La Bruja
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La Bruja. Ensayo basado en las supersticiones de la Edad Media Moderna realizado por el escritor francés Jules Michelet en su primera edición en 1862. Publicado por la Editorial de Arte y Literatura en 2009. Relata sobre el estudio de Michelet sobre las brujas que constituye un clásico indiscutible en la materia. Se incluyen numerosos datos sobre los principales procesos de brujería de los siglos XVII y XVIII (País Vasco, Loudun, etc.). Es la obra más importante sobre supersticiones medievales escrita hasta la fecha.
Sinopsis
El estudio de Michelet sobre las brujas constituye un clásico indiscutible en la materia. En sus distintos capítulos se ofrece un completo análisis sobre la figura de la bruja y los rituales a ella vinculados (pactos con Satán, aquelarres, misas negras) a lo largo de la Edad Media y la Edad Moderna europea. Asimismo se incluyen numerosos datos sobre los principales procesos de brujería de los siglos XVII y XVIII (País Vasco, Loudun, etc.).
Todo ello hace de este libro, en palabras de la Encyclopaedia Britannica, "la obra más importante sobre supersticiones medievales escrita hasta la fecha".
Argumento
La mujer nace hada. Por el retorno regular de la exaltación, es sibila. Por el amor, maga. Por su finura, su malicia (con frecuencia fantástica y bienhechora) es bruja y hecha suertes, o por lo menos engaña, adormece las enfermedades; pero la Bruja, es algo más: Es la mujer misma y sus vicisitudes; ella en el engaño, en la locura, en la tortura, en la envidia, y el terror a ser considerada bruja, por el solo hecho de tener determinado don, o ser bonita y deseada por los hombres.
Siglos recorridos por el autor de este excelente ensayo con habilidad y pericia, sin dejar nada a la casualidad, a través de un lenguaje preciso y anecdótico. El libro concluye con la narración de algunos de los procesos más célebres de brujería: Gauffridi (1610), Loudon y Urbano Grandier (1632-1634), Louviers (1633-1647), famosos por sus absurdos, sus contradicciones y sus - casi siempre- trágicos desenlaces.
Textos del ensayo
Palabras del ensayista: Sprenger dice (antes de 1500): "Hay que decir la herejía de las brujas y no de los brujos: éstos son poca cosa". Y otro, en tiempos de Luis XIII: “Por un brujo, diez milbrujas".
“La naturaleza las hace brujas..." Es el genio propio de la mujer y de su temperamento. La mujer nace hada. Por el retorno regular de la exaltación, es sibila. Por el amor, maga. Por su finura, su malicia (con frecuencia fantástica y bienhechora) es bruja y echa suertes, o por lo menos engaña, adormece las enfermedades…
En el largo camino de mi historia, en los treinta años que le he consagrado, esta horrible literatura de la brujería ha pasado (repasado frecuentemente por mis manos. También he agotado los manuales de la Inquisición, las asnadas de los dominicos. Látigos, Martillos, Hormigueros, Fustigaciones, Linternas, etcétera% son los títulos de sus libros. Después he leído las historias, de los parlamentarios, de los jueces laicos que sucedieron a estos monjes a quienes despreciaban, sin ser por ello menos idiotas. En otra parte he dicho una palabra sobre esto. Aquí haré una sola observación: de "1300 a1600 y un poco más, la justicia es la misma. Salvo un entreacto en el parlamento de París, hay siempre y en todas partes idéntica ferocidad de tontería. Los talentos no hacen nada. El inteligente De Lancre, magistrado bordelés del reino de Enrique IV, muy avanzado en política, cae, cuando se trata de brujería, al nivel de un Nider, de un Sprenger, de los monjes imbéciles del siglo XV.
Datos del autor
Jules Michelet. Erudito, notable historiador, escritor, ensayista, filósofo y traductor francés, participante en las revoluciones de 1830 y 1848. Destituido de su cargo como director de los Archivos Nacionales y como profesor del colegio de Francia por su oposición a Napoleón III. Nació el 21 de agosto de 1798, en París, Francia. Nombrado, en 1838, catedrático de historia y moral en el parisino Collège de France, ejerció desde allí una auténtica campaña en defensa de los principios democráticos dictados por su ideología liberal, compaginada con el respeto que sentía hacia el cristianismo desde 1816. Imprimió un novedoso giro a su escritura y dio a la imprenta algunas obras tan bellas y emotivas como L'oiseau (El pájaro, 1856), L'insecte (El insecto, 1859), La mer (El mar, 1861) y La montagne (La montaña, 1868) . La dimensión espiritual de su trabajo se aprecia también, bien es verdad que algo más atenuada, en otras obras suyas como L'amour (El amor, 1858), La femme (La mujer, 1859) y Nos fils (Nuestros hijos, 1869), en las quese reveló como un seguidor de las propuestas educativas del pedagogo suizo Pestalozzi (1746-1827).
Véase además
Jules Michelet. Ampliar información biográfica en www.ecured.cu. Consultado el 25 de mayo de 2018.
Fuente
- Michelet, Jules. La Bruja. La Habana, Cuba: Editorial Arte y Literatura. 2009. 384 p.
- Artículo: Resumen literario. Tomado del sitio: www.casadellibro.com. Consultado el 25 de mayo de 2018.
- Artículo: Textos escritos en el ensayo. Tomado el sitio: historiayverdad.org. Consultado el 25 de mayo de 2018.