Alzamiento en Jagüey Grande

Alzamiento en Jagüey Grande
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Fecha:10 de febrero de 1869
Lugar:Jagüey Grande, Matanzas
Descripción:
Alzamiento ocurrido en Jagüey Grande en 1869
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba, Bandera de España España
Líderes:
Gabriel García Menocal
Ejecutores o responsables del hecho:
Centenar de hombres

Alzamiento en Jagüey Grande. El Alzamiento del 10 de febrero de 1869, realizado en Jagüey Grande bajo la dirección de Gabriel García Menocal, es un hecho que por mucho tiempo ha estado en las sombras por lo que fué conocido por muchos con el nombre de la Insurrección olvidada.

Características

Nuevo intento fallido para extender la guerra al occidente de la Isla, el cual tuvo lugar el 10 de febrero de 1869.

Durante este alzamiento, volvió a ponerse de manifiesto la pérfida posición política de la Junta Revolucionaria de La Habana dirigida por Aldama y Morales Lemus, en relación con el apoyo a los patriotas conspiradores, y su negativa a llevar la guerra al occidente de la Isla. Ello obligó a un grupo de más de 100 patriotas, mal armados, encabezados por el exmilitar mexicano José Inclán, así como por Gabriel García Menocal y Agustín Rodríguez, a no esperar más por las promesas de los dirigentes reformistas, alzarse en armas, y atacar y tomar el poblado de Jagüey Grande, para secundar la guerra que ya se desarrollaba en Oriente, Camagüey y Las Villas.

Los alzados mantuvieron el pueblo en sus manos durante tres días, a lo largo de los cuales la enseña de la estrella solitaria tremoló en la torre de la iglesia; pero los complotados de Macagua, Cárdenas, Matanzas y otros lugares no acudieron al llamado. Este levantamiento fue aplastado cruelmente por una fuerza mixta de unos 6 000 soldados españoles fuertemente armados —entre los que figuraron los chapelgorris de Guamutas—, que frustraron el estallido de la guerra en esa región, y aniquilaron a gran cantidad de los patriotas allí reunidos; entre ellos, 150 que fueron fusilados en el lugar por las huestes españolas. Inclán y un grupo de insurrectos escaparon y se internaron en la Ciénaga de Zapata.

Motivos para la lucha

El espionaje español, a pesar de conocer con anticipación de la insurrección, no pudo evitarla, convirtiéndose así Jagüey Grande en el primer poblado del occidente del país, en pronunciarse en armas contra España y ser ocupada la plaza por las fuerzas rebeldes en la Guerra de los Diez Años.

El hecho de que esta guerra fuera iniciada por la burguesía oriental de Cuba no es casual, profundas diferencias entre el desarrollo de las zonas occidental y oriental de Cuba lo justifica.

En la primera invasión al Occidente del país una burguesía esclavista fuerte no estaba interesada en cambiar la situación con golpes violentos que destruirían sus riquezas. A esto se unió el temor al negro mayor en el Departamento Occidental del país, que agrupaba el 77.32% de la población esclava o semiesclava.

Los occidentales trataron por todos los medios de buscar soluciones menos violentas y al comenzar la guerra no quisieron rezagarse de modo que se vincularon a la independencia a través de la Junta revolucionaria de La Habana, fundada el 1 de noviembre de 1868, dicha agrupación llevaba en sí la duda y la contradicción entre el reformismo y el independentismo dada la composición social de la mayoría de sus miembros principalmente.

Grupo conspirativo

En el occidente del país existían otros grupos que comprendían que la única alternativa posible era la guerra y se preparaban para ello. Este fue el caso de los comprometidos en Jagüey Grande, los que organizaron un movimiento conspirativo dirigido por la Junta Revolucionaria de La Habana, la cuál aplazó interminablemente la fecha de alzamiento esperando la llegada a La Habana del capitán general Domingo Dulce con un amplio plan de reformas, la Junta de La Habana en realidad sostenía un doble juego que se justificaba en las aspiraciones económicas de los complotados, no perdían la esperanza de ponerse de acuerdo con la metrópoli si se realizaban reformas económicas que le resultaran ventajosas, a pesar de las consecuencias que pudieran tener que abandonar a los compatriotas complotados que actuaban desinteresadamente.

La Junta tenía previsto y se habían promovido alzamientos en Jaruco, San Antonio de los Baños y Güines, entre otros, al mismo tiempo que en Jagüey Grande.

En enero de 1869 varios miembros destacados de La Junta se trasladan a New York, por lo que el grupo de Jagüey Grande decidió actuar por su cuenta, además del patriotismo que profesaban, estaban penetrados por delatores que no posibilitaban una marcha atrás. Fue el único alzamiento que se produjo en el Departamento Occidental.

El alzamiento

El 10 de febrero de 1869, pocos días después del alzamiento en las Las Villas, se pronunciaron en armas en la tienda El Gallo, al sur del Jagüey Grande, un centenar de hombres dirigidos por Gabriel García Menocal. La fecha exacta, que durante años fue motivo de controversia, es acreditada en las memorias de Gabriel Faget y Torres, maestro, hacendado y patriota que vivía en esos días en Jabaco, barrio cercano al poblado de referencia.

La conspiración del Ayuntamiento Jagüey Grande estaba dirigida por Gabriel García Menocal, administrador del Ingenio Australia. Previo al alzamiento, la Junta de La Habana había enviado a dos mexicanos para auxiliarlos, el coronel José Inclán Risco y el capitán Gabriel González. Este último, fue detenido por las autoridades españolas antes del pronunciamiento, salvó la vida pero fue deportado dada su condición de extranjero, participó en la contienda posteriormente enrolándose en la expedición que trajo a Cuba Thomas Jordan en mayo de 1869 y terminó la guerra con grados de Brigadier.

El grupo sublevado se dirigió al pueblo ocupándolo por tres horas. Entre ellos estuvo la representación de la mujer cubana en la figura de Narcisa Deop, esposa de García Menocal, que a la sazón tenía un hijo de apenas tres años, quien portara la bandera cubana izada en la torre de la iglesia parroquial por el insurrecto Narciso Pérez Amador, construcción no terminada y ocupada por la Guardia Civil que la utilizaba como cuartel.

Figuras destacadas

Se destacaron en esta conspiración Agustín Rodríguez y Pérez Basnuevo, patriarca de una venerable familia de patriotas locales y el verdadero iniciador de la Revolución en la zona.

Fuentes