Batalla de Sao del Indio
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Batalla de Sao del Indio. Fue un connotado suceso bélico que ocurrió el 31 de agosto de 1895, en la Provincia de Oriente de Cuba, en el contexto de la Guerra Necesaria o Guerra del 95 que tuvo lugar de 1895 a 1898.
Sumario
Acciones previas
A pesar del fracaso del Plan de La Fernandina, la Guerra del 95 contra viento y marea se inició y tuvo su continuación con varios éxitos en los alzamientos en las provincias de Oriente y Las Villas, aunque realmente empezó a coger verdadera fuerza, cuando lograron desembarcar los Hermanos Maceo, Martí y Gómez en el mes de abril. Luego de muchos avatares, ellos junto a otros jefes desembarcados, lograron asumir el mando de las tropas mambisas, que cada día se iban haciendo más numerosas con la incorporación de veteranos y de nuevos reclutas.
En este contexto, dió inicio la Primera Campaña Oriental[1], en los primeros días de mayo de 1895 y luego la Campaña Circular[2], en junio del mismo año. La primera, comandada por el Lugarteniente General Antonio Maceo y la segunda por el Generalísimo Máximo Gómez. La Batalla de Sao del Indio, tuvo lugar el 31 de agosto de 1895, como parte de la Primera Campaña Oriental, comandada por Maceo como preámbulo de la Invasión a Occidente.
Estrategia del traidor
Los hechos se desatan a partir de la fuga de un prisionero español del campamento de Filipinas, que, al parecer, había aceptado sumarse a la causa cubana y hasta tenía la confianza por su disposición al servicio del propio avispado León oriental.
Un día todo cambió, cuando el soldado español fue al río a bañar un caballo y viendo que estaba solo montó en la bestia y no paró hasta hallarse entre la jefatura de los colonialistas en la ciudad de Guantánamo. Disfrazó su doble deslealtad con el cuento de una azarosa fuga, dió detalles de la difícil situación del jefe mambí y atizó la provocación describiendo que José aludía irónicamente con su tartamudeo característico al jefe de la Villa, llamándolo Copello, y no por su grado y nombre: coronel Borja Canellas.
Prestanza del Servicio de Inteligencia mambí
Las tropas españolas se alistaron inmediatamente para salir de Guantánamo, a la proyectada como fácil cacería de José, muerto o capturado; mientras el Servicio de Inteligencia mambí, informado de los planes del enemigo, comunicó inmediatamente la noticia a el León de Oriente, en Casimba de Filipinas. Entre los enemigos estaban los milicianos traidores a la causa cubana, herederas de las Escuadras, que acosaron, atacaron y casi exterminaron a los expedicionarios de Duaba: Antonio, José y Cebreco entre otros, en abril de ese año.
Sitio guantanamero
En este sitio de Guantánamo, 650 mambises al mando de los generales Antonio y José Maceo, combatieron contra una columna enemiga de unos 900 hombres, que tenía el objetivo de capturar o matar a José, pues sabían que se encontraba casi inválido y con poco personal de escolta. El León de Baconao se encontraba baldado desde hacía semanas por una ciática doble; se hallaba en la prefectura montañosa de Casimba de Filipinas, postrado en su hamaca e impedido de montar a caballo, aislado con una reducida guardia de 50 hombres, como anotaron José Miró Argenter, jefe del Estado Mayor de Antonio, y otros cronistas de los heroicos acontecimientos.
A pesar del padecimiento, el General José logró montar su córcel. Ya había avisado a su hermano, quien se encontraba distante 30 o 40 kilómetros, quien, sin perder un minuto, emprendió la marcha, hasta llegar a las tres de la mañana. El recorrido, dice Miró Argenter:
Con la salida del sol, la columna española avanzó, pero en el Palmar de Ampudia tuvo que combatir contra una emboscada cubana, situada por el General José. El Brigadier cubano Agustín Cebreco flanqueó al enemigo por la izquierda y logró llegar hasta el Río Baconao, donde José, en lo alto de la Loma del Trucutú, combatía. Tras nueve horas de cruenta batalla, los mambises dominaron las alturas de Sao del Indio e hicieron retroceder a los hispanos con numerosas bajas.
Trampa explosiva
Antonio Maceo ordenó al Brigadier Pedro Agustín Pérez Pérez, dejar libre el paso a la columna para hacerla caer en una trampa preparada con potentes explosivos que destrozó la vanguardia, pero el obstinado jefe español mandó a continuar el avance sin tener en cuenta ni muertos ni heridos. En la madrugada del día 2 de septiembre, la fuerza colonial siguió la marcha hacia la cercana ciudad y los cubanos solo pudieron hostigar la retaguardia.
Regimiento Hatuey en la Batalla de Sao del Indio
En esta batalla, los combatientes de Yateras, se incorporaron al Regimiento Hatuey, reclamando el nombre del primer cacique rebelde taíno en Cuba, quién fue ejecutado por los españoles en 1513. El nombre no se había aún formalizado como un regimiento, cuando bajo el mando del oficial rebelde dominicano Dionisio Gil y con el joven teniente Silverio Guerra incorporado dentro de sus filas, pelearon en esta importante batalla, el 31 de agosto de 1895. El grupo indio de las montañas de Yateras, los clanes Ramírez y Rojas, así como otras familias de descendientes, marcharon con el Regimiento Pineda —más tarde el Hatuey—, y bajo sus órdenes entraron en ese conflicto crucial de la temprana guerra, que se conoció como la Batalla de Sao del Indio[3].
El regimiento indio fue uno de las varias docenas que pelearon bajo el mando del ilustre hermano guerrero de José, Antonio Maceo, el Titán de Bronce de las fuerzas cubanas. El General Antonio cuyo ejército por aquel tiempo sumaba unos seiscientos hombres armados, estaba en operaciones cerca de Santiago de Cuba a finales de agosto de 1895, cuando recibió la noticia de que unos mil doscientos españoles, con dos piezas de artillería, tenían sitiado cerca de Guantánamo a su hermano el General José y treinta hombres más. Antonio ordenó una marcha nocturna de cuarenta millas a través de las montañas y llegó temprano a la mañana siguiente cuando los españoles comenzaban su ataque[4].
La batalla de Sao del Indio duró treinta y seis horas. Las tropas cubanas, peleando con los estómagos vacíos y luego del extenuante viaje nocturno sin dormir, cargaron a caballo, blandiendo machetes contra el cañón y la infantería españoles. Dos grandes cañones españoles hicieron estragos con veintitrés certeros disparos. Antonio Maceo ordenó al comandante Gil y al emergente Regimiento Hatuey arremeter contra la artillería española, lo que hicieron con una carga al machete que expulsó al equipo de la batería.
Con cerca de cien hombres, el Regimiento Hatuey amarró cuerdas a los cañones, intentando sacarlos del espeso fango. Resultó ser una tarea imposible y el regimiento fue sitiado durante la mayor parte del día, mientras defendía las piezas de artillería. Sufrieron muchas bajas.
La batalla resultó en 327 bajas españolas y unas cuarenta por parte de los cubanos[5]. Sobrevivientes de la Batalla de Sao del Indio, como el Teniente Silverio Guerra, nacido en Yateras, y otros del Regimiento Hatuey, continuaron sirviendo en el ejército insurrecto hasta el fin de la guerra contra España. Junto con la escaramuza de Peralejo, la Batalla de Sao del Indio fue crucial en la temprana conformación de la confianza y la disciplina de las fuerzas que encabezarían, durante el siguiente año, la gran campaña occidental del General Maceo hacia La Habana.
Consecuencias
La victoria de esa importante acción tuvo como consecuencia la rápida consolidación de las fuerzas cubanas en la guerra que se iniciaba, así como la consecución de importantes victorias militares, la incorporación de gran cantidad de combatientes a las filas mambisas y la obtención de nuevas armas y municiones.
Por las diversas acciones, momentos y resultados, la mayoría de los analistas plasman el hecho como la Batalla de Sao del Indio, mientras los menos consideran solo puntualmente el combate librado en ese punto. Lo definitivo es que fue un acontecimiento victorioso para los cubanos, con el cual concluyó la exitosa Primera Campaña Oriental, comandada por el lugarteniente general Antonio Maceo.
Referencias
- ↑ La Primera Campaña Orental fue una campaña militar que tuvo lugar entre principios de mayo y finales de agosto de 1895 en la Provincia de Oriente de Cuba, en el contexto de la Guerra Necesaria (1895-1898).
- ↑ Vertiginosa sucesión de acciones combativas en torno a Puerto Príncipe, que puso en pie de guerra el territorio y se extendió hasta el 10 de octubre de ese año. Su objetivo era atraer a la juventud camagueyana y extender la guerra hasta la Trocha de Júcaro a Morón. También consolidar la guerra en Camagüey, conservar la iniciativa y acopiar caballos y pertrechos, así como organizar las tropas que permanecerían en la provincia, a la vez que seleccionar, equipar y entrenar las que integrarían el contingente invasor.
- ↑ Mayor General Carlos Roloff Mialofsky, “Índice Alfabético y Definiciones del Ejército Libertador de Cuba. Datos compilados y ordenados por el Inspector General del Ejército Libertador”. La Habana. Imprenta de Rambla y Bouza, 1901. Se relacionan un total de 81 Rojas y Ramírez que se enlistaron en el Regimiento Hatuey, p. 74.
- ↑ Padrón Valdés, pp. 217-218.
- ↑ Leopoldo Horrego Estuch, "Maceo: héroe y carácter". La Milagrosa Imprenta. La Habana, 1952, p. 212.
Bibliografía
- Historia Militar de Cuba 1510-1868. Centro de Información para la Defensa, MINFAR.
- Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Colectivo de autores del Centro de Estudios Militares de las FAR(CEMI).
- Padrón Valdes, Abelardo. "El General José. Apuntes Biográficos". Editorial de Arte y Literatura. Instituto Cubano del Libro. La Habana, 1973, pp. 217-218.
- Casasus,Juan J. E. "La Invasión: Estudio Crítico-Militar”. Academia de la Historia y Academia Militar de la República. La Habana, 1950
- Sánchez Guerra, José. La Capitana del Regimiento Hatuey. El Mar y La Montaña. Octubre 30, 1998
- Guerra, Ramiro. Manual de Historia de Cuba, Habana, Cultural, S.A. 1938
- Azcarate Rosell, Rafael. Historia de los Indios de Cuba, Seoane Fernández y Cía, La Habana, 1937