Hotel Telégrafo

Hotel Telégrafo
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Obra Arquitectónica
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Descripción
Localización:La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Datos de su construcción
Inauguración:Siglo XIX

Hotel Telégrafo. El espíritu innovador y cosmopolita que una vez colocó al Hotel Telégrafo entre los mejores hoteles de Latinoamérica, aún puede apreciarse hoy en un edificio que desde finales del siglo XIX ha dominado este animado punto de intersección de la Habana Vieja.

Historia

El rescate de inmuebles y sitios vinculados con la historia de la capital cubana, figura entre las prioridades de una estrategia que apunta al dinámico crecimiento de la ciudad. Museos, centros comerciales, hostales y hoteles surgen en un área del centro histórico de La Habana, que encierra en un espacio pequeño miles de edificaciones con una historia centenaria de arquitectura y tradiciones.

Ubicación

En Prado y Neptuno, sitio de La Habana inmortalizado en una popular pieza musical del famoso Enrique Jorrín, creador del ritmo Cha Cha Cha, existe un inmueble que acoge desde 1885 al Hotel Telégrafo, el cual surge hoy con una imagen renovada bajo la fachada de la antigüedad.

El estudio de un edificio de las características del Hotel Telégrafo, es en sí todo un reto, pues debe contar con una rica historia matizada por disimiles aspectos sociales, culturales, urbanísticos y políticos entre otros.

El Hotel Telégrafo es una edificación situada en el área de extramuros de la Habana dentro de una zona neurálgica del orbe urbano, desarrollada desde finales del siglo XIX. Conocido también como el antiguo Café de Argel, data su construcción del 1860 y se ubica en la popular esquina de Prado y Neptuno.

A comienzos del siglo XIX

Los terrenos en los que, varias décadas después se establecería el Hotel Telégrafo, formaban parte del Campo de Marte. El Paseo del Prado o de Isabel II vendría a adquirir un papel protagónico dentro del entramado de la ciudad, solamente a partir de la época de transformaciones comenzadas a raíz de la llegada a Cuba del capitán general Don Miguel Tacón y Rosique, en 1834. A partir de entonces comenzaron a erigirse obras de importancia en aquellos terrenos, sobresaliendo entre ellas el Teatro Tacón y el café Escauriza, ubicados ambos en el inicio del nuevo Paseo de Isabel II.

Café de Argel

En 1836 se construyó un gran salón y el nuevo café habanero se inauguró y se tituló "Café de Argel", nombre vinculado de cierta manera a la moda árabe existente en La Habana por aquellos días.

La edificación fue heredada por Don Alejandro López, sobrino de Don Juan López del Barrio, quien había comprado la casa a Don Francisco del campo en 1845. Su nuevo dueño, decidió transformar el antiguo café en un moderno hotel que fue inaugurado entre 1858 y 1863 Y recibió el nombre de Telégrafo.

Su nombre se debe:

Al invento sobre la instalación del telégrafo en la Isla de Cuba que se efectuó en 1841, que aunque inicialmente fracasó, en 1853 se adquieren los derechos de construcción y se abre la primera escuela de telegrafistas y se crea la Estación de Cafiedo, vecina del antiguo Café de Argel que fue transformado en Hotel y recibe el nombre que mantiene hasta nuestros días y que en aquel entonces era símbolo de modernidad. La primera referencia cierta sobre este hotel apareció en el periódico Don Junípero en 1863. En esta década visitó el hotel el viajero norteamericano Samuel Hazard, quien dejó la primera descripción sobre el mismo.

Don Alejandro López falleció en 1886 dejando todos sus bienes a su hijo Don Román Carlos López y Hoyos. Alrededor de estos años perece haber comenzado otro negocio dentro de la edificación, probablemente en los salones de la planta baja utilizados antes para el Café de Argel: Los Helados de París.

Este establecimiento devendría sitio de reunión de la aristocracia habanera durante las primeras décadas del siglo XX. Todas las crónicas aparecidas en la prensa de la época se refirieron al sitio como uno de los más encantadores de la ciudad.

En 1895 el Hotel fue adquirido por Doña Pilar samoano, siendo su esposo quien se encargara de la administración del mismo. Esta señora a pesar de ser nativa de España fue ferviente simpatizante de los cubanos con ideas independentistas y brindó ayuda a los mambises presos en el régimen español.

En la primera década del siglo XX

Y dada la simpatía de la señora Doña Pilar con el Partido Liberal el hotel se convirtió en una especie de Cuartel General de José Miguel Gómez. A él concurrieron también artistas destacados de la talla de Conchita Supervía. Esta fue una época de esplendor del hotel. En el año 1911 sufrió una reparación total y al concluir la misma y abrir sus puertas fue considerado el hotel más moderno de la ciudad.

La ubicación de los teléfonos situados en las habitaciones y mesas del restaurante, lo convirtieron en lugar preferido de políticos y negociantes para efectuar reuniones. El servicio de botones era tan eficiente que los empleados iban hasta el puerto a recibir a sus posibles huéspedes, ocupándose de su papeleo aduanal y de su transportación al hotel.

La transformación de la Plaza de Isabel II, en el Parque Central José Martí, a inicios de la era republicana, contribuyó a otorgarle un protagonismo elevado al hotel, que desde entonces contó con vías de acceso más modernas y con un entorno más bello. Al Paseo del Prado se unió el Parque Central, convirtiendo la zona en un área caracterizada por sus árboles y sus lujosos hoteles. Entre las que se encuentran:

  • Chin Lan Pin, ilustre mandarín chino que se hospedó en el hotel con toda su cometida en 1874.
  • Heinrich Shliemann, célebre arqueólogo alemán que trabajó en las exploraciones para el descubrimiento de la ciudad de Troya.
  • Gonzalo de Quesada, amigo de José Martí
  • El artista cubano Alfredo Sosabravo se inició en su vida laboral, en los salones y pasillos del hotel.
  • En el siglo XX, artistas de renombre como Conchita Supervia y María Barrientos, lo prefirieron como lugar de encuentro y reunión.
  • El conocido caballero de París trabajó como dependiente gastronómico en el hotel en sus años de lucidez.

La historia muestra que desde finales del siglo XIX la instalación se convirtió en singular atractivo para los visitantes, hasta llegar a ubicarse entre las más prestigiosas de la época y en uno de los 11 mejores hoteles de América Latina.

Luego del derrumbe de la edificación en el año 1964 y habiéndose realizado por parte del Consejo de Estado una inversión para su reconstrucción conjugando lo moderno y lo antiguo se realza auténtico y lujoso.

En la última reconstrucción

Se refuerzan las columnas para poder adicionarles dos pisos de estructuras metálica, por ser más livianas y brindar rapidez en el proceso constructivo. Se le adicionó un lucernario que se abre y cierra a voluntad, corriendo sobre carriles que permiten su perfecto deslizamiento y acople. Este espacio cubre también el techo del patio donde se encuentra el snack bar. El lucernario fue la solución dada por los ingenieros a la necesidad de techar esta área, para así proteger a los usuarios e inmuebles de las inclemencias del tiempo, sin restar frescura y claridad. Y para cumplimentar el 15% de área descubierta al aire libre.

Toda la cerámica empleada en este proceso proviene de las Tunas. Reabre sus puertas el nuevo Telégrafo en el año 2001, totalmente rejuvenecido. En el patio se alzan las arcadas de medio punto mostrando sus ladrillos originales y contrastando con el resto de un moderno diseño. Una luminosa fuente de aguas cristalinas, que brotan en un extremo del sugerente mural cerámico establece con este, un fascinante juego de luces y sombras en las paredes que asemeja el movimiento de las olas del mar.

El elegante restaurante Telégrafo, con acceso a la concurrida acera del Louvre se especializa en la alta comida cubana e internacional. Su decoración ofrece el ambiente clásico de un excelente sitio que convida a regresar.

Presenta una parte del lobby semejando una galería de arte con las más modernas técnicas de iluminación dirigidas a las obras pictóricas de renombrados artistas cubanos contemporáneos además de mostrar varias piezas de telégrafos antiguos y una sección del primer cable que se tiró por mar para establecer comunicaciones telefónicas entre Estados Unidos y La Habana, en la década de los años 80 del siglo XIX.

Fuentes

  • Chiu, A. K. (2007). Historia del Hotel Telégrafo. Ciudad Habana.