Alex Raymond
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Alex Raymond. Es un Escritor, Dibujante, Guionista de historietas (comic), nacido en Estados Unidos. Creó personajes muy famosos como Flash Gordon, Jim de la Jungla, Agente Secreto X-9, de ellos muchos llevados al cine, animados y videojuegos.
Sumario
Síntesis Biográfica
Infancia y Estudios
Alex Raymond, cuyo verdadero nombre era Alexander Gillespie Raymond, nace en New Rochell en 1909. Siendo niño tuvo especail inclinación por el dibujo, pero su padre quería que fuera Ingeniero. Comienza su carrera como ayudante en unos estudios. Al morir su padre el joven Alex comenzó a alentar serias dudas sobre su futuro en la difícil senda que había escogido. Decidió entonces completar su segunda enseñanza, para lo que usufructuó una beca de atletismo en el colegio Iona, de New Rochelle (estado de Nueva York), su ciudad natal. En lo deportivo actuó con cierto destaque, como pitcher del equipo de béisbol y también en la posición de halfback del “team” de fútbol americano. Rechazó, sin embargo, una segunda beca futbolística que le ofrecía la famosa universidad de Notre Dame, y se aventuró en el mundo de las finanzas, en una nueva tentativa de asegurarse el porvenir.
Inicios en el Dibujo
Aunque no había abandonado del todo la práctica del dibujo, fue en Wall Street (la calle de los negocios de Manhattan) donde halló su primer empleo. Tenía por entonces 18 años y, según confesión propia: «no creí que llegaría a ser un verdadero artista; por eso opté por ese trabajo con un comisionista de la Bolsa. Pero perdí la colocación a causa de la crisis de 1929. Luego lo intenté con renovaciones de hipotecas, pero eran negocios muy malos en esos tiempos... Por otro lado, yo resulté un pésimo vendedor: aceptaba invariablemente el primer no de los clientes, sin discutírselo gran cosa...»
Terminó por convencerse de que su camino era otro, así que volvió sobre sus pasos. Recordó que había sido vecino de Russ Westover (un dibujante ya consagrado por su satírica tira Tillie the Toiler, llamada Cuquita, la mecanógrafa en Argentina); se decidió a llevarle sus muestras, y éste encontró en ellas mérito suficiente como para aconsejarle que se dejara de hipotecas y trabajara en lo que realmente sabía hacer. Casi de inmediato le consiguió un puesto de “artista aprendiz” en la agencia King Features Syndicate, y le brindó toda la ayuda de su veteranía en el medio.
Dibujando Historietas
Raymond empezó a trabajar en la historieta de Lyman Young, Tim Tyler’s Luck, conocida entre nosotros como Aguilucho, una serie de aventuras en la selva, con dos jóvenes protagonistas, uno rubio y el otro pelinegro, miembros de la “Patrulla de la Jungla”. Su estilo comenzó a fraguarse, al tiempo que se iba interiorizando en la mecánica de la historieta.
En 1934, Joe Connolly, presidente del KFS, alarmado ante la creciente popularidad de Buck Rogers, una tira de ciencia ficción distribuida por una empresa rival, decidió contraatacar, lanzando a su vez no una, sino tres historietas encaminadas a conquistar amplios sectores de la audiencia: una de fantasía del futuro, otra policíaca (que sería la respuesta del KFS a la exitosa Dick Tracy, deChester Gould), y una tercera, de ambiente de jungla, que haría lo posible por competir con la célebre Tarzán, de Hal Foster.
Para encontrar el dibujante de Agente Secreto X-9 se llamó a concurso abierto; y fue Raymond, por entonces de 22 años, quien obtuvo el puesto. Casi simultáneamente, confirmada su idoneidad para estas labores, Connolly lo puso a cargo de Flash Gordon, la tira de fantasía, culminando con otra de complemento, Jungle Jim, de aventuras selváticas, a la que el emprendedor novato consagraría asimismo sus afanes.
El volumen de trabajo se hizo excesivo, incluso para un Raymond ya “fogueado” en el oficio, de modo que al cabo de año y medio se vio obligado a dejar a X-9 en otras manos. Estas fueron las del competente Austin Briggs, quien supo ser digno continuador de su colega, con un diseño elegante y sumamente eficaz para la narración secuencial.
Como lo anunciara el KFS con bombos y platillos, X-9 contaba, además, con la participación de Dashiell Hammett, novelista policial que saltara a la fama con El halcón maltés, prototipo de la “novela negra”, sobre la que se basarían innumerables seguidores. Sin embargo, el renombrado autor libretó únicamente el primer episodio de la serie, quedando a partir de ahí todo bajo la responsabilidad de Raymond, que, como se consignara, debió abandonar la realización de la tira por resultarle imposible cumplir con sus compromisos sin dejar de mantener el nivel de calidad que se esperaba de él.
Se dedicó entonces con fervor vocacional a sus otras dos producciones, aunque no dudó en confesar su predilección por Flash Gordon.
«Me toma unos cuatro días y cuatro noches el acabado de la página dominical -manifestó en una entrevista.- El delineado a lápiz es lo que consume más tiempo; la segunda etapa es pasar a tinta los dibujos, para lo cual uso el pincel. En la oficina del Sindicato le aplico los colores, sobre papel transparente».
Se cuenta que en cierta ocasión, una tormenta de verano provocó súbito corte de luz. Como el apagón se prolongaba, y los plazos de entrega apremiaban, Raymond trabajó con luz de velas durante una larga noche. Pero cumplió con la entrega, sin apearse de su habitual afán perfeccionista.
Amante confeso de su trabajo, no solía tomarse vacaciones ni días libres; pero esta laboriosa rutina fue abruptamente interrumpida por el advenimiento de la guerra. En 1944 se comisionó a Raymond como capitán de la Marina, y aunque su arma fue el lápiz y no el fusil, ya que sirvió en el departamento de Publicidad, de todos modos debió abandonar a sus queridos personajes de papel y tinta, quedando Flash Gordon a cargo de Austin Briggs, en tanto Jim de la Jungla fue continuada por Paul Norris, quien tiempo después se vería largamente asociado a otro famoso personaje fantástico: Brick Bradford, mismo que con seguridad será tema de alguna de estas charlas en el futuro.
Al finalizar la contienda, Raymond, desmovilizado, no tardó en retornar al KFS. Allí comenzaría el capítulo más importante de su trayectoria, que desafortunadamente habría de ser tronchado por la muerte. 1945 fue el año de la aparición de Rip Kirby, el elegante detective “intelectual”, cuyo envidiable continente sería incansablemente reproducido, imitado y calcado por innúmeros “historieteros”, durante un par de décadas, al menos.
Fin de sus Días
Raymond se consagró por completo a la realización de la tira, la cual, curiosamente, nunca tuvo página dominical. Rehusó la tentadora oferta de 35.000 dólares anuales que le hizo el Syndicate, por considerar que el trabajo extra afectaría a la calidad del producto, privándole, además, del tiempo que necesitaba para dedicarse a otra de sus pasiones: los autos de carrera. No estaba en posición de prever que esa misma debilidad acabaría por resultarle fatal.
El 6 de septiembre de 1956 Alex Raymond falleció en un accidente de automóvil en Westport, Connecticut, mientras conducía un Corvette en compañía de su amigo Stan Drake, también un conocido dibujante. Drake salvó la vida, pero Raymond murió instantáneamente. Se encontraba en el cenit de su carrera. Tras la muerte de Raymond en 1956, la serie fue continuada por el talentoso dibujante John Prentice.
Aportes de sus Trabajos
- El trabajo de Raymond en Flash Gordon constituye, desde el punto de vista gráfico, una de las obras clásicas del cómic norteamericano. Sobre todo a partir de 1935, cuando Raymond abandona la otra serie que le ocupaba, Secret Agent X-9, las historias de Flash Gordon adquieren un tono épico y en los dibujos de Raymond cobra creciente protagonismo la figura humana. En 1938 el dibujante decide incluso prescindir de los bocadillos o globos de diálogo -como se hacía en otras series de aventuras, como Príncipe Valiente, de Harold Foster- para no estorbar la estructuración plástica de la viñeta.
- Si Flash Gordon era la baza de King Features Syndicate para competir con Buck Rogers en el terreno de la ciencia ficción, Jungle Jim (Jim de la Jungla) constituía su respuesta al éxito del Tarzán de Harold Foster. En la cultura popular norteamericana de la primera mitad de los años 30 estaban de moda las aventuras en lugares exóticos.
- Rip Kirby (1946) puede considerarse la obra de madurez de Raymond. Se publicó como tira diaria, en blanco y negro, desde el 4 de marzo de 1946. En un primer momento, Raymond escribía y dibujaba la serie, pero desde 1952 (según otros, desde 1948) Fred Dickenson se hizo cargo de los guiones. Tras la muerte de Raymond en 1956, la serie fue continuada por el talentoso dibujante John Prentice.