Absceso perianal


Absceso Perianal
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La presencia de una tumoración de aspecto inflamatorio rojizo y caliente en el margen del ano es prácticamente diagnóstico de esta patología.
Clasificación:Absceso

Absceso perianal. Es la acumulación de pus que nace a partir de una comunicación anormal que existe entre el canal anal y la piel de alrededor del ano, lo que se denomina fistula perianal. El ano es el orificio terminal del tubo digestivo por donde salen las heces en el proceso de la defecación.

Se halla ubicado en el polo inferior del periné y es la parte final del canal anal, con un conducto de unos dos centímetros de largo. El ano consta de dos esfínteres que controlan la retención o salida de heces, el esfínter anal interno, que es involuntario, y el externo, muscular, que es voluntario.

El ano está recubierto por una piel más delgada de lo habitual, que carece tanto de glándulas como de pelos. En el interior del canal anal existen unas glándulas que desembocan en unas estructuras denominadas criptas anales. Si se produce una obstrucción de dichas glándulas y se infectan, acumulando pus en ellas, se produce lo que se conoce como absceso perianal.

Síntomas

El principal síntoma del absceso perianal es el dolor que este produce. Es un dolor inicialmente sordo, más bien una molestia, que se va haciendo más intenso a medida que el absceso va aumentando de tamaño. El paciente se nota un bulto en esta zona, generalmente lateralizado, una tumoración rojiza, caliente, con la piel a tensión y dolorosa al tacto.

Al tratarse de una infección pueden darse síntomas y signos de infección sistémica, como fiebre elevada, escalofríos, malestar general, cansancio, dolor muscular y osteoarticular. Las deposiciones suele ser dolorosas y debido a la inflamación puede producirse un cierto grado de estreñimiento.

Una complicación del absceso es que se produzca una fístula, es decir, que se cree un conducto a través de las diferentes capas del canal anal, abriéndose paso hacia la piel para drenar el contenido purulento del mismo. Los abscesos perianales se clasifican según su localización anatómica.

El diagnóstico es sencillo y se basa en la constatación de síntomas y signos como fiebre, tumoración, rubefacción, emisión de pus, etc.La presencia de una tumoraciónde aspecto inflamatorio rojizo y caliente en el margen del ano es prácticamente diagnóstica esta patologia. Tomar una muestra del material del absceso para realizar un cultivo microbiológico y saber el gérmen causante. Pautar tratamiento antibiótico más específico. Para el diagnóstico de abscesos localizados más profundamente dentro del canal anal, se realiza una ecografía endoscópica, ya que las manifestaciones clínicas no son tan evidentes.

Diagnóstico

El diagnóstico se basará en la clínica, en los síntomas que explique el paciente y en la observación y exploración del absceso en la región perianal. Realizar un tacto rectal para descartar la presencia de masas en el interior del canal anal o el recto. No suelen ser precisas pruebas de imagen, pero si los abscesos son muy profundos en ocasiones se suele realizar una anoscopia o una ecografía transrectal. En la analítica de sangre se pueden observar signos inespecíficos de inflamación, así como en ocasiones una elevación de los leucocitos a expensas del porcentaje de neutrófilos.

Tratamiento

Algunos abscesos perianales drenan espontáneamente, pero en caso de no hacerlo el único tratamiento posible es sajarlos, abrirlos quirúrgicamente para permitir la salida del pus, bajo anestesia local si no es muy profundo ni de gran tamaño, es preciso realizar el drenaje en quirófano con anestesia regional, aplicando cobertura antibiótica de amplio espectro.

Es recomendable tomar una muestra del pus del absceso para hacer un cultivo del mismo y ver cuál es el germen responsable de la infección, si al realizar el diagnóstico el absceso es muy incipiente y no está consolidado, se corre el riesgo de abrirlo y que no drene completamente, es iniciar el tratamiento antibiótico y drenar el absceso al cabo de unos días.

Al abrir el absceso se deja un drenaje en el interior para que no se cierre inmediatamente y se tenga la certeza que el pus residual salga, tras el drenaje se deben realizar curas. En caso de existir una fistula el tratamiento quirúrgico es más complejo, pues se debe localizar el trayecto fistuloso y extirparlo procurando no dañar la musculatura circundante.

Los abscesos suelen responder bien al tratamiento antibiótico y quirúrgico y no dejar secuelas, pero en función de la ubicación y el tamaño pueden ocasionar cicatrices residuales que comprometan en mayor o menor grado la defecación.

Medidas preventivas

  • Las medidas preventivas de los abscesos anales consisten en mantener una buena dieta que no favorezca el estreñimiento, mantener una correcta higiene de la zona anal diariamente y utilizar preservativos durante la penetración anal.
  • Se produce por una obstrucción de las criptas anales que al sobreinfectarse y acumular pus dan lugar al Absceso.
  • Si no drena espontáneamente ha de abrirse quirúrgicamente para permitir la salida del pus.
  • Seguir una dieta anti-estreñimiento, mantener una correcta higiene anal diaria y utilizar preservativo en la penetración

Fuentes