Andrés Soto Pulgarón
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Andrés Soto Pulgarón. Patriota y escritor cubano que entregó una parte de su vida a la lucha por la independencia de Cuba.
Sumario
Biografía
Del matrimonio formado por Paulina Pulgaron y José Soto, nace en Cartagena el 30 de noviembre de 1869, Andrés Soto Pulgaron, un hombre que entregó una parte de su vida a la lucha por la independencia de Cuba, sacrificó su matrimonio y hasta la vida de su hijo por ver a su pueblo libre. La situación imperante en Cuba lo marcó tempranamente, pues siendo aun muy pequeño sufrió la muerte de su tía abuela Adela Pulgaron, quien había enloquecido por el fusilamiento de su esposo Cirilo Arbona y Machado el 13 de junio de 1869 y por la muerte de sus siete hijos como consecuencia del desamparo y la miseria.
Guerra de liberación nacional
Comienza su labor patriótica en el período conocido como “Tregua Fecunda”, cuando aún era muy joven se involucra en actividades conspirativa para reanudar la lucha independentista en Cuba. Como agente confidencial de Ignacio Díaz y Mariano Pino Moreira, viaja sistemáticamente a Santa Clara, Lajas y Cruces, para establecer contactos con los simpatizantes del movimiento insurreccional. En 1893 participa en el frustrado alzamiento iniciado ese año en Lajas encabezado por Federico Zayas y Manuel Piloto, el cual a pesar de su fracaso constituye una muestra de que en este período se mantenía vigente el ideal independentista. Al producirse el reinicio de la lucha en 1895 se incorpora a la Brigada de Cienfuegos, el23 de septiembre de ese año, siendo nombrado Alférez abanderado, anexo al Estado Mayor de dicha brigada, participando en los combates de Cantabria y Los Tardíos el 31 de octubre de 1895 y Hanabanilla el 15 de noviembre de ese mismo año. En diciembre de 1895 es trasladado a la Brigada de Colón, con la cual participa en la invasión dirigida por Máximo Gómez y Antonio Maceo, desde el lugar conocido como Cabeza de Toro, cerca de Santiago de Cartagena, hasta La Habana. De regreso a la región central participó en numerosos combates, como el ataque a Cartagena, pueblo al que el denominaba cariñosamente “su rincón mambí”, el 19 de mayo de 1896, así como en los combates de La Estrella, el 3 de mayo de 1896, Voladoras el 20 de mayo de 1896 y Lequeitio el 27 de junio de 1896. En ese año se traslada a Placetas para reunirse con su esposa América Palenque Sosa, la cual se había incorporado a la lucha independentista en octubre de 1896. Pulgaron se incorpora al Regimiento de Santa Clara con los grados de sub-teniente y concluye la guerra con los grados de Teniente de caballería, otorgado por acuerdo del Consejo de Gobierno, firmado por el presidente Bartolomé Masó y el secretario de guerra interino, Ernesto Font Sterling, el 1ro de agosto de 1898 con antigüedad de 1ro de febrero de 1897 Después de concluida la guerra regresa a Cartagena y ocupa diferentes cargos, primero en su pueblo natal y posteriormente en Cienfuegos y La Habana, caracterizándose siempre por su honradez y patriotismo.
Datos sobre América Palenque Sosa: su esposa
América, natural de La Habana, hija de Clemente Palenque Madrazo, español y de la criolla Cruz Sosa Díaz, desde pequeña se identificó con el ideal independentista, pues oía de su madre la historia acerca de la indignación que su padre mantuvo contra el proceder de los voluntarios españoles, juzgándoles de borrachos y asesinos cuando el fusilamiento de los estudiantes de medicina en 1871.
La familia residía en la calle de San Pedro en La Habana, donde el padre tenía un comercio pero antes había sido Juez de Paz en Cartagena, después pasaron a Cárdenas donde su padre falleció, como también sus dos hermanos, viéndose su madre abandonada de la suerte con ella y su otro hermano más pequeño, Alfredo. Después residiendo en Cruces, es donde conoce a Andrés y llevan relaciones, pues el vendía los periódicos “Patria” y “Porvenir” que costaban veinte centavos cada uno y ellas compraban, pronto se identificaron con la causa y así es que no fue solo el amor al esposo lo que la llevó a la manigua sino también, el anhelo de ver a Cuba libre e independiente.
Contando con solo 18 años de edad se incorporó a la revolución redentora de la Guerra de Independencia en octubre de 1896, en Placetas, llevando a su hijo de seis meses de nacido, nombrado José Andrés, después de haber estado separada de su esposo durante un año, pues el Teniente del Ejército Libertador, Andrés Soto Pulgaron estaba en activo servicio en las Brigadas de Cienfuegos y Colón, su hijo falleció de paludismo en los montes de Poza Redonda en octubre de 1897, por lo que enferma tuvo necesidad de regresar a la Villa a reparar su salud, dedicándose seguidamente a recolectar medicinas, ropa y zapatos, que unas veces enviaba y otras llevaba personalmente al campo insurrecto acompañada de otras mujeres que como ella, prestaron eficientes servicios y sacrificios a favor de la libertad de Cuba.
Trayectoria literaria
Su espíritu de lucha y su profundo patriotismo lo llevaron a publicar diferentes artículos en periódicos y revistas en las décadas del 40 y 50, donde critica muchos de los males de la república, la política entreguista de los gobiernos de turno y la apropiación de la economía del país por parte de los extranjeros. Publicó tres libros de carácter histórico: “De la guerra y de la paz”, en 1949, “Corazones cubanos”, en 1950, en los cuales rinde homenaje a aquellos que lo dieron todo en bien de la patria y a los sobrevivientes que después fueron olvidados por los gobiernos corruptos y proimperialistas de la república neocolonial, en 1951 escribe “Cuba no es de los cubanos” donde critica la situación existente en el país en aquella época y demuestra que la mayoría de los negocios se encontraban en manos de propietarios extranjeros.
Sus libros
“De la guerra y de la paz”
Prólogo de este libro
PROEMIO
Andrés Soto Pulgarón, el autor de este libro me visitó; conversamos, recayendo el tema sobre los acontecimientos de nuestras guerras de independencia. Soto Pulgarón es veterano de la última epopeya libertaria, hijo de Cartagena, Las Villas, en cuya provincia hizo la guerra.
Asombra el estado de conservación física, el vigor intelectual y el espíritu de patriota y nacionalista, que anima sus ochenta años de existencia.
Me facilitó datos sobre la horrible masacre perpetrada en Potrerillo, Las Villas, el 10 de septiembre de 1896, donde fueron fusilados por un jefe de columna española, trece civiles, entre ellos dos menores, casi niños, cuyos datos buscaba desde hacía tiempo para llevarlos al libro en preparación sobre el aporte de San Juan de los Veras, a la última guerra independencia.
Luego Soto Pulgarón me habló de un libro que tenía a medio confeccionar, pidiéndome se lo terminara. Accedí y al revisar el trabajo, cuya impresión estaba casi conclusa, encontré algo sui géneris: el libro carecía de prólogo y el autor había determinado que su foto figurara en la última página. A mis preguntas sobre esta rareza alegó que no era posible que él apareciera en una publicación antes que las egregias figuras de Gómez, Maceo y Marti. Mis argumentos para hacerlo variar de idea resultaron inútiles; solamente accedió a que escribiera esta especie de prólogo, haciéndolo con verdadero gusto, por lo que me place anunciar a los que abran este libro, que se trata de una relación de sucesos de la guerra: muy verídicos, muy interesantes y relatados con gran sencillez, lo que hace que sean amenos a la par que instructivos y estimulantes da la fe y el patriotismo.
Merece leerse este libro, y tener un recuerdo de reconocimiento, de admiración y gratitud para este viejo mambí, que supo cumplir como bueno a la hora del sacrificio, y sigue, en la paz, siendo ejemplo de virilidad y civismo.
Juan de Dios Pérez
“Corazones cubanos”
Prólogo de este libro
CORAZONES CUBANOS
Sin pretensión alguna y sin ánimo de lucro he escrito este libro para honrar a Cuba y glorificar a mis compañeros que tantas pruebas de valor, abnegación y sacrificios se hicieron y sufrieron para hacer esta Patria libre e independiente.
Mi pequeño esfuerzo se vería bien recompensado si como espero mis conciudadanos encuentran en él datos históricos con que rememorar los recuerdos de aquellos gigantescos esfuerzos y gloriosos días que durante casi un siglo se hicieron para que fuéramos libres.
¡Oh libertad cuán hermosa eres!
El Autor
Andrés Soto Pulgarón
Teniente del Ejército Libertador
La Habana, Julio 1950.
“Cuba no es de los cubanos”
Prólogo de este libro
AQUI ESTOY CON LA DIANA MAMBISA
Levántate cubano
que aquí viene el español
déjalo que venga, déjalo venir
que aquí está Maceo, para combatir.
Estas bélicas y alegres notas de nuestra diana en mañanas risueñas, levantaban los corazones y unos con el pie en el estribo, el rifle al hombro y el machete en la diestra y otros con su jolongo a la espalda, descalzos, hambrientos y casi desnudos y el Rémington en la mano, sin apenas balas en sus bolsas, rodilla en tierra se enfrentaban con numeroso enemigo dispuestos a vencer o morir.
¡Oh! Cubanos, pónte en pie de lucha para que no te dejes arrebatar lo que conseguistes a sangre y fuego, esto es, tu libertad política, económica y social y cuando tu ánimo decaiga trae a tu memoria las notas de ese himno mambí.
Sintiendo en cubano, preocupado y a veces triste con las desventuras de la
Patria, Patria que podría ser el paraíso del mundo, por su clima, por la fertilidad de sus tierras, por la belleza de sus mujeres y por la bondosidad de sus hijos
—al igual que los siboneyes generosos y hospitalarios por lo que fueron exterminados— y a nosotros nos dominan por medio del engaño, la hipocresía y la falacia, como lo hacían en la época de la colonia por medio de la fuerza la madrastra España y en estos tiempos no solo por una parte considerable de aquellos famosos voluntarios, sino también por gentes que han venido de todas partes del Universo, haciéndole imposible la vida al cubano, al hijo de Cuba, que viene a ser paria en su propia tierra, todo esto agravado por nuestras propias lacras.
¡Pueblo de Cuba reacciona! Tus maravillosas tierra, tus grandes comercios, tus industrias, tus palacios, tus profesiones, tus empleos, tus fuentes de trabajo, todo debía ser tuyo y debes conseguirlo, como es en todas las Naciones libres y de esta manera no verás esos barrios de indigentes, en medio de la gran prosperidad del país, ni hombres sin tierras, ni bohíos de guano y yaguas y con pisos de tierra, ni mendigos que pululan por todos los rincones de las ciudades y familias enteras viviendo en cuartuchos faltos de higiene, de luz y llenos de parásitos.
¡Oyeme cubano! No hagas caso de los lamentos de los extranjeros en cuanto piensan solamente que pueden perder sus grandes negocios, que esos mismos no nos dejan vivir en sus respectivos países, y para conseguir nuestra liberación no necesitamos matar, robar, ni atropellar a nadie, hacer Leyes cubanas, y que esas Leyes sean aplicadas en cubano, eso es todo.
Muerte
Andrés Soto Pulgaron fue por sobre todas las cosas un gran patriota y un gran martiano, que amó infinitamente a su patria y a su terruño hasta el día de su muerte ocurrida en La Habana en 1961 a los 92 años de edad, con la alegría de ver cumplido su sueño de que Cuba fuera para los cubanos.
Fuentes
- Andrés Soto Pulgaron, De la guerra y de la paz, editorial La Verdad. La Habana, 1949.
- Andrés Soto Pulgaron, Corazones cubanos, Ed Imprenta El Triunfo, La Habana, 1950.
- Andrés Soto Pulgaron, Cuba no es de los cubanos, Ed Imprenta El Triunfo, La Habana, 1951
- Colectivo de autores, Apuntes para la historia de Rodas. Artículo “Cartagena” de Gerardo Capote. La Habana, 1952.
- Periódico “El Cartagenero” No 12, agosto de 1955. Tipografía Cienfuegos, Prado y Zaldo, Cienfuegos.
- Documentos del Museo municipal de Rodas.