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Sumario

CAI Orlando González HISTORIA DEL CAI ORLANDO GONZALEZ RAMIREZ INTRODUCCION La caña de azúcar se introdujo en Cuba, proveniente de Santo Domingo, durante el gobierno de Diego Velásquez (1511-1524), sembrándose la variedad conocida como caña criolla o caña de la tierra, sin embargo, no es sino, hasta fines del siglo XVI, en que se inicia la fabricación de azúcar en forma convencional, una vez construido el primer ingenio muy próximo a la desembocadura del río Almendares en Ciudad de La Habana, Durante el siglo XVII y primera mitad del XVIII, surgieron otras fábricas de azúcar fundamentalmente en la región oriental, pero realmente fue entre 1760 y 1792, en que Cuba pasó del onceno al tercer puesto del mercado azucarero; siendo el factor fundamental de este auge, el déficit del producto, como consecuencia de la Revolución de Haití en 1791, La primera mitad del pasado siglo, fue un período de saltos tecnológicos en esta rama de la economía cubana, así, en 1817 se aplicó la máquina de vapor al molino, en 1840, se instalaron los evaporadores al vacío y cerca de 1860, con la utilización de la centrífuga, nació el Ingenio mecanizado; germen de la gran industria. También en este período, el insigne sabio cubano Álvaro Reinoso, publicó su libro “Ensayo sobre el cultivo de la caña de azúcar” (1862), obra clásica que mantiene su vigencia luego de 138 años de su primera impresión. Cuba se convirtió en 1892, en el primer país que produjo un millón de toneladas de azúcar en una zafra, Pero durante la guerra de 1895, los Mambises, destruyeron el 70 % de los cañaverales y las fábricas, por constituir éstos, la principal base económica de España en la Isla, Con el inicio del presente siglo, y con él, el establecimiento de la república mediatizada, se le impuso a Cuba la condición de Neocolonia Yanqui y dadas las “siempre insatisfechas” ambiciones de ganancia de los monopolios norteamericanos, se produjo un considerable auge del proceso de concentración y ampliación de la industria azucarera, lo que se demuestra en que sólo entre 1900 y 1927, se fundaron 75 nuevos ingenios; uno de los cuales, constituye el objeto de análisis de esta investigación histórica: el Central “Algodones”,

Esta investigación no debe considerarse un trabajo concluido, además la historia narrada adoleció de la profundidad requerida, porque él haberse iniciado en 1987, no permitió realizar un grupo de entrevistas a fundadores y testigos presenciales de algunos hechos referidos, por haber fallecido los mismos, lo que, unido a la carencia de fuentes documentales, exigieron “dejar a medias” o sencillamente mencionar algunos acontecimientos, como huelgas obreras, organización y actividades del Sindicato. Sin embargo, los esfuerzos aquí materializados por reflejar lo fidedigno y por evitar en la mayor medida posible las digresiones teóricas, tienen la aspiración de que este trabajo sea útil a los maestros, a los pioneros y a los trabajadores de la agro-industria azucarera, dada la necesidad de profundizar en el conocimiento de nuestra verdadera historia local.

FUNDACION DEL INEGIO: Lugar exacto donde se construyó: El Ingenio “Algodones” fue construido a seis kilómetros al sureste de Guayacanes y a siete kilómetros al suroeste de Majagua, -capital del municipio del mismo nombre, de la actual provincia de Ciego de Ávila, formando con estos poblados uno de los vértices de un triángulo casi equilátero. Este lugar en las postrimerías del pasado siglo se conocía como ‘Sao del Jiquí”, por ser la única porción desprovista de montes firmes, porción que abarcaba la parte sur de la finca Rincones y otras porciones de tierras de fincas colindantes. La finca Rincones, al terminar la segunda guerra por la independencia de Cuba, pertenecía a Librado Díaz y su encargado lo fue el campesino Pedro León González, quien se estableció allí en 1901, construyendo la primera casa en el extremo sur del posterior batey. A escasos metros del Camino Real del Príncipe o Camino Real de La Habana, (actual calle Inocente Antonio Palacios), vivienda No, 67 actual, donde aún residen varios de sus descendientes.

Fecha de construcción del Ingenio Las primeras cañas para semilla se sembraron en 1913, (primero un cuarto y después —y con éstas- 19 caballerías), por orden de Don Manuel García Rubio, un hacendado espirituano, dueño entonces de la finca Rincones; reservándose las tres-cuartas partes restantes para el cómputo de las 20 caballerías de dicha finca, para la construcción del Ingenio y del batey; el que se conformó en la misma medida en que avanzaban los trabajos de fomento de las áreas cañeras, nutriéndose con los propios obreros -nacionales-, contratados para construirlo. La construcción del Ingenio se llevó a cabo entre 1915 y 1916, teniendo como premisa, la construcción del ramal del ferrocarril en 1914. Desde Guayacanes (vía central), por donde se trasladaron los equipos y maquinarias fundamentales, provenientes del Ingenio “Aguedita” de la provincia de Matanzas, así como otros medios procedentes de la entonces llamada “Smith Ames de Chishelm”.


¿Por qué el nombre de “Algodones”? Si el Ingenio fue construido en la finca Rincones, cabe formularse esta pregunta. Mas no resultó difícil conocer la respuesta; pues resulta que el desmonte de las 19 caballerías referidas, se hizo simultáneamente en otras fincas colindantes, desde noviembre de 1914 y entre ellas figuraba la gran finca de Juan Bautista de Madrigal, llamada “Algodones de Madrigal”, ésta colindaba por el sur con la de Rincones y abarcaba las que serían más tarde las colonias: La Unión, Cabreras, Esperanza, Patricio y parte de Las Marías, (áreas de la actual U.B.P.C. que radica en Cabreras). Este Señor, que además de unirse y conformar con Don Manuel García Rubio una sociedad anónima para financiar la construcción del Ingenio, suministraba en las primeras zafras el mayor porciento de materia prima al Central, razones por las que impuso al Ingenio el nombre de su finca: “Algodones”.

La primera zafra... La quema del desmonte se realizó en abril de 1915 y en mayo de ese mismo año se inició la roturación y siembra de caña para moler, lo cual posibilitó en 1917 realizar la primera zafra, en la que a pesar de su corta duración, (43 días), se produjeron 62 574 sacos de azúcar de 13 arrobas, o sea, 9 355 TM base 96.

Los principales Colonos... Además de la finca Rincones y “Algodones de Madrigal”, otras fincas cercanas, hasta entonces dedicadas a la ganadería, a los cultivos varios de granos y frutos menores, o sencillamente cubiertas de montes y marabú, se convirtieron inmediatamente en áreas cañeras del Central; siendo sus principales dueños: Celedonio García, (sobrino de Don Manuel), Abelardo Touza, Evaristo Patricio, Benito Cabreras, Benjamín de la Torres, Santos de Armas y el Doctor López; este último poseía todas las tierras circundantes a los actuales poblados La Victoria y La Gloria, que entonces se conocía como el monte del médico. Algunas de estas colonias en 1919 fueron vendidas a la compañía Holandesa “Marchena y Maduro”, la que hizo la zafra de la “danza de los millones” y años más tarde pasaron a otros colonos, estableciéndose con mayor estabilidad, además de Celedonio y Touza, los Cabreras-Villalobos, Chicón, Benicio Palmero, Riendas y otros. En el propio decursar del tiempo se fue delimitando la procedencia de la caña que molía en Central y aunque siempre fue mayor la cultivada por el sistema de colonos, de dos y medio a tres millones de arrobas, procedían de Administración y así se le llamaba porque eran cosechadas en terrenos-propiedad del Ingenio, que llegó a tener siete colonias, a saber: La Unión, Cabreras, Esperanza, Patricio, La Yaba, Rincones y Narcisa.

¿Quiénes administraban este negocio? En sus primeros doce años (1917-1928), el Ingenio “Algodones” tuvo cinco Administradores, que fueron por su orden: Don Manuel García Rubio, Isaías Cartaya, Manuel Leyva, Adolfo Regato López y el americano-mejicano Go Halt y durante los 32 años subsiguientes, hasta la nacionalización, lo fue: Andrés L. Fernández Morell, conocido popularmente por Antillo; con el cual, por ser inflexible y leal patrón a los dueños capitalistas del Ingenio, tuvo que enfrentarse varias veces el movimiento obrero, aspecto que analizaremos en un próximo epígrafe.

Los dueños de esta fábrica de azúcar... Los primeros dueños del Ingenio desde su construcción y hasta 1920 fueron: el propio Don Manuel García Rubio (también primer Administrador), el italiano Orestes Ferrara, Luís O. Divinó, J.J. Meteozábal, Aníbal Mesa y el General José Miguel Gómez; quien detentara el poder como Presidente durante varios años de la Cuba Neocolonial, pudiéndose apreciar aquí los gérmenes del Capitalismo Monopolista de Estado en nuestro país. A partir de la caída vertical del precio del azúcar en el mercado mundial, durante 1920 (período de las vacas flacas), el Señor Miguel Mariano Gómez —hijo de José Miguel-, lo arrendó y el Royal Bank Of Canadá, su principal acreedor, se apropió de él en una típica maniobra financiero capitalista, e inmediatamente lo puso también en arriendo a unos accionistas canadienses y norteamericanos, quienes constituyeron la Sugar Plantation Operating Company, con domicilio en Aguiar No. 367, La Habana y compraron el Ingenio al banco de Canadá. Allá por el año 1929, “operando” este negocio hasta el 17 de enero de 1947, en que pasó a ser propiedad de la Compañía Azucarera Central Algodones S.A. con capital cubano-español de García-Díaz y Cía, quienes lo compraron en $ 1 600 000.00 y lo “operaron” hasta el día de la nacionalización. En esta etapa los representantes del Ingenio para la competencia en el mercado del azúcar eran: J>J> Miller en New York y José Hernández en la bolsa de La Habana.

¿Cuándo se nacionalizó?: Es conocido que nuestro Gobierno Revolucionario, entre los meses de julio y agosto de 1960, aplicó la ley de la nacionalización a la gran propiedad privada capitalista, cuyos dueños en su mayoría eran compañías extranjeras, como respuestas radicales y profundas a la suspensión de la cuota azucarera cubana, al embargo de nuestras mercancías y a la declaración del bloqueo económico, por parte del Imperialismo Norteamericano, mas, en su caso, por ser este Ingenio propiedad de la burguesía nacional, fue en la segunda etapa de la nacionalización en que pasó a ser propiedad social estatal, pasando a sus legítimos dueños: los obreros; que a partir del 14 de octubre de 1960, se convirtieron en sus copropietarios, junto al Estado Revolucionario.

Lo sucedido aquí ese histórico día... El 14 de octubre de 1960, es muy señalado y glorioso, por dos razones fundamentales: una, por la nacionalización y la otra por el cambio de nombre del Central; por eso resulta interesante recordarlo y describirlo para las actuales y las nuevas generaciones. Veamos: Después de elaborada y firmada el acta de nacionalización, por las partes actuantes: Jorge García Vázquez y Miguel García Calero por la Empresa Provincial del Azúcar; Plácido Díaz Fernández, Pablo Hernández Castellanos y José D. Casteleiro Betancourt por el Sindicato y Pedro Pérez Martín en su carácter de Administrador Interino; se convocó una Asamblea General que sesionó en el local frente al Sindicato, en la cual se trataron tres importantes aspectos:

Primero: Se dio lectura al acta de nacionalización, cuyos cerrados y prolongados aplausos, dejaban casi inaudible las últimas palabras del documento.

Segundo: Se nombró una comisión interventora compuesta por: Juan 5. Morales Rodríguez, Plácido Díaz Fernández, David Pérez Blanco y Rosendo Fernández Leyva; así como, se designó a un obrero como Administrador provisional, hasta la llegada de Jorge Reyes Calixto, un alumno que estudiaba para maestro en Minas de Frío, Oriente, el que designado por Fidel Castro Ruz se convertiría tres días después (el 18-10-60) en el primer Administrador representante del Gobierno Revolucionario y por tanto representante del pueblo. No obstante, antes de su llegada, la comisión interventora iniciaba la adopción de medidas revolucionarias, como la sustitución inmediata del Jefe de Oficinas, del Jefe de Campo y del Jefe del Piso de Azúcar sobre este último cambio con fecha 15-10-60, cuyo original con las firmas, obra en el Museo Municipal. Tercero: No podía ser completo el júbilo de los trabajadores y pobladores de este lugar, si no se le otorgaba al Ingenio “Algodones” un nombre de hecho histórico, de un prócer, de un mártir caído en la dura lucha contra la dictadura batistiana o de un país latinoamericano; así, al computar las propuestas de nombres hechas por los trabajadores allí presentes, prevaleció por mayoría, el nombre del mártir de este mismo Central: Orlando González Ramírez; nombre que lo ha identificado desde entonces y al que sus trabajadores y dirigentes han sabido honrar dignamente.

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08:59 6 may 2010Miniatura de la versión del 08:59 6 may 2010640 × 480 (57 KB)Majagua2 jc (discusión | contribuciones)CAI Orlando González
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