Adolfo Begdadi Herrera

Adolfo Begdadi Herrera
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Nacimiento1 de mayo de 1939
Otros nombresEl Moro

Adolfo Begdadi Herrera. La trayectoria revolucionaria de "El Moro" constituye un ejemplo inestimable de valor y espíritu de sacrificio para las nuevas generaciones.Siendo aún un adolescente se incorpora a la Juventud del Partido Ortodoxo, cuyo camino lo llevaría a convertirse en un aguerrido combatiente clandestino del Movimiento 26 de Julio, por cuyas acciones fue ferozmente perseguido y encarcelado, salvando su vida. Milagrosamente. Bajo permanente amenaza de muerte logró incorporarse como guerrillero a las tropas del III Frente Mario Muñoz Monroy, con las cuales tuvo el privilegio de participar en la rendición de Santiago de Cuba e integrar la Caravana de la Libertad. Su avanzada edad y limitaciones físicas no han podido doblegar su espíritu combativo.

Infancia y adolescencia

Nació el 1ro de mayo de 1939, su padre era un emigrante sirio que se radicó en Cuba desde finales de la década de los años 20 del pasado siglo, su madre era oriunda de Baracoa, fue militante del Partido Ortodoxo y descendiente de patriotas mambises. Su padre tenía un carácter muy noble, de él aprendió la importancia de la unidad en la familia, la perseverancia para lograr los objetivos propuestos, de la valentía de David que venció con su honda a Goliat en desigual combate, la sabiduría de Salomón y la paciencia de Job, esos personajes bíblicos los utilizaba en momentos adecuados para que él asimilara los buenos ejemplos. Lo enseñó a admirar a Cristo como hombre revolucionario que luchó por el bien del hombre, atendiendo a las particularidades de la época. Su madre era muy diferente, tenía un carácter fuerte que frecuentemente entraba en contradicción con el de su padre, sobre todo cuando él realizaba alguna travesura. Su Mamá le enseñó a amar a la patria y a los próceres de nuestra independencia, de los cuales descendía, con ella aprendió las notas del Himno Nacional y le reiteraba que no se dejara humillar por nada ni por nadie y que la patria se defiende hasta la muerte. Sus primeras letras las aprendió con una maestra que poseía una escuelita pequeña en el barrio, llamada Acela Flores, muy cariñosa y amable pero al mismo tiempo, estricta y exigente, combinación que permitía al alumno aprender rápidamente los secretos de la lectura y la escritura. Hubiese querido seguir en esa escuela, pero cuando ya sabía leer y escribir lo matricularon en la escuela José de la Luz y Caballero, que era privada, las escuelas estatales estaban mal atendidas; en ella recibió una educación integral y también buenos castigos por su comportamiento travieso y rebelde que siempre lo caracterizó.

Trayectoria revolucionaria

Había cumplido los doce años de edad, cuando por influencia de su madre, ingresó en la Juventud del Partido Ortodoxo con el compañero Argos Matos, mayor que él, quien era uno de sus dirigentes en el municipio; al poco tiempo lo designan en el cargo de financiero de la organización y un año después de haber ingresado a la Juventud Ortodoxa, se produce el golpe de estado; la primera información la conoció por su mamá quien al decírcelo lo calificó como “un crimen contra la patria”. La respuesta de los jóvenes antillanos, no se hizo esperar, un grupo pertenecientes a la Juventud Ortodoxa, alquilaron una camioneta, le pusieron un altoparlante y recorrieron las calles del pueblo de Antilla repudiando el golpe de Estado y denunciando a su gestor principal, Fulgencio Batista. A partir de ese momento su vida dio un giro radical y se dedicó por completo a la lucha por los objetivos del Partido Ortodoxo. Al ocurrir el golpe de Estado, se produjo un gran desconcierto, no solo entre la población, sino también en los partidos políticos tradicionales; el pueblo manifestó su oposición al golpe, pero fueron los jóvenes, principalmente estudiantes, quienes se manifestaron con mayor fuerza, aunque no contaron con la unidad de las fuerzas democráticas y revolucionarias. Fue aquí donde gritó por primera vez ¡Abajo Batista!, ¡No queremos dictadura!, ¡Viva el Partido Ortodoxo! y otras consignas contra la tiranía. Recuerda que el compañero Argos Matos, le entregó varios ejemplares del documento La Historia me Absolverá, inmediatamente junto a otros compañeros se encargaron de distribuirlos y organizar la rotación de los ejemplares, de esa forma fue leída por cientos de antillanos. Posteriormente participaron en la campaña para la liberación de los moncadistas.

Vida laboral

Sus aspiraciones siempre fueron estudiar bachillerato y hacerse abogado, cosa que sólo podían lograr los hijos de personas con solvencia económica. Muy pronto esa realidad se impuso y después de culminar el 8vo.grado tuvo que incorporarse a trabajar obteniendo una plaza de obrero. La imposibilidad de estudiar era una de las principales limitaciones para un joven. Consiguió en el Puerto de Antilla un puesto de “caballo”, categoría que las nuevas generaciones no conocieron, en el sistema de explotación que existía en nuestro país, se le llamaba “caballos” a las personas que no pertenecían al sindicato de la entidad y que el obrero dueño de la plaza, le daba cinco o seis pesos para que trabajara por él, es decir, se producía un fenómeno en el que eran explotados por sus propios hermanos de clase. Posteriormente recibió una oferta de un compañero miembro del Partido Ortodoxo, que era agente de tráfico y transporte en la localidad, quien lle puso a trabajar en la agencia; al poco tiempo manejaba la agencia con cierta soltura; en ese oficio le pagaban veinte pesos mensuales, también aprendió a hacer otras cosas que le mejoraron su salario. A finales del año 1955, la Dirección del Movimiento 26 de Julio en Holguín, recibe indicaciones de Frank de reestructurar las células y las Direcciones municipales para darles un nivel de organización superior, además de incrementar las acciones revolucionarias. Él fue propuesto por el compañero Argos Matos para jefe de acción y sabotajes. Antes de someterlo a votación, Pedro Díaz Coello, recalca la importancia de ese cargo y le pregunta si estaba en condiciones de asumirlo y respondió afirmativamente. Pedro Díaz Coello, les infundió confianza en el futuro de la revolución y en ellos mismos, nada les parecía imposible; salían a las calles dispuestos a todo, pintaban consignas contra Batista y otras alegóricas al Movimiento, así mantenían a los guardias en una constante zozobra. Una madrugada pasaron por la calle donde vivía el chofer del jefe de la guardia rural, que tenía el yipe parqueado frente a su casa y no pudieron resistir la tentación: le pusieron un letrero detrás de la capota. En la mañana aquel vehículo recorrió parte de la ciudad con un letrero grandísimo en la parte de atrás que decía ¡Abajo Batista! Pasado algunos días, volvieron a ponerse en función de ejecutar actos de sabotajes y recolección de armas, lanzando cadenas al tendido eléctrico que provocaron apagones. Muchos compañeros fueron detenidos, entre ellos él.

Misión Internacionalista

En 1978, lo enviaron a la República Popular de Angola para atender el trabajo político en las provincias de Lunda Sur y Lunda Norte, al este de Angola. Al regresar a Cuba, fue designado director del ministerio de justicia en la provincia de Holguín, en esa etapa también fue elegido presidente provincial de la Unión de Juristas. Junto a otros compañeros representaron a Cuba en el Congreso Internacional de Juristas Demócratas, en Atenas, Grecia, donde plantearon la realidad de nuestro proceso revolucionario y nuestra posición internacional, denunciando el criminal bloqueo del imperialismo contra nuestro país. Por causa de una cardiopatía bastante fuerte y una debutación como diabético, no pudo continuar trabajando. Nunca se he dejado vencer por las limitaciones físicas, estando en esas condiciones recibió su mayor alegría cuando le propusieron que trabajara en la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana.

Condecoraciones otorgadas

  • Medallas de la Lucha Clandestina
  • Guerra de Liberación
  • XX Aniversario del Moncada
  • Combatiente Internacionalista
  • XX,XXX,XL,L y LX Aniversarios de las FAR
  • entre otras.

Fuentes