Arte Indio
Arte Indio. Con miles de años de antigüedad, abarca muchos países del Sureste Asiático y el Extremo Oriente, además de los actuales países de India y Pakistán.
Origen
Aunque esta civilización tiene su origen en el valle del Indo, su arte y su cultura reciben la influencia de tres importantes religiones: el budismo, el hinduismo y el islam.
Budismo
Los primeros restos arquitectónicos en piedra datan del siglo III a.C. El edificio más importante es la stupa, una especie de templo cuya forma deriva de los túmulos funerarios: semiesférica, como queriendo representar la bóveda celeste. Generalmente servían para conmemorar los lugares sagrados por los que había pasado Buda, el fundador del budismo, o albergaban alguna de sus reliquias, objetos que le habían pertenecido.
Las stupas estaban decoradas con emblemas y motivos relacionados con las enseñanzas de Buda: la flor del loto, el árbol de la iluminación, la rueda de la ley, los ojos de Buda. Los ejemplos más importantes y mejor conservados son las Stupas de Sanchi y de Bharhut, en India.
Los otros grandes edificios de la arquitectura budista son los santuarios y los monasterios, la mayoría de ellos excavados en la roca. El santuario tenía generalmente forma rectangular, con varias naves separadas por filas de columnas. Normalmente se cubrían con bóvedas y albergaban en su interior una stupa.
Los monasterios se organizaban en torno a un patio central cuadrado o rectangular, que albergaba una stupa. El ejemplo más importante es el de Ajanta, en India, donde, además, se conserva un conjunto de pinturas murales de excelente calidad.
Hinduismo
El hinduismo también produce un tipo de arquitectura propio, igual que el budismo. El templo es el edificio más representativo, y se concibe como un centro religioso, intelectual y artístico. Se trata, además, de la morada temporal de los dioses entre los seres humanos. La forma de los templos trata de imitar el orden cósmico, del Universo, según las creencias del hinduismo.
En ocasiones, estos templos están excavados en la roca; incluso una montaña puede ser tallada, como si de una escultura se tratara, para crear uno. El núcleo de estas construcciones era una cámara cuadrada, precedida por un vestíbulo abierto con columnas. Todo el edificio se alzaba sobre una gran plataforma.
Prácticamente todo el templo estaba decorado con esculturas, que narraban historias de los dioses. Los ejemplos más importantes de templos hinduistas se encuentran en Badami, Elefanta y Ellora, en India, todos ellos templos rupestres, es decir, excavados en la roca.
Escultura
Tanto la escultura budista como la hinduista presentan una característica común: la sensualidad. Por lo general, toman la forma de relieves y se utilizan para decorar las stupas, las puertas de entrada, los muros y las columnas de los templos y los monasterios.
Otra característica importante es el horror vacui, una expresión en latín que significa "horror al vacío" toda la superficie está completamente decorada, no quedan espacios libres sin esculpir. Normalmente se emplea el granito o la arenisca, que son dos tipos de piedra. En la gran stupa de Sanchi podemos apreciar estas dos características.
Los escultores indios también tallaban figuras que representaban a Buda y a otros dioses. Para ello utilizaban, además del granito y la arenisca, algunos metales, como el bronce.
Pintura
Al igual que la escultura, la pintura india, ya sea budista o hinduista, presenta un marcado carácter narrativo, es decir, sirve para contar historias. También se busca la sensualidad de los cuerpos y, en ocasiones, se narran escenas de contenido erótico.
Existe un complejo lenguaje de gestos y símbolos que indica al artista cómo debe trabajar; este lenguaje regula la expresión de las figuras, su tamaño, las proporciones y hasta la técnica. Los ejemplos más importantes los encontramos en las cuevas de Ajanta, donde se narran escenas budistas, y los frescos del templo hinduista de Tanjore, en India.