Anticolinérgicos
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Anticolinérgicos. Se definen como anticolinérgicos una serie de sustancias, naturales o de síntesis que inhiben los efectos de la acetilcolina sobre el sistema nervioso central y periférico. Son inhibidores reversibles de los dos tipos de receptores colinérgicos: los muscarínicos y los nicotínicos, siendo la mayor parte de los anticolinérgicos que actúan sobre las vías respiratorias antagonistas del receptor muscarínico.
El grupo de fármacos que pertenecen a esta clase actúan en el nivel uno es decir a nivel del órgano y son los llamados fármacos anticolinérgicos o antimuscarínicos y a estos fármacos se los define como aquellos que bloquean la acción muscarínica de la Acetilcolina (Ach) es decir son los que inhiben la función del sistema parasimpático.
Historia
Los fármacos anticolinérgicos cuyo exponente conocido desde más antiguo es la atropina eran conocidos ya en la antiguedad. La atropina se encuentra presente en la Atropa belladona una planta solanácea ya conocida en la epoca de los romanos - se dice que Claudio fue envenenado con tintura de belladona añadida a un plato de setas, su plato favorito -- y de los celtas que la utilizaron para envenenar cerveza que ofrecieron a sus invasores daneses. En la época romana, las damas se aplicaban sobre la cara preparados de belladona para aumentar el tamaño de sus pupilas, siendo debido el nombre de Atropa belladona otorgado por Lineo, a sus propiedades como veneno - Atropos es la más vieja de las tres Parcas, que corta el hilo de la vida - y como embellecedor de las mujeres "belladona". Otras muchas plantas y setas venenosas contienen alcaloides con propiedades anticolinérgicas como la Datura stramonium, conocida hace ya más de 4000 años por los indios americanos del Sur de Tejas y descrita como planta alucinógena en el hinduismo ayurvédico. La datura contiene, además de atropina, hioscina y escopolamina. Finalmente, el beleño negro (Hyosciamus niger), cuya tintura fué utilizada por Shakespeare para matar a Hamlet, contiene sobre todo hiosciamina y escopolamina.
Los indios aspiraban el humo de la belladona como tratamiento de afecciones respiratorias y la observación de esta práctica por los ingleses condujo en el siglo XIX a la introducción de esta planta para el tratamiento del asma. Así, el Codex fr. de 1904 describe "el cartón antiasmático" a base de belladona y estramonio en polvo que se quemaba durante los accesos de asma. En 1833, el químico alemán identificó en los extractos de belladona el principio activo que producía los efectos midriáticos. Los efectos farmacológicos de la atropina fueron estudiados en la segunda mitad del siglo XIX, pero no fué hasta la década de los 30 del siglo pasado cuando se demostró que la actividad parasimpaticolítica de la atropina y de los otros alcaloides naturales se debían a sus efectos sobre los receptores colinérgicos
Farmacología
Los anticolinérgicos se usan principalmente por sus acciones periféricas, no por sus acciones centrales, por lo tanto en el uso clínico se tiende a preferir a la Atropina ya que ella tiene acción periférica y mínimos efectos centrales.
Los efectos en dosis tóxicas tienen importancia en la intoxicación atropínica, sin embargo la intoxicación atropínica, a diferencia de la intoxicación por órganos fosforados, es más benigna, rara vez produce la muerte, pero en una primera etapa producirá excitación con delirios y alucinaciones, a la que puede seguir depresión y luego coma.
Los anticolinérgicos a nivel central, y en dosis terapéuticas produce una disminución del temblor muscular de la enfermedad de Parkinson. Esto ocurre porque en los ganglios basales del cerebro hay actividad de neuronas dopaminérgica que son inhibitorias, al mismo tiempo existen neuronas colinérgicas que son excitatorias. En el individuo normal existe un balance entre estas dos actividades, excitatoria e inhibitorias. En la enfermedad de Parkinson hay un desbalance entre estas dos actividades ya que hay destrucción de neuronas dopaminérgicas. Antiguamente el Parkinson se trató con anticolinérgicos para disminuir el predominio de la actividad colinérgica. Actualmente el tratamiento básico de la enfermedad de Parkinson es con agonistas Dopaminérgicos o con precursores de la Dopamina como la L-Dopa y los fármacos anticolinérgicos sólo se utilizan como coadyuvantes, sin embargo no se utiliza no la Atropina ni la Escopolamina.
Otra acción de los anticolinérgicos es la de evitar el vómito y el mareo provocado por el movimiento conocido como cinetosis. Esta acción se produce por que esto fármacos bloquean la acción colinérgica a nivel de los núcleos vestibulares. En estos casos los anticolinérgicos se dan en forma profiláctica, es decir, antes de que la persona viaje y el más eficaz para combatir la cinetosis es la Escopolamina, la cual se puede administrar por vía oral, parenteral o en parches transdérmicos.