias a su reivindicación por parte de los fotógrafos del Pictorialismo, así como al apoyo del Círculo de Bloomsbury, en el que se hallaba Virginia Woolf. En la actualidad, es considerado uno de los fotógrafos victorianos más importantes, y, con seguridad, el más influyente en la fotografía artística contemporánea.
Muerte
Lewis Carroll falleció el 14 de enero de 1898, a los 65 años, de una gripe que degeneró en pulmonía. Con él recibieron sepultura muchas de las incógnitas que aún hoy investigan sus biógrafos, por ejemplo, ese desmedido amor por las niñas que, en cuanto crecían, "abandonaba", su fijación por Alicia Liddell a la que, a excepción de su propia regla, jamás olvidó, llegando incluso a cartearse con ella, ya en el final de su existencia, siempre a propósito de la Alicia de ficción, enviándole varias misivas absolutamente inocentes.
Obras
- Alicia en el País de las Maravillas
- Alicia a través del espejo
- La caza del Snark
- El juego de la lógica
- Silvia y Bruno
- Diario de un viaje a Rusia
Inspiración para la creación de Alicia
Alice Liddell contaba unos cuatro años cuando el joven Charles la conoce. Él trabajaba en la Biblioteca, y la niña, junto a sus dos hermanas, jugaba en el jardín al que se abrían las ventanas de la sala de lectura, y debido a lo obligado de la vecindad, nació entre ellos una relación amistosa que se hizo intensa.
En 1856 Dodgson comienza a colaborar en revistas, editando algunas. Adopta su famoso seudónimo. Se hace amigo de la actriz Ellen Terry y traba relación con el poeta lord Tennyson y con Ruskin, el crítico de arte. Este último, más tarde, le disuadiría para que incluyese en la versión definitiva de Alicia (la primera se tituló Las Aventuras Subterráneas de Alicia, y falta, entre otros personajes, el famoso gato) sus dibujos, siendo propuesto y elegido el ilustrador John Tenniel, sustitución que fue aceptada a regañadientes por Lewis Carroll.
Una de las aficiones del escritor, hobby reservado a pocos en su época, fue la fotografía y gracias a ella han podido llegar hasta el lector, los retratos que él realizó tanto de Alicia Liddell, su pequeña musa inspiradora, como de numerosas amiguitas suyas. Porque ésta es otra, la curiosa costumbre que el escritor tenía de establecer lazos amistoso con criaturas de corta edad e invariablemente niñas; a los niños los aborrecía, lo que ha dado pábulo a muchas habladurías en las que se asegura que esa atracción suya experimentada hacia las impúberes, no era sino cierto tipo de desviación sexual, que incluso Vladimir Nabokov, menciona con sutil ironía, aunque no se puede negar que Alicia en el País de las Maravillas, o más bien Alice Liddell, unida a sus propias fijaciones infantiles, las de Nabokov, fueran el germen del que naciera posteriormente su no menos célebre Lolita.
En las fotografías de Lewis Carroll se descubre como Alice es una niñita morena con gesto de fastidio, que no encaja físicamente con la Alicia rubia, impertinente y curiosa, del cuento, es "otra niña", y sin embargo, "es" Alicia. El día 4 de julio de 1862, y en el transcurso de un memorable viaje en barca por el Támesis cerca de Oxford, Lewis Carroll relata a Alice y a sus dos hermanitas un cuento que va surgiendo inspirado en parte, por los acontecimientos de la excursión: Las aventuras Subterráneas de Alicia, tiempo después rebautizado como Alicia en el País de los Elfos, y dos años más tarde con el título ya es de todos conocido.
Hay que puntualizar que Carroll narró aquella tarde otro más de sus cuentos, que tal vez se hubiese perdido, de no ser por la insistencia de Alice en que lo escribiera "para ella". ¿Cómo iba a negarse, entonces, el profesor Dodgson? Asegura la leyenda que Carroll se pasó la noche en vela escribiéndolo y haciendo los dibujos, lo que, como leyenda, está bien, mas la realidad indica todo lo contrario, ya que hasta en el mes de febrero del siguiente año no acabó de escribirlo y dibujarlo, regalándoselo a la pequeña un año después, por Navidad, aunque con cierta anticipación, puesto que ello tuvo lugar el 26 de noviembre de 1864.
El cuento de Alicia, tal y como se conoce, se publicó en 1865, el mismo 4 de julio, en conmemoración de la famosa tarde en que fue contado por primera vez. Lewis Carroll nunca llegó a imaginar que sus cuentos se publicaran y de haberlo supuesto alguna vez, mucho menos el que tuvieran el éxito arrollador que conoció la primera Alicia y después la segunda atravesando el espejo. Por cierto, que esta segunda Alicia no tiene nada que ver con la primera, aunque literariamente sea la misma, ya que se la inspiró otra niña de igual nombre.
Gracias a sus historietas infantiles, ya que escribió muchas más, cuya financiación él mismo costeaba a las editoriales, que con gusto le hubieran pagado, el profesor Dodgson, matemático eminente, y autor de serios libros de texto, se hizo rico, pero como era una persona caritativa, empleó ese dinero en hacer obras de beneficencia, faceta suya no demasiado divulgada.
Correspondencia
- Niñas
- Cartas inéditas a Mabel Amy Burton
Bibliografía pasiva
- Kelly, Richard: Lewis Carroll, Twayne, 1990.
- Cohen, Morton: Lewis Carroll: A Biography, Vintage, 1996.
- Robin Wilson (2009). Lewis Carroll en el país de los números. Turner.