Calendario juliano
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Calendario Juliano. Es el calendario que se usó por los países europeos y sus colonias hasta la implantación del Calendario Gregoriano, que fue instaurado por el papa Gregorio XIII en 1582 y fue adoptado rápidamente por los países católicos.
Sumario
Antecedentes
Se llama así al creado por Julio César el año 47 a.n.e.. Si el calendario juliano es el punto de referencia del calendario romano, esto es debido a que la reforma que decretó Julio César puso fin a una situación en algunos momentos caótica.
Entre los primitivos romanos, los habitantes de Alba Longa tenían un calendario de 10 meses, cuya duración oscilaba entre los 18 y los 36 días; los de Labinia tenían un año de 374 días distribuido en 13 meses; los Etruscos sólo tenían Meses lunares. Finalmente se llegó a un calendario de 304 días agrupados en 10 meses: 6 de 30 días, y 4 de 31.
Con estas oscilaciones está claro que todos los años había que estar haciendo reajustes. Por ejemplo, febrero era el último mes del año y en él se hacían los ajustes. En la época de Numa Pompilio cada dos años se intercalaba entre el 23 (el sexto calendas) y el 24 de febrero un mes de 22 o 23 días llamado mercedinus (de mercedem, que entre otras cosas significa "paga"), porque ese era el mes en que se pagaba a la servidumbre. Ese sistema daba unos desajustes que debían regular los pontífices; y lo hacían no con criterios astronómicos, sino políticos; con lo que el invierno "civil" acabó cayendo en el otoño astronómico.
Fue Julio César, en el año 47 a.n.e., (707 de la fundación de Roma) quien puso orden en este caos. Por empezar, para que volviese a caer cada estación, con las fiestas y celebraciones correspondientes, en el Tiempo astronómico que le correspondía, se vio obligado a hacer el primer año de 445 días. Fue conocido con el nombre de año de la confusión. A partir de ahí ya todos los años eran de 365 días, menos los bisiestos, que eran de 366. Año bi-siesto era aquel en que se repetía (bis) el sexto calendas martii, es decir el 23 de febrero, y se le llamaba bissextocalendas. Con esto se corrigió de forma importante, pero no del todo, la diferencia que iban acumulando el exceso de poco más de un cuarto de día que le sobraba a cada año. No del todo, porque cada 128 años los minutos sobrantes sumaban un día más.
El año juliano quedó pues con los 12 meses que hoy conocemos, pero con una pequeña variación: enero, marzo, mayo, julio, septiembre y noviembre (los meses impares) tenían 31 días, y los demás (los pares) 30, ¡incluido febrero en los años bisiestos! Pero, lo que hace la vanidad, Augusto no podía consentir que el mes de julio (en honor de Julio César) tuviese 31 días, y el mes instituido en su honor, agosto, tuviese sólo 30. Así que deshizo el orden de meses alternos, y le puso también 31 días al mes que llevaba su nombre. Se lo tuvo que quitar a febrero, al que dejó con 28 los años no bisiestos, y 29 los bisiestos.
Pero tampoco es este el único desajuste del calendario juliano, que al fin y al cabo no es importante para que salgan las cuentas. Es que en los nombres de los meses vuelve a pecar de inconsecuente: los antiguos meses de los romanos, eran: 1º, Martius, de 31 días; 2º, Aprilis, de 30; 3º, Maius, de 31; 4º Junius, de 30; 5º, Quintilis, de 31 (obsérvese que desde este mes hasta el décimo, el nombre es simplemente el del número de orden que ocupan en el calendario); el 6º, Sextilis, de 30 días; el 7º, September, de 30 días; el 8º, October, de 31 días; el 9º, November, de 30 días, y el 10º, el December, de 30 días. Más adelante se añadió un undécimo mes, el Februarius, al final del año; y finalmente el duodécimo, el Januarius, que se colocó al principio del año.
Al poner orden Julio César en el calendario, asesorado por el astrónomo alejandrino Sosígenes, no se preocupó de recuperar la coherencia léxica para los meses de september, october, november y december, que dejaron de ser los meses séptimo, octavo, noveno y décimo, para convertirse en noveno, décimo, undécimo y duodécimo respectivamente. Conservaron el nombre ordinal, pero bien desordenado.
Reforma juliana
La reforma juliana era, en esencia, el Calendario egipcio según la reforma de Cánope. Consistió en tomar como inicio del año el 1 de enero, en lugar del tradicional 1 de marzo. Consta de 365 días divididos en 12 meses, excepto los años bisiestos que tienen 366 días, y añaden un día adicional al mes de febrero. El calendario juliano cuenta como bisiestos todos los años cuyo número es divisible por 4, aunque terminen en doble cero. Con este calendario se comete un error de 7,5 días cada 1000 años. El día adicional se añadía tras el 23 de febrero (sexto calendas de marzo), por lo que recibía el nombre de bisexto calendas de marzo, de donde viene el nombre de bisiesto. El equinoccio vernal debía ser el 25 de marzo.
La manera de contar los días siguió la tradición romana hasta que los Reino visigodo introdujeron la costumbre de numerar los días, que no sería oficial hasta que la adoptó Carlomagno. No obstante, hasta bien entrada la Edad Moderna, la manera de referirse a un día concreto era aludiendo al santo que se conmemoraba. Así, por ejemplo, era muy común encontrar expresiones como "llegamos el día de san Froilán".
Otros cambios del nombre de los meses no sobrevivieron. Calígula llamó germánicus al mes de septiembre, Nerón llamó claudius a mayo y germánicus a junio, y Dominiciano llamó germánicus a septiembre y domitianus a octubre. Incluso Carlomagno trataría de dar nuevos nombres a los meses: wintarmanoth, hornung, lentzinmanoth, ostarmanoth, winemanoth, brachmanoth, heuvimanoth, aranmanoth, witumanoth, wintumanoth, windumemanoth, herbistmanoth y heilagmanoth.
Este calendario se mantendría hasta la reforma gregoriana, pero en el año 321 el emperador Constantino introdujo una novedad, la semana de siete días: domingo, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábado. Además, decretó que el domingo (dies solis) fuese día de descanso para adorar a Dios, en detrimento del sábado, tradicional no sólo entre los judíos sino también entre los gentiles. Y es que si Jesucristo había muerto el sexto día de la semana judía había resucitado en domingo. Por otro lado, se satisfacía a otra religión muy popular: el Culto a Mitra, que adoraban al Sol. Recordemos que la semana de siete días se hallaba presente en el calendario egipcio.
Los ciclos que se consideraban en Roma fueron: el lustro, de 5 años, el siglo de 100 años y la indicción de 15 años. La indicción fue muy usada durante el bajo imperio, se adoptó en el 312, pero se hace remontar al año 3 a.n.e. Para averiguar a qué indicción corresponde un hecho basta con sumar 3 a la fecha, y dividir entre 15. El coeficiente corresponde a la indicción y el resto expresa el número del año del ciclo.
I = F+3/15
Donde:
I = Indicción F = Fecha
La distribución de los meses y días en el mundo clásico
- Junjirum (31 días)
- Máium (31)
- Júnium (30)
- Quintil (30)
- Sextil (30)
- Septémber (31)
- Octóber (30)
- Novémber (31)
- Decémber (30)
- Januárium (31)
- Februárium (30) (31 en los años bisiestos)
La distribución de los meses y días en la actualidad
- Enero (31 días)
- Febrero (28) (29 en los años bisiestos)
- Marzo (31)
- April (30)
- Mayo (31)
- Junio (30)
- Julio (31)
- Agosto (31)
- Septiembre (30)
- Octubrer (31)
- Noviembre (30)
- Diciembre (31)
¿Por qué se le llama "juliano"?
El nombre de calendario juliano procede de Julio César, en honor al cual se adoptó el nombre de Julio, primero, y juliano, después, para designar el calendario establecido bajo su consulado.